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45 AÑOS DE UN LIBRO DE REFERENCIA

1. Portadas de las primeras ediciones en francés y castellano de La condition postmoderne: Rapport sur le savoir (La condición posmoderna. Informe sobre el saber) de Jean-François Lyotard.

La condition postmoderne: Rapport sur le savoir.

Jean-François Lyotard

Éditions de Minuit

Paris

1979

Para quienes aún hoy se preguntan sobre las características de la sociedad en que vivimos y del debate filosófico generado durante el último cuarto del siglo XX tendiente a interpretarla, nada más esclarecedor que la lectura de un libro que a finales de la década de 1970 apareció bajo el título de La condition postmoderne: Rapport sur le savoir (traducido al español como La condición posmoderna. Informe sobre el saber), escrito por el filósofo, sociólogo y teórico literario francés Jean-François Lyotard (1924-1998).

La primera consideración acerca de la obra es que fue escrita originalmente como un informe dirigido al Conseil des universités du Québec, Canadá, lo cual contribuye a que no se trate, pese a su enorme influencia, de un texto extenso ni complejo, sino más bien fácil de entender en cuanto a los planteamientos fundamentales que en él se manejan.

2. Jean-François Lyotard.

Una segunda consideración, muy relacionada con la primera, tiene que ver con la claridad con la que se expone el discurso que el libro encierra y su importancia para comprender el estado del conocimiento en sociedades que continúan progresando y transfigurándose debido al desarrollo tecnológico. En otras palabras, más allá de las simplificaciones que posteriormente han podido surgir y las esquemáticas explicaciones que se han elaborado, el libro, buscando dar una explicación objetiva a lo que acontece en el mundo actual, desmonta el andamiaje sobre el que se sustenta el relato moderno, lo critica y explica cómo se ha ido gestando y manifestado una “condición” que ha ido adquiriendo vida propia: la posmodernidad.

El texto es el primero que introduce el término “posmodernismo” en filosofía, hasta entonces solo utilizado en crítica del arte, por lo que se le considera pieza clave dentro del movimiento calificado como tal. Sin embargo, más allá de las etiquetas, la obra de Lyotard, como bien señala Juan Fernando Piñeres en el artículo “La Condición Postmoderna vs la No-modernidad”, aparecido en Discusiones Filosóficas, Año 20 Nº 34, enero-junio 2019, contiene en sus páginas “una sólida defensa de la pluralidad constitutiva de la realidad y una marcada crítica a toda concepción del mundo que perciba a esta última como un cosmos unificado”. Es así como, la argumentación convincente y seductora de Lyotard analiza “la crisis de los grandes relatos, para proponer la legitimidad de lo discontinuo, de las localidades precisas o de lo fragmentario”. Dicho con sus propias palabras, “Simplificando hasta el extremo, defino lo postmoderno como una incredulidad hacia las metanarrativas», subrayando el escepticismo acerca de las teorías universalizadoras.

3. La obra de Lyotard publicada antes de la aparición de La condición posmoderna.

En La condición posmoderna Lyotard intenta desmitificar fundamentalmente tres narrativas: la que concibe la historia como un relato único; la que fundamenta el ideal de orden y progreso; y la que soporta la promesa del bienestar de hombre a través del desarrollo científico e industrial. Según el autor “ninguna de ellas logra abordar, de manera completa, el constructo social, y simplemente reiteran el ideal moderno que distancia la verdad del conocimiento”.

El libro de 120 páginas fue traducido al castellano por Mariano Antolín Rato para su primera edición por parte de Ediciones Cátedra C.A. en 1987.

Está estructurado con base en una “Introducción”, 14 capítulos y “Notas”. La transcripción de los capítulos puede darnos pistas de los caminos que Lyotard recorre para estructurar su discurso: 1. El campo: el saber de las sociedades informatizadas; 2. El problema: la legitimación; 3. El método: los juegos de lenguaje; 4. La naturaleza del lazo social: la alternativa moderna; 5. La naturaleza del lazo social: la perspectiva postmoderna; 6. Pragmática del saber narrativo; 7. Pragmática del saber científico; 8. La función narrativa y la legitimación del saber; 9. Los relatos de la legitimación del saber; 10. La deslegitimación; 11. La investigación y su legitimación por la performatividad; 12. La enseñanza y su legitimación por la performatividad; 13. La ciencia postmoderna como investigación de inestabilidades; y 14. La legitimación por la paralogía.

4. Parte de la obra de Lyotard publicada después de 1979.

Apoyado en el análisis llevado a cabo por diferentes autores, varias pueden ser las conclusiones que se desprenden de la lectura del libro que quedan como parte importante de su mensaje:

  • Las pequeñas narrativas se han convertido en la manera adecuada de explicar las transformaciones sociales y los problemas políticos siendo para Lyotard la fuerza impulsora detrás de la ciencia posmoderna.
  • A medida que las metanarrativas globalizadoras se desvanecen, la ciencia sufre una pérdida de fe en su búsqueda de la verdad y por tanto debe encontrar otras formas de legitimar sus esfuerzos. Conectada a esta legitimidad científica está el creciente dominio de las máquinas de información.
  • La razón (gran fundadora de varios metarrelatos) es solo una narración igual que muchas otras. Todo relato lleva implícita la concepción de lenguaje, y por eso, Lyotard no tiene ningún inconveniente en afirmar que el mundo está constituido por juegos de lenguaje, que en este caso también vendrían siendo luchas de poder.
  • Si la modernidad a través del lazo social concebía una realidad estática y plana, para el posmodernismo la verdad está permeada por la incertidumbre y por diferentes tipos de juegos. Por ende, la sociedad debe ser vista como “una masa compuesta por átomos individuales” que luchan entre sí, forjando así la imposibilidad de comprender la existencia desde una única mirada.
  • En la sociedad se dan diferentes luchas y no una en particular El posmodernismo, en consecuencia, busca llegar al saber de la humanidad y no al saber por el saber que el pensamiento ilustrado defendía.
  • Lyotard, consciente de que el saber se ha constituido como el valor de cambio por excelencia de la sociedad afirma que hoy día quien controla la información tiene el poder. En consecuencia, saber y poder son las dos caras de una misma moneda.
  • Para Lyotard los datos y variables son esenciales para que pueda haber una mayor performatividad, y por ende se necesita de un sistema abierto que pueda estructurar las inestabilidades o incertidumbres al transformarlas en posibles variables.
  • Hay un lazo de similitud entre el tipo de lenguaje que llamamos ciencia y ese otro que llamamos ética y política: ambos proceden de la misma tradición occidental.
5. Otra parte de la obra de Lyotard publicada después de 1979.

Tildada de antropocéntrica por insistir en que el mundo es aquello que los individuos interpretan que es y no partiendo de lo que es realmente, decidiendo qué es real y que no y, arbitrariamente, ubicándose en un plano superior, la teoría de Lyotard se suma a la de otros pensadores importantes como Jean Baudrillard, Gilles Lipovestky, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, Cornelius Castoriadis, Gilles Deleuze y Michel Foucault para conformar el cuerpo de lo que se ha llamado del movimiento filosófico posmodernista.

6. Portadas de las ediciones en inglés y español del libro de Hal Foster.

A lo expuesto por Lyotard en La condición posmoderna, replicó el filósofo alemán Jürgen Habermas, quien le respondió, primero, en una conferencia, “La modernidad: un proyecto incompleto” (1980) y, posteriormente, en un libro: El discurso filosófico de la modernidad (1985), originándose a partir de allí un importante debate que copó el interés de muchos estudiosos en la década de los 80, recogido de manera amplia en la recopilación hecha por Hal Foster que tituló The Anti-Aesthetic: Essays on Postmodern Culture (1983), traducido al español como La posmodernidad y publicado por Editorial Kairós en 1985, de particular interés para entender un fenómeno que tuvo importantes repercusiones en el mundo de la arquitectura. En tal sentido, de la edición de Foster, además de “La modernidad: un proyecto incompleto”, destaca el importante texto escrito por Kenneth Frampton «Hacia un regionalismo crítico: Seis puntos para una arquitectura de resistencia»

7. Primera y tercera ediciones en español del best-seller de Charles Jencks.

Acerca de si le correspondió a Lyotard acuñar el nombre de posmodernismo, como ya señalamos, existen claras evidencias de que ello no fue así. De hecho, el propio Lyotard ha manifestado haber tomado el término de la crítica arquitectónica para aplicarlo la condición contemporánea del saber. En tal sentido, no olvidemos que el best-seller The Lenguage of Post-Modern Architecture (traducido al español como El lenguaje de la Arquitectura posmoderna) de Charles Jencks ya había aparecido dos años antes que La condición posmoderna para recoger claras manifestaciones que decretaban, según su autor, la muerte definitiva del Movimiento Moderno convirtiéndose en puntas de lanza de un nuevo estilo y de otro planteamiento que le reabría las puertas a lo popular y a la historia, y que fue Jenks quien señaló que la palabra posmoderno empezó a utilizarse ampliamente en mundo del arte en 1976, siendo Nikolaus Pevsner en 1966 quien en “su ataque a los Antipioneros” utilizó el término por primera vez.

8. Dos textos fundamentales publicados en 1966 que remiten a los inicios de la posmodernidad en arquitectura.

Otros han convenido que en obras como Complejidad y contradicción en la arquitectura (Robert Venturi, 1966) y La arquitectura de la ciudad (Aldo Rossi, 1966) y un poco antes en la figura de Louis Kahn, se ubican tres referentes claros para detectar, particularmente en las dos primeras, cómo “Por primera vez vemos el proyecto de revisar el Movimiento Moderno desde una perspectiva que ya no está dentro del propio Movimiento Moderno”, en palabras de Alan Colquhoun, sin que por ello podamos tildarlas de posmodernas.

El tiempo ha demostrado que el pensamiento posmoderno ha tenido un calado mucho más profundo que el lenguaje promovido por Jencks, sin dejar por ello de reconocer que las perspectivas de la arquitectura se ampliaron y se diversificaron propiciándose a la vez un clima de creciente confusión donde «todo vale».

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.