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DÉCIMO ANIVERSARIO DE UN LIBRO DE REFERENCIA

Relectura de CARACAS DEL VALLE AL MAR Guía de arquitectura y paisaje a diez años de su lanzamiento

Iván González Viso

Algunas ideas y notas.

A diez años de la salida de imprenta en junio de 2015 de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje nos ha parecido pertinente comentar algunas ideas respecto a la importancia de este libro, que aún se mantiene como una valiosa herramienta para observar atentamente la ciudad y su arquitectura. Un libro que habla del pasado, el presente y el futuro, pensado para orientar acciones que permitan la transformación urbana.

1. Revista LIFE en español. Caracas en 1953 vista a través del lente de Cornell Cappa.

Quizás valga recordar para empezar que Caracas durante las décadas de 1950 y 1960 fue objeto de atención constante por parte de los editores de la versión en español de la revista LIFE, cuyos excelentes reportajes dieron cuenta del proceso de modernización que vivió tanto la ciudad como el país. Entre la reseña realizada en 1953 por el fotoperiodista de origen húngaro Cornell Cappa (1908-2008) y la que ofreció en 1966 el fotógrafo y cineasta venezolano de origen húngaro Joseph Fabry en la entrega del 26 de mayo, se puede notar el tránsito hacia el progreso expresado a través de las transformaciones logradas a lo largo de más de una década. Complejas obras de infraestructura, nuevos modelos de vida urbana, vanguardistas edificaciones modernas, una frenética vida nocturna y una apuesta por la modernidad de cara al futuro conformaban un atractivo menú con el cual la capital venezolana, gracias al impulso de la renta petrolera, cambiaba de escala, fruto de una colaboración interdisciplinar y una apertura hacia lo nuevo que marcaría por los próximos 40 años su fisonomía con una impronta que es hoy aun su rasgo más distintivo.

2. Revista LIFE en español del 23 de mayo de 1966 dedicada a Venezuela.

La pujanza que el país empezó a mostrar a partir de la cuarta década del siglo XX convirtió a Caracas en atractivo lugar donde grandes figuras de la arquitectura vieron la posibilidad de plasmar propuestas impregnadas de modernidad con absoluta libertad, cuyo eco sería replicado con soltura y maestría en cuanto a su aclimatación al trópico por una valiosa pléyade de arquitectos venezolanos.

De tal manera, se construyeron obras que le dieron brillo a la capital, bajo un espíritu de renovación, progreso y capacidad de riesgo que la colocaron junto al país en el mapa mundial de la arquitectura. De la inédita fuerza con que Venezuela abrazó la modernidad dieron cuenta numerosas revistas tanto nacionales como internacionales y, en particular, la exposición y el libro publicado en 2015 por el MoMA, “Latin America in construction 1955-1980”. Stefan Gzyl, en su investigación “Prácticas desarticuladas: la percepción de la arquitectura venezolana en el exterior” no dudará en señalar que entre la década de 1950 y 1960 se produciría la mayor difusión de arquitectura venezolana en publicaciones impresas de su historia.

3. Presencia de Venezuela en la exposición «Latin America in construction 1955-1980» montada en el MoMA el año 2015.

Sin embargo, la capital que una vez estuvo volcada al futuro, optimista y moderna, en estos últimos 25 años ha sufrido las consecuencias de una larga crisis política que la ha dejado fuera del panorama arquitectónico contemporáneo latinoamericano y mundial. Señalada como una urbe caótica, maltratada, insegura, ingobernable y rezagada en la construcción de proyectos urbanos innovadores y transformadores, carente de políticas públicas que promuevan interés alguno en ella, Caracas se muestra hoy como una ciudad sin arquitectura visible, muy alejada del pujante desarrollo de otras urbes latinoamericanas y como antónimo del progreso que otrora protagonizó, viéndose castigada por el errático modelo antiurbano que caracteriza el socialismo del siglo XXI.

Ante este panorama y con el ánimo, por un lado, de rescatar, enaltecer, valorar el patrimonio construido, poner de relieve estrategias para su rescate, y construir vínculos con sus habitantes y, por el otro, de impulsar su comprensión a fin de retomar su brillo en compañía de las virtudes y la belleza de su marco paisajístico, geográfico y ambiental donde el Ávila es máximo protagonista, la gestación de una guía de arquitectura y ciudad podía resultar un útil instrumento que facilitase recuperar la fe en la posibilidad del descubrimiento y del rescate de nuestro patrimonio, y de que éste nos resulte relevante y transformador, para recodar lo olvidado, frente a la saturación de imágenes provenientes de las redes sociales que nos ha hecho creer haberlo visto todo.

Con la premisa de afianzar la histórica relación entre Caracas y el litoral considerando al Ávila como un parque interior, Caracas del valle al mar: Guía de arquitectura y paisaje, se basa en dos axiomas: “observar para descubrir” y “conocer para actuar”. Concebida para reconstruir y narrar la ciudad a través de sus arquitecturas y del conocimiento, la práctica, y la experiencia, se buscó en todo momento despertar una actitud curiosa ante lo que se observa e impulsar el gusto por descubrir mostrando a través de sus páginas una “versión” de la ciudad, es decir, una adaptación de un complejo contexto urbano presentado de forma distinta del original para ofrecerlo a otros con nuevos ojos.

4. Vista aérea, la ciudad, la montaña y el mar. Charles Brewer Carías.

El ambicioso reto de contar con una herramienta para liderar y acompañar la transformación urbana y que a su vez facilite la lectura que una ciudad compleja como Caracas (develando cuál es su forma, cómo ha crecido y se ha desarrollado, rescatando aspectos y obras de arquitectura le otorgan sentido), llevó a pensar que más que una tradicional “guía de viaje” orientada al turismo se debía realizar una “guía de arquitectura” entendida como forma de conocimiento, modalidad que, valga decirlo, ha sido poco explorada.

Enmarcada en el rol de “culture brokers” que Fiona Smith en “¿Constructing place, directing practice? Using travel guidebooks” (2008) otorga a las guias de arquitectura, es decir, mediadores entre el arquitecto, el lugar y la experiencia de recorrer la ciudad en sí misma, es la propia especificidad disciplinar la que exige mostrar otros contenidos que resultan esenciales para comprender una obra: situarla en su contexto y tiempo histórico, explicitar sus aportes a la ciudad, su idea de fuerza, lenguaje, lógica estructural, aportes tecnológicos, y construcción formal. A su vez se hace necesario que la fotografía tanto histórica como actual sea relevante, y que, junto a las descripciones y planos, formen un relato para entender las relaciones que se construyen en el edificio y a partir de el con su contexto.

De tal manera, la guía invita al ciudadano a vestirse con el difícil traje de ser paseantes para leer la ciudad, ver sus mejores obras y deambular por sus calles ajenos al ajetreo cotidiano y busca ayudarlo en la tarea de sugerir proporciones, ayudar a distinguir formas, reconocer las texturas, descubrir los colores, señalar espacios, percibir las categorías, disfrutar de las imágenes, intensificar las sensaciones y excitar los sueños. A los arquitectos, adicionalmente, los conmina a mirarla de una forma distinta que involucra un doble sistema de observación: uno que trata de descubrir la forma, la constitución y particularidades funcionales del edificio, y otro que la circunscribe a su lugar.

Sobre la guía

5. Las tradicionales guías Baedeker, editadas en el siglo XIX por Karl Baedeker en Leipzig.
6. Terzo Tariffi y Natalia Rosi de Tariffi. Caracas, Guía Histórica artística e indicador general. 1951.

Caracas, ha tenido varias guías de ciudad, pero pocas sobre su arquitectura. Las primeras eran planos históricos, o mapas comerciales que luego se sofisticaron como guías turísticas. Una de las primeras, con un formato muy similar a las guías Baedecker, se trata del libro rojo titulado Caracas, Guía Histórica artística e indicador general, editado en 1951 por dos inmigrantes, Terzo Tariffi y Natalia Rosi de Tariffi que en su formato de pocketbook logró recoger e incorporar toda la complejidad de la ciudad mostrando un plano desplegable, dibujado en líneas que describían el área ocupada del valle, delineando sus calles e introduciendo la variable espacial como forma de conocer la extensión y estructura de la capital.

7. Mariano Goldberg. Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela.Caracas. Parte 1. 1980.

Ya en el campo de la arquitectura, en 1980 el profesor Mariano Goldberg publicó en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV la Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela (Caracas. Parte 1), primera en su género. Ese mismo año Noris García incorporó en la revista Punto 62, una pequeña “Guia Arquitectónica” de los edificios construidos por el MOP entre 1874 y 1910, con 83 obras.

Por otro lado, para el 2005, por interés personal, junto a Federico Vegas ya habíamos realizado la maqueta de un posible libro, que recorría la historia de la ciudad a través de sus planos, con la idea de mostrarlo a patrocinantes interesados, que no corrió con suerte.

8. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. 2015. Libro y plano desplegable.

Entretanto, el arquitecto Pedro García del Barrio, quien coordinaba el exitoso programa de colaboración internacional con otras administraciones y entidades públicas impulsado desde por la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía (que para entonces ya mostraba como resultado la publicación de hasta 31 guías de ciudades), había iniciado contactos en Caracas desde el 2005 para ofrecer a los entes gubernamentales apoyo institucional, financiero y la vasta experiencia acumulada por la Junta para hacer la única guía de Suramérica que faltaba en la colección: la guía de Caracas. García del Barrio ante la indiferencia mostrada y la falta de apoyo oficial reorientó la mirada hacia la academia logrando concretar el año 2010, la suscripción de un contrato para realizar la Guía en el Instituto de Urbanismo de la FAU UCV donde los firmantes eran María Isabel Peña, Federico Vegas y William Niño, quien ya tenía en mente hacer un libro, y había recopilado en una carpeta un inventario de obras que a su juicio determinaban la historia, fisonomía y carácter de la capital, inventario que se logró rescatar después de su muerte en 2010. Sin embargo, el proyecto prosiguió con más ánimo que nunca y por pura casualidad fui incorporado al equipo. Recuerdo que, en la primera reunión, María Isabel, Federico y yo empezamos estructurar la ciudad.

9. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Plano desplegable que muestra la división de las zonas de la ciudad.

A partir de allí, la guía cobró forma. La lista de edificios realizada por William solo llegaba hasta el año 1980 y muchas de las obras habían sido demolidas por lo que quedaba un mundo por explorar hasta el 2010. La catalogación inicial generó una lista de más de 500 obras, entre arquitectura y espacio públicos. Una vez resuelta la curaduría final que alcanzó las 364, comenzaba la tarea titánica de formar grupos de colaboradores para registrar los catastros municipales, contactar a los autores, revisar libros y revistas, y consultar por la web para obtener toda la información posible sobre cada obra. Afortunadamente en muchos casos la difusión de estas obras se había reflejado en las revistas Punto, Espacio y Forma, Revista SVA, Revista CAV, Publicaciones de las Bienales de Arquitectura, Gacetas del Distrito Federal, Boletín del CIHE, Revista A, hombre y expresión Revista Integral, y Entrerayas, entre muchas. En otros casos las distintas monografías sobre arquitectos coordinadas por Niño fueron claves, así como trabajos de investigación de corte académico.

10. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Índice.

Se conformaron grupos de trabajo para la fotografía, el redibujo de planos y la investigación documental. Mas de 60 personas, todas ellas movidas por un entusiasmo admirable para materializar un proyecto colectivo. En el caso de los textos, el criterio fue seleccionar un grupo amplio de académicos y arquitectos, y plantearles la idea de que escribieran una cuartilla sobre sus obras favoritas. Nada mejor que escribir sobre aquello que conoces y que te gusta.

Para el diseño gráfico del libro se realizó un pequeño concurso interno convocando a tres oficinas de diseño de muy alto nivel. El resultado favorable recayó sobre ABV Taller de Diseño, Carolina Arnal, Waleska Belisario y Daniela Alcalá, quienes se dieron a la tarea de redibujar el plano de Caracas que acompañaría la guía, y proponer un diseño hermoso, legible, coherente y estructurado para comprenderla. El libro bilingüe, impreso en China, de 624 páginas y formato de 13 x 26 cms., llegaría a Caracas por valija diplomática en septiembre del 2015. Finalmente, en octubre de 2015, se presentaría la publicación en la Embajada de España, en Caracas.

11. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes al Capítulo 1.

La guía que produjimos muestra en su primera parte (titulada “Historia de Caracas a través de sus planos») la evolución urbana de Caracas, según el análisis cronológico de sus planos históricos evidenciando la importancia de la representación. Ello determinó su división en las 10 zonas que conforman la segunda parte, reflejo de como la ciudad fue creciendo y apropiándose del valle. De esta forma también dentro del contexto de caos urbano actual, se confirma que la ciudad sí tuvo unas reglas de crecimiento, que en muchos casos fueron disímiles, opuestas, azarosas, y predeterminaron una ciudad sin forma. Es un relato si se quiere, del abandono de la historia, donde se evidencian las operaciones urbanas y arquitectónicas que propiciaron el progresivo abandono del damero fundacional, y donde también es posible visualizar las transformaciones tipológicas, urbanas y estilísticas que se han producido desde la construcción de la Catedral de Caracas hasta edificaciones contemporáneas.

12. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 1 del Capítulo 2.
13. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 7 del Capítulo 2.

La segunda parte, corazón de la publicación, congrega en 10 zonas las principales obras arquitectónicas y espacios públicos. Cada una está llena de referencias escritas y visuales logradas a través de fotografías que nos van escoltando a través de cambiantes edificaciones y envolturas urbanas que nos acompañan, consciente o inconscientemente, en la memoria individual del lector sobre la ciudad de Caracas. Es aquí donde se encuentran las 364 fichas que recogen lo más representativo de la arquitectura patrimonial y moderna de la ciudad. Para reforzar la memoria, intentamos contrastar con imágenes el estado actual de la arquitectura y las de su mejor momento, para señalar de forma crítica su valor en el contexto de la ciudad y poner en evidencia su deterioro con el ánimo de remover la conciencia de los actores responsables de su cuido y preservación. De forma nostálgica, incluir fotografías históricas también aspira mostrar esa voluntad de progreso que una vez tuvimos, como referente para lo que podría volver a ser esta ciudad en el futuro.

14. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 10 del Capítulo 2.

Pero quizás lo novedoso, es que la Guía nos muestra en su tercer capítulo titulado “Caracas a futuro: miradas sobre la ciudad”, su capacidad de convertirse (valga la redundancia) en verdadera “guía” de la ciudad. Allí se muestran imágenes de proyectos en curso para la ciudad y opiniones de diversos actores, se plantean los problemas, amenazas y oportunidades de la capital. Surgen temas medulares como la “gobernabilidad”, la importancia de la capitalidad o la necesidad de canalizar la ciudadanía desde el poder. A su vez se tratan temas como el respeto al monumento, el rescate de los espacios públicos y la necesidad de que la arquitectura sea de calidad y realice aportes a la ciudad.

Muchos de estos conceptos que en cualquier otra sociedad resultan más que obvios, en un contexto como el de Caracas son hoy más que nunca necesarios de recordar. También se promueven ideas sugerentes, y se evidencian sus oportunidades: la construcción de una red de parques lineales a lo largo del Guaire y de las quebradas con el objeto de recobrar las fuentes de agua que bajan del Ávila entre Catia y Petare; imaginar que en vez de transitar en carro, podemos caminar sin accidentes, o movernos con un sistemas de transporte alternativos y sostenibles; desarrollar un transporte público eficiente que nos permita gestionar perfectamente nuestro tiempo;  que dentro de unos años, los barrios, gracias a las acciones y políticas adecuadas, puedan llegar a  ser lugares deseados para vivir, por sus vistas sobre el valle, porque estarán rehabilitados y porque sus problemas actuales se habrán resuelto. Que podemos, con solo un boleto de metro, transitar del valle al mar a través del Ávila, tal como se planteó los años 50 del siglo XX con la construcción del sistema teleférico, y que la Carlota puede llegar a ser un gran espacio urbano para los ciudadanos. Todo ello les daría gran felicidad a los caraqueños.

15. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes al Capítulo 3.

Resulta útil entonces mirar a Caracas a través de esta guía, que diez años después, se mantiene como una herramienta que muestra un relato de un proceso, abierto, dinámico, complejo, donde Caracas se mueve, se redefine, y que condensa una forma de relectura, útil a propios y visitantes, que valora el pasado, evidencia el presente y delinea su futuro. A partir de la lectura de su pasado, su presente y su futuro aspiramos a lograr que los ciudadanos, arquitectos, urbanistas y gobernantes la tomen como referencia y usen su plano para pasearse por ella y redescubrirla. Si logramos que algún gobernante o legislador use la guía para poder entender a Caracas un poco más, seguramente podrá delinear, emprender o implementar tácticas urbanas útiles a las transformaciones profundas que la ciudad necesita. Entonces nos sentiremos satisfechos de nuestra labor al habernos acercado con éxito al ciudadano y al gobernante para mostrarle su ciudad.

Esperamos que la guía haya cumplido con el objetivo hacer sentir a quien la lea el orgullo de pertenecer a su ciudad, y de ofrecerle los nombres de aquellos arquitectos y profesionales que la han materializado como una urbe compleja, heterogénea e inmersa en un potente marco geográfico y paisajístico.

Nota complementaria 1

16. Página de entrada de la versión en formato web de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje.

Dos años después de su lanzamiento, con el apoyo de Econoinvest, la guía pasaría a formato web (www.guiaccs.com), plataforma que hoy en día se mantiene activa gracias al esfuerzo económico de los autores y el financiamiento del Archivo de Fotografía Urbana. Este importante paso busca aun convertirse en vehículo para seguirla impulsando, actualizando y hacerla crecer incorporando edificios que se considere hayan quedado por fuera de la versión en papel o que, construidos después del año 2010, merezca la pena incorporar.

Nota complementaria 2

17. Carátula y algunas páginas interiores de Architectural Guide. Caracas publicada por DOM publishers (Berlín) en 2017 revisada en 2019.

El año 2017, dentro de la serie Architectural Guide publicada por DOM publishers (Berlín), apareció Architectural Guide. Caracas, un tomo simplificado y más compacto (272 páginas) de Caracas del valle al mar…, preparado por Iván González Viso y José Rosas Vera, dirigido fundamentalmente al público anglosajón y redactado totalmente en inglés. La utilización como base de la estructura de la guía caraqueña y de buena parte del material original (reelaborando y simplificando los textos y complementando las fotografías con la aparición de nuevas tomas), lo convierten en un subproducto más ligero y de fácil lectura resuelto bajo otro concepto de diagramación. Todo ello obliga a señalarlo como un derivado de importancia con otras aspiraciones y alcance el cual ha logrado su objetivo divulgativo hasta el punto de que ya cuenta con una edición revisada impresa el año 2019.

Nota complementaria 3

18. Carátulas de las primeras tres (arriba) y de las últimas tres (abajo) de las 33 guías publicadas con el apoyo de la Junta de Andalucía.

Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, como ya se mencionó, formó parte del programa de colaboración internacional con otras administraciones y entidades públicas impulsado por la Junta de Andalucía que dio origen a un total de hasta 33 publicaciones (guías y planos guías) para Latinoamérica y Marruecos, siendo la primera la Guía arquitectónica y urbanística de Montevideo (1992) y la última la Guía de arquitectura y paisaje de El Caribe colombiano (2017). De entre ellas Caracas del valle al mar… ha sido, por tanto, la penúltima guía publicada dando la impresión de que el programa se encuentra en estos momentos detenido.

Para los interesados en acceder y descargar la totalidad de estos importantes documentos existe el portal

https://www.juntadeandalucia.es/organismos/fomentoarticulaciondelterritorioyvivienda/areas/arquitectura/fomento-arquitectura/paginas/guias-arquitectura-cooperacion.html

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 1, 2, 6, 7, 8 y 18. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

3. MoMA (https://www.moma.org/calendar/exhibitions/1456?)

4, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 15. Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. 2015

5. Clarín (https://www.clarin.com/todoviajes/informacion-confiable-trayectoria-guias-viaje-siguen-populares_0_S1sKP518f.html)

16. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (https://guiaccs.com/)

17. ArchDaily (https://www.archdaily.cl/cl/876338/architectural-guide-caracas-ivan-gonzalez-viso-plus-jose-rosas-vera)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 166

En el último cuarto del siglo XX y a principios del siglo XXI la ciudad de Caracas crece sin un verdadero espíritu de renovación, y disminuye la fuerza, la escala y la proporción de las propuestas urbanas, que en tiempos de Guzmán Blanco, Medina Angarita o Pérez Jiménez fueron modelos estructurantes de su desarrollo.

Sin embargo, comenzando el siglo XXI, la aerofotografía que engalana nuestra postal del día de hoy revela una lectura de la totalidad del área metropolitana a una escala donde, tal y como relatan Federico Vegas e Iván González Viso en «Historia de Caracas a través de sus planos» (Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015), “resulta imposible identificar a la ciudad con una visión, un discurso, un estilo, una misión”. Al mismo tiempo la historiografía muestra que no parece haber un plano capaz de mostrar el estado actual de la metrópoli o los planes futuros para la ciudad en este momento histórico, donde Caracas ha pasado a ser la sumatoria de muchos rumbos, contradicciones, tiempos, texturas.

La imagen del Área Metropolitana de Caracas, tomada en un vuelo desde un avión con una cámara fotogramétrica en el 2009, muestra una ciudad compleja. Una gran mancha limitada por el cerro Ávila que se extiende por cada uno de los valles que alimentan el valle central, y que alberga una población que sumada a la de los Valles del Tuy Medio, la conurbación Guarenas-Guatire-Araira, los Altos Mirandinos y el Litoral Central, alcanza más de cinco millones de habitantes.

La original obtenida en el 2009 es una imagen a escala real del terreno. Está generada por el proceso conocido como “ortorrectificación” y permite medir sobre la imagen así como superponer otros mapas sobre ella. Si bien no hemos logrado identificar qué empresa u organismo se encargó de generarla, sabemos que ella se construye conociendo la posición y la orientación de la cámara en el momento del disparo y la forma de la topografía del terreno mediante exactas medidas topográficas y fotogramétricas. Su ventaja respecto al mapa topográfico convencional consiste en que no hay que interpretar ningún símbolo cartográfico, ya que las autopistas, urbanizaciones, edificios, casas y parcelas, se muestran tal y como se verían desde un avión. Es una foto de la ciudad 442 años después de su fundación, marcada por cicatrices derivadas de su forma de organización urbana.

La falta de planes generales para la capital hará que para el 2009 la red de autopistas, que comienza con el plan vial de 1951, se convierta en la intervención con más peso y presencia en la transformación de la estructura de la ciudad y será el aspecto más característico y significativo de nuestro urbanismo, interrumpiendo, cortando, modificando, superponiéndose y dividiendo a la ciudad con una estética y unas leyes propias.

También para el año 2009 el modo de expansión urbana del Área Metropolitana de Caracas -a pesar de las fuertes inversiones en infraestructuras de transporte público que se realizaron en las últimas décadas del siglo XX, como el sistema Metro o, a inicios del XXI, como el Metrocable- había ocasionado una fuerte segregación residencial según los ingresos y, paralelamente, condiciones inequitativas de movilidad y accesibilidad.

Desde el punto de vista de la gobernabilidad, el año donde se produce esta imagen, marca una ruptura, ya que hasta el 2009 la gestión de la ciudad estaba dividida en cinco municipios (Libertador, Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre), cada uno con su respectivo alcalde, pero administrada por la Alcaldía Metropolitana con competencias en materia de seguridad, salud y educación. A partir de este año, con la aprobación de la Ley Especial sobre la Organización y Régimen del Distrito Capital, se elimina definitivamente el Distrito Federal y la gobernabilidad de la ciudad pasa a manos de una autoridad única, lo cual desata pugnas por el control político de administración de la capital. La designación por parte del Presidente de la República de una autoridad única del Distrito Capital, quien sería la encargada de elaborar su Plan de Desarrollo Económico y Social, profundizaría los desacuerdos y los planes unilaterales que conducirían a un desbalance en las actuaciones sobre la ciudad y al paulatino ahogamiento de la Alcaldía Metropolitana.

Por otro lado, en los primeros lustros del siglo XXI, en el área metropolitana se consolidan y aumentan los desarrollos que permanecen al margen de la legislación y de los servicios urbanos. La ciudad ya había perdido la idea de un lenguaje urbano propio, tradicional, popular, común y, en consecuencia, todo aquello que se desarrolle al margen de las nuevas leyes ocurrirá desordenadamente, sin ninguna tradición que lo estructure. Por un lado, existirá una legislación urbana, un catastro y unas normas arquitectónicas que pretenden organizar la ciudad. Pero, por otro lado, se desarrollará una ciudad paralela como un campamento provisional. Poco a poco esa segunda ciudad se irá haciendo mayor hasta ocupar grandes áreas de territorio periférico, para albergar más habitantes que la ciudad legalizada. Esta ciudad marginal irá configurando una verdadera red multiforme y unifuncional, un sistema de veredas, caminos y escalinatas que conforman verdaderos laberintos que alimentan viviendas en emergencia que con el pasar del tiempo serán permanentes. La proporción entre este uso de vivienda y las otras funciones propias de una ciudad será muy reveladora, pues este tipo de desarrollo urbano tendrá una evolución vertiginosa en las siguientes décadas tal y como será posible constatar en el plano aparecido en la publicación CABA. Cartografía de los barrios de Caracas 1966-2014 (Enlace Arquitectura, 2015), elaborado cinco años mas tarde, en el año 2014.
La extensión de la mancha del área metropolitana reflejada en esta imagen, anticipada en la silueta con forma de caballo expresada en el plano de Eduardo Röhl de 1934, evidencia la pérdida de la herencia histórica del damero, y la transformación del mismo por un modelo de desarrollo que convirtió a Caracas en un organismo mediocre de alta densidad, regido por un modelo cuantitativo y especulador. Citando a Federico Vegas e Iván González Viso en “Una ciudad en sus redes y en sus tramas” (Venezuela siglo XX. Visiones y testimonios, Fundación Polar, 2000), “esta realidad tuvo y tiene efectos profundos en el alma de la ciudad, precisamente porque ésta ha perdido la idea de alma. De esta forma la ciudad identificada con su origen histórico, su epicentro, sus formas originarias, y la trama que le sirvió de punto de partida, hoy se asocia con el caos, con el deterioro, con lo irrecuperable”.

IGV

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 126

1941 marca el momento en que se inicia con gran ímpetu el saneamiento del sector donde se construirá entre 1942 y 1945 la Reurbanización de El Silencio (proyecto de Carlos Raúl Villanueva que sigue -en buena parte- los lineamientos dictados a partir de 1939 por el Plan Rotival), durante la presidencia de Isaías Medina Angarita y con ello la oportunidad de encontrar claras pautas de lo que debía ser el desarrollo a futuro del casco central de ciudad.

Pero también es el año que Irma De Sola en Contribución al estudio de los planos de Caracas (1967), atribuye, por no tener fecha registrada, a la elaboración de este “Plano de Caracas y sus alrededores” que hoy ilustra nuestra postal, clara muestra de la manera como la capital se fue extendiendo y donde resalta no sólo la ausencia de topografía y aparición de la vialidad como gran protagonista, sino la notable diferencia que se marca entre la ocupación de los “alrededores” con respecto a la trama característica del damero fundacional, cuya prolongación había sido el patrón hasta hacía muy poco en cuanto a signar el crecimiento urbano. Para Irma De Sola, 1941 debe ser la fecha del documento justamente “por considerar que coincide con el desarrollo de las urbanizaciones que entonces se realizaban”.

Así, se pueden detectar con claridad en el plano, hacia el este del casco, los nuevos urbanismos de San Bernardino, Los Caobos y La Florida y, más allá, los de Campo Alegre, La Castellana, Altamira, Sebucán y Los Chorros; al sur, Santa Mónica, Los Chaguaramos, Valle Abajo y Las Acacias; en las proximidades al casco central San Agustín del Norte, El Conde y San Agustín del Sur; al sureste, El Rosal y Las Mercedes; al oeste, Nueva Caracas; al suroeste, El Paraíso; y como dato curioso la huella del primer plano de conjunto de la Ciudad Universitaria de Caracas.

La representación (una hoja plegable de 92 x 42 cms, patrocinada por R. N. Ríos y Cía. e impresa por Librería Caracas en blanco y negro a escala 1:10.000), muestra una ciudad que se debate entre el pasado y el futuro. El plano abarca de oeste a este, desde Nueva Caracas hasta Boleíta, mostrando de forma exclusiva la vialidad en la que destacan algunos de los nombres de las calles, avenidas y autopistas. En ella se mezclan la tradicional nomenclatura caraqueña propia de las esquinas del damero fundacional, con un sistema de identificación de vías creado especialmente para cada urbanización. También muestra proyectos en curso o aún no construidos: el futuro trazado de la Avenida Bolívar, la autopista que corre paralela al río Guaire y el aeropuerto La Carlota, son algunos de ellos. También aparecen con línea punteada las distintas rutas del ferrocarril, que desaparecerán en corto tiempo. Al este, se plasman urbanismos incipientes, separados por quebradas que no se representan y cuyas calles aún no se identifican. Esta lógica de trazados independientes también será producto del desarrollo en grandes paños de tierra pertenecientes a haciendas ubicadas entre cauces de agua provenientes del Ávila.

Como bien indican Iván González Viso y Federico Vegas (con el aporte de Nancy Dembo y José Rosas Vera) en “Historia de Caracas a través de sus planos”, ensayo introductorio de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), al referirse al crecimiento sin visión integral alguna que se da más allá del área central de la ciudad, producto en su mayoría de la venta y urbanización de las haciendas que ocupaban el valle y sus rincones: “… la historia de la trama original de la ciudad ha sido definitivamente abandonada, para dar paso a un urbanismo que tendrá más relación con nuestra geografía que con nuestra historia.(…) Estas nuevas propuestas de nuevas urbanizaciones se trazan con algunos ejes de simetría y algunos principios de composición. En las próximas décadas este deseo de plantear un urbanismo con valores formales se perderá y solo prevalecerá el deseo de urbanizar con eficiencia mercantil. (…) El aislamiento, propuesto por estas urbanizaciones como estrategia de crecimiento, produce un ordenamiento de la periferia sobre la base de la disgregación, confirmando lo que el plano de 1934 auguraba. En la ocupación del este del valle se ha consolidado una visión opuesta a la que había predominado por varios siglos. Desde sus inicios la América hispana subordinaba el campo a la ciudad, mientras la América inglesa había concebido a la ciudad como un centro de acopio y distribución para el campo. A mediados del siglo XX la visión protestante de la noble y sana campiña, que generó el mito de la ‘pequeña casa de la pradera’, comenzó a predominar sobre la visión católica de la ciudad sacra rodeada de una naturaleza profana, versión ésta que había generado el damero y la casa de patio.”

De esta manera, la quinta aislada, anhelo de todo ciudadano que ve mejorar su nivel socio-económico, pasa a ser el modelo que materializará el rechazo a la ciudad tradicional a la que sólo buscará vincularse mediante el automóvil y que poco a poco se irá degradando y desarrollando sin atenerse a políticas que velen por su preservación.

La acertada afirmación procedente del texto ya citado de que “la casa de los nietos comienza a ser radicalmente distinta a la de los abuelos”, ilustra con toda claridad la naturaleza del fenómeno que se produjo por más que el desarrollo de El Silencio estuviese mostrando al mismo tiempo un claro ejemplo de convivencia entre tradición y modernidad, logrando Villanueva “adaptar el tejido de la trama de nuestra más importante herencia urbana a las propuestas de la ciudad moderna”. Este desarrollo, contrapartida de las urbanizaciones de quintas al este del valle, adapta la morfología de sus edificaciones a la trama urbana de la ciudad fundacional, presentando grandes arcadas que sombrean las aceras de su perímetro continuo y dejando patios comunes en el centro de cada manzana. Lamentablemente, la dirección a la que apuntaba la Reurbanización de El Silencio se abandona casi de inmediato sin permitirle convertirse en modelo para la transformación moderna de la ciudad.

Siempre quedará para el debate y la especulación el prefigurar qué hubiese pasado si a mediados del siglo XX se hubiesen seguido de manera armónica, acompasada y sobre todo planificada las pautas señaladas por ambos derroteros, ante el claro hecho de que si algo ha caracterizado a Caracas desde siempre es lo limitado de su espacio físico para dar cabida a un crecimiento que lucía inevitable. Para intentar una primera respuesta valdría la pena indagar en torno al efecto producido por las ordenanzas de zonificación que se fueron aprobando y aplicando desde entonces, tan afines a los aspectos cuantitativos propios de cada parcela y tan alejadas del valor coral que debe existir entre el espacio público y la forma urbana. El “Plano de Caracas y sus alrededores” de 1941 representa, en definitiva, una posibilidad de estudio de las diversos trazados y tipologías de urbanización que se insertaron en su espacio geográfico cambiando su lógica de crecimiento. Nos atrevemos a afirmar que, salvo algunos casos, las mismas calles y trazados que acá se muestran, aún permanecen más de 75 años después. Ellos estructuraron la totalidad del valle promoviendo un nuevo modelo de ciudad caracterizado por desarrollos aislados, que luego, como se sabe, se intentaron enlazar mediante el desarrollo desmesurado de arterias viales destinadas al tránsito automotor.

IGV

LA NOTICIA DE LA SEMANA

GUIACCS.COM

Caracas del valle al mar en formato Web

A falta aún de una presentación formal, los autores de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas), junto a quienes se han involucrado en el nuevo proyecto que ha consistido en revisar su contenido para llevarlo a un formato que permitiera su consulta de forma publica, permanente y universal, anuncian el lanzamiento, en el marco del año conmemorativo del 450 aniversario de la fundación de Caracas, de una nueva versión en formato web que puede desde ahora ser visitada, consultada, aprovechada y disfrutada a través de www.guiaccs.com.

Tras el éxito de la versión impresa, financiada en su oportunidad por la Universidad Central de Venezuela y la Junta de Andalucía, la iniciativa de darle acceso a la Guía a través de la web ha sido promovida por sus autores desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV y financiada por el grupo Econoinvest y la Fundación Arquitectura y Ciudad. También se ha establecido una asociación con el Archivo de Fotografía Urbana, para generar contenidos.

El portal se ha diseñado de manera tal que pueda navegarse por una constelación de campos de información sobre la capital que abarcan su historia, su identidad, su marco geográfico, su crecimiento, evolución y estructura urbana, su arquitectura, su patrimonio, sus principales obras de infraestructura o sus iconos arquitectónicos y paisajísticos.

La Guía web privilegia la mirada del arquitecto: un punto de vista sobre la forma y el espacio, donde cada edificio, cada espacio público representa una manera de observar. El resultado es lo que podría llamarse un “culture broker”, es decir, un elemento mediador entre el visitante (arquitecto), el lugar y la experiencia de recorrer la ciudad.
Su especificidad temática exigió mostrar contenidos que resultan esenciales para comprender una obra: situarla en su contexto histórico, explicitar sus aportes a la ciudad, su idea fuerza, lenguaje, lógica estructural, aportes tecnológicos y construcción formal. Se procuró que la fotografía tanto histórica como actual, junto a los textos y planos, armen un relato, para entender las relaciones que se construyen en el edificio, y explicar su sentido y su contexto.

Si bien la versión digital de la Guía mantiene los mismos temas y contenidos que la impresa, su carátula ofrece de entrada múltiples opciones de acceso a través de temas tales como: Aspectos generales, Caracas a través de sus planos, Hacedores de Ciudad -un registro biográfico de los profesionales que construyeron la ciudad-, Caracas a futuro/Miradas sobre la ciudad, Travesías por Caracas -rutas establecidas por la ciudad-, y Archivos de Arquitectura -donde se podrán consultar bases de datos-, campos de información que aspiran a ser alimentados progresivamente en el tiempo.
Seguidamente se muestran las diez zonas de la ciudad contentivas de las 364 obras de arquitectura seleccionadas inicialmente en la versión impresa. Sin embargo, la plataforma permitirá que este número vaya creciendo progresivamente de forma estratégica para ampliar el catálogo de piezas en forma sostenida lo cual se convierte en uno de los los aspectos más interesantes de este proyecto.

La página se estructura con campos de colores a manera de tarjetas que identifican cada tema y cada zona de la ciudad siguiendo los mismos códigos de la versión impresa, y con la misma tipografía para guardar una unidad entre ambos productos. Cada obra, además, está georefenciada en un plano general interactivo (que considera una base cartográfica existente de Google Maps) donde el visitante es capaz de encontrar su ubicación exacta en la ciudad.

El resultado visual, producto del trabajo de ABV Taller de diseño, se ha traducido en una pagina amable, legible y limpia pensada y diseñada tanto para el computador como para el teléfono móvil. Ello permite visitar las obras de primera mano, y asumir, sorteando las dificultades actuales, el rol de paseantes-exploradores que buscan leer la ciudad, ver su mejor arquitectura y entender las estructuras y sistemas que las originan y sustentan desde el móvil: toda una invitación a “observar para poder descubrir” y “conocer para actuar”.

Esta herramienta condensa una forma de relectura útil a propios y visitantes, visibilizando una ciudad privilegiada geográficamente, que necesita recuperar su brillo tomando conciencia de su belleza innata e indestructible. A partir de su consulta y revisión, se aspira a lograr que los ciudadanos, arquitectos, urbanistas y gobernantes la conozcan, la visiten, la comprendan y la valoren.

Con esta nueva versión web de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, se contará con una plataforma viva, que aspira transformarse en referencia para conocer la capital y su arquitectura y en medio que permita recobrar la aventura espiritual de sumergirse en la ciudad potenciando experiencias que promuevan su recorrido.

A través de esta nota, como se señaló al comienzo, la Fundación Arquitectura y Ciudad adelanta a manera de primicia este importante lanzamiento, anunciando que la presentación formal de http://www.guiaccs.com se tiene prevista realizar durante el presente mes de abril, la cual será notificada con la debida antelación.
La invitación ahora es a disfrutar de este valioso regalo.

IGV

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 54

Como otra pieza que se suma al rescate de su memoria este año en que cumple 450 años, el plano de Caracas fechado en 1775, muestra una modesta ciudad colonial consolidada, que está a punto de convertirse en sede de la Capitanía General de Venezuela (1777), de romper definitivamente sus vínculos con Santo Domingo de Bogotá tras la creación de la Real Audiencia (1786) y que se encuentra a escasos 35 años de verse inmersa como gran protagonista del proceso independentista.
Paulatinamente, el incremento del comercio del café y el cacao, en manos del monopolio establecido por la Compañía Guipuzcoana (1730-1785), hacía respirar a los caraqueños un aire de prosperidad que sin embargo no  permitió superar el provincianismo que marcó a la ciudad desde su fundación, más allá de los esfuerzos realizados en 1753 por el gobernador Felipe Ricardos, quien si bien por un lado emprende una ambiciosa remodelación de la Plaza Mayor, por el otro (como señala Rosario Salazar en su ensayo “La jura de Carlos IV. Un escenario barroco para  la Caracas del siglo XVIII”), no pudo ocultar el deplorable estado de las redes de aguas servidas, iluminación y vialidad.
La representación expone, también, una ciudad que reconoce al damero como elemento fundamental para regular su crecimiento, hecho remarcado por el alcance de la superficie abarcada equivalente a un cuadrado perfecto que cubre un total de 256 cuadras (16 x 16) y que deja por fuera una muy buena parte de la información relativa a los aspectos geográficos del valle donde se inserta, muy lejos de lo hecho en el plano fundacional de Juan de Pimentel.
Tal y como apuntan Federico Vegas e Iván González Viso en el ensayo introductorio de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, titulado “Historia de Caracas a través de sus planos”, asumiendo la diferencia que Ignasi de Solá-Morales establece entre topología (paisaje de los conceptos) y topografía (descripción de un paisaje específico), “quizás lo más topológico de este plano lo encontramos en la utilización de colores: verde en el centro para la parroquia Catedral, anaranjado para la parroquia Altagracia, azul para La Candelaria, San Pablo en amarillo y Santa Rosalía en sepia”. Y continúan: “Vemos, pues, que la división en colores es parte de una estrategia ya anunciada en una cinta ornamental en el borde superior con las palabras ‘Justicia’ y ‘Vigilancia’ “.
Señalan también Vegas y González Viso cómo este plano que nos presenta a “Caracas, con divición de sus Barrios” colabora en la proliferación de términos que poco a poco empezaron a coexistir con la intención de explicar la estructura de la ciudad (barrio, parroquia, cabildo, alcaldía, ayuntamiento), que, devenida en confusión, ha perdurado hasta nuestros días complicando su división territorial y su eficiente funcionamiento.
La cuadra, sin lugar a dudas, es la principal protagonista de esta imagen y dentro de ella la casa y el patio, más allá de que en el índice aparecen templos, conventos, una universidad y un hospital. Ese protagonismo que hace de la vivienda, su forma y sus funciones “un microcosmos de lo urbano”, permitirá a Vegas y González Viso establecer la relación existente entre casa y patio así como entre cuadra y plaza clave para reconocer un patrón de ordenamiento que el tiempo ha borrado.
El fundamental apoyo que nos ha brindado el texto de Federico Vegas e Iván González Viso para comentar este plano de Caracas de 1775, es la mejor excusa para hacerles llegar, junto a María Isabel Peña, nuestro reconocimiento desde aquí por el galardón (compartido) obtenido en la XII Bienal Nacional de Arquitectura correspondiente a la mejor publicación de la mano de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015