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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 425

Muy pocos de los lectores que hoy cuentan con la oportunidad de tener en sus manos el último ejemplar de la prestigiosa revista ARQ pueden imaginarse que nació como un boletín de papel kraft, de formato 27 × 40,5 cm, doblado tipo periódico, con muy bajo presupuesto y sin periodicidad o compromiso de perdurar declarado, que sólo aspiraba ser un medio de difusión y discusión del quehacer de la Escuela de Arquitectura de la Pontificio Universidad Católica de Chile. Es la imagen de la primera página de aquella publicación que ve la luz en noviembre de 1980 la que ilustra nuestra postal del día de hoy.

1. Montserrat Palmer en corrección de tablero (sin autor). Septiembre de 1969.

Su primera editora, la arquitecta, diseñadora, investigadora y profesora Montserrat Palmer (Santiago de Chile, 13 de septiembre de 1933), egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile en 1961, donde se desempeñó como docente entre 1963 y 1974 cuando debió renunciar a su cargo debido a las intervenciones de la dictadura militar de Augusto Pinochet, y que desde 1975 fue contratada como profesora en la Pontificia Universidad Católica, no ocultó en el primer editorial de ARQ el carácter modesto con el que nacía aquella publicación cuya apariencia buscó seguir los pasos que desde 1974 ya señalaba la catalana Arquitecturas BIS.

2. Las cuatro páginas del número 1 de la revista ARQ.

Sobre lo que se aspiraba con ARQ, expresará Palmer en el editorial del nº 1, dedicado a mostrar y registrar en 4 páginas el debate profesoral en torno a una exposición de trabajos de estudiantiles, lo siguiente: “Este periódico que pretendemos mensual, quisiera documentar la conversación informal, el dibujo en la servilleta de papel, el pelambre la observación precisa, el momento en que hacemos escuela. (…) La actividad de los profesores tiene sus tribunas, sus ritos y su espontaneidad; los alumnos por su parte también pero / un punto a medio camino entre profesores y alumnos, entre lo ritual y lo espontaneo, entre el yo hablando / siempre juicioso / profesor y el yo hablando / en defensa propia / alumno no existe / salvo en contadas ocasiones. (…) Cada cual desempeña su rol, cada cual sostiene su biombo ¿por qué? en todo caso se presiente claramente que el biombo está de más y que lo que realmente se necesita son espejos: los alumnos son adultos y los profesores capaces ¿o no? (…) Veamos (…) De alguna manera lo que pretende este periódico, con la colaboración directa de ustedes es apartar biombos y colocar espejos, definir imágenes / enfatizar posiciones, creo que hay disposición de todos, profesores y alumnos para este empeño. (…) Espejos y no biombos. Veamos”.

3. Los primeros 5 números de ARQ. Formato: 27 × 40,5 cm; doblado tipo periódico; papel: kraft, 90 gr/ m2 fotocopia; tintas: 1/ 1; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, titulares, textos. 

Lo que podríamos considerar con una primera etapa de ARQ, bajo la dirección de Palmer, abarca los cuatro primeros números (noviembre1980-junio 1981). En ellos se mantiene su talante de revista universitaria de carácter experimental a cargo del Programa de Comunicaciones de la Católica, “no tienen portada, por lo menos no declarada a través del tipo de papel, el uso de más de una tinta, solapas u otros rasgos distinguibles. Muchos no conocen estos números o, en caso de conocerlos, no son considerados por su formato pasquín o microzine. Se trata de fotocopias de originales hechos en papel kraft, sin encuadernar y que, aún para nosotros como editorial, son difíciles de conservar y leer. El logotipo se mimetiza con el nombre de la escuela y su tema central salta a primera vista”, planteará Carolina Valenzuela, Editora Gráfica de Ediciones ARQ, en “100 portadas, 100 posibilidades”, artículo publicado al llegar la revista a su número 100 en diciembre de 2018. Sin embargo, la revista conservará su presentación “informal” hasta el nº6, pese a que a partir del nº5 ya había asumido su dirección Alex Moreno, quien hasta entonces había estado a cargo del diseño gráfico.

4. Portada del nº 7 de ARQ.

De todas maneras, con Moreno al frente se encontrará un claro momento de inflexión cuando, al llegar ARQ a su número 7 (1982), declara “la aspiración de transformarse en un instrumento cultural, para lo cual se debía ampliar el rango de temas tratados e integrar especialmente la dimensión artística”, según palabras de Fernando Pérez Oyarzún recogidas por Hugo Mondragón y Bárbara Rozas en “Contra el olvido: la voz de Montserrat Palmer y el discurso de la arquitectura contemporánea en Chile”, texto aparecido en la revista Dearq (Universidad de Los Andes, Colombia), nº 23 (septiembre de 2018).

Es así como el nº 7, que en muchos casos se cree equivocadamente que fue el primero, cambió su formato (27 × 37 cm) y papel (couché Alba 130 gr/ m2). “Es el de la portada que mezcla al Hombre de Vitruvio de Da Vinci con el Modulor de Le Corbusier. El primero de gran formato, con una ilustración en negro y rojo, logotipo pequeño y tema declarado. Su encuadernación con corchetes permitía leerla con cierta continuidad y su contenido y diseño distintivos la volvieron coleccionable y relativamente atemporal. Este primer número y los siguientes se convirtieron en objetos de deseo para varias generaciones de estudiantes y profesionales”. Las portadas, ilustradas primero por Alex Moreno y las siguientes de José Neira denotan una potente y reconocible claridad al igual que su contenido. “De los números 7 al 12 la editorial aún se sitúa en el extremo inferior de la portada, el logotipo continúa semioculto y el tema resalta en gran tamaño arriba a la izquierda hasta la revista número 8. Entre los números 9 y 21 el logotipo ARQ es resaltado en rojo y, junto al número del ejemplar, se mueven con relativa libertad por la portada. Entre los números 18 y 29 el logotipo se fija, por un período, en el extremo derecho de la publicación”, aportará Valenzuela.

5. Portadas de los números 7 al 29 de ARQ. Formato: 27 × 37 cm; papel: couché Alba 130 gr/ m2; (7-12), 300 gr/m2 (13-29); tintas: 2 / 0; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, titulares, imagen y solapas (a partir del número 13).

No obstante, de nuevo debe apuntarse cómo dentro de un período que gráficamente abarca del nº7 al 29, es a partir del nº20 (junio de 1992) que se inicia lo que Mondragón y Rozas llaman “el periodo de la revista silenciosa”. Ello marcará el retorno de Montserral Palmer a la dirección (cuya continuidad se mantendrá hasta 2010), quien publica un breve texto “en que alude a la pérdida de credibilidad sufrida por la arquitectura en comparación con la ingeniería, cuyos profesionales son ‘menos habladores’”, y donde presentó las intenciones al estar nuevamente al frente de la publicación: “revisar la arquitectura desde otras disciplinas, ofrecer una paleta de obras extranjeras con aproximaciones liberadas de los prejuicios y hábitos nacionales y ensanchar el espacio destinado a los recién egresados. Su determinación de ‘mantener y acentuar la contención […] del que está usando medios ajenos para el desarrollo del oficio propio’ se acentuó en los siguientes ocho números, en los que el editorial fue remplazado por un sumario comentado. Se trata de una serie de números que tematizan principalmente la ciudad, siendo Santiago el centro de la discusión. La revista también abordó temas de carácter histórico, técnico, artístico y de diseño. De este periodo son las contribuciones de arquitectos jóvenes, como el informe sobre el Simposio de Siracusa de Alejandro Aravena (ARQ 26), los ejercicios de descripción de Smiljan Radic (ARQ 27) y las obras de Mathias Klotz (ARQ 23 y 29). El tono que adoptó la revista hasta 1995 fue decididamente periodístico”. Es a partir de ese año de 1995 que ARQ se asumió con periodicidad cuatrimestral la cual ha conservado hasta nuestros días.

6. Portadas de los números 30 y 39 de ARQ.
7. Portadas de los números 30 al 46 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: Aquarello 200 gr/ m2 (30-31), Magnomatt 250 gr/ m2 polilaminado; tintas: 2/1 (30-37) – 4/1 (38-46); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema (a partir del número 38), titulares e imagen. 

Coincidirá el nº 30 (1996) con el inicio de una nueva etapa (la de “la revista madura”), con el cambio a un formato más reducido (24,5 × 31 cm) y la aparición de una serie de editoriales de página completa. La serie, que abarcará, en cuanto al diseño de sus portada, hasta el número 46, sumó a las aspiraciones declaradas tres años antes, “la promesa de un debate crítico en torno al tema definido para cada ejemplar, algo que recién se consolidó con el número 39 (1998), en el que el tema apareció en la portada de la revista y permeó sus páginas interiores. Este número fue el primero con el cual la autoexigente editora se declaró conforme. Según sus palabras se debió a que ‘las diferentes partes que lo conforman y sus agrupaciones invisibles sostienen una especie de relampagueo de complicidades, coincidencias e interrogantes que hacen que este número marche, se desplace, derive’”, rescatamos del texto de Mondragón y Rozas.

8. Portada del nº 43 de ARQ, último publicado en el siglo XX, dedicado al tema de «El agua. Buenos Aires, Caracas, Santiago».
9. Portadas de los números 47 al 67 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: couché 300 gr/ m2, polilaminado; tintas: 4/1 (hasta número), 4/2 (55-57) – 4/4 (58-91); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, imagen y solapas (entre números 57 y 58 sólo se considera solapa delantera y se eliminan desde el 59 en adelante). 

Ya en pleno siglo XXI, a partir del nº47 y hasta el 67, una nueva serie con el mismo formato (24,5 × 31 cm) incorpora el tema en dos idiomas, textos traducidos al inglés y la clara intención de construir una imagen de exportación (que ya se había iniciado con el nº 43 de diciembre de 1999, último del siglo XX), dándose así inicio al “período internacional” que se prolonga, con variantes, hasta nuestros días.

10. Portadas de los números 68 al 91 de ARQ. Formato: 24,5 × 31 cm; papel: couché 300 gr/ m2, polilaminado; tintas: 4/4; elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares en algunos números, imagen, solapas y código de barras.
11. Portadas de los números 95 al 100 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares, imagen, autores y código de barras. 

Bajo el formato de 24,5 × 31 cm, Carolina Valenzuela establece otra serie que va del nº 68 al 91, produciéndose a partir del 92 y hasta el 109 un nuevo ajuste en el tamaño (20,5 × 27 cm), un aumento en el número de hojas y la primera edición totalmente bilingüe. De entre los variados cambios y ajustes “quizás el que más apreciamos es el poder contar con la tapa completa, es decir, portada, lomo y contraportada. El tema de la revista es manifestado en la grilla de ilustraciones de fondo y complementado con la incorporación de contenidos y autores. Junto con el aumento considerable de páginas, a partir del número 92 el tamaño se reduce para volverlo más portable”. Desde el nº 98 al 109 las portadas serán negras “más un color neón en tinta plana, con íconos o dibujos y logotipo centrado, al igual que los autores y contenidos”, señalará Valenzuela.

12. Portadas de los números 101 al 109 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, titulares, imagen, autores y código de barras. 
13. Portadas de los números 110 al 117 de ARQ. Formato: 20,5 × 27 cm; papel: cartulina reverso blanco 225 gr/ m2, polilaminado; tintas: 2/4 (tinta especial en tapa completa); elementos gráficos incorporados: logotipo, número, tema bilingüe, imagen y código de barras. 

Tras 44 años circulando ininterrumpidamente y 117 números ARQ es, sin duda, la revista de arquitectura chilena que mayor longevidad ha tenido en el tiempo y una de las de mayor prestigio en el ámbito latinoamericano, habiendo sido la primera publicación periódica de arquitectura en castellano en ser acreditada con la categoría ISI (siglas del Institute for Scientific Information, hoy conocida como Web of Science o WoS) y una de las 11 en el mundo referidas a arquitectura, reconocimiento que mantiene hasta el día de hoy. Además, forma parte del Directory of Open Access Journals (DOAJ), de la Biblioteca Científica on-line SciELO.CL | Anid Chile, del Scopus SciVerse, del Avery Index para Publicaciones Periódicas de Arquitectura, del Directorio de revistas científicas Latindex y del Catálogo de revistas científicas Latindex. También recibe el apoyo del Fondo de Publicaciones Periódicas de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile a través del Fondo de Publicaciones de Revistas Científicas. Hoy su editora general es Stephannie Fell C., cargo que asumió a partir del número 113 (abril 2023) sucediendo a Francisco Díaz quien lo había sido entre 2015 y 2022 logrando publicar 24 números (del 89 al 112).

14. Primer (1989) y último (2023) libros publicados por Ediciones ARQ

Se ha asumido que 1980, año en que aparece el primer número de la revista ARQ, marca también el nacimiento de Ediciones ARQ de la cual la publicación periódica sería su primer producto y Montserrat Palmer su fundadora. Sin embargo, el primer libro propiamente dicho de la editorial (como Ediciones de la Universidad Católica de Chile) se publica en 1989: Arquitectura y modernidad en Chile, 1925-1965: una realidad múltiple, de Humberto Eliash y Manuel Moreno. Hoy cuenta con una colección compuesta de más de un centenar de números de ARQ, una treintena de títulos de la serie ARQ Docs y más de 100 libros en torno a la arquitectura, paisaje y urbanismo.

15. Los tres números publicados el año 2010 en que Montserrat Palmer deja la dirección de ARQ.

El año 2000 Montserrat Palmer es nombrada decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la PUC de Chile cargo que ejercerá hasta 2003, siendo la primera mujer en asumir dicha responsabilidad. En 2010, año en que deja la dirección de la revista y de la editorial, dejó también encaminados los tres números de la primera que estarían dedicados al “Ocio” (nº 74), “Casas” (nº 75) y “Día y noche” (nº 76) siendo sus portadas elaboradas por Roser Bru, destacada pintora y grabadora, quien las preparó especialmente según los temas programados. Le sucedería como editor de ARQ a partir del nº 77 y hasta el 88 (2011-2014) Patricio Mardones Hiche.

“Con su labor a cargo de las decisiones editoriales de la revista ARQ, Montserrat Palmer ayudó a modelar la agenda del discurso de la arquitectura contemporánea del país. Al proponer un tema e invitar a un grupo de participantes a contribuir con sus puntos de vista, la revista actuó como una incubadora de debates (…) Su trabajo editorial no se complació con consignar su postura, sino que invitó a su contraparte a tomar un rol activo en la discusión, de manera que cada quien desarrollara una opinión propia. Semejante fue su relación con los articulistas y entrevistados, a quienes proponía un tema para luego mantenerse al margen de la discusión. Sin embargo, el silencio de su voz en la revista es aparente, porque si bien no fue ella quien se explayó en las páginas de ARQ, ejerció su autoridad para decidir sobre qué se discutía y quién podía tomar la palabra. (…) Según el testimonio de colegas y alumnos, la capacidad desarrollada por ARQ para convertirse en un instrumento de reposicionamiento de la arquitectura chilena en el ámbito internacional estuvo fundada en la intuición y el ojo aguzado de su editora para reconocer el talento”.

16. Los tres números de ARQ enviados a la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU) de 2022 donde obtuvo el Premio “Publicaciones periódicas”.

Dicho legado, ha dejado una honda huella que a 14 años de su ausencia ha permitido mantener a ARQ en el importante sitial en el que se encuentra, desde donde obtuvo el Premio “Publicaciones periódicas” de la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU): Habitar al Margen (2022) por su calidad basada “en un fuerte énfasis en la reflexión, investigación, y difusión crítica de la producción arquitectónica contemporánea”. Los tres números presentados a la Bienal publicados durante 2020 y 2021, correspondientes a los 106 (“Coexistencia”), 107 (“20/21”) y 108 (“Vegetación”) expusieron “una preocupación especial por defender una posición y acoger puntos de vista que se ubiquen en los márgenes: prácticas alternativas, proyectos experimentales, historias del sur global, territorios invisibilizados, debates sociopolíticos futuros, entre otros”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 2, 4, 6, 8, 12, 13, 15 y 16. ARQ Ediciones (https://edicionesarq.bootic.net)

1. Hugo Mondragón y Bárbara Rozas. “Contra el olvido: la voz de Montserrat Palmer y el discurso de la arquitectura contemporánea en Chile”, Dearq, nº 23, septiembre de 2018 (https://www.redalyc.org/journal/3416/341667565003/html/)

3, 5, 7, 9, 10 y 11. Carolina Valenzuela. “100 portadas, 100 posibilidades”, revista ARQ, nº100, diciembre de 2018.

14. ArchDaily. A 20 años de la publicación del Libro «Arquitectura y Modernidad en Chile» (https://www.archdaily.cl/cl/02-22536/a-20-anos-de-la-publicacion-del-libro-arquitectura-y-modernidad-en-chile); y ARQ Ediciones (https://edicionesarq.com/ARQDocs-Ockman)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 402

Cuando en el año 2003 se celebraban los 50 años de la creación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV y la agenda se encontraba repleta de eventos que se irían desarrollando a lo largo del año en el país, surgió la posibilidad de incorporar en ella la organización de un programa fuera de nuestras fronteras que se enfocaría en la relativamente reciente declaratoria de la Ciudad Universitaria de Caracas como Patrimonio de la Humanidad y reforzaría, a la vez, los vínculos con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

El importante esfuerzo que permitiría trasladar a un destacado grupo de académicos venezolanos a Santiago para debatir por primera vez en el exterior diversos tópicos relacionados con el conjunto arquitectónico más relevante del país, coordinado en Caracas por el profesor Henrique Vera y que contó con el apoyo de la profesora Paulina Villanueva (quien puso a disposición los fondos de la Fundación Villanueva), se estructuró con base en un seminario que en Chile fue organizado, como parte del programa de Patrimonio Arquitectónico, Urbano y del Paisaje, por un equipo encabezado por Fernando Pérez Oyarzun en el que participaron Marcelo Sarovic y Andrea Masuero. Le correspondió al profesor José Rosas Vera servir de enlace entre las dos universidades involucradas. Valga añadir que sirvió como marco para la cristalización de la actividad, el Convenio de intercambio académico que desde 1993 existía entre las dos entidades académicas del cual ya se habían desprendido numerosos proyectos y una larga historia de encuentros.

1. Programa y breve reseña de los invitados al Seminario.

El evento titulado “Seminario Internacional. Patrimonio Moderno una herencia reciente. CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS. Patrimonio de la Humanidad”, se desarrolló los días 7, 8, 9 y 10 de octubre de 2003 en la Sala La Capilla del Campus Lo Contador de la PUC y se le fijó un costo de inscripción discriminado para el público en general y los estudiantes. Estuvo auspiciado por la Embajada de Venezuela en Chile, el Hotel Neruda, Eurest Alfin y Viña Santa Carolina. Como complemento del encuentro se realizó en el Campus Lo Contador una exposición fotográfica (obviamente) de la Ciudad Universitaria de Caracas.

2. Las primeras páginas de las ponencias presentadas por Juan Pedro Posani, Nancy Dembo y Ana Loreto.

Participaron como invitados venidos de Caracas los profesores Juan Pedro Posani, Nancy Dembo, Ana Loreto, Frank Marcano, Ana María Marín, Silvia Hernández de Lasala y Alberto Sato Kotani. Posani y Dembo se presentaron en la sesión inaugural el martes 7, previas palabras introductorias de Fernando Pérez Oyarzun; Loreto y Marcano lo harían el miércoles 8; Marín y Hernández de Lasala el jueves 9; cerrando Sato el viernes 10 dándose luego la oportunidad de tener una Mesa Redonda de intercambio entre los ponentes y los asistentes.

3. Las primeras páginas de las onencias presentadas por Frank Marcano, Ana María Marín, Silvia Hernández de Lasala y Alberto Sato Kotani.

Las disertaciones, llevadas a cabo con estricto rigor, permitieron a Posani presentar “La Ciudad Universitaria de Caracas en la obra de Carlos Raúl Villanueva”; a Dembo “La Ciudad Universitaria de Caracas, laboratorio de ingenierías”; a Loreto “COPRED: un laboratorio para la gestión del patrimonio”; a Marcano “La ciudad ideal de la modernidad: una lectura desde lo urbano”; a Marín “Postulación de la Ciudad Universitaria de Caracas a la lista de Patrimonio Mundial, anatomía del proceso”; a Hernández de Lasala “Incesante alteración: Villanueva y la arquitectura de la Ciudad Universitaria de Caracas”; y a Sato “La síntesis de Carlos Raúl Villanueva”, cuyos textos e imágenes fueron compaginados por los estudiantes del Taller de Investigación Ciudad Universitaria de Caracas, Patrimonio de la Humanidad, de la Escuela de Arquitectura de la PUC dirigidos por el profesor Fernando Pérez Oyarzun, dando origen a una cuidada publicación producida y diagramada por Andrea Masuero, cuya portada engalana nuestra postal del día de hoy. Posteriormente, la revista URBANA dedicaría un número especial (el 33, julio-diciembre 2003) al tema del patrimonio que recogería también, con editorial de Frank Marcano (“Habitar un patrimonio. Ciudad Universitaria de Caracas”) y crónica de José Rosas Vera el material presentado en el evento chileno.

4. Portada e índice del nº 33 de la revista URBANA.

Del texto elaborado por Rosas Vera para URBANA vale la pena subrayar varios aspectos que pueden servir para ilustrar la trascendencia del evento. En primer lugar, resalta que por tratarse la Ciudad Universitaria de un hecho de la arquitectura y el urbanismo habitado y sometido a innumerables desafíos, tenía pleno sentido abrir el debate sobre el tema patrimonial y las maneras como el conjunto se relaciona con el paisaje cultural al que pertenece, dando cabida a diferentes enfoques que por primera vez confluían en un encuentro como el que se organizó.

En segundo lugar, destaca Rosas Vera la visión académica aportada por Fernando Pérez Oyarzun quien colocó a la Ciudad Universitaria como tema y materia de reflexión entre sus estudiantes del séptimo semestre de la carrera lo que contribuyó “no sólo a que viajaran a Caracas a realizar actividades de campo para sus respectivos trabajos, sino promover una cierta interacción internacional entre investigación y práctica”, que además los puso en contacto con las fuentes documentales originales, actividades que “produjeron la precondición y el pretexto para que el Seminario se efectuara posteriormente”.

5. Editorial elaborado por Frank Marcano y crónica del Seminario realizado en Chile preparada por José Rosas Vera publicados en URBANA nº 33.

En tercer lugar, valora Rosas Vera el apoyo ofrecido por el Consejo de Preservación y Desarrollo (COPRED) de la Universidad Central de Venezuela tanto al intercambio académico como al Seminario mismo. “En este sentido se debe valorar que, a pesar que las ponencias de los diferentes expositores son visiones desde distintos ángulos y que el trabajo de los estudiantes no responde a una mirada única, es posible identificar en una alta proporción de estudios el aporte documental de COPRED y también que, a pesar de las diferencias ideológicas entre los trabajos, todos tratan un mismo campo de debate”.

Resaltando de nuevo el amplio abanico de posturas presentadas en el Seminario, en torno a la importancia y sentido que tiene la Ciudad Universitaria de Caracas como proyecto y obra, Rosas Vera resume cómo “toda la reflexión que Posani, Sato y Hernández de Lasala introducen desde diferentes aristas, permiten una nueva mirada al período, al tiempo que una reconsideración cultural y estética de la obra. Desde otro flanco, Marcano nos propone una lectura desde lo urbano, específicamente desde la modernidad occidental; mientras Dembo, Marín y Loreto aportan los rastros materiales y las densas capas de representaciones que evidencian sus edificaciones que se debaten entre lo museístico y la reinvención programática”.

Para concluir, sólo subrayar que el seminario junto a los resultados que arrojó, constatables a través de la experiencia vivida, del intercambio producido y del material presentado y publicado, permiten no sólo contar con un muy completo panorama sobre el significado que tuvo la declaratoria de la Ciudad Universitaria como Patrimonio de la Humanidad y su trascendencia, sino con valiosos documentos de consulta obligada para los estudiosos del tema.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 2 y 3. Publicación del Seminario Internacional. Patrimonio Moderno una herencia reciente. CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS. Patrimonio de la Humanidad, octubre 2003.

4 y 5. Revista URBANA, nº 33, julio-diciembre 2003.

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

ARQ 108

Vegetación

Septiembre 2021

Extracto del editorial

Para Emanuele Coccia, «las plantas, en su historia y evolución, demuestran que los seres vivos producen el espacio en el que viven en vez de verse obligados a adaptarse a él». Siguiendo a este filósofo italiano, las plantas no sólo serían las primeras arquitectas, sino que serían mucho más capaces y completas que nosotros: además de producir su propio espacio, producen y posibilitan la vida que lo ocupa. Desde ese punto de vista, la instrumentalización de lo vegetal no sería más que otra muestra de las limitaciones estructurales del pensamiento puramente humano. Afortunadamente, desde la arquitectura ya hay ideas, propuestas y discursos que superan la visión antropocéntrica sobre la vegetación. Son arquitecturas – escritas, pensadas, diseñadas o construidas – que ‘aprenden de’ y ‘piensan con’ las plantas. Estos puntos de vista y de contacto entre arquitectura y vegetación se ponen de relieve en este número.

Pensar con la vegetación nos permite entender que la mantención de la vida en este planeta no puede ser definida unilateralmente. Más bien, debemos dar espacio para que entidades no humanas también participen y se beneficien. El desafío no está en enviar humanos al espacio ni en generar las condiciones para la vida humana en otro planeta, sino en entender que la vida no sólo se la debemos a nuestros padres, sino a la sociedad completa y a la naturaleza como un todo. Es decir, pensar con la vegetación nos permite abandonar proyectos individualistas y antropocéntricos, para establecer relaciones empáticas y colaborativas con nuestros entornos. Como revista dedicada al conocimiento sobre la arquitectura, dedicar un número de ARQ a quienes piensan con la vegetación no es sólo una oportunidad para mirar un tema de suma relevancia actual, sino una responsabilidad con la condición pedagógica de una revista académica. A fin de cuentas, tenemos mucho que aprender de la vegetación y casi nada que enseñarle.

ACA

EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

Portada de la 2da edición (2002) de Los hechos de la arquitectura realizada entre la Pontificia Universidad Católica de Chile (Ediciones ARQ) y Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela

LOS HECHOS DE LA ARQUITECTURA

Fernando Pérez Oyarzun/Alejandro Aravena/José Quintanilla Chala

2da edición

Coeditores: Pontificia Universidad Católica de Chile (Ediciones ARQ)/Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela

2000 ejemplares

2002

Con el libro Los hechos de la arquitectura Ediciones ARQ, editorial de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Chile, abre en 1999 una serie de publicaciones que buscaban dotar al estudiante de arquitectura de una bibliografía que lo acompañara en la comprensión inicial de la disciplina que decidieron profesar. Le siguieron dentro de esta línea, formando una pequeña colección que guardó el mismo formato (21.00 x 17.50 cms.) y similares criterios de diagramación, todos profusamente ilustrados con fotografías, planos, dibujos y láminas a plena página en sepia y blanco y negro: Guillermo Jullian. Obra abierta (2000) de Rodrigo Pérez de Arce; La ciudad no es un hoja en blanco. Hechos del urbanismo (2000) de Josep Parcerisa y María Rubert de Ventós; y El lugar de la arquitectura (2002) y Material de arquitectura (2003) teniendo ambos a Alejandro Aravena como editor.

Primeros cinco números de la Colección Teoría y Obra de Ediciones ARQ. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Los hechos de la arquitectura (1999), Guillermo Jullian. Obra abierta (2000), La ciudad no es un hoja en blanco. Hechos del urbanismo (2000), El lugar de la arquitectura (2002) y Material de arquitectura (2003)

Vale la pena acotar que Ediciones ARQ nace en 1980 a partir de la revista ARQ, primera publicación periódica de arquitectura en castellano en ser acreditada con la categoría ISI (siglas del Institute for Scientific Information, hoy conocida como Web of Science o WoS). Desde entonces ARQ se ha publicado regularmente, alcanzando su actual ritmo cuatrimestral en 1995. Nueve años después de la fundación de la revista se publicó el primer libro editado por ARQ, iniciando una producción que hoy alcanza más de 100 títulos dedicados a la arquitectura y el urbanismo. Por tanto, Los hechos de la arquitectura, sin ser la primera, si se constituye en una de las apuestas editoriales pioneras de Ediciones ARQ para lo cual contó con el sólido trabajo del equipo conformado por Fernando Pérez Oyarzun, Alejandro Aravena y José Quintanilla Chala todos profesores de la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos (FADEU) -antigua Facultad de Arquitectura y Bellas Artes- de la PUC de Chile.
Tal y como se recoge en el texto preparado por los editores:Este libro está destinado en primer lugar a estudiantes y profesores de arquitectura y, en segunda instancia, a profesionales y personas interesadas. En él se propone mostrar los problemas fundamentales que constituyen la materia de la arquitectura, asumiendo el punto de vista de la generación y desarrollo del proyecto.

Para ello se recurre en lo fundamental a casos especialmente significativos, que muestran desde diversos ángulos algunos de los problemas que la arquitectura se ha planteado a lo largo de la historia.

Estos casos analizados y descritos en el libro (que incluyen el Panteón de Roma, la Alhambra y el Pabellón de Barcelona, entre otros), cuentan con una cualificada información gráfica y referencias bibliográficas que permiten profundizar su estudio. Los complementan una serie de ensayos introductorios y una breve antología de textos teóricos”.

Por otro lado, Miguel Laborde en la reseña del libro aparecida en El Mercurio el 8 de julio de 2000, rescata el hecho de que los autores hayan incluido al arquitecto chileno Juan Borchers (1910-1975) y su pensamiento dentro de la selección de obras que el libro presenta, para quien “La arquitectura no son los edificios sino la vida”. Ello permite a Alejandro Aravena explicar la exaltación de un arquitecto “capaz de hacer una lectura exhaustiva de la realidad para conciliar forma y vida, y cuyas obras entran en resonancia con la realidad amplificándola e intensificándola, más interesadas en los hechos de los hombres que en los recintos y las formas”.

Páginas interiores de la segunda parte (OBRAS) del libro Los hechos de la arquitectura

Podríamos considerar que el libro está estructurado en tres partes: la primera se encuentra conformada por una “Introducción” y tres “Ensayos”: Ensayo I “Los hechos de la arquitectura” de Alejandro Aravena; Ensayo II “La palabra y la figura” de Fernando Pérez; y Ensayo III “Forma, materia, uso, lugar” también de Fernando Pérez.

La segunda parte la integran las OBRAS que son objeto de estudio, documentación y análisis las cuales son identificadas a través de una sugerente frase que las sintetiza: PARTENÓN, Atenas, Grecia, “La medida de todo arte”; PANTEÓN, Roma, Italia, “La construcción del espacio unánime”; SANTA SOFÍA (Agia Sofia), Estambul, Turquía, “El debate oriental entre planta central y basilical”; CONJUNTO DE PISA, Plaza de los Milagros, Pisa, Italia, “El campo de juego”; CATEDRAL DE CHARTRES, Chartres, Francia, “La piedra y la luz”; ALHAMBRA, Granada, España, “El jardín de las habitaciones que se bifurcan”; ESCALERA BIBLIOTECA LAURENZIANA, Florencia, Italia, “La arquitectura como cuerpo”; IGLESIA DEL REDENTOR, Venecia, Italia, “Gramática y contraluz”; BASÍLICA DE SAN PEDRO, Roma, Italia, “Operación de proyecto”; MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, España, “Poética de la figura cúbica”; LOS ZÓCALOS DEL ZÓCALO, Ciudad de México, México, “Espacio público: permanencia y cambio”; PALACIO DE VERSALLES, Versalles, Francia, “El dominio del horizonte”; CENOTAFIO A LA MEMORIA DE NEWTON, Proyecto, “Geometría de la inmensidad”; PABELLÓN ALEMÁN, Exposición Universal 1929, Barcelona, España, “Simetría y horizonte”; VILLA SAVOYE, Poissy, Francia , “El paseo y el cubo”; CASA EN LA CASCADA, Pennsylvania, Estados Unidos, “Del paisaje como espectáculo a la naturaleza como orden”; MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y SALUD, Río de Janeiro, Brasil, “Una plaza y un palacio de cristal”; COOPERATIVA DE SERVICIOS ELÉCTRICOS, Chillán, Chile, “La física y la carne”; IGLESIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO, Santiago de Chile, “Dos cubos de luz”; y YALE CENTER FOR BRITISH ART, Universidad de Yale, Estados Unidos, “El expresivo silencio de la trama”.

La tercera parte titulada LA PALABRA DE LOS ARQUITECTOS congrega, mediante citas y textos escogidos, a: Vitruvio Polión, Marco Lucio; Alberti, León Batista; Laugier, Marc Antoine; Boullée, Etienne-Louis; Ruskin, John; Viollet-Le Duc, Eugéne Emmanuel; Le Corbusier; Mies Van der Rohe, Ludwig; Gropius, Walter; y Kahn, Louis.

Cierra la publicación con la Bibliografía y un Índice Analítico.

Los autores de Los hechos de la arquitectura. De izquierda a derecha: Fernando Pérez Oyarzun, Alejandro Aravena y José Quintanilla Chala

Sobre los autores, brevemente podemos señalar que Fernando Pérez es profesor titular adjunto de la FADEU, se tituló de arquitecto en la PUC de Chile en 1977 y es Doctor Arquitecto de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, UPC, 1981. Ha sido Director de la Escuela (1987-1990), Decano (1990-2000) y una figura clave en las últimas décadas a la hora de posicionar a la teoría y la historia como fundamentos del ejercicio de la arquitectura en Chile, definiendo la relación entre reflexión y práctica como una condición fundamental para generar una producción arquitectónica de calidad.

Alejandro Aravena es profesor asociado de la FADEU, se tituló de arquitecto en la PUC de Chile en 1992 y es Premio Pritzker 2016. En 1993 estudió Historia y Teoría en la IUAV, y grabado en la Accademia di Belle Arti di Venezia. En 1994, estableció su propia oficina, Alejandro Aravena Arquitectos. Desde 2000 hasta 2005, fue profesor en la Universidad de Harvard, donde fundó ELEMENTAL junto con Andres Iacobelli. En 2010 fue nombrado miembro internacional del Royal Institute of British Architects e identificado como uno de los 20 nuevos héroes del mundo por la revista Monocle.

José Quintanilla al igual que Aravena es profesor asociado de la FADEU, se tituló de arquitecto en la PUC de Chile en 1993 y es Doctor Arquitecto de la Universidad Politécnica de Cataluña, 2004. Desde 2010 ejerce la docencia en la Escuela de Arquitectura de la PUC de Chile donde tiene a cargo cursos de Teoría y de Proyectos. Ha sido profesor invitado en diferentes universidades latinoamericanas y españolas y ha ejercido con éxito la profesión habiendo obtenido diferentes distinciones.

Portada y contraportada de la tercera edición (2007) de Los hechos de la arquitectura asumida por Ediciones ARQ

Desde su aparición en 1999 Los hechos de la arquitectura se convirtió rápidamente en libro de referencia y de orientación para los interesados en iniciarse dentro de la historia y la teoría de la arquitectura hasta el punto de agotar su primera edición en dos años. En ese momento, gracias a las excelentes relaciones que se habían establecido entre las escuelas de arquitectura de la PUC de Chile y la Universidad Central de Venezuela (UCV), por iniciativa del profesor José Rosas Vera (en aquel momento Director de la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo -FAU- de la UCV) y con el aval del Consejo Editorial de Ediciones ARQ encabezado por la profesora Montserrat Palmer (quien a su vez era la Decana de la Facultad de Arquitectura de la PUC de Chile), se propone emprender en conjunto la segunda edición con un tiraje de 2000 ejemplares. En ella, además de incluirse los sellos distintivos de ambas instituciones, se incorpora una presentación integrada por textos de los directores de ambas escuelas (Juan José Ugarte de la PUC de Chile y José Rosas Vera de la UCV) y del entonces decano de la FAU UCV, Azier Calvo Albizu, en los que se valoraba la importancia de la alianza lograda (inédita dentro de la historia editorial de la FAU UCV) en torno a una publicación de gran significado y calidad que inmediatamente se convirtió en libro de texto de la asignatura Teoría de la Arquitectura. A esta segunda edición de 2002 (cuya portada colocamos para encabezar la nota) se le añadieron diez páginas, que sumadas a las 298 de la primera de 1999 alcanzó en total las 308. El resto de la impresión se mantuvo sin alteraciones. El haberse lanzado en dos escuelas y países distintos a la vez hizo que el resultado de esta excepcional sociedad PUCChile-UCV se agotara rápidamente obligando a Ediciones ARQ a llevar adelante una nueva reimpresión (la tercera) en el año 2007.

A modo de cierre de esta reseña bien vale rescatar parte de las palabras con que los autores introducen el libro que nos ha ocupado: «Es posible afirmar que Los hechos de la Arquitectura emerge como un texto fundacional en nuestra tarea de formar arquitectos, especialmente en lo que atañe al arranque del aprendizaje de la disciplina y en la implantación de contenidos de diversos planes de estudio en nuestro continente. Nuestra misión académica, radica por tanto en preparar al estudiante para develar y aprehender el espacio en que el hombre vive, entender la génesis de ese espacio habitado, sus modos, costumbres y ritos, de modo que su comprensión critica les posibilite la creación de uno nuevo. Entender entonces, desde el inicio de la carrera, a través de casos especialmente significativos de la arquitectura -contando para ello con un marco teórico que posibilite reflexionar, cómo se genera la arquitectura y de que modos se produce la actividad especifica del arquitecto- permitirá potenciar un conocimiento del edificio en tanto solución concreta, materia, uso y lugar, en simultáneo con un conocimiento de los problemas arquitectónicos que en esta obra la disciplina se plantee.»

ACA