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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 291

La imagen que acompaña nuestra postal del día de hoy corresponde a una empresa nacional que, por haber logrado comercializar masivamente un tipo específico de ventana, logró que su denominación terminara asociándose con el nombre de quien la producía.
De esta manera, cuando se dio el boom de la construcción de Venezuela durante los años 50 del siglo XX, llegó a popularizarse como ventana “macuto” aquella que estaba conformada por delgadas paletas de vidrio, madera o aluminio accionadas por un mecanismo basculante que justamente Industrias Macuto S.A. generalizó.
Convencida de la calidad de su producto e intentando darlo a conocer dentro del ramo de la construcción y en especial en el gremio de los arquitectos, la compañía no escatimó en anunciarse seguida e insistentemente en la revista Integral que, como se sabe, hizo su aparición por primera vez en 1955 convirtiéndose así en la segunda publicación periódica del país en salir a la luz detrás de A, hombre y expresión que ya lo había hecho en 1954.
De tal manera, además del hoy publicado que apareció en el número 9 de Integral en 1957, hemos encontrado que Industrias Macuto S.A. se promocionó desde el mismo inicio de la revista figurando a través de sendos anuncios en los números 1, 2, 3, 6, 7 (con presencia destacada en la segunda página), 8, 9 y 10-11.

1. Modelo de propaganda utilizado con más frecuencia por Industrias Macuto S.A. al promocionarse en la revista Integral.

En el modelo de propaganda que más fue utilizado, la empresa, ubicada en Caracas en la avenida “Este 10 Bis Nº 84- El Conde. Teléfono 552.872”, enfatizaba en su condición de fabricante de “ventanas de celosía mecanizadas”, mostrando un dibujo en corte de la misma donde se ve el mecanismo con el que basculan, abriendo la posibilidad de que las paletas sean en madera o vidrio. En el mismo anuncio, que también hemos decidido publicar, se resaltan las propiedades del cerramiento: “ventilación regulada; visión de cristal fijo; fáciles de lavar; seguridad para niños; marcos de tela metálica; economía en el mantenimiento; resistente al robo; Pro-Tect-U armoniza”, con lo cual se podía tener una buena idea de lo que se ofrecía.
Por tanto, el aviso que exponemos hoy en la postal podría considerarse como complementario a los que ya anteriormente habían permitido posicionarse a Industrias Macuto S.A. en el mercado. En su diseño, más elaborado que los anteriores, se maneja un mensaje definitivamente dirigido al arquitecto donde se muestran objetos comúnmente utilizados en su ejercicio diario, un dibujo parcial del exterior de una casa y una fotografía del interior de un ambiente que posee un amplio ventanal curvo de vidrio conformado por las ventanas ofrecidas por la compañía, lo cual muestra en cierta forma su versatilidad.
Este anuncio se encabeza con la frase “Su buen nombre como profesional depende de…” lo que invita a seguir leyendo para encontrarnos con dos palabras clave “proyectos” (acompañado de algunos de sus atributos como “concepción”; “cálculos cuidadosos; y “elección de materiales”), y “supervisión” (caracterizada por “que se realicen los planos”; y “que se utilicen los materiales por Ud. escogidos”), para cerrar, colocando entre el nombre de la firma y su dirección con el teléfono, lo siguiente: “Cuando Ud. eligió productos Macuto, lo hizo después de un cuidadoso análisis de materiales, fabricación y acabado… NO PERMITA IMITACIONES”. El mensaje es muy claro y también la certeza de que se está ofreciendo un producto de calidad que ya empezaba a ser plagiado dada su popularidad.
Con respecto al término “ventanas de celosía mecanizadas” utilizado por Industrias Macuto S.A. para ofrecer sus cerramientos, quizás valga la pena ahondar un poco con el objeto de aclarar varios aspectos de orden terminológico que a veces tienden a la confusión.
Por ejemplo, si partimos que lo correcto es especificar el mencionado elemento constructivo como lo identifica la empresa o, en su defecto, como “ventana basculante tipo ‘macuto’ ”, con frecuencia vemos que el mismo tiende a denominarse también como “ventana de romanilla”, cuando se sabe que la romanilla, por lo general, se trata de un dispositivo realizado comúnmente con pequeñas paletas inclinadas pero con la particularidad de que ellas suelen ser fijas y de materiales opacos, adecuados para mitigar las inclemencias del sol como la madera, el aluminio, el hierro y hoy en día hasta el plástico. En otras palabras, acordando que una romanilla es un elemento cuya función primordial es la protección solar y en ciertos casos de la lluvia ¿puede denominarse como tal a una ventana hecha con vidrio? La confusión se incrementa cuando notamos que el diccionario de la Real Academia de la Lengua define romanilla como “f. Cancel corrido, a manera de celosía, que se usa en las casas de Venezuela, principalmente en el comedor.”
Interesante por demás puede tornarse el intercambio de las paletas móviles de vidrio accionadas por el sistema basculante patentado por Industrias Macuto, por otras de un material como los que ya hemos mencionado con lo cual pareciera que estaríamos en presencia, ahora sí, de una romanilla ya no fija sino móvil.
Otra palabra que puede generar ruido proveniente de  la oferta directa que hace la empresa es “celosía” ya que provee “ventanas de celosía mecanizadas”. Si acordamos que es solo a partir de su versión en la que se usa madera o aluminio que las ventanas “macuto” pueden considerarse “romanillas”, el considerarlas “de celosía” luce más complicado. Si nos remitimos de nuevo al diccionario encontramos que celosía es “f. Enrejado de listoncillos de hierro, que se pone en las ventanas de los edificios y otros huecos análogos, para que las personas que están en el interior vean sin ser vistas.”
Celosía conduce indefectiblemente a tamiz o velo y, por otro lado, se asocia a persiana, enrejado o entramado con funciones muchas veces de separación o delimitación entre ambientes (interiores o exteriores) o para sombrear o proteger del viento, tomando de vez en cuando un cariz decorativo. También las celosías pueden ser fijas, móviles o extensibles, de madera hierro u otros materiales, pero siempre son vistas como elementos enteros. Lo esencial en todo caso es su capacidad de otorgar privacidad sin sacrificar la luz ni la ventilación.
Dicho lo anterior ¿en qué medida el “sistema macuto” puede ser entenderse como una “celosía mecanizada”? La difícil respuesta quedará en manos del lector sin que por ello dejemos de reconocer en lo propuesto por la empresa un interesante grado de versatilidad que seguramente es el que nos ha llevado a hacer las anteriores disquisiciones.
En todo caso, sea por una vía o por la otra, a lo que le estamos dándole vueltas es a una preocupación muy propia también de los años 50 por tomar en cuenta las variables climáticas, asociada indefectiblemente al adecuado acondicionamiento ambiental de las edificaciones mediante no sólo la protección sino muy particularmente a través de la ventilación cruzada para las cuales cualquiera de los mecanismos que hemos revisado es sumamente útil.

2. Vegas & Galia. Edificio Tabaré, San Bernardino (1955)

Es el diseño de dispositivos que logren resolver con eficiencia el trinomio iluminación, protección y ventilación o, en otras palabras, el alcanzar mediante el elemento que cierra un ambiente, una vez que se ha perforado para integrarlo con el exterior, la iluminación correcta, integrarse visualmente con su entorno, protegerse del sol y de la lluvia y finalmente permitir que pase el aire, uno de los más interesantes retos de diseño que puede afrontar un arquitecto en el trópico. Es ello lo que podríamos traducir como lo que en algún momento llevó a Juan Pedro Posani a calificar la ventana diseñada por Vegas & Galia, primero para el edificio Tabaré en San Bernardino (1955) y luego reutilizada en Meli y Crisbel (Los Morochos, 1957) de Colinas de Bello Monte como “una ventana de verdad”.
El sistema de cerramiento del Tabaré está constituido por dos partes donde la superior está conformada a su vez por dos elementos: en primer plano una romanilla de paletas fijas de aluminio que pivota en su parte superior y, detrás de ella, una ventana corrediza de dos hojas de vidrio transparente. De acuerdo a la incidencia solar y las condiciones climáticas la romanilla opera como generadora de sombra, tamiz lumínico o escudo contra la lluvia sin impedir que pase el aire dejando a la ventana complementar la segunda función, incidiendo mayormente en la iluminación y ventilación adecuadas. La parte inferior del sistema, complementaria a la primera, permite según las necesidades variar su naturaleza: puede llevar una chapa metálica, una romanilla fija de aluminio o un paño fijo de vidrio.
Como se verá en el sistema diseñado por Vegas & Galia, donde la ventana propiamente dicha pudo haber sido sustituida por una “macuto” de vidrio, se logra diferenciar claramente el rol que juega una romanilla pivotante del que juega el elemento vidriado móvil corredizo, donde la primera al estar plegada produce un efecto similar al de una celosía.

3. Terraza cubierta de una quinta caraqueña de finales de los años 1950 donde se aprecia el uso de ventanas tipo «macuto» en los cerramientos
4. Pieza troquelada de identificación de Industrias Macuto S.A. de una de las ventanas del ambiente mostrado en la foto anterior, obtenida al momento de emprender su remodelación.
5. Presentación actual de una » Ventana Macuto Romanilla en Aluminio 8 pines» extraido de mercadolibre.com.ve

Las ventanas “macuto” a partir de su irrupción en el mercado fueron profusamente utilizadas tanto en su versión de vidrio como en la de madera o aluminio, contándose entre quienes las especificaron en obras importantes reconocidos arquitectos u oficinas como la ya mencionada de Vegas & Galia, Carpio & Suárez, Diego Carbonell o Fruto Vivas buscando muchas veces dotar a los edificios de un carácter cónsono con  nuestras condiciones climáticas.
La patente desarrollada por Industrias Macuto S.A. para sus “ventanas de celosías mecanizadas” fue objeto a través del tiempo, dado su éxito comercial, de numerosas imitaciones las cuales proliferan hoy en el mercado nacional. Aunque ya hoy desapareció, la insistencia de la empresa en algunos de sus avisos de que “no acepte imitaciones, pida ventanas Macuto” junto a la calidad del producto (que llevaba troquelado en los componentes metálicos su nombre) hace ver a las claras que, tal y como comentamos en las primeras líneas de esta nota, el término “ventana macuto” se convirtió en sinónimo de “ventana basculante de paletas delgadas de aproximadamente 10 cms de ancho”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1 y 5. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

2, 3 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela