
Croquis.
Plan Rector. Ciudad Universitaria de Caracas
Gorka Dorronsoro
Ediciones Instituto de Urbanismo/Comisión de Estudios de Postgrado FAU UCV
2000
El Plan Rector de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC) -Premio de Diseño Urbano en la IX Bienal Nacional de Arquitectura (1998)-, realizado entre 1993 y 1999 por el Instituto de Urbanismo de la FAU, luego de ser designado para tal fin por el entonces Rector de la UCV Dr. Simón Muñoz, estuvo coordinado por los arquitectos Juan Pedro Posani, Gorka Dorronsoro y Frank Marcano, siendo este último quien, además, asumió la dirección del trabajo y de un amplio equipo que se apoyó, en cuanto al diseño urbano, en Ángel Luis Yánez y Carlos García García, fungiendo de colaboradores Sebastián Monteagudo y Giancarlo Pesiri.
Bajo la premisa de que se estaba en presencia de un “organismo vivo” y de que la “restauración no puede ser tan sólo un acto puntual aislado, sino también y sobre todo un proceso ininterrumpido de conservación, cuya continuidad debe estar garantizada por un uso constante, cuidadoso y respetuoso, pero activo…” (tal y como se recoge del informe aparecido en el nº 69 de Arquitectura HOY del 16-7-1994), el Plan surgió de la necesidad de dotar a la Universidad Central de Venezuela de un instrumento que permitiera abordar de manera integral, articulada, clara y ordenada su recuperación y conservación en el tiempo, así como su mantenimiento y posible crecimiento, con miras a apoyar la condición de Monumento Histórico de su recinto que ya poseía. También cabe acotar que, pese a su valor, fue considerado sólo como un anexo indicativo de que existían estudios previos realizados, dentro del expediente de postulación de la Ciudad Universitaria ante la UNESCO con miras a su declaratoria como Patrimonio Mundial (hecho que aconteció el año 2000), ello en virtud de las discrepancias surgidas entre el equipo de investigadores que redactaron dicha postulación y los principios de “intervención, zonas y anteproyectos” propuestos por los coordinadores del Plan.
De los diferentes documentos que se produjeron para concretar esta herramienta orientadora y normativa, destacan aquellos de carácter técnico dirigidos a poner al día toda la información relacionada con la situación actual del objeto que se estaba estudiando, producto de un diagnóstico del estado de sus edificaciones (destacándose aquellas que poseen alto valor patrimonial), de sus espacios vacíos y de su funcionamiento. De aquí se derivó otra información escrita y gráfica tendiente a precisar actuaciones a favor de la recuperación de alteraciones de diversa índole que afectaran tanto los edificios proyectados por Carlos Raúl Villanueva como una serie de espacios descuidados u ocupados por construcciones provisionales, a detectar áreas con potencial de intervención y a atender todo lo correspondiente al tránsito vehicular con miras a priorizar la peatonalización del campus.
Por otro lado, se contó con la elaboración de una serie de propuestas de nuevas intervenciones registradas a través de un grupo de documentos e imágenes que permitirían canalizar su abordaje al momento de emprenderse los correspondientes proyectos involucrados. De este proceso de aproximación proyectual llevado adelante por el equipo coordinador y en particular por Gorka Dorronsoro se recopiló un rico material que dio lugar al libro que hoy nos ocupa.
La publicación está conformada por un “Prólogo” de Juan Pedro Posani, el valioso ensayo “El croquis como instrumento de diseño” de Frank Marcano Requena, los textos “Comentarios sobre el Plan Rector” y “Comentarios sobre los croquis” de Gorka Dorronsoro y, finalmente, la selección de croquis su elemento protagonista.
La aproximación al contenido de Croquis… puede hacerse de dos maneras: o bien siguiendo lo planteado por Marcano en su ensayo, y así obtener una visión panorámica y reflexiva del rol jugado por el boceto dentro del proceso de creación de una obra artística, arquitectónica o de diseño urbano; o bien a través de la “Guía” que Dorronsoro ofrece para recorrer y apreciar los dibujos escogidos.
Así, Marcano, quien divide su texto en tres partes: “El croquis, mecanismo de lo inefable”, “Croquis: monólogo del diseñador” y “Croquis y Plan Rector”, hace un recorrido histórico y se debate conceptualmente entre el valor que tiene este medio de expresión como parte del proceso de realización de una obra y su condición de elemento que cobra total autonomía cuando es considerado como pieza artística. Sin embargo, en un pasaje de su escrito se puede encontrar que “… los croquis pueden ser visualizados (también) como ayudas para establecer un orden en las imágenes de un diseñador ya que, de acuerdo con estudios realizados, el diseñador es propietario de un número de temas y preocupaciones que van más allá del tema específico del problema que quiere solucionar. Nos referimos al mundo interior del creador, que de acuerdo con su riqueza y conformación, propondrá respuestas prototípicas o temáticas. Esto nos lleva a tomar en cuenta el mundo de los fantasmas del creador y el mundo específico del problema a resolver”.
Con lo anterior en mente es que vale la pena aceptar la invitación que hace Dorronsoro para adentrarse en el libro proponiendo un recorrido imaginario que, siguiendo la ruta de algunas propuestas arquitectónicas de nueva planta hechas dentro del Plan Rector de la CUC, se inicia con lo planteado para el “Borde sur”, mostrándonos de inmediato “La entrada” desde las Tres Gracias, las ideas para el edificio de “Ingeniería Mecánica” (antesala de la universidad desde “La entrada”), para los “Edificios de aulas” (dos de ellos a ambos lados -este y oeste- de la “Plaza de la Biblioteca” y otro formando un patio con el “Instituto Anatómico”), para “La Plaza de la Biblioteca” en cuyo interior estaría el “edificio de Servicios de Extensión”, la nueva visión del “Conjunto” de la CUC” con la incorporación de lo anteriormente propuesto, el edificio para la “Escuela de Arte” y el que albergaría los “Institutos de la Facultad de Arquitectura” al este de dicha entidad. El libro, en resumen, ofrece variadas lecturas acerca de la capacidad manifiesta para lograr expresar las ideas, cultura y fuero interno de un talentoso arquitecto y estupendo fotógrafo, nacido en 1939, cercano colaborador durante 11 años de Villanueva en la CUC, egresado de la FAU UCV en 1963, Premio Nacional de Arquitectura (2008) y que nos dejó en abril de 2017 a la edad de 77 años.
ACA