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… que en 1972, el arquitecto Jorge Castillo diseña y desarrolla un sistema prefabricado cuyo producto llamó “Casa Mara”?

Hablar de la “Casa Mara” y de Jorge Castillo Blanco (1933, arquitecto FAU/UCV, Promoción 9 -1959-) significa aproximarse al rico universo innovador de uno de los creadores más audaces dentro del diseño y la arquitectura contemporánea venezolana.
Ignacio Urbina Polo en el texto “El diseño industrial en Venezuela: una mirada de su historia”, aparecido en el blog Di-Conexiones el 14-06-2010 no duda en incluir a Castillo entre los pioneros que “marcaron momentos importantes en el desarrollo de una tridimensionalidad y una objetualidad construida en el país en plena modernidad, con las magistrales intervenciones” concentradas en gran medida en el diseño de mobiliario y otros elementos del paisaje del hogar donde destacan los casos, entre otros, de Miguel Arroyo, Cornelis Zitman, Emile Vestuti y Rudolf Steikal, y que tiene en Castillo otro punto de referencia ya que formó parte de “los invitados del Centro Industrial del Mueble Avelca, junto a reconocidos arquitectos internacionales como Gio Ponti, Tobia Scarpa, Tito Agnoli, Carlo Bartoli, Cini Boeri y Pierluigi Spadolini”, por lo cual Urbina no pierde la oportunidad de hacer también mención en su ensayo a la “Casa Mara”.
La innovadora propuesta de Castillo consistió en el diseño de un módulo habitacional prefabricado, de forma circular inspirada en estructuras de la naturaleza, y que integra arquetipos de vivienda indígena, como la churuata.







Planteada para ser reproducida en serie, la “Casa Mara” se trata de un sistema constructivo compuesto de elementos geométricos en forma de gajos de poliéster y poliuretano desarmables y reforzados con fibra de vidrio (diez en total), que ofrecen la oportunidad de contar con un acabado final de corte industrial y uniforme los cuales, una vez ensamblados, recuerdan la forma de una mandarina o una calabaza. Pintadas como fueron muchas de ellas de color naranja la asociación con la fruta no se hizo esperar.
El proceso constructivo contempla, en primer lugar, la preparación del sitio donde va el módulo: una losa de cimentación de forma circular de 7,70 m de diámetro. Posteriormente se procede a la unión de los 10 gajos por medio de ensamblaje y tornillos hasta completar el módulo. Luego de unir los gajos se coloca la cúpula.
Más allá de haber sido concebida como unidad de vivienda unifamiliar (tal es el caso del conjunto realizado en la Fundación CIEPE, San Felipe, Edo. Yaracuy), el uso más extendido que se le dio a la “Casa Mara” fue el institucional, pasando a convertirse en recintos donde funcionaron pequeñas oficinas de correos bajo la administración del Instituto Postal Telegráfico (IPOSTEL), las cuales estuvieron diseminadas en diversas zonas de la capital y el resto del país. También ha sido utilizada como módulos policiales y en algún caso se les ha colocado en disposición “palafítica” cuando las condiciones del lugar así lo ameritan.
La búsqueda y hallazgo por todo el país en las más insólitas condiciones de ejemplares de la “Casa Mara”, ha dado pie a una larga lista de lugares que van desde el archipiélago de Los Monjes al Unicentro El Marqués, pasando por el Hipódromo La Rinconada, el Aeropuerto Internacional de Maiquetía y las playas de Morón.




La versatilidad que ofrecía la “Casa Mara” permitió arreglos que iban desde guarderías (como la proyectada para Margarita conformada por cinco células que tomaron forma elíptica a los que anexaba una cápsula prefabricada de baño), a unidades de servicio odontológico, siempre apelando a la modificación del módulo original mediante el crecimiento lineal por separación de los dos casquetes que lo conforman, condición que también permitió generar unidades de vivienda de mayores dimensiones con el baño en su interior.
La experimentación con la “Casa Mara” se vio plasmada también en la realización de un proyecto para un centro empresarial que incluía un hotel de 15 plantas donde cada una estaba formada por seis módulos básicos con habitaciones individuales y suites, el cual nunca llegó a concluirse.
Jorge Castillo, quien realizó estudios en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, ha desarrollado una significativa obra artística, que se inicia con el grupo de los pintores informalistas de la década de los 50, en paralelo a su obra arquitectónica. Una vez graduado, fue profesor asistente del maestro Carlos Raúl Villanueva y se desempeñó como docente de la Cátedra de Diseño Arquitectónico de la Universidad Central de Venezuela entre 1959 y 1975.
Su inclinación por la vertiente experimental dentro de la arquitectura se ve reflejada desde temprano cuando colabora en el diseño del Sistema D utilizado en una de las primeras experiencias de industrialización de la arquitectura venezolana: el Proyecto Experimental de Viviendas Multifamiliares en San Blas. Edo. Carabobo (1963), a cargo de la Unidad de Diseño en Avance del Banco Obrero coordinada por Henrique Hernández. También cuando en 1968 realiza la propuesta y construcción del Parque Recreacional El Conde en la avenida Bolívar, importante calistenia de la que sin duda derivará posteriormente la “Casa Mara”.
La búsqueda por lograr una efectiva integración entre arte y arquitectura le permite obtener el Premio Vivienda Unifamiliar de la VI Bienal Nacional de Arquitectura (1976) con la Casa Gamero en la que trabaja con Carlos Cruz-Diez.
Por otra parte, Castillo es uno de los 6 arquitectos invitados para integrar la recordada exposición “Los Signos Habitables. Tendencias de la Arquitectura Venezolana Contemporánea”, realizada en la Galería de Arte Nacional de Venezuela en 1984.
Tanto en los años previos como en los que siguieron a la creación de la “Casa Mara”, Jorge Castillo desarrolló una fructífera carrera profesional que le hizo acreedor del Premio Nacional de Arquitectura otorgado por el CONAC en 1999. El prototipo, por su parte, obtuvo el Premio Vivienda Unifamiliar en la V Bienal Nacional de Arquitectura (1973) y fue incluido dentro del grupo de obras que representaron a Venezuela en la exposición Latin America in Construction: Architecture 1955-1980 que se realizó en el MoMA entre el 29 de marzo y el 19 de julio de 2015.
Nota
Buena parte de la información y de las imágenes que hemos utilizado en la elaboración de esta nota provienen de “Casa Mara. Proyecto modular de los años 70”, publicado en arquitectura y empresa (https://www.arquitecturayempresa.es/noticia/casa-mara-proyecto-modular-de-los-anos-70).
El resto provienen de la Colección Crono Arquitectura Venezuela.
ACA

1953• El exponencial incremento de la construcción en el país exigió la modernización de muchos de los equipos implicados en las diferentes fases constructivas, tal como se evidencia en la imagen del camión cisterna de la C.A. Fábrica de Cementos La Vega.
HVH