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Paolo Portoghesi (1931-2023)

Paolo Portoghesi, el reconocido arquitecto, teórico e historiador italiano, quien falleciera el pasado 30 de mayo en la localidad de Calcata, cerca de Roma (su ciudad natal) donde residía hace algún tiempo, visitó por única vez Venezuela cuando fue invitado por Graziano Gasparini a participar en el Seminario Internacional en torno al tema “Situación sobre la historiografía de la arquitectura latinoamericana”, realizado en la Ciudad Universitaria de Caracas entre 9 al 14 de octubre de 1967, organizado por el Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas (CIHE), bajo los auspicios del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV (CDCH).

Portoghesi, hijo de arquitecto, se graduó en 1957 en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Sapienza, Roma. Comenzó a enseñar Historia y crítica de la arquitectura en la misma facultad en 1961, y en 1964 abrió un estudio de arquitectura junto al arquitecto e ingeniero Vittorio Gigliotti en la capital italiana. Como académico, Portoghesi enseñó Historia de la Crítica hasta 1966 y al año siguiente se convirtió en profesor de Historia de la Arquitectura en el Politécnico de Milán, donde se desempeñó como decano de 1968 a 1976. Desde 1995, había estado enseñando diseño en la facultad de arquitectura de la Universidad de Roma.

2. Octubre de 1967. Tres imágenes de Paolo Portoghesi en Venezuela. **Izquierda:** En el Seminario Internacional “Situación sobre la historiografía de la arquitectura latinoamericana”. **Arriba:** Compartiendo con Fernando Chueca Goitia. **Abajo:** Al lado de Ricardo de Robina en medio de una sesión. **Derecha:** En la casa de Alfredo Boulton, Pampatar, Isla de Margarita.

Para aquel evento de Caracas, en el que también participaron otros reconocidos investigadores como Erwin Walter Palm de Alemania, George Kubler y Sibyl Moholy-Nagy de Estados Unidos, Leonardo Benevolo (que junto a Portoghesi vino por Italia), Fernando Chueca Goitia de España, Ricardo de Robina, Pedro Rojas Rodríguez y Salvador Pinoncelly de México, José García Bryce y Frederick Cooper Llosa de Perú y Germán Téllez de Colombia, a los que se sumaron Alfonso Venegas Rizo, Juan Pedro Posani, Carlos Raúl Villanueva y Graziano Gasparini por Venezuela, Portoghesi, a punto de cumplir 36 años, presentó la ponencia “La contribución americana al desarrollo de la arquitectura barroca”, que junto al resto serían publicadas en el número 9 (especialmente dedicado al evento) del Boletín del CIHE en abril de 1968.

Al igual que gran parte de los asistentes al Seminario, Portoghesi tuvo la ocasión de conocer la Isla de Margarita gracias a la gentileza del Sr. Alfredo Boulton y su esposa la Sra. Yolanda Delgado Lairet quienes los hospedaron en su casa ubicada en Pampatar. De esta manera entraría en contacto con una región del país que contaba con un acervo patrimonial importante acompañado por dos de sus más conspicuos estudiosos y cultores: Gasparini y Boulton.

3. Dos libros publicados por Paolo Portoghesi en 1967.

Para cuando Portoghesi visita nuestro país ya había acumulado una valiosa obra tanto investigativa como proyectual que denotaban su muy temprano interés por estudiar la arquitectura barroca italiana y en particular la figura de Francesco Borromini. Prueba de ello lo constituyó la publicación, justamente en 1967, del libro Borromini: architettura come linguaggio (Electa Editore) traducido al inglés como The Rome of Borromini: Architecture as Language (George Braziller editor); y también de Roma barocca: Storia di una civiltà architettonica (Carlo Bestetti editor).

4. Paolo Portoghesi y Vittorio Gigliotti. Casa Baldi, Roma (1959-1961). Hoy alberga el nuevo Centro Creativo Casalgrande Padana.

Otra importante prueba la evidenció el proyecto para la casa Baldi, Roma, (1959-1961, realizado por Portoghesi junto a Vittorio Gigliotti), que Charles Jenks en El lenguaje de la arquitectura posmoderna (1977, primera edición en castellano de 1980), no duda en calificar al inicio del tercer capítulo (“Historicismo, los principios del Movimiento Posmoderno”) como “uno de los edificios historicistas más convincentes de los años cincuenta…un ensayo en curvas de forma libre definitivamente reminiscente de Borromini, al que (Portoghesi) estaba estudiando, no obstante estar inconfundiblemente influenciado por Le Corbusier. He aquí el cruce esquizofrénico entre dos códigos que es característico del Posmoderno: las envolventes y majestuosas curvas del barroco, la superposición de espacios, los varios focos del espacio interfiriéndose y el tratamiento brutalista, la exhibición de los bloques de hormigón, las juntas rústicas y las formas de guitarra del Moderno”.

Como se ve el Posmoderno no nace en Norteamérica como se ha hecho creer sino en Italia donde la pequeña casa de Portoghesi es pieza clave, siendo él mismo promotor años después del movimiento cuando en 1980, al nombrársele el año anterior como director de la primera Exposición Internacional de Arquitectura oficial de la Bienal de Venecia, invita a los más dilectos representantes de esa tendencia (Ricardo Bofill, Frank Gehry, Arata Isozaki, Hans Hollein, Rem Koolhaas, Franco Purini, Laura Thermes, Denise Scott-Brown, John Rausch y Robert Venturi) a participar en la llamada Strada Novissima, calle ficticia de 70 metros de largo dentro de la Corderie dell’Arsenale, para la cual cada uno diseñó fachadas a tamaño real, siendo la primera vez que la Bienal utilizó el Arsenale, hoy considerado un elemento básico para sus exposiciones.

5. **Strada Novissima**. Primera Exposición Internacional de Arquitectura oficial
de la Bienal de Venecia. Director-curador: Paolo Portoghesi

La Bienal de 1980, titulada “La presencia del pasado”, le valió a Portoghesi para que tres años más tarde fuese nombrado como su presidente, cargo que ocupó hasta 1992. Durante esos años seleccionó a los directores de cada sector (arquitectura, arte, cine, música, teatro). Portoghesi dirigió la segunda y Aldo Rossi y Francesco Dal Co les correspondió hacerlo para la tercera y la cuarta ediciones de la Bienal, respectivamente.

Por otra parte, una de las primeras actuaciones de Portoghesi en Venecia en 1979 consistió en encargarle a Aldo Rossi el diseño del Teatro del Mondo, anclado en la Punta della Dogana, justo enfrente de la Piazza San Marco. Rossi también diseñaría una entrada para la exposición de 1980.

6. Edición en italiano (1980) y en español (1981) de Después de la arquitectura moderna.

Casi al unísono con la apertura de la Bienal, Portoghesi publica en 1980 Dopo l’architettura moderna (Laterza) editado en español por Gustavo Gili como Después de la arquitectura moderna en 1981, antología de lo acontecido en los años 1970 donde reafirma su compromiso con la posmodernidad englobando todas las arquitecturas que supusieron alguna revisión de la modernidad, desde los Five Architects, Venturi, Rauch y Scott Brown, y Aldo Rossi hasta Quinlan Terry, Robert Stern y los postmodernos propiamente dichos quienes promovieron un serio intento de liquidarla y de la que la Strada Novissima es un claro ejemplo.

Cabe añadir que la Strada Novissima se convirtió en un símbolo duradero del componente de arquitectura de la Bienal, viajando finalmente a San Francisco y París y sobreviviendo en fotografías y dibujos de libros y antiguas revistas, e incluso exposiciones hasta el punto que fue el tema de una muestra en MAXXI en 2018-2019 titulada Dentro La Strada Novissima, también comisariada por Portoghesi.

7. **Paolo Portoghesi. Dibujos 1949-2003** (2003)

Insigne dibujante, sobre esa actividad, en una entrevista Portoghesi afirmó según se refiere en https://arquine.com/paolo-portoghesi-1931-2023/: “Construir quiere decir poner juntas cosas según una lógica, según un pensamiento. También, al menos dentro de ciertos límites, teniendo en cuenta los vínculos de la línea, del peso. El dibujo es un instrumento indispensable. Es también un instrumento que da un gran placer a quien lo ejerce porque podría decir que una de las características del dibujo es ser ya, de alguna manera, un fenómeno estético. Por tanto, digamos, y la persona que dibuja lo sabe muy bien, es una actividad que tiene un aspecto, ¿cómo se podría decir?, fascinante. Coger una hoja que primero es un vacío absoluto y luego, poco a poco, se enriquece y se convierte en un objeto”. Sólo recordemos el auge que tuvo también dentro de la posmodernidad lo que se dio en llama “arquitectura dibujada” como clave para interpretar las palabras del arquitecto italiano que nos ocupa.

9. Dos exposiciones montadas en Caracas en las que la obra de Portoghesi hizo acto de presencia.

Aunque, como ya dijimos, Portoghesi no volvió a visitarnos, sin embargo, se haría presente en dos exposiciones montadas en Caracas durante la última década del siglo XX: la primera en 1991 cuando la Fundación Museo de Arquitectura y el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Ímber, exhibieron en las salas del MACCSI, la muestra «Las Escalas del Espacio. Arquitectos Italianos Contemporáneos», organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, con la Embajada de Italia en Venezuela y el Instituto Italiano de Cultura en Venezuela, donde junto a los de Portoghesi se pudieron ver trabajos de Carlo Aymonimo, Guido Canela, Costantino Dardi, Roberto Gabetti y Aimaro Isola, Vittorio Gregotti, Renzo Piano, Franco Purini y Laura Thermes, Aldo Rossi y Gae Aulenti.

La segunda aconteció en 1996 cuando el 25 de marzo se inauguró en la Sala de Exposiciones del Centro de Información y Documentación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela «Paolo Portoghesi: Naturaleza y Arquitectura», organizada por el Instituto Italiano de Cultura en Venezuela y la FAU UCV. Esta muestra itinerante tuvo la particularidad de presentar el avance de una investigación en curso donde se profundiza en la búsqueda de la conexión entre arquitectura y naturaleza rescatando una línea de pensamiento tradicional en la historia de la arquitectura. Portoghesi posteriormente, el año 2000, publicaría sus resultados en un hermoso libro titulado justamente Naturaleza y arquitectura, donde expone su teoría sobre la relación entre ellas acompañada de una multiplicidad de ilustraciones y donde son analizados conceptos como centralidad, frontalidad, curvatura y geometría que constituyen un patrimonio universal que el arquitecto ha tenido en cuenta como instrumento creativo.

Tal y como se recoge también en https://arquine.com/paolo-portoghesi-1931-2023/: “En los últimos treinta años, Portoghesi dejó de hablar del posmoderno para interesarse en la ‘geoarquitectura’, una disciplina que, según dijo él mismo, ‘busca corregir la relación entre arquitectura y naturaleza sobre la base de una nueva alianza: el hombre debe dejar de construir según una lógica puramente económica que produce despilfarro de energía, contaminación y explotación del patrimonio de los antiguos pueblos en lugar de abandonarlos a la destrucción’”.

11. **Arriba:** Perspectiva de Portoghesi de la Gran Mezquita de Estrasburgo. **Abajo:** Interior de la sala principal de la Mezquita de Roma

Más allá de la casa Baldi y la Strada Novissima, destacan entre las obras arquitectónicas de Portoghesi cuatro proyectos: la casa Papanice (1968), la Mezquita y Centro Cultural Islámico de Roma (1984-1995), el barrio renacentista del Parco Talenti de Roma (2001) y la Mezquita de Estrasburgo (2012). Aunque acumuló una importante obra construida, Portoghesi en Architecture on Display: On the History of the Venice Biennale of Architecture (historia oral de la Bienal de Arquitectura de Venecia) de William Menking y Aaron Levy, publicada en 2020, confesó: «En mi vida sólo he hecho exposiciones para la Bienal. En general, hacer exposiciones no es lo mío; mi trabajo preferido es el diseño. Pero recuerdo la bienal como un momento muy interesante de mi vida…».

Como mencionamos, el 30 de mayo, días después de que la bienal veneciana de arquitectura arrancase por decimoctava vez, Paolo Portoghesi, quien fuese su primer director, fallecía a los 92 años. Según un reportaje sobre su muerte aparecido en ANSA, se mantuvo «lúcido hasta el final, estaba escribiendo un libro sobre la belleza».

ACA

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