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EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

PABELLON DE VENEZUELA EXPO ’92 SEVILLA.

Una aplicación de estructuras transformables

IDEC – FAU – UCV

Ana Isabel Loreto (coord.)

Corporación Venezolana de Guayana y sus Empresas Filiales (patrocinador)

Altair Publicidad (promotor)

1993

La posibilidad de ejecutar el proyecto ganador del concurso para el Pabellón de Venezuela en ExpoSevilla’92 permitió a los arquitectos Henrique Hernández, Ralph Erminy y Marcel Erminy y su equipo, donde destacan en el diseño estructural Waclaw Zalewski y Carlos Henrique Hernández, experimentar dentro de la línea de investigación sobre estructuras transformables desarrollada en el IDEC, contando en este caso con el aluminio como material fundamental. También representó una importante oportunidad para poner en evidencia las capacidades profesionales e industriales existentes en el país a la hora de realizar una obra de gran significación y trascendencia. En tal sentido se destaca, por una parte, la capacidad de la arquitectura venezolana al proponer una edificación atractiva y funcional integradora de proposiciones plásticas con gran impacto innovador. Por la otra, el aporte a la ingeniería estructural en la realización de la estructura transformable más grande del mundo para el momento. La publicación que hoy nos ocupa recoge en una impecable edición los resultados de esta histórica experiencia.

El concurso del que surgió la selección de los proyectistas del Pabellón, cuyo veredicto se dio a conocer el 25 de junio de 1990, fue convocado por invitación, solicitándose al jurado integrado por los arquitectos Tomás José Sanabria (Presidente), Pablo Lasala, Emile Vestuti, Henrique Vera y Juan Pedro Posani (Curador), la escogencia de un solo ganador. Las dificultades que debió afrontar el grupo evaluador dada la calidad de las ochos propuestas presentadas por Domingo Álvarez, Jorge Castillo, Gorka Dorronsoro, Enrique Larrañaga, Juan Carlos Parilli, Jesús Tenreiro, Oscar Tenreiro y Henrique Hernández, lo llevó a destacar de forma enfática, dado el mérito e incluso brillantez de la mayoría de ellas, “la seriedad, la dedicación y el alto grado de profesionalismo de todos los participantes que califican muy bien el desempeño actual de la arquitectura de nuestro país”. La verdad es que pocas veces se ha contado con un ramillete de participantes y un jurado del nivel que este concurso mostró a lo largo de la ya larga historia de certámenes organizados en Venezuela.

Así, seleccionado Henrique Hernández como ganador y desatada la natural polémica que prosigue al veredicto de cualquier concurso, aderezada por características de la idea presentada, que según Juan Pedro Posani (en artículo aparecido en Economía HOY el sábado 21 de julio de 1990) reunió “la realidad en oposición y negación de los esquemas prefabricados” donde “si bien es indiscutible la vertiente tecno-racionalista en la cual se ubica su propuesta, también es evidente el alto contenido poético y lírico de sus aspectos más resaltantes”, el proyecto fue desarrollado y posteriormente trasladado a Sevilla pieza a pieza para luego ser levantado de manera espectacular en pocas horas convirtiéndose ello y su definitiva realización en todo un espectáculo.

1. Vista general el pabellón

Pues bien, de todo el proceso de conceptualización, diseño y construcción del Pabellón, y su inserción en una clara línea de investigación dentro del IDEC dedicada a la concepción y desarrollo de estructuras transformables, cuya característica principal es su capacidad de plegarse y desplegarse, trata esta publicación, cuidadosamente realizada bajo la coordinación de Ana Isabel Loreto e impresa por Ex-Libris.

Contiene el libro, de tapa dura, papel glasé, bilingüe, formato casi cuadrado (24 x 25 cms.), de 96 páginas en español y 18 en inglés (únicamente los textos), una “Presentación” a cargo de Leopoldo Sucre Figarella (Presidente de la CVG), un “Prólogo” de Luis F. Marcano González, una “Introducción” de Juan Pedro Posani, y una serie de “Comentarios” que abarcan diferentes facetas de Henrique Hernández, Waclaw Zalewski, Félix Escrig, Carlos Henrique Hernández, Luis Marcano González, Efraín González, Ralph Erminy y Carlos Cruz Diez, finalizando con la “Descripción del proyecto” para llegar a los ya mencionados “Textos en inglés”.

2. Vista de la plaza anterior de acceso al pabellón cn los paraguas y piso diseñados por Carlos Cruz-Diez
3. Dos dibujos que muestran aspectos constructivos del pabellón. Izquierda: Corte transversal del edificio. Derecha: Detalle de un nodo

Sin duda la parte más sustanciosa del libro la constituye la “Descripción del proyecto” donde el texto, elaborado por Ana Loreto con la colaboración de Henrique Hernández, Ralph Erminy, Carlos Cruz-Diez, Carlos H. Hernández y Manuel Landaeta, se pasea de forma precisa por la ubicación del Pabellón dentro de la línea de investigación que dentro del IDEC representa, por las variables tomadas en cuenta desde el punto de vista compositivo, funcional y formal, y por proveer la mayor información posible acerca de sus dimensiones, áreas que lo conforman (la plaza y sus 36 mástiles de 19.9 mts. de altura que definen virtualmente un cubo y el edificio propiamente dicho con la sala audiovisual como espacio dominante, la sala de exposiciones y los servicios conexos), hasta llegar a sus dos más importantes logros: la incorporación de la luz y su manejo potenciada por las intervenciones cromáticas que Carlos Cruz-Diez propone tanto para el interior como para el exterior como una clara muestra de la “integración de las artes”; y la resolución a nivel tanto general como de detalles de su construcción como estructura transformable en aluminio, yendo desde el grupo de elementos que lo conforman (todos pensados como si de armar un mecano se tratara) hasta el proceso que se siguió para su elaboración en las plantas donde se transformó la materia prima proveniente de VENALUM y ALCASA, su almacenamiento y traslado y, sobre todo, la rapidez con que pudo levantarse, cerrarse y concluirse a nivel de acabados, una vez que todos los componentes llegaron al sitio que le correspondió dentro de la Expo de Sevilla.

4. Dos momentos del proceso de izamiento, colocación y ensamblaje el pabellón dentro del recinto ferial
5. Vista exterior lateral-posterior del pabellón

Pero si la descripción escrita tiene un importante peso más aún lo tienen las imágenes, todo un deleite para los ojos, constituidas por una selección de magníficas fotos (aportadas por Marcel Erminy, Carlos Henrique Hernández, Pepe Nieto y la empresa VENALUM) y nítidos dibujos conceptuales y técnicos, sin los cuales no sería posible comprender a cabalidad una obra de estas características que, vista a distancia y con la debida objetividad, ha marcado un hito en el desarrollo reciente de nuestra arquitectura.

Se trata, en resumen, de una publicación que, si bien pone de relieve una edificación de marcado carácter tecnológico, circunscrita a una forma de concebir y hacer de la construcción y su control total los garantes de soluciones integrales a la que importa poco si se le considera como “arquitectura”, está salpicada en cada página que la conforma de buen diseño y material invalorable. Eran años en los que Venezuela logró ubicarse, gracias al Pabellón que la representó en Sevilla, a la cabeza en el manejo del aluminio, material que representaba al moderno mundo industrial, a nivel planetario. Muestra de una arquitectura que, pese a no proponérselo, encierra múltiples y sugerentes mensajes vinculados a nuestra identidad.

ACA

Todas las imágenes proceden del libro comentado

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 73

Entre finales de la década de los años 80 y durante toda la de los 90 del siglo XX la prensa diaria se convirtió en el principal vehículo para informar, opinar, debatir, comentar y reflexionar sobre arquitectura y ciudad en el país. El declive y discontinuidad de las principales revistas que tradicionalmente se habían constituido en la punta de lanza de esta actividad, llevó a los arquitectos a tocar las puertas de los periódicos para trocarse en columnistas que, con asombrosa regularidad, empezaron a ocupar un importante espacio dentro de sus páginas culturales.
Así, se ha podido constatar que, desde plataformas y visiones muy distintas y abordando gran diversidad de temas, la arquitectura y la ciudad fueron objeto durante esos años de estudio y análisis dando paso incluso a la elaboración de discursos que aspiraban llenar el vacío histórico que en Venezuela ha existido por construir teoría, ejercitar la crítica y revisar la historia. Con el ojo puesto en lo que estaba aconteciendo al momento tanto a nivel nacional como internacional, imbuidos en los aires de apertura que la postmodernidad propiciaba y bajo el amparo de la diversidad entendida en sus justos términos, se empieza a desarrollar desde algunos de los principales diarios de circulación nacional una labor divulgativa y en buena medida pedagógica donde lo permanente y lo cambiante, lo universal y lo particular, lo esencial y lo circunstancial, lo global y lo local, se convierten en categorías que daban soporte a los juicios de quienes semanalmente iban apareciendo en la palestra.
De entre los diversos periódicos que abrieron sus puertas a este fenómeno, llama la atención el apoyo que ofreció el más modesto y el que quizás estaba más lejos de las preocupaciones que lo motorizaban por estar dirigido a un segmento muy preciso del público. Así, Economía HOY, gracias a la visión de su directora/editora María Di Mase (quien se hizo acompañar de un Consejo Editorial de muy alto nivel y un equipo de profesionales de primera línea), empieza a ofrecer prácticamente desde su creación en 1990 hasta su desaparición en 2000, un importante espacio a la cultura y dentro de ella a la arquitectura, hasta el punto de convertirse, para quienes quieran asumir con interés y rigor el estudio de lo acontecido durante la década que cerró el siglo pasado, en consulta obligatoria.
Ahora bien, lo que se podría denominar “la página de arquitectura de Economía HOY”, estuvo siempre bajo la responsabilidad del profesor, historiador y reconocido crítico Juan Pedro Posani, y sufrió una interesante transformación en el tiempo, que podría dividirse en varias etapas:


– La primera, que abarca desde 1990 hasta 1993, con la coordinación de Posani en solitario y principal articulista, conformada en su mayoría por una sola página ubicada dentro de la sección de cultura de la edición sabatina del periódico, de la cual se registraron en total 142 apariciones. En este lapso cabe destacar que Posani obtiene el Premio Nacional de Arquitectura 1992 y la página de Economía HOY la Primera Mención Internacional (Crítica y Periodismo) en la VIII Bienal de Arquitectura de Quito (BAQ) también en 1992.


– La segunda, correspondiente a los 4 primeros números del suplemento-encartado Arquitectura HOY, aparecidos entre mayo y diciembre de 1992, cuyas dimensiones oscilaron entre 12 y 16 páginas, a cargo de un Comité de Redacción encabezado por Posani más un grupo de colaboradores.


– La tercera está relacionada con el momento en que se fusionan la página sabatina de arquitectura y el encartado Arquitectura HOY a partir de su número 5, manteniéndose dicha denominación así como la figura de un Comité de Redacción y diversos colaboradores bajo la coordinación general de Posani. Esta etapa tiene a su vez dos fases: la comprendida entre el 13 de marzo de 1993 y el 25 de marzo de 1995, entre el número 5 y el 100, donde se mantiene la figura de suplemento encartado (semanal en este caso), ahora de 4 páginas; y la que transcurre entre el 1 de abril de 1995 y el 13 de octubre de 2000, que va del número 101 al 358, donde Arquitectura HOY abandona el formato de encartado, se reduce a la mitad y pasa a ocupar las dos páginas centrales del diario Economía HOY vinculadas siempre a la sección cultural. Es de resaltar que a partir del número 146, al dejar de circular el periódico los sábados, Arquitectura HOY empieza a aparecer los viernes.


La postal del día de hoy recoge justamente la portada del numero 1 de Arquitectura HOY correspondiente a la segunda etapa que hemos señalado. Aparece el sábado 2 de mayo de 1992 con Juan Pedro Posani como Coordinador Editorial, Alberto Sato y Henrique Vera como Consejo de Redacción, Elides J. Rojas como Jefe de Redacción, Rosanna Espinel y Estibaliz las Heras a cargo de la diagramación y Marisol de Carliz al frente de la edición.
Así, con el aval que proporcionaba el que durante más de dos años ininterrumpidamente se hubiese publicado la página sabatina de arquitectura en el diario, Posani, al presentar a la directiva de Economía HOY, junto a Alberto Sato y Henrique Vera, el ambicioso proyecto de un suplemento trimestral, logra sin mayores inconvenientes su inmediata acogida. Sin que por ello se detuviese las entregas de los sábados, se programaron los primeros cuatro números de Arquitectura HOY previstos a aparecer (como en efecto ocurrió) durante el traumático año de 1992, cubriéndose todas las expectativas iniciales y tornándose de inmediato en referencia dentro del medio arquitectónico del país. Aparecidos el sábado 2 de mayo (como ya se dijo), el viernes 3 de agosto, el sábado 3 de octubre y el sábado 19 de diciembre, aunque constituyen el inicio de una saga que se extendió hasta el año 2000 a través de 358 números, merecen una consideración aparte dadas sus peculiares características.
Varios son los elementos comunes de estos suplementos iniciales: su carácter monográfico; el estar encabezados siempre por un editorial; su extensión; la inserción de publicidad; su capacidad de convocar a reconocidas firmas a nivel nacional e internacional; su estructura, en la que se combinan entrevistas, colaboraciones o artículos de fondo, vinculados al tema central; la incorporación de información actualizada sobre concursos, congresos, seminarios, exposiciones y cursos; y la presencia de un proyecto u obra de arquitectura realizado en el país ampliamente documentado y reseñado, todo lo cual los convirtió en verdaderas revistas, cuidadosamente editadas en formato tabloide y papel color salmón, propios del periódico que acompañaban
Para el número 1 se seleccionó Expo Sevilla 92 como eje temático. El editorial, escrito por Posani bajo el título “A pesar de todo…”, sirvió no sólo para justificar la escogencia de este evento como protagonista de la entrega, sino para exponer la importancia del compromiso que se adquiría con la salida periódica del suplemento, la particularidad de que ocurriese auspiciada por un periódico interesado por la economía pero que ya tenía más de dos años publicando semanalmente una página de arquitectura, y la aspiración de convertirse en espacio vivo, amplio y plural que, debatiéndose entre “circulación masiva y sedimentación de elite”, demostrase que no se trataba de otro proyecto efímero de los muchos que poblaban la historia de las publicaciones periódicas de arquitectura en el país. La clave para vencer tal maleficio quizá se encontraba, según Posani, en la vitalidad que estaban demostrando tener los diarios como tribuna para la difusión, el intercambio y la confrontación de ideas dentro de la disciplina desde finales de los años 80, para lo cual era importante contar con “un órgano especializado (…) abierto (…) a la información, al debate, a la crítica de arquitectura nacional e internacional”.
Con Expo Sevilla 92 como excusa, se ilustró no sólo la manera como podía visualizarse una estructura perdurable para el encartado, sino la forma como se pretendía ofrecer al lector herramientas para contextualizar el debate en torno a un evento de importante magnitud, que empezó a llenar páginas en todos los medios de difusión sobre arquitectura a nivel internacional y que ameritaba ser observado desde nuestro país, buscando interpretar críticamente los temas fundamentales en torno a los que giraba. De esta manera, el proyecto del pabellón de Venezuela para la Expo, centro principal de atención del número, se mostró ampliamente documentado, acompañado de una extensa entrevista realizada a sus creadores (Henrique Hernández y Ralph Erminy) donde se aclaraban aspectos fundamentales de su concepción y lógica proyectual absolutamente ligadas al sistema constructivo que permitía materializarlo. Adicionalmente, la primera entrega de Arquitectura HOY presentó tres artículos de fondo dedicados a  asuntos asociados a: contextualizar la inserción del pabellón dentro de la larga cadena de pequeñas edificaciones que desde 1889 han representado a nuestro país en este tipo de ferias; destacar el eslabón ocupado por la Expo en la evolución tanto de la arquitectura como de una idea de ciudad dentro de la modernidad; y señalar la trascendencia de la operación urbana y económica de este acontecimiento para España en general y Andalucía en particular.
25 años se cumplieron el pasado 20 de abril desde que Expo Sevilla abrió sus puertas y el 2 de mayo desde que apareció el primer número de Arquitectura HOY. Quienes quieran visitar sus páginas y toda la colección para revisarlas, estudiarlas o corroborar lo que hemos expresado aquí pueden dirigirse a la base de datos INFODOC BD/JJMF/SEU-FAU-UCV® (http://www.fau.ucv.ve/infodoc/).

ACA

1993• Aparece el libro «Pabellón de Venezuela. Expo ’92 Sevilla»

Se publica Pabellón de Venezuela. Expo ’92 Sevilla.jpg

1993•  En junio aparece, con el auspicio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y sus empresas filiales y promovido por Altair Publicidad, el libro editado por el IDEC «Pabellón de Venezuela. Expo ’92 Sevilla. Una aplicación de estructuras transformables». La presentación del texto la hace el ingeniero Leopoldo Sucre Figarella y el prólogo el arquitecto Luis F. Marcano González. La coordinación de la edición y el diseño gráfico fue realizada por la arquitecto Ana Isabel Loreto.

HVH