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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 413

Observar el proyecto realizado para la Reurbanización de El Silencio con ojos de quien está registrando una posible cronología de los concursos de arquitectura en Venezuela, obliga a ubicarnos en 1940 cuando el Banco Obrero convoca a los dos más connotados arquitectos de la época, Carlos Guinand Sandoz y Carlos Raúl Villanueva, para que compitan presentando sus propuestas de lo que seria el proyecto de renovación urbana más importante realizado en la capital de la República hasta entonces que, a su vez, debía incorporar los espacios para el funcionamiento de la sede de la institución convocante. El área de afectación sería la ocupada por una barriada degradada que creció sin planificación al oeste del casco central de la ciudad y que ofrecía una condición precaria, tanto por la cantidad de basura como por el incremento de hospedajes, bares, casas de citas y licorerías clandestinas.

1. Delimitación del área correspondiente al barrio El Silencio que sería afectada para llevar a cabo la «reurbanización».
2. Dos imágenes de la barriada de El Silencio (c.1930)

Tal y como narra Juan José Pérez Rancel en “70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio”, artículo publicado el 25 de agosto de 2015 en la revista entrerayas (https://entrerayas.com/2015/08/70-anos-de-la-inauguracion-de-la-reurbanizacion-el-silencio/), al concurso se presentaron el 23 de marzo de 1942 los dos arquitectos pre-seleccionados. “El Ejecutivo nacional designó al mismo tiempo una numerosa comisión de evaluadores e interesados …, quienes recomendaron que Guinand y Villanueva realizaran en conjunto una alternativa unificada con los aspectos positivos de ambas propuestas, entre las cuales estaba su flexible apego a las directrices del Plan de Urbanismo, que era la base del Concurso en sus aspectos de vialidad. Ambos arquitectos modificaron sus anteproyectos, pero cada uno por su lado, transformándolos según las indicaciones de aquella comisión y el 26 de marzo presentaron de nuevo sus opciones ante la Comisión, la cual dictaminó que fuese realizado un tercer anteproyecto unificado, que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión nombrada para hacer seguimiento al trabajo de los dos arquitectos”.

3. Plan Monumental (o Plan Rotival). Izquierda: Zonas cuya expropiación es necesaria para el arreglo del centro de la ciudad (segunda solución). Derecha: El nuevo capitolio y la plaza mayor a ser ubicados en la zona ocupada por la barriada de El Silencio.

Lo relatado, que bien podría considerarse como la primera etapa del concurso, permitió constatar cómo los planteamientos de los contendores eran relativamente similares, respondiendo a la posibilidad de ubicar en el nuevo corazón de la ciudad moderna una serie de edificaciones horizontales de no más de cuatro pisos que envolvían un conjunto de patios comunitarios. “Guinand propuso ocho bloques con apartamentos para ser alquilados por ‘las clases obreras’ y tres para los sectores de ‘la clase media’, con locales comerciales en las plantas bajas. Villanueva, por su parte, planteó siete bloques, con apartamentos sólo para clase media y aceras peatonales, jardines entre los bloques e implantación en el perímetro de las manzanas”. La decisión asumida por el ente promotor de que la vivienda fuera el uso predominante para el conjunto y no un foro monumental que homenajeaba al Libertador, contraviniendo los lineamientos del recién aprobado Plan Rotival, será otra determinante con la que tuvieron que lidiar ambos concursantes.

4. Perspectiva del anteproyecto presentado por Carlos Guinand Sandoz al concurso para la Reurbanización de El Silencio.

El esperado “tercer anteproyecto unificado que debería recoger las nuevas y definitivas recomendaciones de la Comisión y de una Sub Comisión” nunca llegó, por lo que los requisitos generales y arquitectónicos solicitados en el dictamen leído por el Dr. Edgar Pardo Stolk el 26 de marzo fueron incorporados por Guinand y Villanueva por separado. Ellos eran, en cuanto a los generales, “adaptar la implantación de los bloques de vivienda al Plan de Urbanismo, siguiendo la propuesta de Guinand en la que la Avenida Bolívar comienza desde un espacio central generado por bloques residenciales; 1.000 apartamentos y locales comerciales, distribuidos en bloques con la misma altura que ofrecían en las primeras propuestas; distribuir los apartamentos en 20% de dos dormitorios, 50% de tres y 30% de cuatro dormitorios; patios interiores con acceso restringido sólo para los peatones; no prever espacios para estacionamiento de vehículos”.

Las recomendaciones relativas al diseño de arquitectura, eran principalmente: “ventilación directa en todos los espacios de los apartamentos; unificar en éstos los espacios para cocina, lavadero y faenas; unificar en vertical los locales para sanitarios; instalación de mecanismos verticales para los desechos sólidos; no ubicar los secaderos de ropa en las azoteas, sino independientes en cada apartamento; prever escaleras de emergencia en los bloques y no prever closets en los apartamentos”.

Cabe acotar que del primero de los puntos generales señalados por la Comisión se trasluce que fue Guinand en su propuesta quien prefiguró el futuro trazado de la avenida Bolívar por el centro de la cuadra entre la Este 6 y la Este 8, ateniéndose a lo señalado por el Plan Director de Calles y Avenidas derivado del Plan Rotival aprobado por el Concejo Municipal avalado a su vez por la misma Comisión. Villanueva, quien sólo proponía ampliar la Este-Oeste 8 que pasa por frente al Teatro Municipal como eje principal, contraviniendo el Plan Director, tuvo por lo tanto que ajustar su propuesta inicial a aquel requisito lo que le permitió redefinir la disposición de los bloques 2 y 3 y alterar la altura del bloque 1 como remate del futuro eje vial.

5. Concurso para la Reurbanización de El Silencio. Propuesta ganadora presentada por Carlos Raúl Villanueva.

Fue así como la segunda y definitiva etapa conformada por dos nuevas alternativas adaptadas a la lista de requisitos solicitados fueron presentadas el 26 de mayo ante la Comisión, en las oficinas del Banco Obrero, situadas entonces en el N° 67 de Santa Teresa a Cipreses, frente al templo de Santa Teresa. “A los dos días, la Comisión y su Sub Comisión dictaminaron que el diseño de Villanueva era el ganador, no sin antes reconocer los valores de la propuesta de Guinand: ‘…gracias a las sólidas cualidades logradas por él, desde la primera etapa del Concurso, su trabajo sirvió de base utilísima para llegar al resultado logrado’”.

6. Carlos Raúl Villanueva. Reurbanización de El Silencio (1942-1945). Esquemas y vista aérea dentro del casco central de Caracas.

Ricardo De Sola en el libro La Reurbanización de “El Silencio”. Crónica 1942-1945 (1988), apunta a que ya la primera propuesta de Villanueva presentada en marzo preveía la elevación de los bloques sobre columnas y corredores perimetrales, mientras en la segunda opción de mayo mantuvo ese criterio definiendo el espacio central como final proporcionado a la llegada de la avenida y otorgando al Bloque 1 un carácter dominante frente a ésta y la plaza, todo lo cual es recogido en el dibujo que ilustra nuestra postal del día de hoy. Pérez Rancel completará lo dicho por De Sola señalando que “también esa segunda opción definía las siluetas urbanas de los 7 bloques en su misma futura implantación, tal como continuarían desarrollándose en la etapa de proyecto. Y adicionalmente mostraba ya unas hipotéticas arcadas en la planta baja del Bloque 1 y en el lado Norte del Bloque 2, aunque no todavía en los demás bloques, cuyo diseño arquitectónico estaba todavía por alcanzarse. Las dos plazas (O’Leary y Miranda) quedaban también insinuadas esquemáticamente en sus formas y decididas en su ubicación, esperando su diseño definitivo”.

7. Imágenes tomadas el 25 de julio de 1942, día en que el presidente Isaías Medina Angarita dio inicio a la demolición de la barriada de El Silencio.

Mientras Villanueva desarrollaba aceleradamente el proyecto, incorporando un lenguaje que buscaba retrotraer el espíritu colonial y la adaptación al clima donde hacen acto de presencia corredores, patios, portadas, rejas, molduras pesadas y arcos, para convivir con el racionalismo y funcionalidad de las soluciones dadas a las unidades de vivienda, De Sola nos recuerda que “el 25 de julio de 1942, día de Santiago, aniversario de la fundación de la ciudad de Caracas (375 años), a las 11: 15 am, el presidente de la República, general Isaías Medina Angarita, acompañado por el gobernador del Distrito Federal, doctor Luís Gerónimo Pietri, el ministro de Obras Públicas, doctor Manuel Silveira, el director-gerente del Banco Obrero, señor Diego Nucete Sardi, así como de los otros directores del Banco e invitados al acto, efectúo la ceremonia del primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23, situada al Oeste de la Plaza Miranda; en dicha casa operaba un taller de vulcanización, siendo los vecinos más cercanos el Restaurant ‘La Granja’, ‘el nuevo hospedaje para caballeros’, ‘La Unión’ empresa de viajes y mudanzas, la ‘Agencia Royal’, el Bar ‘Napolitano’, y ‘La Pluma de Oro’”.

8. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

30 meses después de aquel «primer golpe de pico en la casa distinguida con el Nº 23», el 26 de agosto de 1945 el propio Medina inaugura la Reurbanización de El Silencio.

Por las características del planteamiento, que señala la importancia de tender puentes entre tradición y modernidad tanto en lo urbano como en lo arquitectónico, “El Silencio” ofreció la oportunidad de encontrar una prueba de lo que pudo haber sido (y no fue) el camino a seguir para el desarrollo urbano de Caracas, sin dejar de constituirse en «el primer elemento de la ciudad moderna».

9. Imágenes de El Silencio en fechas cercanas a su inauguración (c.1945)

Así mismo, se erigió como la operación inmobiliaria más ambiciosa de la historia de la ciudad realizada hasta esa fecha que, además de permitir el despegue de la industria de la construcción, la sometió a retos que develaron la capacidad de la ingeniería nacional para solventarlos.

Adicionalmente, Villanueva plasma, con una obra de alto impacto pedagógico y evidente carga ecléctica, los resultados de sus reflexiones en torno a los valores permanentes de la arquitectura colonial venezolana, preámbulo del despegue interpretativo que ofrece su producción posterior.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 5 y 6. Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966)

2. Fotos antiguas de Venezuela (https://www.facebook.com/FotosAntiguasDeVenezuela/posts/caracas-reurbanizaci%C3%B3n-el-silencio-lo-que-ahora-es-el-silencio-antes-era-un-case/1046011282220622/); y CiudadCCS (https://ciudadccs.info/publicacion/1396-parroquia-adentro-un-fenomeno-social-llamado-el-silencio-parte-i)

3. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela

4. Galería de Arte Nacional. Catalogo de la exposición «Wallis/Domínguez/Guinand. Arquitectos poneros de una época» (1998)

7 y 8. Juan José Pérez Rancel. «70 años de la inauguración de la Reurbanización El Silencio». Revista entrerayas. 26 de agosto 2015; y Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966) .

¿SABÍA USTED…

… en 1945, se reinaugura la Plaza Miranda en el centro de Caracas?

1. Vista general de la plaza Miranda (c.2015)

El espacio que hoy conocemos como Plaza Miranda, ubicado sobre la avenida Baralt (entre las avenidas Oeste 8 y Oeste 10)  y que va de la esquina de Puente San Pablo a la de Miranda, frente al Bloque nº7 de la reurbanización de El Silencio, Parroquia San Juan, registra una interesante evolución desde el momento en que puede detectarse su presencia como espacio por primera vez en los planos de la ciudad elaborados desde la colonia hasta nuestros días.

2. Ubicación de la manzana donde hoy se encuentra la Plaza Miranda en un detalle del «Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus barrios» del cartógrafo Joseph Carlos de Agüero (1775).

Remontándonos a 1775, el «Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus barrios» del cartógrafo Joseph Carlos de Agüero, que muestra una ciudad idealizada de 256 cuadras idénticas inscritas en un damero perfecto, permite, por un lado, detectar la proximidad del lugar que hoy nos ocupa a la Iglesia de San Pablo (ubicada más al este) de la cual estaba separado por media cuadra. Cabe añadir que San Pablo, erigida a finales del siglo XVI, contaba en su frente con un amplio espacio público, para la época el segundo en tamaño después de la Plaza Mayor y albergó desde muy temprano la talla en madera de pino flandes de Sevilla realizada por Felipe de Ribas conocida como «El Nazareno» (hoy colocada en la Iglesia de Santa Teresa), que aún despierta gran devoción entre los feligreses.

Por otro lado, el plano de De Agüero también permite precisar la cercanía del espacio a la Quebrada de Caroata, la cual lo delimitaba por el este, existiendo al norte uno de los puentes que permitían salvarla (el puente de San Pablo, construido en 1728 por iniciativa del Alcalde Ordinario de primera elección don Diego de Liendo), cuya importancia consistía en facilitar la continuidad de la trama urbana hacia el oeste.

3. Ubicación de la manzana donde hoy se encuentra la Plaza Miranda en sendos detalles del “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale ” de De Pons (1806) –izquierda– y del Plano de 1810, realizado el 1910 con motivo de la conmemoración del centenario de la declaración de la Independencia por Enrique Mendoza Solar –derecha
4. La plaza y la iglesia de San Pablo a mediados del siglo XIX.

La información recogida por De Agüero en 1775 será plasmada con mayor precisión en el “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale” de De Pons (1806, sobre el cual elaboramos una nota la semana anterior), apareciendo en este caso (próxima al puente San Pablo) una edificación que ocupa el tercio norte de la manzana dejando el resto como área vacía.

Será en el Plano de 1810, realizado el 1910 con motivo de la conmemoración del centenario de la declaración de la Independencia por Enrique Mendoza Solar, “según apuntaciones de Illmo. Señor Don Mariano Martí y planos de F. d Pons; A.J Jesurun y otros historiadores e ingenieros; desde 1771 hasta 1843”, donde aparecerán dos datos importantes: el primero es que la quebrada Caroata ahora pasará en medio de una cuadra ampliada que cobra forma trapezoidal, dejando separado el tercio este (donde finalmente se llevará a cabo la Plaza Miranda); el segundo es que al norte del espacio aparece señalado con el nº19 el “Hospital y Capilla de Caridad para Mujeres”, construcción de la que no hemos podido obtener mayor información.

5. Ubicación de la manzana donde hoy se encuentra la Plaza Miranda en sendos detalles del “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889, realizado por el General Vicente Mestre –izquierda– y del «Plano de Caracas” de 1897 de Ricardo Razetti –derecha
6. La plaza San Pablo transformada en plaza del Teatro Municipal con la estatua de
José Tadeo Monagas.
7. Mercado de San Pablo. Imagen aparecida en nº39 de El Cojo Ilustrado del 1 de agosto de 1893. Allí se señala que «en el mercado había una doble actividad, en la mañana servía de suplidor de alimentos a los parroquianos y en la noche se convertía en una taberna en la que además de servirse licores, se jugaba. De allí que fuese bautizado como el ‘Molino Rojo'»

En el “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889, realizado por el General Vicente Mestre, que recoge las obras ejecutadas durante el período de Guzmán Blanco, aparece por una parte el Teatro Municipal ocupando el lugar de la Iglesia de San Pablo (demolida para llevar a cabo la construcción del fastuoso edificio) y, por la otra, sobre el espacio que estamos auscultando (donde aparentemente se había realizado un primer embaulamiento de la quebrada Caroata), señalado con el nº26, el “Mercado San Pablo” edificación de la que se ha podido hallar, no sin dificultad, algún registro fotográfico. Luego, en el “Plano de Caracas” de 1897 de Ricardo Razetti se mantiene en el lugar el mercado (identificado con el nº33 dentro de los edificios públicos), pero curiosamente en el de 1906, se registra, con el mismo nº33, el “Colegio Municipal San Pablo -de Puente San Pablo a Puente Miranda-” y la “Plaza San Pablo” (letra O) uno al sur y la otra al norte, con la quebrada definitivamente embaulada.

8. Ubicación de la manzana donde hoy se encuentra la Plaza Miranda en sendos detalles de los Planos de Caracas de 1906 (izquierda) y 1929 (derecha) de Ricardo Razetti
9. Fotografía (postal) de la plaza Bermúdez (1924).

Más adelante, Razetti en el plano de 1929 (el último realizado por él), señala la presencia en el espacio, con proporciones muy próximas a las actuales, de la “Plaza Bermúdez” cuya construcción había sido concluida en 1924 siendo ministro de Obras Públicas Tomás Bueno y a la que se le cambió la denominación por “Plaza Miranda” en 1936, marcando uno de los límites hacia el este del barrio “El Silencio”, que paulatinamente había ido densificándose desde comienzos del siglo XX.

Sobre el cambio de denominación de Plaza Bermúdez a Plaza Miranda (que a su vez tomaría el de la esquina del mismo nombre localizada al sur) escribe María F. Sigillo en su blog Caracas en retrospectiva el 16 de noviembre de 2012 al referirse a “La demolición del “Barrio ‘El Silencio’ 1942”: “El cambio de Plaza Bermúdez a Plaza Miranda aparece por primera vez en el plano de Caracas de 1936 editado por el MOP, Dirección de Cartografía Nacional, y este cambio de nombre obedece al hecho de que a la Esquina de la Plaza se le llama Miranda por lo ocurrido en el año de 1812 con un señor de nombre Juan Miranda y que Enrique Bernardo Núñez narra de la siguiente manera: ‘A los pocos meses del terremoto de 1812 que tantos estragos causó en Caracas, árboles y malezas crecían rápidamente entre las ruinas. Cerca del paredón del Puente San Pablo, en un solar perteneciente a Don Cristóbal Ponte y alquilado al mencionado Juan Miranda, crecía un corpulento castaño silvestre que amenazaba derribar con sus raíces al paredón y éste a su vez, la casa donde se hallaba refugiado con su familia el licenciado Isidro González. Además, el castaño, servía de refugio a frecuentes ‘rochelas de hombres y mujeres’, y hombres embozados, que no se distinguen en la oscuridad, lo cual hacía temer al licenciado por su vida, por lo que encareció repetidamente a Miranda el corte del castaño y otros árboles. En vista de la inutilidad de sus esfuerzos, se dirigió por último al ayuntamiento, que libró al efecto órdenes perentorias”.

10. Delimitación del área correspondiente al barrio El Silencio que sería afectada para llevar a cabo la remodelación proyectada por Carlos Raúl Villanueva. Abajo a la derecha la arbolada Plaza Miranda.
11. Carlos Raúl Villanueva. Reurbanización de El Silencio (1942-1945). Esquemas y vista aérea dentro del casco central de Caracas.

Es bajo las circunstancias más arriba señaladas que, convertido El Silencia en lugar insalubre y peligroso, con la particularidad de encontrarse en un sector muy próximo al centro de la ciudad, el gobierno de Isaías Medina Angarita a través del Banco Obrero, toma la decisión de emprender el saneamiento de la zona y convocar a un concurso para desarrollar un conjunto de viviendas de alta densidad y baja altura destinado a la clase obrera que es ganado por Carlos Raúl Villanueva.

La propuesta de Villanueva, adaptada plenamente al trazado y perímetro de las manzanas que constituían el área de afectación, aprovecha la oportunidad de revitalizar el espacio ocupado por la Plaza Miranda, destinarla definitivamente a rendir homenaje al prócer precursor de la Independencia y ofrecerla como frente privilegiado al bloque nº7 del conjunto de viviendas, del que aprovecha su galería comercial en planta baja de la cual estaría, sin embargo, separada por una calle de servicios que con el tiempo sería eliminada.

12. Plaza Miranda. Izquierda: Planta (c.2015). Derecha: Fotografía tomada en fechas cercanas a su reinauguración (1945) y que en Caracas en tres tiempos venía acompañada de la siguiente leyenda: «Abertura lateral hacia la vegetación tropical de la plaza Miranda, la cual da a los apartamientos la tranquilidad necesaria para la vida».

Sobre el tratamiento anterior del espacio, Villanueva propone para la plaza Miranda, respetando su condición topográfica ligeramente inclinada de norte a sur y la frondosa vegetación existente, una sencilla intervención que consistirá en renovar el pavimento, definir caminerías, proponer zonas de descanso que aprovechen la sombra de los árboles existentes y dejar el protagonismo a la estatua de Miranda como punto focal principal en el centro.

Reinaugurada en 1945 cuando concluyen las obras de El Silencio iniciadas en 1942, la Plaza Miranda pasará a compartir con la O’Leary el privilegio de ser uno de los dos espacios públicos más notables del sector, tras desaparecer el que aún se mantenía frente al Teatro Municipal (residuo de la antigua plaza San Pablo) con motivo de la realización de las obras del Centro Simón Bolívar.

13. La plaza Miranda en la actualidad.

Entrado el siglo XXI, tras un proceso de creciente deterioro y abandono que fue afectando a la mayoría de los espacios públicos de la ciudad, transformándolos en lugares peligrosos y albergue para la indigencia, la Plaza Miranda será objeto de dos intervenciones que alteraron significativamente el diseño original previsto por Villanueva. Una se realizó en 2006 con ocasión del bicentenario de la llegada de Francisco de Miranda a La Vela de Coro, y otra diez años después en 2016 para conmemorar los 200 años de la muerte del prócer. En esta última, considerada como una transformación realmente profunda, se triplicaron las áreas verdes incluyéndose en ellas “parques infantiles y biosaludables”, se hicieron nuevas caminerías donde se colocó “mármol color verde” al igual que en el resto de los espacios de descanso, se instaló un nuevo sistema de iluminación y se recuperó el área donde se encuentra la estatua de Miranda. También fue dotada de un nuevo mobiliario urbano que fue ubicado en las zonas próximas a la vegetación y lugares de recreo. El diseño del pavimento, delimitación de áreas y ubicación del equipamiento y lugar para la estatua de Miranda obedeció a una modulación orientada 45º con respecto a la ortogonalidad propia de la manzana. Las autoridades del momento afirmaban que:La remodelación de la plaza se concibió para proporcionar a la población un desplazamiento sin ningún tipo de barreras (sin muros ni escaleras) para las personas con alguna discapacidad y a las madres que transitan con niños en coches” y para que, “…deje de ser un lugar de transición, es decir, que no sea utilizada solamente por personas que se desplazan desde un punto de la ciudad a otro, sino que tenga áreas óptimas para el disfrute lúdico y la recreación”.

Sin el necesario mantenimiento adecuado, que ya arroja nuevos signos de deterioro en los componentes de su espacio, veremos de nos depara para la plaza Miranda la llegada del año 2026 al cumplirse 10 años de su último remozamiento.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. http://guiaccs.com/obras/plaza-miranda/

2, 3, 5 y 8. Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas. Caracas del valle a mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015)

4. https://www.pinterest.com/pin/492933121708355707/

6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

7. El Cojo Ilustrado, nº39, 1 de agosto de 1893

9. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

10 y 11. Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966)

12. http://guiaccs.com/obras/plaza-miranda/ y Carlos Raúl Villanueva. Caracas en tres tiempos (1966)

13. https://es.wikipedia.org/wiki/Plaza_Miranda_(El_Silencio), https://www.facebook.com/photo/?fbid=165076438507892&set=a.109248557424014 y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad