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Tal y como lo señala Wikipedia, la Procter & Gamble, también conocida como P&G, es una empresa multinacional estadounidense de bienes de consumo con sede en Cincinnati (Ohio), Estados Unidos. Fue fundada por William Procter y James Gamble en 1837 ambos originarios del Reino Unido el primero de Gran Bretaña y el segundo de Irlanda. Procter fabricante de velas y Gamble de jabón, al emigrar a los Estados Unidos se establecieron inicialmente en Cincinnati y se conocieron cuando se casaron con las hermanas, Olivia y Elizabeth Norris. Alexander Norris, su suegro, les hizo un llamado en el cual invitaba a sus yernos a ser socios. Así, el 31 de octubre de 1837, nace Procter & Gamble.
El vertiginoso crecimiento de la firma se inició entre 1858 y 1859 cuando sus ventas alcanzaron un millón de dólares llegando a contar con 80 empleados. Durante la Guerra Civil de Secesión, la compañía ganó licitaciones para suministrar al Ejército de la Unión jabones y velas. Además de incrementar su experiencia durante la guerra, los contratos militares introdujeron los productos de P&G en todo el país. Luego vino la comercialización de nuevas elaboraciones y en 1887 William Arnett Procter, el nieto de William Procter, comenzó un programa de reparto de utilidades que daba a los trabajadores una participación en la compañía, asumiendo correctamente que serían menos propensos a hacer huelga.
Más adelante comenzó el proceso de construcción de fábricas en otros lugares de los Estados Unidos, la diversificación de productos y el traslado a otros países convirtiéndose en una corporación internacional con la adquisición en 1930 de la compañía Thomas Hedley, con sede en Newcastle upon Tyne, Inglaterra.
Numerosos productos nuevos y nombres de marca se introdujeron a través del tiempo. P&G comenzó a ocupar nuevas áreas, siguió en su política de compra de otras firmas y en algunos momento de venta de algunas marcas que la habían caracterizado, llegando en enero de 2005, tras el anuncio de la adquisición de Gillette, a formar la mayor empresa de bienes de consumo del planeta colocando a Unilever en el segundo lugar. En 2014 P&G registró $81.100 millones en ventas.
Hoy en día P&G cuenta con operaciones en aproximadamente 70 países alrededor del mundo y sirve a los consumidores con uno de los portafolios más fuertes de marcas entre las que destacan, entre otras: Ace, Always, Ariel, Gillette, Head & Shoulders, Pampers, Pantene, Secret y MUM.
Este enorme consorcio tiene una historia propia en el país que se remonta a 1947 cuando un importador trajo por primera vez a Venezuela la marca de detergente Ace. El año siguiente México se convirtió en la primera subsidiaria de P&G para toda Latinoamérica y en 1950 se anuncia la apertura de oficinas en el país, momento en que la compañía pisa por primera vez Sudamérica. En 1952 se inaugura la primera planta de operaciones en tierras venezolanas; en 1957 P&G Venezuela crea un nuevo departamento: Investigación y Desarrollo de Productos, con el objetivo de estudiar los hábitos del consumidor y sus preferencias para desarrollar nuevas alternativas que cubran sus necesidades; en 1969 se produce el lanzamiento del detergente Ariel que se vio acompañado con un crecimiento continuo a lo largo de los años; y en 1981 se abre una nueva y moderna planta en Barquisimeto que permite a P&G la introducción de nuevos productos.
Es a comienzos de la década de los años 1990 tras 40 de permanecer en el país cuando P&G toma la decisión de ubicar en Caracas su sede principal para Latinoamérica, concebida como centro de investigación y desarrollo de productos para la región. Para ello se selecciona y adquiere para la realización del proyecto un lote localizado en la urbanización La Trinidad en un importante cruce vial.


Vale recordar de la mano de https://iamvenezuela.com/2016/08/hacienda-la-trinidad/ que lo que hoy conocemos como La Trinidad fue en 1582 un hato ganadero fundado por Alonso Andrea de Ledezma. Mas adelante, durante el siglo XVIII, convertida en hacienda, comienzan las actividades agrícolas mediante el cultivo de café y de la caña de azúcar, época en que se construyó el trapiche y la casa colonial siendo el sacerdote Ignacio Rengifo Pimentel su propietario en 1740.
“A comienzos del siglo XIX, la hacienda es adquirida por la familia Vegas, quienes la venden, en 1919, al Dr. Rafael González Rincones. El Dr. González mantuvo las siembras de caña de azúcar y café hasta 1945, fecha en que decidió producir tabaco y ordenó la construcción de siete secaderos de ristras de tabaco al arquitecto Bastianini. Luego, decide vender la mayor parte de los terrenos de la hacienda para construir la ciudad satélite de Caracas, llamada La Trinidad. (…) En 1965 los restos del trapiche fueron vendidos al escultor holandés, Cornelis Zitman. Para esa fecha, del trapiche solo se encontraba en pie la chimenea, cuatro muros y una rueda hidráulica. A partir de estas estructuras, Zitman construyó una casa que está en los espacios de la Hacienda La Trinidad”, Es así como desde 1950, tras la venta de los terrenos por parte de Rafael González Rincones, la zona se desarrolla y urbaniza como “ciudad satélite” de Caracas contemplándose dos sectores: uno industrial y otro residencial. La sede de la P&G se ubicaría justo en el borde entre uno y otro.

Para diseñar la edificación se convoca en 1991 un concurso privado resultando ganadores los arquitectos Edmundo Diquez, Oscar González, Jose Rivas y Oscar Diquez, todos pertenecientes a la firma Diquez, Gonzalez & Rivas, Arquitectos (DGR).



La obra se terminó en 1993 y se puso en servicio en 1997 correspondiéndole a DGR ser los responsables, también, de la gerencia de proyecto.
Este edificio de oficinas de 12.000 m2, que, como ya se adelantó, ocupa un terreno en esquina y ”pone de relieve el carácter simbólico de la arquitectura y la idea de ciudad”, como señala Iván González Viso en la nota que lo acompaña en Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), tiene unos 30 metros de altura (planta baja y nueve pisos). Su planta es en L, dejando dos aberturas a escala urbana, una de ellas como remate de la avenida La Trinidad. Alberga tres divisiones de la empresa multinacional: laboratorios y dependencias técnicas (primer y más bajo edificio), P&G Latinoamericana (cuerpo este) y P&G Venezuela (cuerpo sur).
González Viso resumirá: “Con un lenguaje sólido y coherente, la obra, al igual que otras de los autores, se caracteriza por el uso con maestría del ladrillo y tablillas obra limpia, ventanas remetidas continuas, una magnífica plaza cubierta, pérgolas en las terrazas, la integración espacial entre ambientes y la iluminación cenital. La pieza es un potente paralelepípedo que se conjuga con otros sólidos geométricos, lo que genera llenos y vacíos, masa y transparencia. Emparentada con el edificio Atrium (1988), la obra replica el atrio, pero con mayor pureza geométrica y a mayor escala. La forma del paralelepípedo, que le otorga su imagen corporativa se completa con macrocerchas, soportadas por el apoyo en la esquina, lo que da la sensación de un gran edificio pórtico. La planta baja incorpora un plástico cerramiento metálico en tono azul, obra del artista Rafael Barrios (1947)”.

En fechas próximas a su inauguración Mario Quirós escribió para el número 231 de Arquitectura HOY (5/12/1997) un interesante artículo titulado «Monumento y deseo. Sede de la Procter & Gamble Latinoamérica», desde el que hace una muy atinada aproximación critica al edificio subrayando su condición de protagonista destacado dentro del entorno y de monumento que “redefine bruscamente el escaso perfil urbano existente, a través de una clara voluntad emblemática, propia de edificios contemporáneos de gran carácter simbólico empresarial, que al igual que catedrales de otros siglos, dan origen a objetos arquitectónicos de espacios bondadosos y envueltos en su particular misterio”.
La idea fuerza resumida “en una ventana marco gigante que construye un vacío monumental como aporte espacial más significativo, dando un sentido diverso y sorprendente a la plaza interna privada que agrupa toda la composición” llevan a Quirós a mirar como parte de la misma tipología al edificio de la Ford Fundation, Nueva York de Kevin Roche, John Dinkeloo & Asociados (1963-68) con la diferencia de que en este caso el elemento ordenador se trata de un espacio interior aclimatado que ve hacia y se deja ver desde la ciudad, mientras que el de la sede de P&G, abierto, no tiene ciudad alrededor sino un vecindario de baja altura y visuales largas hacia el exuberante paisaje natural caraqueño. También remite Quirós a revisar la obra de Teodoro González de León y en particular la embajada de México en Brasilia (1972-75) o el Palacio de Justicia Federal en México D.F. sacando éstos también clara ventaja sobre el edificio que nos ocupa a la hora de materializar un concepto íntegro y no sólo integrador.
En otro pasaje Quirós se atreve a decir que la sede de P&G es uno de esos edificios que irradia mucho y dialoga poco, que rechaza más que acabar lo impredecible y que resulta ser una actuación más conquistadora que estratégica.
Otro asunto al que invita a pensar la sede de P&G es el relacionado con el espíritu y equidad que tienen sus espacios abiertos, disfrutables únicamente por los empleados de la empresa cuando sus proporciones son definitivamente urbanas. “El edificio P&G concebido radicalmente separado de la calle, hace que sólo participe de ella desde su interior, creando una atmósfera muy especial, silenciosa y muy agradable en la articulación de todos los usos”, matizará Quirós.
En el año 2005 el emblemático edificio de la P&G, que por disminución de su nómina rentó parte de sus espacios a otra importante transnacional (Nestlé), fue declarado como Bien de Interés Cultural de la Nación por el Instituto del Patrimonio Cultural según Gaceta Municipal Extraordinaria Nº 128-04/2005.
Procedencia de las imágenes
Postal. http://guiaccs.com/obras/edificio-procter-gamble/
1 y 2 . https://haciendalatrinidad.org/quienes-somos/ y http://guiaccs.com/zona-8/
3. Google Earth
4 y 7. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
5 y 6. http://guiaccs.com/obras/edificio-procter-gamble/, Arquitectura HOY, nº 231, 5/12/1997 y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

1965• Se termina la construcción del edificio residencial El Alcaraván, ubicado en el cruce de la Av. Principal de El Cafetal con la Av. Principal de Santa Marta, proyectado por la empresa de arquitectura DGR (Edmundo Díquez, Oscar González y Luis Rivas). El edificio tiene en la planta baja el hall de acceso, la sala de fiestas, la conserjería y los maleteros; 11 pisos tipo servidos por dos ascensores con dos apartamentos cada uno los cuales están dispuestos en espejo, separados por una junta de construcción. Cada apartamento tiene un vestíbulo, cocina, lavandero, comedor, sala, terraza, un estar íntimo y tres habitaciones, la principal con vestier y baño incorporado. Las dos habitaciones y las áreas sociales comparten el otro baño. El edificio remata con un pent-house y otro nivel con la sala de máquinas de los ascensores y servicios. La fachada plegada ortogonalmente refuerza la percepción prismática del volumen, aumentando visualmente su altura y protegiendo las aberturas hacia el exterior de la insolación, sin reducir visuales ni ventilación. El proyecto obtuvo el Premio Nacional en la categoría «Vivienda Multifamiliar» de la III Bienal de Arquitectura de 1967.
HVH