Archivo de la etiqueta: Josep María Montaner

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Renombrar la arquitectura

en su evolución técnica, formal y ética

Josep Maria Montaner

Editorial GG

2023

Nota de los editores

Con el fin de comprender y afrontar los retos actuales de la arquitectura es indispensable revisar su evolución y entenderla desde la óptica contemporánea. Tomando como referencia pensadores como Walter Benjamin, Marina Waisman o Jacques Derrida, en este nuevo libro Josep Maria Montaner se centra en la historia de la arquitectura, desde la Ilustración hasta la actualidad, para ahondar en sus fenómenos y conceptos clave, renombrándolos para que se conviertan en herramientas de futuro.

Dividido en tres grandes secciones, la primera de ellas parte de la construcción de la historia de la arquitectura moderna, para poner de manifiesto cómo muchos de los problemas sociales y culturales actuales están relacionados con las posibilidades tecnológicas y las exigencias éticas que se abordaron en el siglo XIX, a raíz de la Revolución Industrial; en la segunda parte se visibilizan y renombran algunos temas de la teoría de la arquitectura contemporánea, tales como la construcción modular, la recurrencia a la cultura popular, la recuperación de la historia a través de la depuración de la memoria y el énfasis en los valores éticos en la ciudad y en la arquitectura; y, finalmente, la tercera parte se centra en cuestiones metodológicas actuales sobre el estado de la teoría y la crítica, en un contexto de nuevo pragmatismo, insistiendo en los desafíos y en los relatos emergentes, con especial atención a los feminismos y al ecologismo.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Arquitectura y crítica

Josep María Montaner

Editorial Gustavo Gili

2022

Cuarta edición revisada

Nota de los editores

Desde su primera edición en 1999, Arquitectura y crítica se ha convertido en uno de los textos introductorios de referencia sobre crítica e historiografía de la arquitectura. ¿Qué es la crítica? ¿Cuáles son sus objetivos y sus significados? ¿Tiene algún sentido?

Este libro, que llega a su cuarta edición, responde a estas cuestiones de manera breve y didáctica, centrándose en la trayectoria histórica de las relaciones entre arquitectura y crítica. Partiendo de los pioneros de la crítica arquitectónica del siglo XIX, los personajes clave de la historiografía moderna como Sigfried Giedion o los textos de los arquitectos y arquitectas protagonistas como Adolf Loos o Le Corbusier, pasando por las diferentes interpretaciones derivadas del existencialismo, la fenomenología, la iconografía o el estructuralismo, como Aldo Rossi, Manfredo Tafuri, Colin Rowe y Marina Waisman, hasta llegar al panorama postestructuralista con nombres como Peter Eisenman, Rem Koolhaas o Micha Bandini, esta breve guía básica presenta un recorrido histórico de la crítica arquitectónica que permite comprender las claves historiográficas de la arquitectura desde los orígenes hasta la actualidad.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 162

De entre el importante grupo de exposiciones sobre arquitectura que se realizaron en nuestro país durante la década de los años 90 del siglo XX, se podría decir que, en general, su gran mayoría estuvieron dirigidas a mostrar arquitectos y obras realizadas en Venezuela y, en consecuencia, a dar a conocer al público en general la impronta de sus autores y a colaborar a construir un corpus hasta entonces prácticamente inexistente. Por otro lado, a poco de revisar la apertura de muestras dedicadas a arquitectura procedentes de otros lares que hubiesen hecho acto de presencia en el nuestro se notará que, comúnmente, éstas venían empacadas como parte de giras itinerantes, apoyadas por las agregadurías culturales de las correspondientes embajadas, consistentes en valiosos trabajos curatoriales realizados por reconocidas instituciones, convirtiéndonos en receptores pasivos de las mismas, sin que por ello algunas hayan permitido organizar en su alrededor recordados eventos colaterales traducidos en cursos, seminarios, talleres, charlas o conferencias.

Con la apertura de “Un lugar, cuatro arquitectos: Botta-Galfetti-Snozzi-Vacchini en el Ticino” (noviembre de 1995-febrero de 1996) en los espacios del Museo de Bellas Artes, Caracas, se produjo la excepcional circunstancia de encontrarnos ante un trabajo de concepción, curaduría, montaje y edición fraguado totalmente en nuestro país dedicado a un grupo de profesionales no nacionales que dio como resultado un producto integral de altísima calidad. En otras palabras, desde Venezuela se abordó una labor de observación, teorización y análisis critico de una obra “ajena”, que permitía a quienes estuvieron alrededor del proyecto la oportunidad de ofrecer una mirada, desarrollar tópicos y visualizar una producción que sin duda iba dirigida al medio nacional y muy particularmente a enriquecer un debate, ampliando así el espectro de referentes a los cuales dirigirse en busca de apoyo.

Se trataba, ante todo, de indagar sobre el tema del lugar en el ámbito disciplinar, producto de la relectura de Heidegger (y con ello de profundizar en torno al lugar como fenómeno y al habitar como la esencia), buscando, mediante las operaciones de habitar en los lugares y entender la arquitectura como ciudad, presentes en las obras de los arquitectos suizos Mario Botta, Aurelio Galfetti, Luigi Snozzi y Livio Vacchini, alejarse de las viejas querellas, muy latinoamericanas por cierto, que siempre han girado alrededor de la dependencia y la identidad, escogiéndose un camino diferente a la típica, cómoda y siempre exitosa fórmula de la exposición monográfica. Se corría así el riesgo de adentrarse en terrenos propios del pensamiento, la confrontación y la crítica, aspectos que afloran desde el mismo momento en que se selecciona el tema central y el contexto en el que se desarrolla la obra de cuatro profesionales de la arquitectura que ejercen en un pequeño territorio europeo: “El lugar Ticino”, como lo califica Luca Guzzaniga.

Todo lo que anteriormente hemos apuntado pudo cristalizar gracias al empuje de quien, desde 1988, tras conocer el trabajo de Luigi Snozzi durante los seminarios de diseño que la Facultad de Arquitectura del Politécnico de Milán organizara en Bérgamo durante el verano, empezó una indagación que tuvo en la muestra un importante efecto de demostración: hablamos de la arquitecta Fabiola López Durán, egresada de la Universidad de Los Andes, Mérida, quien posteriormente obtuvo un PhD en Historia, Teoría y Crítica de la Arquitectura del Massachusetts Institute of Technology (MIT) -2009- y en la actualidad es Profesora en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Rice en Houston. Ha sido ella al frente de este ambicioso proyecto quien asumió riesgos como los ya señalados buscando demostrar que ello era posible hacerlo desde una “periferia” que observaba con atención lo que ocurría en un minúsculo lugar (otra “periferia”) al sur de la “céntrica” Suiza.

Las circunstancias permitieron que confluyesen las búsquedas e intereses de López Durán con un importante apoyo económico proveniente de hasta siete empresas patrocinantes y catorce personalidades que sumadas a la fundación suiza para la cultura (Pro-Hervetia), estaban interesadas en darle visibilidad y proyección tanto al país como a la buena arquitectura que allí se estaba produciendo. También se logró aglutinar en torno al proyecto a un grupo de intelectuales de diversa procedencia (Giovanna Rosso, Luca Gazzaniga, Josep María Montaner y Eligia Calderón) que le dieron su apoyo (a través de los textos elaborados para el catálogo), reforzando las líneas maestras que caracterizaron la puesta en escena, a través de un impecable montaje expositivo (cuya curaduría, coordinación general y diseño museográfico fueron asumidos directamente por López Durán con el acompañamiento en la coordinación museográfica de Cristina Rodríguez y Bolivia Chacón), y un no menos logrado catálogo diseñado por Luis Müller y Alicia Ródiz del cual se reprodujeron 3000 ejemplares, cuya portada asume el rol de protagonista de nuestra postal del día de hoy.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mario Botta, Aurelio Galfetti, Luigi Snozzi y Livio Vacchini.

No conformes con lo señalado, se logró traer al país para dictar un seminario entre el 20 y el 23 de noviembre de 1995, en los espacios del Ateneo de Caracas, a los cuatro protagonistas de la exposición donde repasaron cuestiones como: “Las moradas de la memoria” (a cargo de Mario Botta), “Los lugares de lo moderno” (por Aurelio Galfetti), “La ciudad del arquitecto” (dictada por Luigi Snozzi) y “Arquitectura, poesía y pensamiento” (preparada por Livio Vacchini).

Suiza, pese a su tamaño, había empezado a aparecer en el mapa de la arquitectura moderna por haber sido la cuna de Le Corbusier, tal vez el más importante arquitecto del siglo XX. Su vocación hacia la búsqueda de lo esencial, lo racional y lo elemental se manifiesta como una constante que bien podría representar la obra cargada de preguntas existenciales del pintor y escultor Alberto Giacometti. Ticino (el cantón más meridional de Suiza, sobre la vertiente sur de los Alpes, casi enteramente ítaloparlante y que forma junto con algunas regiones del cantón de los Grisones la llamada Suiza italiana), quien vio nacer a reconocidos arquitectos del Renacimiento y el Barroco como Guggini, Lombardo, Borromini y Trezzini, preservó durante mucho tiempo una condición fundamentalmente rural, acompañando luego a todo el país hacia una creciente urbanización. Allí, desde finales de los ‘60 surge un grupo de arquitectos que encabezados por Botta, Galfetti, Snozzi y Vachinni, volverán a volcar una década después la atención de la crítica internacional sobre la región por la unidad y coherencia que, a pesar de sus diferencias, mostraba una obra signada por las nociones de tradición y lugar que parte, como dirá Josep María Montaner, de las influencias esencialistas de Louis Kahn (sin descartar en menor tono las de Le Corbusier y Mies van der Rohe) hasta abrirle paso a manifestaciones más minimalistas, representadas a partir de los ochentas por los también suizos (en este caso del norte alemán) Herzog & De Meuron, Diener & Diener, Peter Zumthor o Meli & Peter.

Las influencias kahnianas permiten a Montaner hablar, en el caso de los cuatro del Ticino y su relación con el lugar, de una arquitectura que responde “más a una idea de transformación que de integración”, siguiendo a Heidegger y la metáfora planteada del puente como idea genérica que transforma el paisaje y convierte un no lugar en un lugar.

Por su parte, el tema del lugar, hay que decirlo, ya había empezado desde hacía un buen tiempo a ser considerado como una vertiente importante dentro la construcción de una teoría arquitectónica en el subcontinente sirviendo de base, tras conceptos como los de “modernidad apropiada” (Cristian Fernández Cox) u “otra arquitectura” (Enrique Browne), apoyados a su vez en el “regionalismo crítico” acuñado por Keneth Frampton, presentes en la obra de un grupo casi marginal de profesionales, para motorizar la realización de los Seminarios de Arquitectura Latinoamericana desde 1985.

Sin embargo, lo interesante de la muestra es la manera como es releído el escrito “Construir, habitar, pensar” (1951) de Heidegger por López Durán, no sólo a través de la curaduría realizada, sino sobre todo a lo largo del texto que le da título (“Un lugar, cuatro arquitectos”) que sirve de sólida introducción al catálogo y abre paso a “cuatro temas para cuatro maneras de hacer arquitectura” que le interesó subrayar buscando transversalizar las obras mostradas: “El espacio íntimo en relación al paisaje”, “El espacio de uso público en relación con la ciudad”, “La arquitectura en relación con la historia” y “El sentido de lo efímero”.

Atribuible sólo al rigor y disciplina mostrados por López Durán en la gestación del proyecto expositivo, Giovanna Rosso en “Por una exposición in contratendenza” no duda en afirmar que, tras revisitar los temas heideggerianos, no sea del todo sorprendente que “tal re-pensamiento sobre el producto de una experiencia cultural europea nos venga de América Latina”. Y continúa, sirviéndonos a nosotros para concluir: “En la ontología débil de Heidegger, el acaecer del ser es un evento de fondo, y la belleza se da eventualmente al borde de la experiencia. (…) En contradicción con las más graves previsiones de aldea global y, en malicioso acuerdo con la idea de una sociedad transformada cada vez más en un sensibilísimo organismo de comunicación, una joven arquitecto venezolana ha realizado en el espacio del Museo de Bellas Artes de Caracas un test inteligente sobre la posibilidad de proyectar, a través de una exposición, lo que su filósofo habría llamado ‘puesta en obra de la verdad’ ”.

ACA

TAL DÍA COMO HOY…

… el 1 de julio de 1995, Arquitectura HOY dedica el nº 113 a reseñar la primera visita de Josep María Montaner a Caracas.

Durante el mes de junio de 1995 el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (MACCSI) invitó al catedrático, teórico, crítico y arquitecto catalán Josep María Montaner (1954) a objeto de dictar un seminario que sirviera para ampliar conocimientos a los interesados acerca de la evolución y estado del arte de lo que para aquel momento ya se había convertido en un boom a nivel internacional: la proliferación de proyectos y la construcción de museos de toda índole de manos de reconocidos arquitectos a lo largo y ancho del mundo.

Montaner, para entonces asiduo articulista de arquitectura en los periódicos El País y La Vanguardia, desde donde se ejercitaba con periodicidad semanal abordando temas que luego vería plasmados en sendas publicaciones, no sólo había profundizado en el estudio de la tipología museística sino que había logrado que la editorial Gustavo Gili lanzara dos libros de su autoría (Los museos de la última generación. The museums of the last generation -1985- elaborado junto a Jordi Oliveras y Nuevos museos. Espacios para el arte y la cultura -1990-), habiendo aparecido un tercero ese mismo año de 1995 (Museos para el nuevo siglo), lo que lo convertía en uno de las figuras en habla hispana mejor posicionadas a la hora de aportar sus puntos de vista, métodos de análisis y evaluación de un fenómeno que ameritaba ser conocido y auscultado.

De la visita de Montaner a Caracas dejó testimonio la página de Arquitectura HOY que aquí reproducimos de dos maneras: a través del texto “Museos y arquitectura” de la profesora de Historia y Crítica de la Arquitectura en la FAU UCV María Fernanda Jaua y de la entrevista que Enrique Fernández-Shaw le realizara titulada “Montaner y los museos del siglo XXI”.

Por otro lado, ya Montaner había entrado en contacto con los lectores de Arquitectura HOY un par de años antes a través del artículo “Pensamiento y arquitectura” el cual apareció en el número 19 (26-06-1993) donde, bajo la premisa de que la arquitectura mantiene una estrecha relación con las ideas predominantes en cada momento, analizaba brevemente las formas arquitectónicas generadas en el seno del postestructuralismo, extracto a la vez de un capítulo de uno de sus libros más importantes, también editado por Gustavo Gili: Después del movimiento moderno. Arquitectura de la segunda mitad del siglo XX (1993).

Volviendo al evento que hoy rememoramos, la profesora Jaua sitúa con clara precisión el por qué de la presencia de Montaner en Caracas cuando comienza su artículo señalando: “Templos del fin de siglo, nuevos monumentos de cualquier ciudad en el mundo que se precie, centros comerciales del arte, auténticos signos de la cultura posmoderna, escenarios predilectos para el espectáculo de la sociedad posindustrial, tema ansiado por cualquier arquitecto para alcanzar la gloria, no hay revista de arquitectura donde no aparezca y que no les haya dedicado una monografía. Los museos son, sin duda, los edificios más destacados de estas últimas décadas”. Jaua en su escrito repasa de forma panorámica el contenido del seminario, reflejo directo de las indagaciones y reflexiones que dieron origen a las publicaciones ya para entonces acumuladas por el catedrático de la ETSAB invitado, de donde resalta el papel jugado por los museos como manifestación del curso cambiante de las ideas arquitectónicas y su evolución en el tiempo, el eterno dilema entre contenedor y contenido a la hora de darle impulso a una realización museística, el conflicto entre arquitectos y especialistas en cuanto a qué priorizar en el diseño de estos edificios y la distancia entre lo que acontece en otros países en contraste con la realidad venezolana a la hora de considerar dicha tipología como punta de lanza al momento de expresar la situación de nuestra arquitectura.

Montaner también tuvo la oportunidad de dictar una charla en la FAU UCV durante los días que estuvo en Caracas, momento que aprovechó Fernández-Shaw para entrevistarlo. Más allá de la nueva oportunidad que tuvo de señalar los paradigmas hacia los que apuntaban los museos del siglo XXI y de indagar el por qué se había desatado un boom en la construcción de este tipo edilicio, al preguntársele sobre los rasgos particulares de las instalaciones visitadas en Caracas respondió: “… son museos mucho más razonables, más sencillos, más directos, no como muchos de los europeos, que suelen estar sobrediseñados … los que me han gustado son los de Villanueva, los antiguos, la Galería de Arte Nacional y el Museo de Ciencias. El Museo de Bellas Artes es muy brutalista, con muchos espacios perdidos…”. Ni una palabra sobre las complicadas condiciones a las que tuvo que adaptarse el MACSI (el ente que lo había invitado) para poder funcionar.

Montaner, quien estuvo una vez más a Venezuela en 1998, logró publicar en 2003 Museos para el siglo XXI, el ultimo capítulo (hasta ahora) de su saga sobre el tema. Obtuvo en 2005 el Premio de Urbanismo de España del Ministerio de Vivienda a la iniciativa periodística por sus artículos en El País y La Vanguardia y ha sido codirector junto a Zaida Muxi del Máster Laboratorio de la Vivienda Sostenible del Siglo XXI de la Universidad Politécnica de Cataluña, creado en 2004 (del cual se abrieron 10 versiones hasta el período 2013-2014) y del Laboratorio de la Vivienda Sostenible Barcelona desde donde ya se han organizado tres Congresos Internacionales de Vivienda Colectiva Sostenible, el último finalizado el 18 de abril pasado en Guadalajara, México. Para el día de hoy Montaner ya tiene acumulados 35 libros sobre arquitectura siendo el más reciente La Condición Contemporánea de la Arquitectura (Gustavo Gili, 2015), donde detecta las características arquitectónicas del reciente cambio de siglo en una interpretación de la evolución de la disciplina desde 1990 hasta la actualidad.

Los cambios que se han producido en sus intereses teóricos y su vinculación con Zaida Muxi le han permitido  a Montaner incursionar paulatinamente en la siempre polémica relación entre política y arquitectura la cual dio como producto la publicación Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos (Gustavo Gili, 2011) y le ha impulsado a asumir más recientemente su postulación por el distrito Sant Martí y elección en 2015 como concejal dentro de la coalición Barcelona en Comú, plataforma de izquierda que impulsó la elección de la activista social Ada Colau como Alcaldesa de la ciudad condal. Ostentando el cargo de Concejal (Regidor) de Vivienda y Rehabilitación del Ayuntamiento de Barcelona desde junio del año 2015, Montaner ha logrado entre otras iniciativas la aprobación del Plan por el Derecho a la Vivienda de Barcelona 2016-2025 tema clave dentro del programa de gobierno de Colau.

Sería interesante, a partir del giro que nos permite detectar un Montaner más próximo a temas reales y más comprometido con la ciudad y su arquitectura desde el punto de vista social y político (vinculado ahora como personaje público a la gestión de corte populista que Barcelona en Comú impulsa), saber cómo visualiza la actual situación de nuestro país y qué opinaría sobre las condiciones que atraviesan nuestras desvencijadas ciudades. No vaya a ser que como tantos otros personajes vinculados a la izquierda europea prefiera mirar hacia otro lado.

ACA