Archivos diarios: 19 de marzo, 2017
1973• Centro Comercial Los Ruices

1973• Se concluye la construcción y se pone en servicio el Centro Comercial Los Ruices, ubicado en el de la Av. Francisco de Miranda y con la Av. Principal de Los Ruices.
El edificio conformado por un cuerpo horizontal de dos pisos (que posee una terraza parcialmente techada para estacionamiento) y otro vertical de 6 pisos ubicado al norte de la parcela, cuenta con bancos, cafetín, un automercado de la cadena Central Madeirense y el Cine Penthouse.
HVH
FUE Y ES NOTICIA
El Domo ‘Fly’s Eye’ de Buckminster Fuller será instalado de manera permanente en Arkansas
Patrick Lynch

Tomado de Plataforma Arquitectura
28 de enero de 2017
Traducido por Natalia Yunis
Una de las estructuras visionarias de la cubierta de Buckminster Fuller se levantará en el Crystal Bridges Museum of American Art en Bentonville, Arkansas. La estructura de 15 metros, conocida como ‘Fly’s Eye Dome’ es la más grande de sólo tres prototipos originales fabricados a mano por Fuller durante su vida.
Inspirado por la forma del ojo de un insecto, la estructura fue diseñada por Fuller como una vivienda asequible y portátil del futuro. El domo cuenta con 61 aberturas en su marco geodésico, que estaban destinadas a albergar paneles solares y sistemas de recogida de agua que podrían permitir que el domo fuera autosuficiente.
Diseñado en 1961, el domo de 15 metros fue exhibido durante el Bicentenario de Los Angeles en 1981 antes de pasar las próximas tres décadas en almacenamiento. A principios de 2013, el domo fue adquirido por el historiador de arquitectura Robert Rubin, que la restauró para presentarla en el Festival Internacional de Arte en Toulouse, Francia, en el verano de ese año.
Ahora, ha encontrado una ubicación permanente en el North Lawn de Crystal Bridges, no muy lejos de una casa recientemente re-ubicada de Frank Lloyd Wright, Bachman-Wilson House. (…)
Las otras dos cúpulas originales, que miden 3 y 7 metros, son propiedad de privados; la más pequeña pertenece a Sir Norman Foster.
‘Fly’s Eye Dome’ será instalada en el verano de 2017.
Esta nota de prensa nos permite recordar, por un lado, que otro prototipo de este domo fue instalado a modo de pieza escultórica en el Miami Design District en 2014 y, por otro, la visita que hiciera Buckminster Fuller (1895-1983) a Caracas en noviembre de 1964 (reseñada en la revista Punto nº 20) donde, bajo los auspicios de la embajada de los EE.UU., dictó tres conferencias los días 23, 24 y 25 en el Auditorio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV. Dicha reseña recoge, además, lo siguiente: “En la Zona Rental de la Universidad Central de Venezuela (Plaza Venezuela) será instalada una gran Cúpula Geodésica y tres Domos con estructuras diseñadas por Fuller”. No sabemos si uno de ellos habrá sido el ‘Fly’s Eye’. Tal vez alguno de nuestros lectores nos ayude a salir de la duda.
ACA
¿SABÍA USTED…
… que en 1893, en el marco de la Exposición Universal “Colombina” de Chicago, Venezuela hace acto de presencia con un pabellón propio por segunda vez en eventos de esta naturaleza?

La celebración del 400 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas fue el motivo que llevó a la ciudad de Chicago, un año después de la fecha conmemorativa, a asumir la organización de una exposición de gran envergadura que buscaba mostrar la capacidad que tuvo de resurgir luego del pavoroso incendio que la devastó en 1871, de convertirse en paradigma de la arquitectura y el urbanismo norteamericanos a partir de su reconstrucción, y de servir como medio propagandístico a la pujanza económica e industrial que los Estados Unidos ya empezaban a evidenciar a finales del siglo XIX.
En contraste con la vanguardista imagen arquitectónica que certificaban las nuevas edificaciones que empezaron a poblar la ciudad, el afán norteamericano por dejar de lado el provincianismo que lo caracterizaba para codearse culturalmente con la vetusta Europa, convirtió la Exposición Colombina de Chicago en un monumental despliegue escenográfico que, intentando recrear el clasicismo forjado al otro lado del Atlántico, recubrió de estuco la racionalidad constructiva de las estructuras metálicas que le daban soporte a la mayoría de sus pabellones principales. Quizás sólo el Transportation Building de Louis Sullivan y el pabellón del Japón (The Ho-o-den, réplica de la tradicional casa de té propia de ese país) se erigieron en elementos que dieron un toque de sobriedad y sensatez dentro de tanta desmesura.


El pabellón venezolano, al igual que en París 1889, fue encargado a un arquitecto francés, en este caso a Jean B. Mora (quien también diseña los de Colombia y Guatemala). Se trataba el de Venezuela de 1 de sólo 19 de los erigidos por diferentes representaciones nacionales que allí hicieron acto de presencia, la mayoría ubicados en Jackson Park, justo en la periferia de un centro gobernado por una simbólica y a la vez falsa confraternidad e impregnado de alusiones más bien imperiales.
Si en París el país fue representado por un edificio que buscaba aludir a su pasado colonial a través de un sui generis estilo churrigueresco, en Chicago se asume el dominante estilo neoclásico dotado de un cierto eclecticismo donde la referencia a “lo nacional” se asume en la superposición decorativa en las fachadas de símbolos tales como el escudo patrio y algunas otras alegoría florales exóticas. La sencilla planta constaba de una sala central cubierta por una cúpula en la que dos de sus lados dan a las fachadas principal y posterior, adosándosele cuatro salas que terminan de conformar un esquema cruciforme.
El Cojo Ilustrado (cuyos trabajos tipográficos forman parte de lo expuesto al interior del pabellón), en su edición nº 31 del 1 de abril de 1893, recoge en la reseña dedicada al evento lo siguiente: “El edificio venezolano en la exposición de Chicago, de cuya fachada publicamos hoy un dibujo, será de estilo greco-romano construido de hierro y mármol; en la cúpula central irá el pabellón venezolano, y en cada uno de los laterales una estatua obra del célebre escultor Turini, representando a Cristóbal Colón y Simón Bolívar, descubridor el uno y libertador el otro de Sur América”. Comentarios aparte, lo cierto es que no sólo Bolívar y Colón comparten protagonismo a través de las piezas escultóricas mencionadas, sino que también lo hacen en igualdad de condiciones las banderas venezolana y estadounidense en la base de la cúpula, gestos, elocuente el uno y premonitorio el otro, de la condición de dependencia que ha ido sufriendo históricamente nuestro país.
Quien quiera deleitarse con la descripción pormenorizada de todos los avatares que signaron el proceso constructivo y el de selección y montaje de los numerosos y diversos objetos que fueron presentados con acuciosidad en este pabellón, así como del particular esmero puesto en las colecciones de etnografía, piezas históricas y obras de arte (distintiva esta última de la representación venezolana, como recogía la guía de visitantes), todo ello coordinado por una Junta recolectora presidida por el Dr. Arístides Rojas, recomendamos la lectura de La nación representada. La arquitectura de los pabellones de Venezuela en las exposiciones internacionales durante el siglo XIX de Orlando Marín, trabajo final de su grado de Magíster en Historia de la Arquitectura, a la venta a través de http://www.edicionesfau.com.
ACA
Procedencia de las imágenes
1, 2 y 3. Calvo A. Venezuela y el problema de su identidad arquitectónica, 2007
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 54

Como otra pieza que se suma al rescate de su memoria este año en que cumple 450 años, el plano de Caracas fechado en 1775, muestra una modesta ciudad colonial consolidada, que está a punto de convertirse en sede de la Capitanía General de Venezuela (1777), de romper definitivamente sus vínculos con Santo Domingo de Bogotá tras la creación de la Real Audiencia (1786) y que se encuentra a escasos 35 años de verse inmersa como gran protagonista del proceso independentista.
Paulatinamente, el incremento del comercio del café y el cacao, en manos del monopolio establecido por la Compañía Guipuzcoana (1730-1785), hacía respirar a los caraqueños un aire de prosperidad que sin embargo no permitió superar el provincianismo que marcó a la ciudad desde su fundación, más allá de los esfuerzos realizados en 1753 por el gobernador Felipe Ricardos, quien si bien por un lado emprende una ambiciosa remodelación de la Plaza Mayor, por el otro (como señala Rosario Salazar en su ensayo “La jura de Carlos IV. Un escenario barroco para la Caracas del siglo XVIII”), no pudo ocultar el deplorable estado de las redes de aguas servidas, iluminación y vialidad.
La representación expone, también, una ciudad que reconoce al damero como elemento fundamental para regular su crecimiento, hecho remarcado por el alcance de la superficie abarcada equivalente a un cuadrado perfecto que cubre un total de 256 cuadras (16 x 16) y que deja por fuera una muy buena parte de la información relativa a los aspectos geográficos del valle donde se inserta, muy lejos de lo hecho en el plano fundacional de Juan de Pimentel.
Tal y como apuntan Federico Vegas e Iván González Viso en el ensayo introductorio de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, titulado “Historia de Caracas a través de sus planos”, asumiendo la diferencia que Ignasi de Solá-Morales establece entre topología (paisaje de los conceptos) y topografía (descripción de un paisaje específico), “quizás lo más topológico de este plano lo encontramos en la utilización de colores: verde en el centro para la parroquia Catedral, anaranjado para la parroquia Altagracia, azul para La Candelaria, San Pablo en amarillo y Santa Rosalía en sepia”. Y continúan: “Vemos, pues, que la división en colores es parte de una estrategia ya anunciada en una cinta ornamental en el borde superior con las palabras ‘Justicia’ y ‘Vigilancia’ “.
Señalan también Vegas y González Viso cómo este plano que nos presenta a “Caracas, con divición de sus Barrios” colabora en la proliferación de términos que poco a poco empezaron a coexistir con la intención de explicar la estructura de la ciudad (barrio, parroquia, cabildo, alcaldía, ayuntamiento), que, devenida en confusión, ha perdurado hasta nuestros días complicando su división territorial y su eficiente funcionamiento.
La cuadra, sin lugar a dudas, es la principal protagonista de esta imagen y dentro de ella la casa y el patio, más allá de que en el índice aparecen templos, conventos, una universidad y un hospital. Ese protagonismo que hace de la vivienda, su forma y sus funciones “un microcosmos de lo urbano”, permitirá a Vegas y González Viso establecer la relación existente entre casa y patio así como entre cuadra y plaza clave para reconocer un patrón de ordenamiento que el tiempo ha borrado.
El fundamental apoyo que nos ha brindado el texto de Federico Vegas e Iván González Viso para comentar este plano de Caracas de 1775, es la mejor excusa para hacerles llegar, junto a María Isabel Peña, nuestro reconocimiento desde aquí por el galardón (compartido) obtenido en la XII Bienal Nacional de Arquitectura correspondiente a la mejor publicación de la mano de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015
NotiFAC (Contacto nº 19)

La Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) y Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (Ediciones FAU UCV) llaman a participar a autores de cualquier parte del mundo en el
CONCURSO DE ENSAYOS
CARACAS
1567-2017
Caracas al llegar a su 450 aniversario luce agotada, descuidada, olvidada, deteriorada, desarticulada y agredida, y a la vez preservada por su inmejorable clima, su inigualable paisaje y el calor de su gente. Por ende, ofrece la oportunidad única de mirarla sin dejar de pensarla, sentirla, mimarla, reivindicarla, desearla, soñarla, recordarla, imaginarla, proyectarla…
El concurso de ensayos Caracas 1567-2017 se convoca con la intención de dejar plasmadas las múltiples lecturas de que puede ser objeto esta ciudad que es eje de nuestros pensamientos, motivo de nuestras angustias y territorio de nuestros pesares, objeto de amor y de odio, siempre verde como la esperanza.
La convocatoria estará vigente desde el viernes 17 de febrero de 2017 hasta el viernes 30 de junio de 2017.
Se otorgarán 2 premios en efectivo y tantas menciones como el jurado considere pertinentes. Para conocer las bases completas ir a www.edicionesfau.com