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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 86

En 1929, Ricardo Razetti, quien desde 1897 se ocupaba de registrar la evolución de Caracas, realiza su última representación gráfica de la ciudad que será reproducida por la imprenta Litografía y Tipografía del Comercio.

En este plano, cuyo original de 81 x 59 cms. forma parte de la Colección de la Biblioteca Nacional y está a escala 1:10.000, se presentan una serie de variantes urbanas que terminarán por ocupar mayor extensión que la receta propuesta por la trama colonial originaria. Sin embargo, la legislación urbana existente todavía estaba referida a la ciudad del damero. Así, en “Las Ordenanzas de Policía Urbana” de 1926, las reglas de Arquitectura Civil establecen en el artículo 91: “No se podrá levantar edificio público o de particular, cuyo frente no se halle de manera que las calles resulten rectas del uno al otro extremo”, previéndose en el artículo 106 excepciones tal como: “Podrán permitirse las construcciones separadas de las calles, sólo en caso de que el espacio que medie entre esta alineación y la fachada, lo ocupe alguna gradería, o rodee pilares y rejas o cuando se destine a jardín, en cuyo caso será cercado en toda su longitud”.

Tal y como señalan Federico Vegas e Iván González V. en “Una ciudad en sus redes y en sus tramas” (2000), estas normativas reflejan la importancia que aún se le da a la calle y a la cuadra como unidades urbanas fundamentales promoviendo una lectura ordenada de la trama de la ciudad. Nótese cómo las actuales ordenanzas obligan a retirarse de la calle, mientras las de 1926 condicionaban el retiro a que no se perdiera el frente continuo que formaban las edificaciones.

En este plano de Razetti de 1929 también se ha ilustrado en un pequeño recuadro el intento de implementar una nomenclatura cartesiana para las calles, partiendo de unos ejes sur y norte, este y oeste que comienzan en la plaza Bolívar. Este sistema, que busca separarse del que dictan las costumbres y la historia de la ciudad, reflejada en nombres de esquinas, apunta a la posibilidad de extenderlo a todo el valle; algo que ciertamente no iba a suceder.

Razetti, también, evidencia nuevas propuestas urbanas en este plano de 1929. Como claro ejemplo aparece “en construcción” la urbanización Nueva Caracas, con una extensión equivalente a 80 de las cuadras del centro tradicional. Por su escala y novedad es, proporcionalmente, la intervención más importante hasta esa fecha en la historia de Caracas, emulando una especie de ciudad satélite. La Nueva Caracas estaba destinada y promovida para la clase obrera, una especificidad que difiere de la multifuncionalidad de la trama colonial, e iniciaba la ruta hacia los criterios de zonificación.

El Parque Sucre (futuro Parque Los Caobos) aparece como sucesor del parque El Calvario. Ubicado en la salida de la trama hacia el este de la ciudad, esta importante zona verde proponía una nueva fórmula en el desarrollo urbano: el crecimiento no se dará por cuadras alrededor de plazas, sino a partir de urbanizaciones alrededor de parques.

El plano muestra, además, el ensanche de Caracas hacia el este y el surgimiento de las urbanizaciones para la clase media San Agustín y El Conde. Interesa resaltar cómo San Agustín del Norte plantea una interesante modificación en la retícula originaria, al dividir ésta en una trama de cuadras más pequeñas donde cuatro de ellas equivalen a la manzana típica del damero original. Esta propuesta da continuidad a las calles existentes y no interrumpe la uniformidad del tejido. Se plantean, no obstante, algunos cambios importantes: se trata de una trama con énfasis en el uso de vivienda y con calles ampliadas para el tránsito del automóvil. La preponderancia de estos dos factores va a tener importantes consecuencias en los sucesivos desarrollos urbanos caraqueños.

Por otro lado, el éxito de San Agustín del Norte lleva a sus promotores (Luis Roche y Juan Bernardo Arismendi) a construir un desarrollo similar al sur del Guaire: San Agustín del Sur. De nuevo nos encontramos con una trama, en este caso más adaptada a la geografía, con forma y orientación propia, autónoma y morfológicamente desligada del resto de la ciudad.

Un caso aparte es la urbanización Los Chorros, urbanismo similar a El Paraíso que ya tenía tiempo funcionando pero concebido, al menos inicialmente, como sede para una segunda vivienda, por lo alejado de la ciudad.

Si bien la urbanización El Paraíso fue la manifestación inicial de una nueva etapa de la historia urbana de Caracas en los últimos años del siglo XIX, es durante el gobierno del General Juan Vicente Gómez cuando se consolida, viviendo al inicio de la década de 1920 un momento de particular esplendor, con villas de lujo, parques, plazas y paseos, clubes sociales  a lo que se suma la construcción del Hipódromo.

Sesenta edificios públicos, una treintena de paseos públicos y plazas, más de veinte templos y capillas, cuarenta y seis puentes sobre el río Guaire y las quebradas, conforman el catálogo de edificaciones y espacios públicos de la ciudad para el momento registrados en su gran mayoría por el plano de Razetti quien desde el punto de vista arquitectónico muestra en su representación los numerosos los edificios públicos y privados que irrumpen en el centro de la ciudad capital: el Palacio de Gobernación y Justicia (actual Consejo Municipal), el Teatro Nacional, el Teatro Ayacucho, el Ministerio de Hacienda (demolido), el Edificio de Correos (Esquina de Carmelitas), el Hotel Majestic (demolido), el Edificio de la Gobernación del Distrito. Federal, el Ministerio de Educación (actual Biblioteca Simón Rodríguez, Esquina El Conde), son sólo algunos ejemplos de ello. De igual forma los cines (Candelaria, San José, Rialto, San Juan, Bolívar) y los teatros (Municipal, Nacional, Ayacucho, Olimpia); conforman una amplia oferta de espectáculos públicos junto con el Circo Metropolitano y el Nuevo Circo.

El plano de Caracas de 1929, muestra una ciudad que ha dejado de ser el villorrio de comienzos de siglo presagiando el germen de la capital actual la cual ha sobrepasado sus límites tradicionales hasta entonces determinados por el Ávila al Norte, el río Guaire al sur y las depresiones del terreno al Este y al Oeste.

En la esquina inferior derecha de este plano se encuentra un pequeño mapa titulado: “Caracas, las parroquias foráneas”, donde aparecen los pueblos que rodean la capital, con dameros basados en las mismas normas de la ciudad colonial: Chacao, Petare, Antímano, El Valle, Baruta, El Hatillo, y Los Teques al sur. Al norte y sobre la costa están Maiquetía, La Guaira, Macuto y Caraballeda. Este mapa parece anunciar la inclusión de estas tramas en un conjunto metropolitano y su conexión por medio de vías a El Valle, La Vega, Catia, Las Adjuntas y Los Teques, así como la extensión de la carretera del este hasta Petare, pasando por Sabana Grande,  Chacao y Dos Caminos, definiendo un nuevo marco de extensión de la ciudad.  

Hacia el este,se detecta el incipiente desarrollo de urbanizaciones como: El Country Club (1928), La Florida (1929), Los Palos Grandes (1930), Los Chorros (1930), Campo Alegre (1932) y Sebucán (1932). De esta forma el plano augura cómo el casco urbano tradicional de Caracas que aún se mantiene como principal escenario de las actividades político-administrativas, comerciales y financieras, dejaría de ser progresivamente el asiento residencial por excelencia que ostentaba desde la época colonial.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 78

Nuestra postal del día de hoy muestra lo que se conoce como “El segundo plano de Razetti” o, tal y como reza en su contenido, el Plano de Caracas. Según el original del Ingeniero Ricardo Razetti, con los aumentos y correcciones hasta la fecha. Enero 1906, cuyo original en blanco y negro tiene unas dimensiones de 66 x 40 cms., fue dibujado a escala 1:10.000 y pertenece a la Colección de la Biblioteca Nacional.

Razetti dibuja este nuevo plano de Caracas, basado en el de 1897 pero corregido y aumentado, como una edición especial para la Guía Directorio anual de Caracas, una publicación comercial regular que entre 1885 y 1909 editara Van-Praag Hermanos e incluía un directorio comercial clasificado y un directorio de los domicilios privados en la ciudad así como propaganda diversa.

Por su parte, León Van-Praag, constructor y contratista de obras públicas en la ciudad, quien participó en el comité directivo para organizar las fiestas públicas vinculadas al acto de posesión de gobierno de Guzmán Blanco en 1873, encarga a Razetti un plano donde su autor evidencia que Caracas comienza a extenderse con fuerza mas allá de si misma. Una observación atenta muestra que la ciudad que inicia el siglo XX, se presenta aún compacta, pero sus estrategias de crecimiento hacia el valle comienzan a ser muy distintas a la norma descrita en el plano de 1578, “de esta suerte va todo el pueblo edificándose”.

Razetti evidencia que al sur, el crecimiento de “El Paraíso” como urbanismo, lejos de contemplar un sistema de cuadras, calles, plazas y patios, se separa de la trama urbana continua. Así, el damero se extiende hasta llegar al Rio Guaire, y a partir de allí un nuevo orden, donde proliferarán nuevas tipologías arquitectónicas, comienza a gestarse.

Como bien señalan Federico Vegas e Iván González Viso en Una ciudad en sus redes y en sus tramas (2009): “Desde comienzos del siglo XX lo más deseable no es estar cerca de la plaza Bolívar; los ciudadanos con mayores recursos ahora anhelan vivir aislados, rodeados de jardines, en lotes contiguos. Si antes la vivienda con su patio era un microcosmos de la ciudad y su plaza, ahora la quinta representa un anhelo de campo, una negación de lo urbano; con la pretensión evidente, casi agresiva, de jamás ser ciudad. La variedad estilística de estas casas de El Paraíso celebra esta condición de diversidad y autonomía”. Esta idea se refuerza en el plano mostrando en la parte inferior derecha un gran recuadro superpuesto, donde se señalan todas las propiedades (44 en total) ubicadas en las nacientes Avenida Castro y la Urbanización El Paraíso, muchas de ellas identificadas con el nombre de su propietario.

Sin embargo, el crecimiento hacia El Paraíso se estructura con una retícula de manzanas pequeñas que se extiende entre la prolongación de las calles sur 12 y sur 14, hasta tocar el limite topográfico señalado en el plano. Al interior de las manzanas viviendas unifamiliares aisladas en forma de “Villas”, se construyen siguiendo el modelo de ciudad jardín.

Al oeste, noroeste y este, el esquema de expansión tendrá mas que ver con un crecimiento desarticulado, producto de la construcción y desarrollo de edificaciones a los lados de los caminos para salir de la ciudad, en antiguos predios o lotes agrícolas que responden a lógicas asociadas a la tenencia de la tierra y su explotación. Los antiguos caminos que comunicaban a Caracas con las parroquias foráneas, se van afianzando, y se muestran en dirección “de la Guaira”, “de Valencia” y “a Petare”.

La extensión del brazo de la ciudad al este, anticipa su conquista. El estado Sarria, Santa Rosa de Lima y Quebrada Honda, muestran formas desarticuladas de expansión sin orden aparente ni relación entre sus calles y construcciones, como un intento de adaptarse a la geografía. La colina que en un futuro ocupará San Bernardino no ha sido aún urbanizada.  

Al noroeste, ya se anuncian sobre un camino paralelo, la salida hacia la Guaira, Agua Salud y Catia.

Resulta curioso que este plano, a diferencia del de 1897, no muestre el directorio comercial clasificado de la ciudad rodeando el plano de Caracas habiendo sido encomendado por Van-Praag para la edición de su Guía Directorio Anual. En tal sentido, podemos suponer que Razetti actualizó este plano de la ciudad incorporándole el trazado de El Paraíso y muchos otros detalles y que, una vez dibujado por el propio Razetti, los encargados de la tipografía, habrían de enmarcarlo y completar la información comercial relativa a los comercios y clasificados. La superposición de manera no ortogonal del recuadro con la leyenda de El Paraíso, con una tipografía mayor, la ausencia de marco, y tipografías diferentes en sus leyendas, son elementos que permiten suponer que este segundo plano elaborado por Razetti, a diferencia del muy hermoso y cuidado de 1897, fue un documento inacabado.

IGV

Procedencia de la imagen

González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 70

En 1897 la empresa Litografía y Tipografía del Comercio, publica el plano de “Caracas y situación de las parroquias foráneas”, realizado por el arquitecto e ingeniero Ricardo Razetti.  
Razetti, graduado en la Universidad Central de Venezuela en 1887, realizó más de 10 planos de Caracas entre 1897 y 1929, registrando en hermosos y detallados documentos gráficos el crecimiento y evolución de la ciudad. Tal y como señalan Iván González Viso y Federico Vegas en el ensayo introductorio del libro Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje titulado “Historia de Caracas a través de sus planos”, con sus dibujos “Razetti no solo representa lo que existe, también participa construyendo, urbanizando e introduciendo cambios en las ordenanzas recopiladas en las Leyes de Indias que habían mantenido su vigencia desde la Colonia”.
Esta lámina, de 50 x 40,5 cm., primera de la serie elaborada por Razetti, muestra por primera vez a la ciudad dibujada en dos escalas: en su contexto geográfico inmediato, tal y como se venía representando históricamente, mediante un plano a escala 1:10.000; y en un contexto más amplio, en la parte inferior derecha, a escala 1:200.000, a través de un mapa, que representa territorialmente la relación entre el denominado “Distrito Federal” y las “parroquias foráneas”.
Esta doble representación, de plano y mapa, no solo permite ver a la ciudad en si misma, sino contrastar su dimensión en relación a su área de influencia circundante, la distancia en relación al mar y a los pueblos de la periferia como Antímano, Macarao y Petare. Así mismo, evidencia sus accidentes geográficos, ríos, y vías de comunicación con las áreas que posteriormente pasaron a formar parte del área metropolitana de Caracas.
Razetti muestra a la capital como una ciudad próspera, incorporando perimetralmente en la composición del documento los principales comercios, dando también cuenta de una amplia y diversificada oferta de especialidades y servicios, lo que indica que seguramente mediante estos avisos se financió la ejecución e impresión del plano. Cabe destacar que cada anuncio publicitario (aparecen 158 locales organizados en 48 tipos de comercio) tiene su dirección física relacionada a la nomenclatura de calles que sigue el método de Cristóbal Rojas (norte, sur, este y oeste según parten en esa orientación desde la Plaza Bolívar), con numeración ascendente siguiendo los puntos cardinales, dejando los nombres de las esquinas en el plano como referencia de localización.
Pudiéramos asegurar que este plano, además, posee las cualidades de un plano turístico, por el énfasis que pone en explicar detalles de interés para el visitante de la ciudad. Se incluyen detalladamente los principales medios de transporte disponibles: ferrocarriles y trenes (que salen o llegan a Caracas hacia o desde Valencia, La Guaira, Petare, El Valle o El Cementerio), tranvías (señalando, líneas, estaciones y rumbo), y coches (de número y de lujo), acotando los puntos de embarque, itinerarios, precios y forma de adquirir los billetes. Así mismo, señala los sistemas disponibles para la transmisión de mensajes como el correo, telégrafo, cablegrama, y sus tarifas. Y, finalmente, se enumeran las jefaturas civiles, hospitales, cuarteles, templos, cementerios y estanques, así como espacios públicos, teatros, puentes y monumentos que incluyen unas 60 edificaciones notables y más de 20 espacios presentados como “Paseos”, calificativo que Razetti seguramente asociaba a una especie de red de espacios públicos y no a lugares aislados.
En su condición de ingeniero, Razetti acusa por primera vez en este plano topográfico el dibujo de las curvas de nivel, que van desde la cota 880 msnm., a la altura del río Guaire; hasta la cota 1.040 msnm., cercana al camino hacia la Guaira. Ello da cuenta de que Caracas crece sobre una superficie con una ligera pendiente en sentido de oeste a este, que salva una diferencia más pronunciada de 160 metros entre sus extremos norte (el Ávila) y sur (río Guaire).
La planta de algunos edificios comienza a dibujarse en el plano (el Capitolio, el Hospital Vargas, el Teatro Nacional) y de igual forma las infraestructuras urbanas, tales como los puentes, se representan evidenciando su sistema constructivo con una adecuada escala y longitud. Gracias a ello es posible ver como la ciudad se extiende mas allá de los límites geográficos mas inmediatos, traspasando las fronteras de la quebrada Anauco prolongando un brazo al este, (avenida Este 0) hacia la estación Santa Rosa del Ferrocarril Central, a través de puente Anauco; y hacia el sur por medio de nuevos dispositivos que salvan el río Guaire, (Puente Hierro, Puente Sucre y Puente Paraíso). Estos puentes permitirán, por un lado, el desarrollo del Ferrocarril de Sur hasta El Valle (Puente Hierro) y por el otro se enlazarán a la avenida Paraíso, permitiendo el surgimiento de la urbanización del mismo nombre y su conexión a la estación Palo Grande del Ferrocarril Venezuela.  Allí ya se observa, aislada, la primera “Villa” (Villa Trina), que instaura un nuevo modelo arquitectónico y urbano, abandonando el damero como sistema de expansión. La extensión de la ciudad por medio de puentes que interconectan las estaciones ferroviarias, permite presumir que su crecimiento estuvo íntimamente relacionado al interés de extender el sistema conformado por el Tranvía Bolívar y el Tranvía Caracas que posteriormente estarían a cargo de la Compañía Tranvías Eléctricos de Caracas.
Este plano es quizás la primera evidencia de la aparición de nuevos modelos urbanos definitivamente opuestos al modelo colonial, fenómeno que dejará de lado progresivamente el sistema de cuadras, calles, plazas y patios, con o sin variantes.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015