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INVITACIÓN

“LA ÚLTIMA CENA” de Leonardo Da Vinci

Martes 20 de febrero de 2024

Hora: 10:00 a.m.

Sala de Exposiciones

FAU UCV

Presentación a cargo de la Dra. Chiara Rostagno, exdirectora del Museo del Cenacolo Vinciano de Milano, organizada por el Instituto Italiano de la Cultura con el patrocinio de la Embajada de Italia en Venezuela.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 362

“Las Italias de Caracas” fue el nombre dado a la exposición nº61 montada en la Sala Trasnocho Arte Contacto TAC, ubicada en el Trasnocho Cultural del Centro Comercial Paseo Las Mercedes entre el 5 de julio y el 29 de julio de 2012.

La inauguración se realizó el 4 de julio, día del arquitecto en Venezuela, y contó con la presencia de una nutrida concurrencia que logró apreciar una impecable puesta en escena que tuvo a Hannia Gómez como curadora y redactora de los textos (con Valeria Ragonne como asistente), y a Frank Alcock como responsable de la museografía. La producción estuvo a cargo de la Sala TAC y DoCoMoMo Venezuela y la coordinación general le correspondió a Rosa Elda Fernández asistida por Lenny Briceño. Colaboraron con el montaje y la investigación documental los estudiantes de la FAU UCV que participaron en la pasantía ofrecida por DoCoMoMo Venezuela.

Con “Las Italias de Caracas” DoCoMoMo (Grupo de trabajo oficial de Venezuela para la Documentación y Conservación internacional de edificios, sitios y barrios del Movimiento Moderno, creado en 2010), dio un primer e importante paso que ha permitido ir registrando y documentando la huella dejada en la ciudad por diferentes oleadas migratorias que a lo largo del siglo XX vieron en Venezuela, un país de futuro donde poder asentarse y prosperar. De ellas, la italiana quizás haya sido la más numerosa y la que mayor incidencia haya tenido en su desarrollo urbano y su arquitectura.

Así, la exposición, junto a la investigación y registro que la acompañaron, buscó mostrar la relevante aparición de arquitectos y artistas de origen italiano en la conformación el paisaje construido de la ciudad a través de su obra. También ilustró la imperceptible presencia del diseño italiano en detalles que acompañan a muchos edificios e incluso en el interior de los hogares a través del mobiliario y utensilios que se usan a diario.

1. Diferentes vistas de la muestra..

Para cumplir su objetivo, la muestra, a través de 25 paneles, contó con un importante despliegue fotográfico complementado por textos y estuvo enriquecida con la exhibición de muebles de época, objetos utilitarios y decorativos. Todo ello permitió al público conocer la influencia de arquitectos y artistas que con su propia sensibilidad creativa supieron exaltar el potencial paisajístico de Caracas a través de sus creaciones. Con las historias inéditas de un grupo de especialistas de renombre, con el maestro Gio Ponti a la cabeza de la lista, junto a Doménico Filippone, Nigra Montini, Graziano Gasparini, Antonio Lombardini, Ángelo Di Sapio, Juan Pedro Posani y muchos otros, Caracas amontonó imágenes y nomenclaturas de raíces peninsulares, bautizando calles y edificios con un carácter distintivo, muy bien documentadas en la exposición.

Como ya se insinúa del título escogido para la muestra, en Caracas se puede constatar no sólo el hecho de que ha sido varias ciudades a lo largo de su historia, sino también que en ella coexisten en su interior zonas que son reflejo de las diversas intervenciones que constructores, arquitectos y urbanistas han realizado dotándolas de un sello característico. Es en este sentido que la mano de la inmigración italiana se ha hecho presente en urbanizaciones, avenidas y edificaciones que con la mirada acuciosa de los curadores han podido ser develadas. La impronta cultural plasmada en costumbres, gastronomía y vocabulario sería una derivación del importante esfuerzo realizado.

Ante el hecho de que la mayor parte de las imágenes expuestas en la sala habían sido captadas recientemente, Hannia Gómez, vicepresidenta del capítulo venezolano de DoCoMoMo y curadora de la exposición expresó en su momento: “Nos interesan las fotos históricas, pero también las contemporáneas porque queremos mostrarle a la gente que éstas no son construcciones viejas sino edificios que están vivos, que habitan la ciudad”.

2. Detalle del mosaico fotográfico elaborado para la exposición.
3. Portada del catálogo con una estupenda fotografía de la Villa Monzeglio de Antonio Montini Foschi (Colinas de Bello Monte, 1953), e índice del mismo.
3. Algunas de las páginas interiores de la publicación correspondientes al catálogo de obras.

Cabe resaltar como parte del montaje, la elaboración de un impactante “Mosaico” que ocupó la pared oeste de la sala (con diseño gráfico de Sandra Carrillo con base en el aporte de un total de hasta 14 fotógrafos), y que habla de la presencia anónima de la cultura italiana en la ciudad: “… está construido con los murales, cornisas, pavimentos, arlequines, luminarias, rótulos, nombres, molduras, yeserías, almohadillados, frisos, spacatto, relieves, terracotta, estatuaria, relieves, herrerías, mármoles, plafones, cerámicas, barandas, ornamentos y mosaicos italianos de Caracas. Los edificios que lo componen no son monumentos históricos… pero pudieran serlo. No sabemos quién los hicieron… pero llegaremos a saberlo. Son el anónimo legado de un gran pueblo de constructores, que llegaron a esta ciudad e hicieron en ella otra ciudad. Hasta hoy invisible”, señalará Hannia Gómez en el texto que lo acompaña.

También el texto introductorio que recibía a los asistentes hace mención del empuje de la mano de obra italiana, destacando la manera como el anonimato no ha sido obstáculo para evidenciar la procedencia de quienes construían la ciudad: “Una multitud valerosa de trabajadores que vinieron a reconstruir sus vidas, y que, haciéndolo, lo primero que reconstruyeron fue su propia ciudad fragmentada. Fugitivos de los problemas de sus países, llegaron para llenar el valle de los fragmentos arquitectónicos y urbanos de sus recuerdos. El momento constructivo que el país vivía debido al boom petrolero, encontró en estos refinados arquitectos, experimentados ingenieros, sabios constructores, poéticos artistas y magníficos artesanos italianos la herramienta más eficiente para la transformación del entorno, aprendiendo de ellos, confiando en ellos… y también volviéndose un poco ellos”.

4. Algunas de las páginas interiores de la publicación correspondientes al catálogo de obras.

La exposición fue acompañada con la publicación de un estupendo catálogo que recoge todo el trabajo curatorial e investigativo desplegado, el cual fue diseñado por Antonio Huizi y Bettina Bottome, quienes también tuvieron a su cargo la diagramación de los paneles de soporte que llenaron la sala. La Galaxia fue la imprenta escogida para garantizar la reproducción de hasta 1000 ejemplares.

Programada para montarse en el Centro de Bellas Artes de Maracaibo entre los días 30 de abril hasta el 27 de mayo de 2013, «Las Italias de Caracas» permitió sin duda, como bien señala Hannia Gómez en el texto introductorio, constatar cómo “El capítulo italiano de la herencia moderna de Caracas, en sus divinas hibridizaciones con la cultura local, cambió la psicología ambiental de la ciudad moderna, revelándole a la gente culturalmente el potencial escénico del lugar, la especificidad de los sitios, y enseñándolos a hacer una arquitectura más urbana. Sin sus Italias, el ambiente vital de Caracas nunca será el mismo”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. https://www.ciefve.com/site/las-italias-de-caracas/

1, 2, 3 y 4. Las Italias de Caracas, catálogo de la exposición del mismo nombre, Trasnocho Cultural, Sala TAC, julio-agosto 2012

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 170

Con la exposición “Arquitectura Italiana Contemporánea” se cierra un ciclo de 21 años de gestión de Antonio Granados Valdés al frente de la División de Extensión Cultural (1957 y 1978) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV. Aunque para ese momento ya había sido creado (1976) el Centro de Información y Documentación (CID) por el decano Américo Faillace, éste convino con Granados, hasta tanto no cumpliese los años que le permitiesen jubilarse, relegarlo de las tareas que implicaban reestructurar y crear un verdadero sistema de información y documentación dentro de la institución y mantenerlo al frente de la revista Punto y la Colección Espacio y Forma, así como del montaje de aquellas exposiciones programadas con anterioridad, entre las cuales se encontraba la que hoy nos ocupa.

También permite esta muestra fotográfica revelarnos una vez más las estrechas relaciones que Granados logró entretejer con las agregadurías culturales de diversas embajadas presentes en nuestro país y en particular con el Instituto Italiano de Cultura que le proveyó, según hemos indagado, además de la que reseñamos hoy, de las siguientes exposiciones itinerantes: la dedicada a Pier Luigi Nervi (1964), la que mostró la obra de Miguel Ángel Buonarotti (1965), la titulada “Bramante. Entre humanismo y manierismo” (1974) e hizo la intermediación para que en la corta visita que hiciera en 1968 el arquitecto Dante Bini a Caracas (quien desarrolló un modelo de vivienda de concreto vaciada sobre una encofrado inflable, que una vez endurecida la mezcla se desinflaba), pudiera presentarse en el auditorio de la FAU UCV.

Pier Luigi Nervi, por quien Granados sentía una particular predilección, es la figura que protagoniza la muestra “Arquitectura Italiana Contemporánea”, por lo que ya ello orienta hacia dónde estaba dirigida la selección de obras que formaban parte de la exhibición. No es casual que sea una fotografía del detalle de uno de los pilares de filigrana en concreto armado del Palazzo del Lavoro en Turín, obra construida entre 1959 y 1961 (que se realiza luego de ser organizado el concurso del que resulta ganador Nervi para realizar el proyecto dentro del marco de las celebraciones de la Expo Italia’61, concebida para celebrar los mitos del progreso económico e industrial de la Italia de posguerra), la escogida para ilustrar el catálogo elaborado para la ocasión y que engalana nuestra postal.

A pesar de que llegaba a Caracas en 1978, la exposición tenía poco de “contemporánea” en el estricto sentido del término. Recogía un segmento de lo que entonces resaltaba dentro del panorama arquitectónico italiano más bien perteneciente a la cercana posguerra y en particular al período comprendido entre finales de la década de 1950 y la de 1960, momento en que Nervi aún opacaba a una generación de jóvenes arquitectos que posteriormente brillarán con luz propia. Sin embargo, la muestra ya asomaba la tensión que se empezaba a hacer presente dirigida a renovar el lenguaje y sus contenidos propios de aquellos años, tensión que apuntaba hacia la renovación en la que las nuevas vanguardias, la segunda del siglo XX, empezaban a desempeñar un papel propulsor.

En “Arquitectura Italiana Contemporánea”, se pudo percibir, por tanto, aquel racionalismo que se impuso reconociéndose a sí mismo en la línea de la revista Casabella-continuitá, bajo la dirección de Ernesto Nathan Rogers, que se expresaba de manos de arquitectos de notable habilidad como Albini, Luigi Walter Moretti, Gio Ponti, Galmanini, Portaluppi, Carlo Scarpa, Figini, Pollini, BBPR, Michelucci o Giuseppe Samonà, que denotan la existencia de personalidades fluctuantes que no había elaborado necesariamente un discurso unificado. En este panorama el lenguaje de Nervi signado por un trabajo meticuloso de los sistemas portantes sigue un camino que parece único y personal, los esfuerzos de Bruno Zevi por abrirle espacio a la arquitectura orgánica aún no han dado frutos, el neorrealismo procedente del mundo cinematográfico presente en las obras de Mario Ridolfi, Carlo Aymonino, Ludovico Quaroni o Giovanni Michelucci está aún gestándose y el paralelismo que se da entre el metabolismo japonés y la arquitectura radical de Archizoom, UFO y Superstudio no se asoma.

Por tanto, lo presentado en “Arquitectura Italiana Contemporánea”, con sus excepciones, ilustraba temas que se debatían ente manifestar su apego al discurso propio del Movimiento Moderno y la tradición heredada de las vanguardias en contraposición a la presencia inobjetable de la ciudad y su historia. La siempre problemática ruptura con el pasado que gobernaba la arquitectura italiana de aquel período se pone en evidencia, por ejemplo, ante la imposibilidad de que dos grandes Maestros del Movimiento Moderno, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright realicen dos de sus proyectos en Venecia: el Hospital y el Palacio en el Gran Canal, respectivamente. Nervi fallece el 9 de enero de 1979, justo el año después de haberse montado la exposición en Caracas, por lo que bien podría considerarse que se trató, sin habérselo propuesto, de un homenaje que Granados quiso ofrecerle aún en vida a ese importante proyectista italiano que hizo de la ingeniería estructural el mejor medio para abrirle los ojos a la arquitectura.

ACA

2012• Se abre la exposición «Las Italias de Caracas»

Exposición Las Italias de Caracas.jpg

2012•  El Instituto Italiano de Cultura de Caracas y la Fundación DO.CO.MO.MO. inauguran en julio la exposición «Las Italias de Caracas» en la Sala TAC del Trasnocho, en Las Mercedes. La muestra presenta una exhibición fotográfica enriquecida con la muestra de muebles de época, que permitió al público conocer la influencia arquitectónica italiana, la esencia de los arquitectos italianos que con su propia sensibilidad creativa supieron exaltar el potencial paisajístico de Caracas con sus creaciones. Con las historias inéditas de un grupo de especialistas de renombre, con el maestro Gio Ponti a la cabeza de la lista, junto a Doménico Filippone, Nigra Montini, Graziano Gasparini, Antonio Lombardini, Ángelo Di Sapio, Juan Pedro Posani y muchos otros, Caracas amontonó imágenes y nomenclaturas de raíces peninsulares, bautizando calles y edificios con un carácter distintivo italiano, documentadas en esta exposición por DO.CO.MO.MO. Venezuela. La muestra fue programada para montarse en el Zulia en el Centro de Bellas Artes de Maracaibo entre los días 30 de abril hasta el 27 de mayo.

HVH