EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela.
CARACAS.
Parte 1

Mariano Goldberg

CID. FAU. UCV. (Auspiciado por FONDUR)
1982.

Desde su aparición en 1969, Caracas a través de su arquitectura se convirtió en el libro de referencia por excelencia para conocer la evolución de la arquitectura moderna en Venezuela. Su enfoque crítico, así como su copiosa información gráfica dejaron tras de si una estela difícil de superar pero que se sabía necesitaba ser actualizada en la medida que el tiempo transcurriera.
Es por ello que la publicación el año 1982 del libro que hoy nos ocupa, adquirió rápidamente el estatus no sólo de fuente de información complementaria al de Gasparini y Posani, sino de accesible material didáctico para investigadores e interesados en entrar en contacto con la ciudad y las edificaciones que la pueblan.
Su condición de trabajo académico presentado en 1980 por el autor para ascender en el escalafón universitario de la UCV, permite detectar, desde el mismo título que termina adoptando, su alcance, el período histórico que se buscaba cubrir y el criterio utilizado para seleccionar las obras que integran el corpus de la publicación. En tal sentido, el propio Mariano Goldberg acota: “En este trabajo no se pretende realizar una investigación histórica, ni labor crítica; se propone presentar un inventario de edificaciones representativas de las diferentes tendencias que, dentro del marco de los movimientos arquitectónicos contemporáneos, se han desarrollado en Venezuela en los últimos 25 años”. Así, se tomó como fecha referencial de partida la de la graduación de la primera promoción de arquitectos egresados de la FAU UCV.
Goldberg, quien fue el Jefe de la Unidad de Diseño en Avance del Banco Obrero en la década de los 60 del siglo XX (sesgo que reconoce influyó a la hora de escoger algunos edificios presentes en el libro), aclara cómo a pesar de que hay omisiones y desigualdades en la selección, el propósito no era el de “llegar a un catálogo exhaustivo sino el de iniciar una labor de recopilación que podrá ser ampliada en el futuro”. De allí seguramente el interés en calificar el libro como la “parte 1” de una serie que desafortunadamente no continuó.
Su aspiración de ser una guía determina su estructura: 142 fichas de dos páginas cada una dedicadas a otros tantos edificios, ubicados en 14 sectores que abarcan toda la extensión de la ciudad, conformadas cada una de una breve descripción (donde se señalan las fuentes documentales), acompañada por el nombre del proyectista, la fecha del proyecto y la de construcción, el área del terreno y la de construcción, fotografías recientes y algún que otro plano o dibujo de carácter técnico. Son en total 324 páginas fáciles de abordar que cuentan con el apoyo de una nomenclatura acorde al sector de Caracas donde cada edificación se localiza.
La guía de Goldberg, sin duda, asumió durante muchos años el compromiso de llenar un importante vacío que más recientemente ha retomado Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Junto al descuido que acompaña su edición, traducido en problemas de encuadernación y desigual manejo de los recursos gráficos y fotográficos, hay que colocar, como aspecto altamente positivo, el hecho de haber puesto en contacto al lector con una Caracas construida por piezas que, sin ser rutilantes, nos permiten explicarnos por qué es como es.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 61

Cuando Inocente Palacios decide a comienzos de los años 50 urbanizar una zona ubicada al sur del río Guaire en los terrenos de lo que fue la hacienda Bello Monte (propiedad de la Sucesión Casanova), fuera de la parte plana del valle de Caracas, debe sortear una serie de importantes obstáculos: el primero tiene que ver con colocar a la recién estrenada Ordenanza Municipal del Distrito Federal y a quienes la concibieron en una posición que llevaba indefectiblemente a modificarla o ajustarla a la inusual situación planteada; el segundo, estrechamente vinculado a lo anterior, sería el asumir una actitud de respeto por la vegetación y las condiciones naturales que privaban en la zona, lo cual obligaba a realizar un trazado vial y una lotificación que implicara un mínimo de afectación; el tercero lo constituía la localización de Colinas de Bello Monte, justo entre el Departamento Libertador del Distrito Federal y el Distrito Sucre del estado Miranda, lo cual dificultaba la aplicación de la propia normativa;  y el cuarto, y no por ello menos importante, era resolver y garantizar el servicio de agua en un lugar cuyas cotas estaban muy por encima de la que el sistema existente permitía surtir.
El interesante diálogo sostenido en octubre de 1990 por Juan José Martín Frechilla con Leopoldo Martínez Olavarría (presidente para la fecha en que Palacios propone sus ideas de la Comisión Nacional de Urbanismo, puesto que ostentó desde que la misma se fundó en 1946 hasta que se liquidó en 1957), recogido en Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004) -particularmente en el segmento “Hablemos de Colinas de Bello Monte-, ilustra de manera diáfana la manera como a cada problema se le fue buscando solución denotando la visión amplia, racional y a la vez flexible que privaba entre quienes tenían en sus manos enfrentar el acelerado crecimiento de la ciudad. De dicha conversación, a cual se inserta parte de otra realizada con el propio Inocente Palacios en abril de 1991, podemos extraer una serie de datos que van desde las licencias que se le dieron al urbanizador hasta el éxito rotundo que significó la venta de parcelas en las colinas. Se trata este texto, sin lugar a dudas, de una referencia imprescindible para entender plenamente en asunto que nos ocupa.
Así, nos encontramos con que la Ordenanza es modificada para permitir la reducción del ancho de vías las cuales por tener un “tráfico mínimo” se diseñan “con una acera pegada al cerro, una calle de 5,50, un brocal y una defensa de tierra, suficiente para hacer eso porque no hay estacionamientos; los carros suben los garajes respectivos, y toda pendiente mayor de tanto por ciento no era construible -no recuerdo cuánto-  y era como una zona de reserva o zona verde pero no construible, como todavía se mantiene”, dirá Martínez Olavarría.
Por otra parte las parcelas (que fueron vendidas según Palacios en tiempo record) oscilaban entre los 1500 y los 2500 m2 localizadas en lugares donde la pendiente mínima fuese del 70%, circunstancia que sumada a lo anterior implicaría un mínimo movimiento de tierra.
Dentro de este contexto, el llamado a un concurso internacional para el diseño de una quinta modelo pensada para una familia promedio de 5 a 6 personas, más tres de servicio, encabezada por un profesional de “posición económica holgada” con amplios espacios para las “relaciones sociales del matrimonio” y lugares para “satisfacer las inclinaciones intelectuales” de algún miembro de la familia, organizado por Inocente Palacios, se asociaba a la idea de proveer a los futuros compradores de una opción moderna y factible que les permitiese imaginar cómo se puede construir y vivir en un lugar atípico que se promocionaba como “una terraza sobre el Ávila” (ver Contacto FAC, nº 12, 29-01-2017).
El jurado del concurso, integrado por Leopoldo Martínez Olavarría, Carlos Raúl Villanueva y Diego Carbonell, luego de considerar 75 anteproyectos elaborados por arquitectos y estudiantes venezolanos y extranjeros (Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda, Suiza y Bélgica), decidió otorgar el primer premio al arquitecto José Miguel Galia, en segundo a Gino Ugo Posani y al estudiante Raúl Garmendia el tercero. Vale añadir que la importancia del evento (el primero de alcance global y uno de los primeros realizados de forma abierta en el país), dio pie a que se le diera amplia cobertura. Para ello se pueden consultar la Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela, nº 190, enero 1952 y Cruz del Sur, Nº 10, enero 1953.
La vivienda proyectada por Galia (quien hacía escasos tres años que había arribado al país procedente de su Uruguay natal, ya se había asociado profesionalmente con Martín Vegas y había empezado a dar clases en la Escuela de Arquitectura de la UCV), amén de cumplir con todos los requisitos exigidos, nos coloca ante una proporcionada pieza de unos 500 m2 de construcción que se asocia a los planteamientos de claridad funcional, carácter, riqueza y flexibilidad espacial propios de la arquitectura internacional del momento y que aprovecha al máximo la topografía y las visuales para permitir su disfrute por la casi totalidad de las partes que la componen, cumpliendo con la premisa de ser un pequeño prototipo “montado como un nido de águila en un cerro”, que se muestra discreto hacia la calle y como un balcón hacia la ciudad.
Paradójicamente, la premiación del concurso se llevó a a cabo en la Casa Modelo, ubicada en un terreno «ondulado», proyectada por el arquitecto italiano Antonio Lombardini, quien ubicado desde otra manera de entender la modernidad, se convirtió a la postre en proyectista de una numerosa cantidad de quintas en la urbanización, privilegio con el que no contó el ganador del certamen.
“Colinas”, por su parte, hoy en día se encuentra colapsada en su vialidad y servicios, con escasas aceras y muchos derrumbes, sufriendo las consecuencias de la complaciente permisividad que le permitió nacer sin contemplar su transformación.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela, nº 190

NotiFAC (Contacto nº 26)

La Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) y Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (Ediciones FAU UCV) llaman a participar a autores de cualquier parte del mundo en el

CONCURSO DE ENSAYOS

CARACAS

1567-2017

Caracas al llegar a su 450 aniversario luce agotada, descuidada, olvidada, deteriorada, desarticulada y agredida, y a la vez preservada por su inmejorable clima, su inigualable paisaje y el calor de su gente. Por ende, ofrece la oportunidad única de mirarla sin dejar de pensarla, sentirla, mimarla, reivindicarla, desearla, soñarla, recordarla, imaginarla, proyectarla…

El concurso de ensayos Caracas 1567-2017 se convoca con la intención de dejar plasmadas las múltiples lecturas de que puede ser objeto esta ciudad que es eje de nuestros pensamientos, motivo de nuestras angustias y territorio de nuestros pesares, objeto de amor y de odio, siempre verde como la esperanza.

La convocatoria estará vigente desde el viernes 17 de febrero de 2017 hasta el viernes 30 de junio de 2017.

Se otorgarán 2 premios en efectivo y tantas menciones como el jurado considere pertinentes. Para conocer las bases completas ir a www.edicionesfau.com

NOTA EDITORIAL (nº 26)

Mientras el país se encuentra trastornado por la violencia desatada contra quienes ejercen su derecho a disentir, y una buena parte de la sociedad civil está movilizada exigiendo el cumplimiento de la Constitución, muchos se preguntarán qué sentido tiene seguir enviando este Contacto semanal como quien no se hace eco de lo que acontece y como dando a entender que no está pasando nada.
De allí que hayamos tomado la decisión de redactar esta breve e infrecuente nota con la intención, no sólo de disipar posibles dudas sobre nuestro compromiso con un país que aspiramos diferente al que ahora tenemos y por el que hay que luchar para rescatar del atraso, de la crisis en que se encuentra sumido y de la obcecada actitud de una camarilla que sólo busca perpetuarse en el poder, sino para insistir en la importancia de mantener vivo cualquier reducto, por muy modesto que sea, que se empeñe en reivindicar nuestra memoria, en ofrecer insumos para revisitar nuestro pasado y sobre todo brindar herramientas para reconstruir un futuro que avizoramos diferente.
Seguiremos, pues, desde aquí, muy atentos a cuanto acontezca, sin dejar de expresarnos libremente con actitud crítica cuando corresponda, construyendo cultura y ciudadanía. Evitaremos en lo posible pontificar desde el conocimiento o la experiencia adquiridos buscando, sencillamente, compartirlos de forma tal que sea accesible a la mayoría de nuestros lectores.
Mirar al frente, vencer el pesimismo, enfrentar el desánimo, trabajar con ahínco y resistir con firmeza, convencidos de que vendrán tiempos mejores, es y seguirá siendo nuestro norte.

FUNDACIÓN ARQUITECTURA Y CIUDAD

Presidente
Henrique Vera

Vicepresidente
Iván González Viso

Secretaria
Michela Baldi

Secretario Suplente
Pedro Franco

Tesorero
Azier Calvo

Tesorera Suplente
Maya Suárez

Consejera
Beatriz Hernández

Consejero Suplente
Garcilaso Pumar