Archivo de la etiqueta: Luis Fernández Galiano

VALE LA PENA LEER

Círculos de café
Learning from Vienna

Luis Fernández-Galiano


31 de diciembre 2021
Tomado de arquitecturaviva.com

En los cafés de la Viena finisecular surgieron un centenar de círculos intelectuales. Dos libros recientes documentan la historia de la Escuela Austriaca y el Círculo de Viena, dos representantes ilustres de un crisol burbujeante de ideas cuyas ondas expansivas llegan hasta nuestros días. La ciudad de Otto Wagner, Adolf Loos, Gustav Klimt, Karl Kraus, Gustav Mahler o Sigmund Freud fue también la de los economistas de la Escuela Austriaca, desde Carl Menger hasta Ludwig von Mises, Joseph Schumpeter o Friedrich Hayek, y la de los filósofos del Círculo de Viena, fundado por Moritz Schlick y del que formaron parte Rudolf Carnap, Otto Neurath o Kurt Gödel. Si los economistas promovieron una teoría subjetiva del valor enfrentada al concepto marxista que asociaba el valor al trabajo necesario para producir un bien, los filósofos pusieron las bases del empirismo lógico, defendiendo el pensamiento científico que también subyacía al enfoque de Ludwig Wittgenstein y Karl Popper frente a la metafísica que permea la tradición secular de su disciplina, y que hallaban quintaesenciada en su contemporáneo Martin Heidegger.
El libro de Janek Wasserman, probablemente la mejor historia de la Escuela Austriaca, inicia su relato con los Principios de Economía de Menger, un libro de 1871 que trasladó el énfasis del estudio del estado y la economía nacional a los individuos y sus demandas subjetivas, proponiéndose como un enfoque científico difícil de conciliar con la centralidad de la historia en la dominante Escuela Alemana y en el Austromarxismo. Con su introducción de la utilidad marginal, una revolución en el pensamiento económico coincidente con las aportaciones simultáneas del británico William Stanley Jevons y el francés Léon Walras, esta incipiente Escuela Austriaca llegaría a su momento más dulce en la Viena dorada del cambio de siglo, pero la Gran Guerra acabó con el «mundo de ayer» del Imperio austrohúngaro, y la polarización política posterior dejó poco espacio a los defensores de la democracia liberal y la libre empresa, muchos de los cuales acabaron gravitando hacia el mundo anglosajón. Los líderes entonces de la Escuela Austriaca —Von Mises y Schumpeter — acabarían teniendo gran influencia en Estados Unidos con libros como El gobierno omnipotente del primero o Capitalismo, socialismo y democracia del segundo, y esta presencia se haría caudalosa con Camino de servidumbre, la obra de Von Hayek —galardonado con el Nobel en 1974—que le definió como el mayor crítico de las tesis keynesianas y le colocó junto a Ayn Rand en el santoral de la nueva derecha americana. Pero las bases de esta batalla intelectual se pusieron hace siglo y medio, y es significativo que el recientemente desaparecido Antonio Escohotado situara en la lectura de Menger el estímulo para la redacción de su monumental trilogía Los enemigos del comercio.
Por su parte, David Edmonds narra el ascenso y caída del Círculo de Viena —engendrado como la Escuela Austriaca en el respeto por la ciencia y el debate ideológico en los cenáculos y cafés de la capital del Imperio— bajo la referencia ominosa al asesinato de Schlick en 1936 por un estudiante que había perdido la razón, y que señaló el declive de un movimiento filosófico defensor de la objetividad científica en un entorno político y social crecientemente degradado por la catástrofe económica y el ascenso del fascismo y el antisemitismo. Además del fundador del Círculo, en la dramatis personae del relato aparecen figuras como el pintoresco y radical Neurath, involucrado también en los debates y proyectos urbanísticos de la Viena roja; el muy dotado Carnap, que acabaría trasladando las ideas del positivismo lógico a los Estados Unidos; el genial y frágil Gödel, el más importante lógico del siglo XX y autor de los teoremas de la incompletitud; y el inevitable Wittgenstein, autor del Tractatus que inspiró al círculo, cumbre contradictoria de la filosofía del siglo, y arquitecto también de una casa mítica en su Viena natal: todos ellos desfilan por un volumen de prosa elegante que describe con amenidad el empeño en la claridad y la razón de un grupo de pensadores a los que les tocó vivir en tiempos confusos y dementes. Muchos años después, y en momentos también de trastornos y fracturas, estas historias de economistas y filósofos prueban que aún podemos seguir aprendiendo de Viena.

ACA

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La pureza punzante

Luis Fernández-Galiano

01/08/2021

Tomado de arquitecturaviva.com

La obra de Alberto Campo Baeza persigue la pureza. En su empeño por ser alma sin cuerpo, expresa la idea a través de la geometría y la luz, despojando al edificio de su naturaleza material para que la forma levite ingrávida, liberada de su cárcel terrenal y severa. Ajena a las constricciones cotidianas del programa funcional o el pragmatismo constructivo, su arquitectura es pureza pulida, pulcra y pudorosa, que hallamos puntualmente publicada con imágenes etéreas. En ellas puede atisbarse entre visillos un mundo alejado de las turbulencias del siglo, protegido y perfecto en su exactitud cristalográfica, inmaterial y luminoso en su realidad inaprehensible, espiritual y lírico en su substancia aérea. Perfectamente perfilada y paradójicamente desvanecida, esta obra se inserta indeleblemente en la retina y en la memoria visual para hacerla inmediatamente reconocible, en la abstracción incolora de sus superficies tirantes o en la atmósfera traslúcida de sus volúmenes prismáticos.

En la depuración extrema de la forma y en la seducción estética de la imagen reside probablemente la popularidad pedagógica de Campo Baeza, profesor carismático que ha sido durante medio siglo en la Escuela de Arquitectura de Madrid, en sus inicios a la sombra paternal de Javier Carvajal, y después desde el brillo de su propia cátedra, convertida en un ámbito de elegancia artística y sensibilidad cultural. Venerado por sus alumnos, el arquitecto correspondió a esta devoción con una dedicación sacerdotal a su carrera docente, dejando una huella duradera en multitud de jóvenes, que acabaron accediendo a la profesión ungidos con los óleos sagrados de la arquitectura como vocación poética. Frente a otras posiciones más prosaicamente sociológicas, políticamente militantes o eclécticamente disciplinares, la influencia de Campo Baeza se levantó sobre el doble pilar de la pureza y el arte, suscitando el reproche trivial de haberse aislado en una torre de marfil.

Sin embargo, la condición angélica de las obras no excluye su contaminación ambiental con una dimensión crítica que las hace testigos de su tiempo. La Casa del Infinito, una plataforma lacónica frente al Atlántico, no puede censurarse por no estar protegida del sol y del viento, porque su legitimidad reside en el retrato de la subordinación contemporánea de lo táctil a lo visual; la Caja de Ahorros de Granada, un prisma impávido de estructura ciclópea, no debe comentarse desde la lógica de un edificio de oficinas, porque su monumentalidad refleja el protagonismo simbólico de los entes financieros locales; y el Consejo Consultivo de Castilla y León, una pieza de vidrio encerrada tras un hermético muro perimetral, no merece glosarse recordando que se niega a beneficiarse de las vistas de la Catedral, porque no existe mejor representación del ensimismamiento endogámico de las actuales élites políticas. La pureza pulida es también una pureza punzante.

ACA

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Modernidad y meritocracia

In Defense of Talent

Luis Fernández-Galiano

27/10/2021

Tomado de arquitecturaviva.com

El término ‘meritocracia’ fue acuñado en 1958 por el sociólogo británico Michael Young, en un libro que ya entonces presentaba el concepto bajo una luz oscura, The Rise of Meritocracy, donde advertía del riesgo de la creación de una nueva casta basada en la educación y el talento. Este debate se ha avivado en fechas recientes con dos obras de eminentes profesores, Daniel Markovits de Yale (The Meritocracy Trap, 2019) y Michael Sandel de Harvard (The Tyranny of Merit, 2020). El primero de ellos resumía su tesis en portada —‘Cómo el mito fundacional americano alimenta la desigualdad, desmantela la clase media y devora a la élite’—, argumentaba que «el mérito no es sino una impostura» y censuraba la transmisión hereditaria del privilegio a través de la educación elitista; y para el segundo —Premio Princesa de Asturias, y traducido ya al castellano— la meritocracia es tóxica, divide la sociedad en ganadores y perdedores, generando tanta altanería como resentimiento, y debe combatirse poniendo énfasis en lo comunitario. Frente a esta demolición intelectual de la movilidad social a través de la formación y el esfuerzo —sobre la que esta revista se pronunció en marzo con ‘Menosprecio del mérito’— se ha alzado en 2021 Adrian Wooldridge con The Aristocracy of Talent, una sólidamente argumentada defensa de la meritocracia, «lo más próximo que tenemos a una ideología universal».

Doctor en Historia por Oxford y ‘political editor’ del Economist, Wooldridge aborda aquí «la idea revolucionaria de la meritocracia», inseparable de una modernidad que pone en cuestión la hermética estratificación social del Antiguo Régimen, donde cada cargo o trabajo estaba asociado a la posición que otorga el nacimiento. Cuando muchas de las ideas que han modelado las sociedades occidentales durante los últimos siglos están en crisis —«la democracia retrocede, el liberalismo pugna por mantenerse, y el capitalismo ha perdido el brillo»—, la meritocracia es popular en todo el mundo porque afirma la capacidad de llegar tan lejos como permita el talento de cada uno, asegura la igualdad de oportunidades a través de la educación, prohíbe la discriminación por raza o sexo, y selecciona evitando el patronazgo o el clientelismo. El tránsito de la ética aristocrática a la ética meritocrática supone una auténtica revolución moral, y este es un argumento en defensa del mérito más poderoso aun que su evidente vinculación con el crecimiento económico y la prosperidad. En su desarrollo histórico, los socialistas del siglo XIX apoyaron la idea como un vehículo hacia una sociedad mejor, mientras los conservadores la veían como una amenaza al orden social, pero tras la II Guerra Mundial la meritocracia alcanzó en Occidente una aceptación unánime, solo agrietada en las últimas décadas por la censura de la izquierda radical, que le reprocha haberse convertido en una plutocracia, y de la derecha populista, que rechaza el cosmopolitismo displicente de las ‘élites cognitivas’.

La aristocracia del talento es desde luego un oxímoron, y al autor no se le escapa que la meritocracia está hoy en el taller de reparaciones, porque se ha hecho hereditaria y el ascensor social está averiado. Wooldridge propone regenerarla volviendo a dar una dimensión moral a la educación de las élites y otorgando estatus a la formación profesional, para evitar el egoísmo arrogante de los unos y el rencor iracundo de los otros. Acepta el fundamento sociológico de las críticas de Markovits o Sandel, pero también polemiza con John Rawls cuando el filósofo asegura que es injusto recompensar a los que tuvieron la fortuna de nacer mejor dotados, porque «hasta el joven Mozart tenía que practicar». Es esa ética del esfuerzo la que ve afianzarse en Asia, y muy especialmente en China, fiel a su tradición confuciana, y que ha extendido la meritocracia del ámbito de la educación al de la política. Y aunque muestra distancia frente a la modernidad autoritaria de la superpotencia asiática, también expresa preocupación porque en Occidente avance la democracia refrendaria, que adopta decisiones de gran calado con mayorías escuetas y sin suficiente debate informado. Ante el desafío de China por el liderazgo global, Wooldridge cree que Occidente solo puede competir con ella templando la democracia con el conocimiento de los expertos, y regenerando una meritocracia genuinamente liberal que conjure el peligro detectado por Young hace seis décadas.

The Aristocracy of Talent

How Meritocracy Made the Modern World

Adrian Wooldridge

Editorial Allen Lane 

2021

Idioma: inglés

Nota de los editores

En The Aristocracy of Talent, el estimado periodista e historiador Adrian Wooldridge traza la historia de la meritocracia forjada por los políticos y funcionarios que introdujeron el principio revolucionario de la competencia abierta, los psicólogos que idearon métodos para medir las habilidades mentales naturales y los educadores que construyeron escaleras de oportunidad educativa. Mira más allá de las culturas occidentales y muestra los efectos transformadores que ha tenido en todos los lugares donde se ha adoptado, especialmente una vez que las mujeres ingresaron al sistema meritocrático.

Wooldridge también muestra cómo la meritocracia ahora se ha corrompido y argumenta que el reciente estancamiento de la movilidad social es el resultado del fracaso para completar la revolución meritocrática. En lugar de abandonar la meritocracia, dice, deberíamos pedir su renovación.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

AV

Monografías

233-234 (2021)

España 2021

Extracto del editorial «Entre paréntesis» de Luis Fernandez-Galiano

Del virus a la vacuna, este ha sido un año entre paréntesis. Desde la detección de los primeros casos de covid-19 en Wuhan hasta el anuncio del éxito de las vacunas, hemos vivido un periodo de vida virtual, encerrados en reductos domésticos y desdibujado el trato con los otros por mascarillas, distancias y pantallas. Si alguna vez nos hemos preguntado cómo sería la vida en un metaverso —ese espacio virtual compartido de los que interaccionan o juegan digitalmente—, nunca hemos estado tan cerca como en esta triste etapa de realidad alternativa. La hiperconexión mediática y el consumo bulímico de experiencias había generado el síndrome fomo (fear of missing out, o temor a perderse algo), y la pandemia ha sustituido esta ansiedad patológica por otra muy diferente, fogo (fear of going out, el miedo a salir), que prolonga el confinamiento con la reclusión voluntaria. Pero somos seres sociales, y la ausencia de contacto físico es difícilmente sostenible: no es verosímil imaginar un mundo de hikikomoris —los jóvenes japoneses que eligen no salir de su habitación—, este año ominoso debe efectivamente ser un paréntesis, y la vida virtual una distopía reversible…

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

El caso Calatrava

Luis Fernández-Galiano

Editorial Arquitectura Viva

Colección Retratos

2021

Información de la publicación
La nueva colección ‘Retratos’ recoge diferentes textos de Luis Fernández-Galiano sobre la vida y obra de un conjunto de arquitectos contemporáneos. El caso Calatrava es el octavo título de la misma, a la que sólo cabe añadir una entrega especial que recuerde a Enric Miralles en el 20 aniversario de su desaparición. Ilustrados con dibujos de los propios arquitectos, y enriquecidos con entrevistas en profundidad, reseñas biográficas y análisis de las obras, estos pequeños libros quieren ofrecer retratos pixelados de los maestros actuales, informativos y críticos a la vez.

El libro El caso Calatrava, con 72 páginas y en tapa blanda, comprende trece artículos que componen un recorrido por el pensamiento y la obra del creador valenciano. Personaje polémico como pocos, ha reunido su triple condición de arquitecto, ingeniero y escultor para construir una obra de extraordinaria ambición y reconocible singularidad. Esta colección de artículos se inicia con su primera realización española, el puente barcelonés de Bac de Roda, y en textos sucesivos se glosan sus proyectos en Sevilla, en Tenerife o en Valencia, como el colosal complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que da pie a un cervantino coloquio entre perros. Pero también se comentan muchas de las titánicas construcciones levantadas en todo el mundo, se hacen dialogar sus obras con las de arquitectos como Gehry o Nouvel, y se intenta desentrañar lo que lo hace a la vez discutido y característico de nuestro tiempo. La secuencia de textos se cierra con un registro personal de los encuentros y desencuentros con el arquitecto, tan impopular entre sus colegas como reconocido por el público, y sin duda uno de los grandes protagonistas de la escena contemporánea.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

LACATON & VASSAL

1991-2021

Luis Fernández-Galiano (ed.)

Editorial Arquitectura Viva

2021

Nota de los editores

Fieles a una radical manera de entender la profesión, los ganadores de la última edición del Premio Pritzker llevan tres décadas desarrollando una arquitectura comprometida que ha sabido traducir en un lenguaje escueto pero poderoso las preocupaciones sociales y medioambientales de nuestra época. Con motivo de la concesión del prestigioso galardón, la editorial Arquitectura Viva presenta Lacaton & Vassal. 1991-2021, un volumen bilingüe castellano-inglés de 176 páginas, encuadernado en tela y tapa dura, que reúne una treintena de las obras y proyectos más destacados del estudio galo. Cuatro artículos —firmados por Luis Fernández-Galiano, François Chaslin, Richard Scoffier y Enrique Sobejano respectivamente—complementan esta selección y permiten contemplar desde diferentes perspectivas la arquitectura contenida, siempre al servicio de las personas, que ha llevado a Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal a lograr el máximo reconocimiento de la profesión.

ACA