LA NOTICIA DE LA SEMANA

Italia inaugura nuevo puente diseñado por Santiago Calatrava

Escrito por Equipo Editorial

Tomado de Plataforma arquitectura

29 de enero de 2018

Italia acaba de sumar una nueva obra de Santiago Calatrava: se trata del puente atirantado de Cosenza en la ciudad homónima, a 300 kilómetros al sur de Nápoles, concebido con el objetivo de integrar dos áreas urbanas de la ciudad que actualmente se encuentran desconectadas por el río Crati: Contrada Gergeri y Via Reggio Calabria.

Construido con los materiales característicos de la trayectoria de Calatrava -acero, hormigón y piedra natural-, el proyecto es un puente con un único pilar inclinado, con un tablero de acero de 140 metros de longitud, un ancho de 24 metros y una altura máxima de 82 metros, destinado al tráfico rodado y peatonal. Su forma recuerda al primer puente del mundo con un pilono inclinado: el del Alamillo en Sevilla (España), obra también diseñada por Calatrava.

Además de cruzar el río Crati, en uno de los lados el puente pasa por encima de dos vías del ferrocarril. Según revela la oficina, el proyecto considera una potencial ampliación «con un apeadero cubierto con una pérgola de acero y cristal, dando acceso desde uno de los extremos del puente a ambos lados de las vías».

Respecto al proyecto, la oficina explica: Uno de los elementos más característicos del puente, y el más visible desde buena parte de la ciudad, es el pilono inclinado que sustenta el tablero. Su esbelta caja de acero tiene una forma cuadrada con esquinas redondeadas que se inclina hacia atrás para hacer expresar toda la tensión de los cables y dirigir visualmente hacia el centro urbano de Cosenza. Además, en su conjunto, los cables que sustentan el tablero y la forma sugieren la imagen de un arpa gigante. 

El puente de Cosenza forma parte de una ambiciosa revisión urbana que busca revitalizar las diferentes áreas de la ciudad. El municipio ocupa actualmente el undécimo lugar por ecosistema urbano de 104 ciudades italianas, según la asociación ambiental más importante de Italia y uno de los principales miembros de la Oficina Europea de Medio Ambiente y de la Unión Mundial para la Naturaleza.

En palabras del alcalde de Cosenza, Mario Occhiuto, el nuevo puente “no es una simple construcción funcional, sino una obra arquitectónica que, junto con otras actuaciones que estamos llevando a cabo, convertirán a Cosenza en una de las ciudades más bellas de Europa que atraerá a miles de nuevos visitantes”. 

Por su parte, Santiago Calatrava ha señalado el orgullo que para él supone que el puente contribuya “a vertebrar dos áreas de la ciudad que hasta ahora permanecían desconectadas más allá de lo espacial. Me siento halagado de que las autoridades de Cosenza hayan confiado en mí para desarrollar este proyecto dentro de su ambicioso plan de revitalización urbana”. Desde su inauguración, residentes y turistas han subido imágenes a redes sociales como Instagram sobre sus impresiones del proyecto.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 97

Desde su apertura oficial en 1971, la Carrera de Arquitectura de la Universidad Simón Bolívar (USB) tuvo que lidiar con varios aspectos que marcaron significativamente sus primeros años de funcionamiento, algunos de los cuales perduran hasta el día de hoy: el pertenecer, siendo una disciplina diferente, a una casa de estudios de talante tecnológico; el mostrarse como alternativa, formando profesionales dedicados eminentemente a sus estudios, a la politizada Escuela de Arquitectura de la UCV; el ubicarse en un lugar si se quiere aislado dentro del ya distante valle de Sartenejas; y el dejar en manos de un grupo inexperto (aunque muy bien asesorado) de arquitectos provenientes en su mayoría de la Universidad de Cornell la estructuración del pensum y su conducción administrativa.

Los años transcurridos hasta el egreso de su primera promoción en 1977 estuvieron compartidos entre la experimentación propia de quienes eran parte de una importante apuesta, la puesta a prueba de los planteamientos conceptuales que la soportaban y el esmero de parte del cuerpo docente por dedicar la mayor atención al bien seleccionado grupo de estudiantes, en medio de un clima donde el trabajo de taller, el alejamiento de todo ruido que no fuese el estrictamente disciplinar y el exclusivo compromiso con los estudios dentro del agobiante régimen académico que los caracterizaba, vieron el despertar paulatino de una actitud crítica ante el modelo de enseñanza allí presente el cual buscaba en lo posible el alejamiento de todo tipo de contaminación ya no sólo con la UCV sino con lo que dentro de la propia USB empezaba a ser un movimiento que en general lo cuestionaba.

Dentro de ese clima comienza a aflorar en el estudiantado perteneciente a las primeras camadas la necesidad no sólo de organizarse sino de tener la oportunidad de hacerse escuchar dentro de una estructura que no facilitaba las cosas. La revista Galpón 5 (nombre que toma de la edificación que alberga fundamentalmente los talleres de diseño de la Carrera), aparecida a comienzos de 1978 momento en que ya había salido el primer grupo de egresados y se había producido el relevo del primer coordinador y fundador de la Carrera, el profesor Alberto Tucker por Eduardo Trujillo, es la más tangible manifestación del giro que poco a poco se empezó a dar tendiente a lograr una aún tímida vocería. Coordinada por los entonces bachilleres Antonio Azpúrua, David Bassan, Marisabel E. Bueno, Elena Carbonell, Bertha Fuenmayor, Luis Emilio Pacheco y María del Carmen Sarría, esta revista, según se recoge de su Editorial, “nace de la necesidad de promover una dinámica dentro del estudiantado, actitud indispensable en la formación de un profesional». En dicho Editorial se añade: «El carácter de la revista no va a ser informativo. Su fuerza radicará en la medida en que sea voz de los estudiantes, que exprese su pensamiento y contribuya a formarlos. (…) El objetivo es buscar una actitud crítica que permita tomar posición ante nuestra formación y ante el acontecer humano. La polémica provoca una toma de posición, la toma de posición es formación”, toda una declaración que encierra el ambiente de apertura y debate que por aquel entonces existía y se requería.

Asesorados en la diagramación por Nedo M.F. con fotografías de Maritza Domínguez, portada diseñada por el profesor Guillermo Carreras y logo del estudiante Carlos Cartaya, el primer número de Galpón Cinco, que contó con 16 páginas, encerró en su contenido además del Editorial las siguientes secciones: Preguntas al coordinador Arq. Eduardo Trujillo; Opinión de algunos egresados; los artículos “Protestar” de Moisés Ramírez y “Sobre las materias paralelas” de Jesther Rojas y Jazmín Ferré; y una muestra de la actividad docente representada a través de Trabajos de Taller (acompañados de la entrevista “Diálogo con la vivienda”) y de los textos provenientes de la asignatura Crítica de la Arquitectura “¡Y apareció el barroco!” de Hernán Pisani y “Arquitectura es…” de Gladys Rincones.

Tras su lanzamiento y luego de numerosos e infructuosos intentos por reactivarla Galpón Cinco reaparece 22 años más tarde para no salir más como ha ocurrido con tantas otras experiencias de este tipo. En ese momento le correspondió al profesor Carlos Pollak presentarla indicando que cuando él era Jefe de Departamento tomó la iniciativa la cual fue asumida por el profesor Alejandro Borges y culminó el profesor Luis Emilio Pacheco. Para su impresión no se requirió de recursos institucionales debido a los aportes que se lograron obtener de algunas empresas. Posteriormente, en 2014, siendo Henry Vicente el Coordinador de la Carrera y con el apoyo de un equipo de profesores y estudiantes, aparece en formato digital tomando el relevo y el espíritu original de Galpón Cinco, la revista 5 de la cual también se publicó el número 2 en 2015, sin que hasta ahora se haya tenido noticias de su continuidad.

ACA