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¿SABÍA USTED…

…que el origen del eje avenida Universidad-avenida México se remonta a la fundación de Caracas?

1. Primer plano de Santiago de León de Caracas de 1578 sobre el que se señala en rojo lo que será el eje avenida Universidad-avenida México.

Al observar la copia dibujada por Antonio Muñoz Ruiz del plano original que se conserva en el Archivo de Indias, Sevilla, España, junto a la Relación de la Descripción de la Provincia de Caracas por el Gobernador Don Juan Pimentel de 1578, considerado el Primer plano de Santiago de León de Caracas, de entre las muchas cosas que llaman la atención se encuentra su escueta pero ilustrativa representación de los accidentes naturales que la acompañan en medio del valle y, sin duda, la relación y características de la trama urbana con relación al espacio geográfico. Es, como bien señalan Federico Vegas e Iván González Viso (basados en Walter Palm) en “Historia de Caracas a través de sus planos”, ensayo introductorio de Caracas del Valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje (2015), una representación en la que se maneja el “biproporcionalismo”, ya que, por un lado, se presenta “la superposición de dos escalas: una geográfica y una urbana” y, por el otro, existe una evidente desproporción entre ambas. “Un plano con el damero de una ciudad se ha colocado sobre el mapa de un inmenso territorio. En esta suerte de mapa y plano se propone una relación entre una ciudad y una geografía, entre un concepto de orden espacial y un espacio profano aún sin colonizar ni conocer plenamente”.

La información que provee este dibujo, que a su vez recoge el trazado encargado por Diego de Losada a Diego de Henares al momento de fundar Caracas en 1567, caracterizado por la uniformidad y simetría presente en 25 cuadras precisas e idénticas, permite apreciar, esbozadas, diferentes tipologías (iglesia, plaza, casa, calle) y, con ello, repasar su peso en el desarrollo posterior de la ciudad en el cual muchas de ellas han mantenido su ubicación y similares propósitos.

2. Detalle del Primer plano de Santiago de León de Caracas de 1578.

Hoy nos referiremos a la calle en sentido oeste-este que originalmente como todas tenía “una anchura de treinta y dos pies”, localizada una cuadra al sur de la “plaza” y que muestra como elemento resaltante la presencia de una manzana con la inscripción “San Francisco”, en la que se preveía el establecimiento de un convento y una iglesia anexa que congregaría a los primeros miembros de la orden franciscana que finalmente llegarán alrededor de 1575.

Dicha calle verá cómo los monjes fundarán su convento tan pronto arribaron (levantándolo entre 1577 y 1586) y también será testigo del inicio de la construcción en 1593 de la iglesia diseñada por Antonio Ruiz Ullán. Ya para 1772, fecha del “Exato mapa de la ciudad de Caracas”, la vía se desarrollaba entre las quebradas de Caroata y Catuche cuando su paralela, que pasaba al norte de la Plaza Mayor, ya llegaba hasta la quebrada Anauco, siendo la construcción de su puente la excusa ideal para instalar una alcabala en la Candelaria que regulaba el acceso desde el este, en momentos que despertaba el interés por ejercer el control fiscal de la urbe.

3. El eje que nos ocupa remarcado en el “Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus Barrios” de Joseph Carlos de Agüero (1775), dos años antes de la creación de la Capitanía General de Venezuela.

Lo anterior se verá refrendado en el idealizado mapa de 1775 de Joseph Carlos de Agüero (“Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus Barrios”) donde se presenta una ciudad colonial en un cuadrado perfecto de 16 x 16 cuadras en el que el eje que nos ocupa atraviesa las parroquias Catedral y Candelaria (cosa que se mantiene hasta el día de hoy) y ya se encuentra próximo a la quebrada Anauco. También aporta la existencia del convento de San Francisco y en la acera de enfrente del convento de La Concepción.

4. Recorte del “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale” de Francois-Raymond Joseph Depons (1806).

El muy detallado “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale” de 1806, elaborado por el cartógrafo francés Francois-Raymond Joseph Depons durante su estadía en Venezuela, registra con precisión el inicio de la calle al oeste a partir de la quebrada Caroata marcando su final al este con la presencia de la “Prison de Correction” mostrando, además, la presencia de los dos conventos ya mencionados.

5. Recorte del “Plano de la Ciudad de Caracas en el año 1810” elaborado por E. Mendoza Solar en 1910.

Por su parte, el “Plano de la Ciudad de Caracas en el año 1810” elaborado por E. Mendoza Solar completa lo señalado por Depons indicando cómo al sur de la “Casa de Corrección” se encuentra la “Casa de Misericordia” (hospicio que funcionó entre 1787 y 1797 y que luego tuvo diferentes destinos), en el espacio hoy ocupado por el Parque Carabobo, encontrándose más al este como vecino un “Campo-Santo” donde hoy funciona el Liceo Andrés Bello.

6. El Templo y el Convento de San Francisco en 1851 según Lessman.

Recién finalizada la Guerra de Independencia, con la aprobación en 1821 de la primera Ley de Extinción de los Conventos Menores, dirigida a comunidades masculinas con un número de frailes inferior a ocho, el antiguo Convento de San Francisco se convirtió en cuartel, hospital y sede de una escuela, antes de albergar a la Universidad Central de Venezuela (nombre que adopta la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1826) a partir de 1852 tras dejar el Seminario de Santa Rosa de Lima.

7. Fachada sur del Palacio Federal Legislativo, Luciano Urdaneta (1873).

Posteriormente, con la llegada de Antonio Guzmán Blanco al poder en 1870, se producirán a lo largo de la calle que nos ocupa varios hechos dignos de mencionar que la marcarán hasta el día de hoy. En primer lugar, en consonancia con su política de separación entre la Iglesia y el Estado, que limitó la injerencia eclesiástica en asuntos de gobierno y educación, el Ilustre Americano confiscó durante su primer mandato (1870-1877), entre otras propiedades, el convento de las Madres de la Inmaculada Concepción para luego, tras su demolición destinar la manzana en la que se encontraba a la construcción del Palacio Federal Legislativo (también llamado Capitolio Federal), obra proyectada por Luciano Urdaneta que se llevó a cabo entre 1872 y 1877, pero de la que ya para 1873 se había completado el ala sur con frente hacia la UCV de estilo neoclásico.

8. Fachada norte de la Universidad Central de Venezuela tras la intervención del antiguo Convento de San Francisco por Juan Hurtado Manrique (1872-1873). Aún puede verse la estatua ecuestre del «Ilustre Americano» en la plazoleta conocida como «El Saludante».

Por otro lado, en el año 1872 se ordena la demolición de todo un conjunto de construcciones que estaban adosadas del lado norte del antiguo convento de San Francisco (ya para entonces UCV), y se emprende un proyecto de remozamiento para crear una nueva imagen de estilo neogótico bajo la batuta de Juan Hurtado Manrique, quien complementará la intervención añadiendo al extremo oeste de la manzana un ala integrada a la exposición del Centenario del Natalicio del Libertador en 1883, posteriormente ocupada por la Biblioteca Nacional. Esa acción acompañada del frente sur del Palacio Federal Legislativo condujo a la creación de un nuevo espacio urbano que a partir de 1876 competiría con la plaza Bolívar (inaugurada como tal en noviembre de 1874 con el develamiento de la estatua ecuestre del Libertador), teniendo en este caso la figura del Ilustre Americano como protagonista a través de otra escultura ecuestre también conocida como “El Saludante”.

9. Antigua Plaza Carabobo (1881) -hoy Parque Carabobo- que durante algún tiempo también fue conocida como Plaza de la Misericordia.

A Guzmán también le corresponderá en 1881, durante su segundo mandato, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la realización de la Batalla de Carabobo, ordenar la demolición de la Casa de la Misericordia y destinar la manzana por ella ocupada a crear una plaza ornamental que desde entonces adquirió el nombre de la batalla que selló nuestra independencia. Este espacio con el tiempo señalaría el fin de lo que hoy se denomina avenida Universidad y el comienzo de la avenida México.

Es el “Plano topográfico de la ciudad de Caracas, capital de los E.E.U.U de Venezuela” de 1874 levantado por Estevan Ricard, que como dirá Iván González Viso se denomina igual que los anteriores “con la diferencia de que sí es genuinamente topográfico”, el que recogerá el primer impacto de las iniciativas guzmancistas y “representa las medidas fidedignas de unas manzanas con sus formas y tamaños verdaderos”. A partir de este plano “la ciudad va tomando conciencia de su vialidad. Arístides Rojas y Cesáreo Suárez plantean un sistema cartesiano que parte de la recién bautizada plaza Bolívar y forman las avenidas Norte, Sur, Este y Oeste”, cuyo punto de origen se fijó en la esquina de La Torre, con el cual “se intenta dejar atrás los nombres de unas 264 esquinas” y que, combinando ambas nomenclaturas, será recogido por primera vez en el “Gran plano de la ciudad de Caracas conforme a la reciente numeración i división. Segunda Edición dedicada al Jeneral (sic.) Francisco Linares Alcántara” de 1877 elaborado por el ingeniero Juan de la Cruz Martínez y luego con más claridad por el “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889 de Vicente Mestre. Los planos de Razetti de 1897, 1906 y 1929 mantendrán la mencionada nomenclatura de calles, correspondiéndole al de 1929 ser el primero que presente un esquema aclaratorio del sistema implementado por Rojas y Suárez.

10. Detalle del “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889 de Vicente Mestre.
11. El Pasaje Linares, inaugurado en 1891. Avenida Este 4 entre las esquinas de Traposos y El Chorro.

Desde entonces, la calle de la que hoy nos ocupamos pasa a llamarse Oeste 4 desde la esquina de Marcos Parra hasta la esquina de Sociedad y Este 4 desde ese punto hasta el Parque Carabobo (Misericordia a Pele el Ojo), adoptando el nombre de avenida Universidad a finales de los años 1950 (tras ser ampliada) por haber contenido a la UCV desde 1856 hasta 1953, momento en el cual al mudarse ésta a la Ciudad Universitaria de Caracas, el edificio fue rehabilitado pasando a ser desde abril de 1956 la sede de las academias nacionales y a ser conocido como Palacio de las Academias.

12. Avenida Este 4, entre las esquinas Sociedad y Traposos. Edificio sede del Banco de Venezuela. Alejandro Chataing, 1924 (demolido).
13. Detalle del “Plano de Caracas” de 1929 de Ricardo Razetti.

El otro tramo que nos interesa, que transcurre más allá del Parque Carabobo, se desarrollará a partir de los años 1940 como prolongación de la avenida Este 4 y adoptará muy pronto el nombre de avenida México. La amplia calle, tras superar la quebrada Anauco, remataba en la plaza que aún se denominaba Mohedano, marcando una especie de puerta que daba salida a la ciudad hacia el este. Un poco más allá, sobre el mismo eje, se estaban terminando de construir los Museos de Bellas Artes (1935-1938) y de Ciencias Naturales (1936-1939) proyectados por Carlos Raúl Villanueva con el espacio circular que les daba acceso y establecía el inicio de la avenida Mosquera, ruta que atravesaba el antiguo Parque Sucre que ya era conocido popularmente como “Los Caobos”. Cabe añadir que el Parque Sucre, creado en 1925 durante el mandato de Juan Vicente Gómez, fue considerado hasta 1930 el límite de Caracas al este. También que la continuación de la avenida Mosquera se uniría a la Calle Real de Sabana Grande cuya continuación hasta Los Dos Caminos y luego hasta Petare daría pie a partir de 1947 a la inauguración de la Carretera del Este. De este hecho ya daba pistas el plano de Razetti de 1929 y lo reafirma el plano de “Caracas y sus alrededores” publicado por la Esso en 1946.

14. Avenida Este 4 con la avenida Norte-Sur 7, esquina Corazón de Jesús. La iglesia proyectada en 1916 por el ingeniero Luis Muñoz Tébar y terminada de levantar en 1923, donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a la veneración del Corazón de Jesús, que había sido levantada en 1892, perdió 8 metros de longitud en sus tres naves (el primer módulo que se observa en la foto) al construirse la avenida Fuerzas Armadas en 1956. La nueva fachada que hoy conocemos fue realizada por el arquitecto de origen ruso Jan Gorecki, terminándose en 1963.
15. Esquina de San Francisco. Obras de construcción de la avenida Universidad sobre el trazado de las calles Oeste y Este 4 (c.1957).
16. Detalle del “Plano de Toponimia del damero” de 1946 publicado por Esso.
17. Detalle del plano de «Caracas y sus alrededores» publicado por Esso en 1946 donde resalta la continuidad del eje avenida Universidad-avenida México a través del Parque Los Caobos para, luego de pasar por Sabana Grande convertirse en la Carretera del Este hasta Petare. Se trata de una Caracas en la que aún no aparecen las autopistas.
18. Avenida México. Izquierda arriba: Liceo Andrés Bello. Izquierda abajo: Parque Carabobo. Derecha: Escuela Experimental Venezuela.

Así, a los ya mencionados museos habría que agregar que el parque Carabobo (modificación de la antigua plaza a cargo de Carlos Raúl Villanueva), se había terminado en 1936; la Escuela Experimental Venezuela (del lado norte, diseñada por Hermann Blasser y Willy Ossott) se inauguraría en 1939; y un poco más tarde, en 1945, al lado del Parque Carabobo se abriría el Liceo Andrés Bello (proyectado por Luis Eduardo Chataing), año en el que la plaza Mohedano comenzaría a denominarse plaza Morelos en honor al prócer mexicano José María Morelos y Pavón (1765-1815), cuando el gobierno de ese país dona la escultura que la presidiría, lo cual reforzaría el nombre dado un poco antes a la avenida. Por otra parte, en 1944 la Creole Petroleum Corporation se instalaría en un edificio que construyó como su sede frente a la plaza Mohedano el cual ocuparía hasta el año 1955 cuando pasaría a ser el centro de operaciones de la Seguridad Nacional, policía política de la dictadura de Pérez Jiménez.

19. Dos fotos, una de los años 1940 (izquierda) y otra reciente (derecha), del mismo sector de la avenida México.
20. La quinta Ramia (izquierda) y el Museo de Bellas Artes visto desde la plaza Morelos (derecha).

El trecho descrito estuvo acompañado por la construcción un grupo de viviendas unifamiliares entre las que vale la pena destacar la casa Taurel (Carlos Guinad Sandoz, 1940) y la quinta Ramia (Rafael Bergamín, 1941), lo que junto a la vocación cultural que ya mostraba convertía el lugar, prácticamente al borde de la ciudad, en zona apacible y de esparcimiento.

21. Avenida Universidad. Sector comprendido entre las esquinas de El Coliseo y Corazón de Jesús (sector La Hoyada) antes y después de la construcción de la Línea 1 del Metro de Caracas.
22. Avenida Universidad. De Traposos a Sociedad (acera sur).
23. Avenida Universidad. Izquierda: Esquina de Sociedad (noreste). Torre del Banco de Venezuela. Dirk Bornhorst y Pedro Neuberger (1984). Derecha: Esquina El Chorro (sureste). Edificio Sede Grupo Unión. Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf (1988).

Durante las décadas de 1950 y 1960 tanto la avenida Universidad como la avenida México se verían fuertemente impactadas por los cambios de zonificación y la congestión vehicular afectando de manera relevante en su funcionamiento la construcción, primero, de la avenida Bolívar, luego de las avenidas Baralt y Fuerzas Armadas y finalmente de la Libertador, hecho este que junto al cierre al tránsito del Parque Los Caobos significará el desmembramiento de la Plaza Morelos.

24. Nueva Galería de Arte Nacional.

Los años 1980, y con ellos la apertura de la Línea 1 el Metro de Caracas, contribuirán al mejoramiento urbano del eje, sobre el cual se encuentran las estaciones Capitolio, La Hoyada, Parque Carabobo y Bellas Artes impactando positivamente sus alrededores. Por otro lado, la construcción del hotel Caracas Hilton, el Ateneo de Caracas y el Teatro Teresa Carreño cambiaron definitivamente el alcance cultural inicial del sector final de la avenida México alcanzando la escala metropolitana. A la nota positiva de la construcción de la nueva Galería de Arte Nacional (Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf, 1986-2009) se sumarán en el recorrido las asignaturas pendientes de la plaza aledaña a ella y del mercado de La Hoyada (cruce con la avenida Fuerzas Armadas) donde la avenida Universidad presenta un paisaje desolador.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2, 3, 4, 5, 10, 13, 16 y 17. Caracas del Valle al mar. Caracas a través de sus planos (https://guiaccs.com/caracas-a-traves-de-sus-planos/)

6 y 8. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

7. Wikipedia. Palacio Federal Legislativo (https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_Federal_Legislativo)

9. Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/10/la-plaza-de-la-misericordia-y-algo-mas.html)

11. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

12, 14 y 20. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

15. Un vistazo a la Caracas de ayer y de hoy (https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/12/)

18. Caracas Antigua a Color (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=758531143905206&set=a.129524430139217&type=3); y Colección Crono Arquitctura Venezuela.

19. La Venezuela de Ayer (https://www.facebook.com/100070100273892/posts/caracas-a%C3%B1os-40-avenida-m%C3%A9xico-aproximadamente-a-la-altura-de-puente-bri%C3%B3n/780740477605954/); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

21. Marisol Gilabert (https://co.pinterest.com/pin/83387030588849434/) (https://www.pinterest.com/pin/453667362463880361/); y La Venezuela de Ayer (https://www.facebook.com/100070100273892/posts/caracasa%C3%B1os-60-avenida-universidad-circulaci%C3%B3n-oeste-este-al-fondo-a-la-derecha-/729839614421212/)

22. Venezuela y sus recuerdos (https://www.facebook.com/groups/121930817952147/posts/3726587707486422/)

23. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y Caracas del valle al mar. Zona 1 (https://guiaccs.com/obras/edificio-sede-grupo-union-hoy-edificio-gubernamental-para-ministerios/)

24. Caracas del valle al mar. Zona 1 (https://guiaccs.com/obras/nueva-galeria-de-arte-nacional/)

¿SABÍA USTED…

…que en 1974 abrió sus puertas en Caracas el Centro Comercial Paseo Las Mercedes?

1. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista general desde el noreste.

Tradicionalmente, el comercio diario en las grandes ciudades se fue desarrollando a lo largo de calles y avenidas en las que se concentraban locales en los que se expendían los insumos que los habitantes requerían para satisfacer sus necesidades básicas. Ello, en algunos casos, se complementaba con la instalación eventual de puestos de venta temporales que evolucionarían y migrarían hacia instalaciones específicas conocidas como mercados.

2. Passage des Panoramas, 1799. La galería cubierta más antigua de París.
3. Las Galerías Saint Hubert, Bruselas, 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa.

La diversificación de la economía y el consumo a partir de la Revolución Industrial en los albores de la burguesía urbana, fue poco a poco conduciendo a la aparición de espacios en los que se agruparon comerciantes amparados por la protección de una autoridad y localizados en un mismo recinto que, todavía vinculados a los espacios públicos de la ciudad, dieron origen a lo que en un comienzo se denominaron galerías o pasajes comerciales concebidas como lugares donde se conseguían mercaderías suntuarias. Para Walter Benjamin en 1935, citado por Alberto Sato en el artículo “Un simulacro urbano” publicado en la revista Punto nº63 (junio 1981), dichas galerías “por mucho tiempo se convierten en foco de atracción para extranjeros. Una guía ilustrada de París dice ‘estos pasajes, una nueva invención del lujo industrial, son galerías cubiertas de vidrio y enlosadas de mármol, que atraviesan bloques enteros de casas, cuyos dueños se han unido para semejantes especulaciones’. A ambos costados de la galería, que reciben luz desde arriba, discurren las tiendas más elegantes, de tal modo que un pasaje es una ciudad, incluso un mundo en pequeño…”.

4. Southdale Center, Edina (suburbio de Minnesota). Se inauguró en 1956 y es considerado el primero​ y el más antiguo centro comercial​ de Estados Unidos.

Sato añadirá lo siguiente: “Las tipologías de las galerías comerciales que tuvieron origen en el París del siglo XIX fueron recreadas en los EE. UU., a la manera de un contragolpe histórico-cultural, por la intelectualización que hicieron los europeos de sus rascacielos de la Escuela de Chicago. (…) El citado contragolpe fue hacer de las galerías parisinas una verdadera tipología con la respuesta de los Shopping Centers. De los centros comerciales norteamericanos Gruen hace su historia: (el c.c.) ‘apartó el ámbito comercial minorista de las carreteras y creó cualidades ambientales superiores en el núcleo edificado. En muchos casos hay protección contra la intemperie, brindada por galerías y sendas transversales, y algunos de ellos son tan agradables estéticamente y tan animados como la plaza, hace ya largo tiempo desaparecida, de nuestro pasado urbano’. Además, ‘ha demostrado ser capaz de hacer, no el papel de mero centro comercial, sino de punto de cristalización social y cultural y recreativa de la hasta entonces amorfa y estirada región suburbana’. Estos nuevos centros de actividad fueron una alternativa, ya que ‘en una sociedad libre y democrática, esa tarea (de) atraer de nuevo a la gente hacia el corazón de la ciudad, no puede ejecutarse por decreto’”.

5. Izquierda: Pasaje Linares, Caracas (1891). Derecha: Pasaje Capitolio, Caracas (1930).
6. Pasaje Zingg, Caracas (1953).
7. La avenida Urdaneta (izquierda) y la Calle Real de Sabana Grande (derecha) en la década de los años 50.

El retrato que Sato hace apoyado en el influyente libro de Víctor Gruen El corazón de nuestras ciudades (1963), quien no sólo idealizó el centro comercial como una «plaza pública cerrada» que no solo albergara tiendas así como otros servicios (colegios, oficinas y centros médicos), replicando la vitalidad del centro de una ciudad europea, sino que también propuso la creación de espacios urbanos sin tráfico para revitalizar la vida comunitaria, da un marco idóneo para explicar la evolución que en nuestro país (como se sabe, altamente influido por el urbanismo norteamericano) permitió pasar rápidamente de los modestos pasajes comerciales peatonales como el Linares (1891) y el Capitolio (1930) o el más elaborado Pasaje Zingg (1953), a la incorporación del automóvil como parte integrante en La Gran Avenida (1950) y el Centro Comercial del Este (1953), llegándose al sumun en cuanto al protagonismo del vehículo en el proyecto original de El Helicoide (1956). No obstante, fue un año antes (1955) cuando la capital vio materializarse una solución verdaderamente acabada en el Centro Comercial CADA de Las Mercedes. En paralelo, la Calle Real de Sabana Grande y la avenida Urdaneta buscaban sobrevivir como estandartes de una relación más directa entre el viandante y la actividad comercial a escala metropolitana.

8. La Gran Avenida, Plaza Venezuela, Caracas (1950).
9. Centro Comercial del Este, avenida Casanova, Caracas (1953).
10. El Helicoide, El Portachuelo, Caracas (1956).
11. Centro Comercial CADA, Las Mercedes, Caracas (1955).

Desde entonces, Caracas, ciudad en la que el peatón terminó siendo literalmente acorralado por el vehículo dada su prevalencia en la planificación y desarrollo urbano, encontró en el centro comercial, concebido como templo del consumo, el sustituto del espacio público tradicional y la tipología ideal que acentuó su segregación.

12. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda: Centro Comercial Los Cedros, Avenida Libertador (1970). Derecha arriba: Centro Comercial Humboldt, Prados del Este (1970). Derecha abajo: Centro Comercial Los Ruices (1973).
13. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda arriba: Centro Comercial Concresa, Prados del Este (1972). Izquierda abajo: Centro Comercial Plaza Las Américas, El Cafetal (1971). Derecha arriba: Centro Comercial Bello Campo (1971). Derecha abajo: Centro Comercial Libertador, Avenida Libertador (1973).
14. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda arriba: Centro Comercial El Trébol, Los Dos Caminos (1973). Izquierda abajo: Centro Comercial Propatria (1975). Derecha arriba: Unicentro El Marqués (1973). Derecha abajo: Centro Comercial Los Molinos, Avenida San Martín (1979).

Entre finales de los años 1960 y durante todos los 70 el auge del centro comercial como “simulacro urbano” (tal y como lo define Sato), llegó a alcanzar cifras importantes hasta el punto de que podían encontrarse diseminados por todo el tejido urbano de la capital sin importar distingos sociales. En los 80, dirá Sato, “el triunfo de esta tipología del centro comercial sobre otras alternativas en la ciudad es evidente: la presencia casi insolente de la gran tienda por departamentos de la primera etapa de la dependencia respecto de los EE.UU., pasó al archivo de los recuerdos maternales, como lo fue el magazine des nouvetés en el recuerdo de la abuela europea. El automercado planifica hoy su localización en los Centros Comerciales, cuando no son ellos mismos propietarios y diseñadores. Los dos sistemas relevantes de la actividad comercial; la tienda por departamentos y el automercado necesitan hoy del centro comercial”.

15. Centro Comercial Chacaíto, Caracas. Antonio Pinzani (1965-1968).

Sin embargo, en medio de esa proliferación de objetos signados por condiciones programáticas similares, tamaños diversos y disparidad de localizaciones, que llegaron para sustituir la calle tradicional de tiendas, dos ejemplos podrían calificarse de pioneros tanto por su comportamiento urbano como por la calidad de su arquitectura: el Centro Comercial Chacaíto (proyectado por Antonio Pinzani en 1965 y abierto en 1968) y el Paseo Las Mercedes (proyectado por Jimmy Alcock en 1967 y abierto en 1974): “mientras que en el primero se explotó la permanencia de la idea de la calle a fin de dulcificar el gigantismo del mall, Paseo Las Mercedes aprovecha más bien la sorpresa de ver confinada en un espacio cerrado la vida comercial urbana”, acotarán con acierto Hannia Gómez y William Niño en Alcock 1959-1992. Obras y Proyectos, catálogo de la exposición abierta en 1992 en la Galería de Arte Nacional dedicada al importante arquitecto venezolano nacido en 1932.

16. Centro Comercial Santa Mónica, Caracas. Jimmy Alcock (1967).

El Paseo Las Mercedes al que dedicamos esta nota el día de hoy, significó para Alcock su segunda experiencia en el diseño de centros comerciales tras la construcción en 1967 del Centro Comercial Santa Mónica, verdadero globo de ensayo (pese a sus más modestas dimensiones) tanto en lo relativo tanto al tratamiento volumétrico de las piezas que lo compones como al manejo de su espacialidad.

17. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Ubicación en el contexto.
18. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Planta baja.
19. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Corte transversal.

La larga y angosta parcela de 180 x 80 m (14.400 m2) con orientación este-oeste en su cara más larga, ubicada sobre una quebrada en el cruce de la Avenida Principal de Las Mercedes y el Paseo Enrique Eraso, permitió a Alcock resolver con claridad y sapiencia el programa compuesto fundamentalmente por cuatro componentes: el área propiamente comercial, otra para oficinas, el estacionamiento y un hotel cinco estrellas. El arquitecto relató con respecto a la evolución del proyecto lo siguiente: “Se plantearon primero dos torres: una para oficinas y otra para hotel. Luego se eliminó la torre de oficinas, subiéndole dos pisos a los comercios y oficinas que participarían de la vida comercial. La idea es que los servicios del hotel estén en el centro comercial, limitándose el hotel a alquilar habitaciones”.

20. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista general desde el noroeste.
21. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista desde la entrada al norte.

El proceso de diseño condujo a ubicar el cuerpo principal de 5 pisos y un sótano, que contiene los comercios (140 locales) en las tres plantas inferiores y las oficinas en las dos superiores, a lo largo del terreno con frente hacia las dos calles, dejando una franja adosada al lindero oeste en la que se resolvieron los estacionamientos, a medios niveles (con capacidad para 1.300 vehículos y acceso desde el frente este y norte a ambos extremos del terreno), en contacto directo a cada planta del edificio. En la esquina, sobre el volumen comercial, orientado norte-sur de colocó el edificio de 10 pisos del hotel (220 habitaciones) con entrada independiente desde el Paseo Eraso.

22. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista parcial de la fachada este.

En total la obra tiene 80.000 m2 de construcción donde el cuerpo principal, sin descuidar la importancia de responder a la ciudad con un interesante tratamiento de fachada de la que disfrutan locales y oficinas ubicadas al este y al norte, se organizó en torno a un espacio central, verdadero corazón del proyecto, que ofrece el atractivo de contar con iluminación natural y contacto cenital con el exterior mediante una cubierta móvil transparente que al abrirse, permite que el clima tropical de Caracas sea percibido en el interior.

23. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Espacio norte.

Cabe destacar la presencia junto a la entrada del hotel desde el centro comercial con acceso directo desde la Avenida Principal de Las Mercedes (al norte), de un interesante espacio de tres alturas intervenido por el arquitecto Domingo Álvarez (1935-2018), quien creó una obra compuesta por tres paralelepípedos iluminados, con espejos fijos y móviles que alteran la percepción del área: toda una obra de arte inmersiva. En absoluto contraste, en el extremo sur, el arquitecto Johnny Pérez fue el encargado del diseño de un grupo de mini tiendas denominadas «La Cuadra» que rememora escenográficamente callejuelas de un pueblo colonial.

24. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. La planta baja del espacio central.

Hannia Gómez y William Niño precisaron con tino lo siguiente: “En Paseo Las Mercedes la paradoja tipológica del centro comercial se trabaja con la sensación de interior que dan los cálidos acabados y con la sensación de exterior que permite la bóveda retráctil. La dureza del confinamiento se transforma en el discurso del patio lleno de vegetación. El mall es así un gran patio longitudinal cuyas fachadas importantes no son las del exterior, originalmente proyectadas como un gran cartel estructural publicitario, sino las internas de largas líneas horizontales acentuadas en el diseño de las barandas. Este patio, naturalmente ventilado, ventila también al estacionamiento a través de la estructura hueca de las tridilosas con luces de 15 m que están en todo el centro comercial, salvo el hotel”.

25. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Izquierda: El patio visto desde el sur. Derecha: Detalle de la bóveda retráctil.
26. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Izquierda: Vista del primer piso. Derecha: Recubrimiento de uno de los núcleos de ascensores.

El Paseo Las Mercedes, que pese a vivir hacia el interior no descuida el exterior, difiere notablemente de los centros comerciales convencionales regidos por esquemas similares por lo general climatizados artificialmente y ajenos al entorno. En él se conjugan la presencia de la galería comercial decimonónica con el uso del patio y la vegetación como elementos que remiten a una arquitectura consciente del lugar al que pertenece. El contraste entre la cerámica roja del suelo y el verde de la vegetación, junto con cerámicas en relieve que forman murales abstractos, destaca en su diseño. Estos elementos, combinados con los detalles de los antepechos y ladrillos a la vista, se convierten en características distintivas y aportan al aspecto final del proyecto. Como todo centro comercial contó entre sus componentes con espacios de ocio y compras, variedad de establecimientos, dos importantes tiendas “ancla” y un cómodo estacionamiento, pero fundamentalmente ofrece la oportunidad de pasear, ver y ser visto al transitar horizontal y verticalmente su espacio principal donde cada pasillo, cada escalera o cada volumen contentivo de los ascensores (trabajados en su envolvente por el artista Nedo MF) juega un papel determinante.

27. Dos vistas del espacio del Trasnocho Cultural en el Paseo Las Mercedes.

Ejemplo de calidad, sobriedad y buen gusto donde el arte se encuentra incorporado como parte de su diseño, el Paseo Las Mercedes vivió su época dorada entre su apertura y comienzos del presente siglo viéndose afectado, como buena parte de la actividad comercial, por la crisis que el país atraviesa desde hace más de 15 años. No obstante, ha logrado reinventarse transformando parte del sótano en un importante centro cultural, que incluye varias salas de cines-teatro, una galería de arte, una librería y diversos cafés y restaurantes, referencia dentro de la ciudad.

Nota

De acuerdo a la página “Caracas Moderna” (https://fundamemoria.blogspot.com/2008/05/municipio-baruta-parroquia-nuestra_2016.html), “El Centro Comercial Paseo Las Mercedes fue declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural como Bien de Interés Cultural de la Nación, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N. 38.234 de fecha 22 de julio de 2005 como una de las manifestaciones tangibles registradas en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005, y por la Alcaldía del Municipio Baruta como Equipamiento Urbano Bien de Interés Municipal el según Decreto N. 181, publicado en Gaceta Municipal extraordinaria N. 128-04/2005 de fecha 14 de abril de 2005. Merece ser protegido y conservado”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 18, 19, 21, 23 y 25. Hannia Gómez y William Niño. Alcock 1959-1992. Obras y Proyectos. Catálogo de la exposición abierta en 1992 en la Galería de Arte Nacional.

2. Travel France Online (https://www.travelfranceonline.com/passage-des-panoramas-covered-gallery/)

3. Bruselas. 101viajes.com (https://www.101viajes.com/bruselas/galerias-san-huberto)

4. ResearchGate (https://www.researchgate.net/figure/The-Southdale-Shopping-Centre-Edina-Minnesota-in-1956-source_fig34_273717258); Wikipedia. Southdale Center (https://es.wikipedia.org/wiki/Southdale_Center); y GRUENASSOCIATES (https://www.gruenassociates.com/project/southdale-center/)

5. Caracas Cuéntame (https://twitter.com/caracascuentame/status/1255207515350085633); y Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2011/01/paseos-con-papa-la-plaza-bolivar.html).

6. Caracas del valle al mar (https://guiaccs.com/obras/pasaje-zingg/)

7. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y La Guía de Caracas (http://laguiadecaracas.net/calle-real-de-sabana-grande-1956/)

8. @arquitecturavzl (https://www.instagram.com/p/Crb5ZsmujUC/).

9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16. Colección Crono Arquitectura Venezuela

17. Capturas de Google Earth.

20. Skyscraper City (https://www.skyscrapercity.com/threads/venezuela-caracas-urbe-del-norte-de-am%C3%A9rica-del-sur-caracas-urbe-do-norte-da-am%C3%A9rica-do-sul.1560525/page-69)

22. @agomodaoficial (https://www.instagram.com/p/CK82TJrBv-0/)

24. La Casa 22 (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=3098000036928525&id=117644431630782&set=a.170914316303793)

26. @arquitecto_simongonzalo (https://www.instagram.com/p/DI4IB3SpOmc/?img_index=1)

27. Baruta. Calidad de vida (https://alcaldiabaruta.gob.ve/turismo/centro-trasnocho-cultural/); y Trasnocho Cultural (https://www.facebook.com/trasnochocult/photos/trasnocho-cultural-el-reflejo-de-nuestra-cultura-jaterife-programaci%C3%B3n-de-esta-s/2699489773483218/?locale=es_LA)

¿SABÍA USTED…

…que en 1929 se completó la construcción de lo que hoy es la Plaza Pérez Bonalde en Catia?

1. Plaza Cataluña, luego Pérez Bonalde (foto tomada aproximadamente en 1934).

A poco que uno observe el paulatino crecimiento urbano de Caracas a comienzos del siglo XX, registrado con precisión en los planos elaborados por el ingeniero Ricardo Razetti, notará el momento en el que la ciudad, que se mantuvo si se quiere contenida entre el Ávila al norte y el Guaire al sur y limitada por El Calvario al oeste y la quebrada Anauco al este, comienza a extenderse mediante intervenciones que rompen definitivamente con la estructura que hasta entonces había prevalecido y garantizado su ordenamiento: la del damero colonial.

En tal sentido, el “Plano de Caracas” de 1929, última de las representaciones de Razetti de la ciudad, se convierte en un documento fundamental para entender los cambios que a partir de entonces se acelerarían coincidiendo con el impacto que tendría la transformación de nuestra economía a raíz de la aparición del petróleo.

2. Plano de Caracas por Ricardo Razetti. 1929.

El análisis del documento, realizado con minuciosidad por Iván González Viso y Federico Vegas en el texto introductorio “Caracas a través de sus planos” de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), hace particular mención de la aparición al extremo noroeste de la ciudad, en el sector de Catia, de una urbanización “en construcción” que llevaba el nombre de “Nueva Caracas”. Al respecto señalan: “Su extensión equivale a 80 de las cuadras del centro tradicional. Por su escala y novedad es, proporcionalmente, la intervención más importante en la historia de Caracas. Viene a constituir un modelo de ciudad satélite, pues se encontraba separada del casco central por el largo brazo que partía hacia la Guaira y destinada para la clase obrera, una especificidad que difiere de la multifuncionalidad de la trama colonial. Comenzaban a manifestarse criterios de zonificación y desintegración. Nueva Caracas será la entrada al gran valle desde el mar y tendrá la multiplicidad y la vitalidad de un puerto enclavado en la montaña. Allí encontraron sitio los emigrantes que llegaron antes y después de la guerra”.

3. Detalle del Plano de Caracas de 1929 con el trazado de la Nueva Caracas «en construcción». Al norte la plaza Juan Crisóstomo Gómez (luego Sucre) y en el centro la plaza Cataluña (luego Pérez Bonalde).

En efecto, cuando en 1924 Renato Serrano, Gobernador del Distrito Federal, se dirige al Concejo Municipal de Caracas, informándole sobre las inversiones que se realizaban en el ensanchamiento de la avenida Sucre, “la cual enlaza entre sí los importantes caseríos de Las Tinajitas, Agua Salud, Agua Salada y Catia”, le abrió la puerta con dicha mejora vial a la urbanización de grandes extensiones de uso agrícola al oeste del centro de la capital. El primero de estos nuevos desarrollos es la ya citada Nueva Caracas, para cuya realización en 1928 se comienza a trabajar una gran extensión de terreno en el llamado “relleno de Catia” que implicó el embaulamiento de una parte de la Quebrada Caroata, cuyos afluentes eran las quebradas Agua Salud, Agua Salada y El Polvorín, entre otras.

Como bien registran Izaskun Landa y María Isabel Peña en el texto que sirve de introducción a la “Zona 2. La Nueva Caracas” del ya citado libro Caracas del valle al mar…, será en 1929, con la creación del Sindicato Nueva Caracas, que se promoverá en el sector “la construcción de un gran trozo de ciudad, en un terreno plano luego de atravesar un cuello entre cerros, desde el casco fundacional y en sentido noroeste, donde se desarrollaron unas 58 manzanas (rectangulares y cuadradas) diseñadas por el ingeniero Oscar Ochoa”.

4. Primeras edificaciones que se levantan en la Nueva Caracas donde funcionaron las oficinas del Sindicato Nueva Caracas (c.1928).

Pese a ser un emprendimiento privado, el Banco Obrero (BO), repitiendo la exitosa experiencia alcanzada en San Agustín del Sur, en donde estaba construyendo 200 viviendas; en Agua Salud, 95 viviendas construidas por contrato por los Hermanos Mancera; y 60 en Los Jardines del Valle, levantadas por los ingenieros C. Aza Sánchez y R. Valery Pinaud, decide construir 38 viviendas en la Nueva Caracas, también contratadas a los Hermanos Mancera y vendidas por Bs. 10.980 cada una. Estas últimas se hacen continuas, sin retiros laterales ni de frente. Además, sólo podían alcanzar un solo piso adicional, ya que el suelo era arenoso, inestable y con niveles freáticos altos corroborado por la existencia en las proximidades de la Laguna de Catia, nutrida con agua de la quebrada Caroata. Con ello como modelo, la Nueva Caracas se fue conformando primordialmente por edificaciones adosadas sin retiro de frente para vivienda y comercios, y áreas de uso industrial que ocupaban parcelas de mayor tamaño al sur.

5. Laguna de Catia, cerca de 1930.
6. Detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de Eduardo Röhl (1934) donde se muestra la relación entre la Nueva Caracas (empezando a ocuparse) y el casco central de la ciudad. A la izquierda (oeste) de la trama de la urbanización se puede observar la Laguna de Catia.

El trazado vial en retícula adoptó, para las calles que se desarrollan en sentido norte-sur, nombres de repúblicas del continente (Perú, Brasil, Argentina, Colombia, México, Chile, Bolivia, Ecuador), y para la avenida central (flanqueada por las de Argentina al oeste y Colombia al este), el de la Madre Patria (España). Ellas tres son las únicas cuyo recorrido transcurre sin interrupciones entre la avenida Sucre y La Silsa (prolongación de la avenida Morán o avenida Simón Bolívar).

7. Trazado de la Nueva Caracas mostrado en un detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de 1941.

Sobre el eje central, ocupando su corazón neurálgico destaca “una glorieta radial, inicialmente denominada ‘Plaza Cataluña’”, apuntará María Isabel Peña, la cual complementará el gentilicio de la avenida sobre la que se colocó.

8. Detalle del Plano de Caracas de 1956 donde se muestra el desarrollo de la Parroquia Sucre (incluida la Nueva Caracas) y su la relación con el casco central de la ciudad.
9. Viviendas en las veredas de la urbanización Urdaneta, Catia (c.1956).
10. Detalle de la Plaza Pérez Bonalde (c.1955).

El arbolado espacio público, que posteriormente se llamaría “Plaza Las Orquídeas”, adoptará a partir de 1946 el nombre de “Pérez Bonalde” en honor al poeta venezolano José Antonio Pérez Bonalde Pereira (1846-1892), máximo exponente de la poesía lírica del país del siglo XIX, nombre con el cual ha permanecido hasta hoy. Fue entonces cuando también se colocó en el centro de la rotonda un busto del escritor en mármol blanco sobre un pedestal, obra del connotado escultor caraqueño Lorenzo González (1876-1948) ejecutado en la Marmolería Artística Prof. Emilio Gariboldi.

11. Tres tomas en momentos diferentes del busto del poeta José Antonio Pérez Bonalde, obra del escultor Lorenzo González.

Desde la plaza, cuyo diseño se atribuye al urbanizador Oscar Ochoa, ubicada como se dijo sobre la avenida España, surgen seis calles que se conectan a las avenidas Argentina y Colombia: dos perpendiculares a la España en sentido este-oste (calle Washington), dos en sentido suroeste-noreste (calle La Engracia) y dos en sentido sureste-noroeste (calle La Castellana). Esa disposición en cruz y sus diagonales, determinaron su diseño radial compuesto por ocho jardines.

Cabe añadir que dentro de la planificación de la Nueva Caracas prevista por Oscar Ochoa (quien posteriormente también desarrollaría Altavista al norte de Catia y la urbanización Miranda al este de Caracas), se incluyó un club social y deportivo ubicado frente a la plaza Pérez Bonalde.

José Ignacio Cabrujas (1937-1995), quien vivió en la calle Argentina, entre quinta y sexta avenida, de la Nueva Caracas desde 1941 hasta 1960, es quien nos ha dejado a través de la entrevista que le hiciera Milagros Socorro para el libro Catia Tres Voces: María Carrasquel, Henríquez Hernández, José Ignacio Cabrujas (1996), imágenes reveladoras de sus vivencias en el sector y del significado que tuvo la plaza Pérez Bonalde en su tránsito por la adolescencia y juventud. En tal sentido confesará: “La plaza Pérez Bonalde y la avenida España constituían un entorno ritual. Allí se desarrollaban inmensos ritos: de iniciación sexual, de valentía, de virilidad, de feminidad”.

12. Fotografía de la Plaza Pérez Bonalde en los años 1950, cuando José Ignacio Cabrujas la hizo parte de su recorrido vital.

Para Cabrujas, muchas de sus experiencias están asociadas a la importancia que tenía la posibilidad de ir al cine, donde se alternaba entre el ir al Pérez Bonalde a ver películas norteamericanas, románticas, o ver mexicanas al España “a cuadra y media de la plaza Pérez Bonalde, bajando hacia la plaza de Catia”, para luego ir al comentarlas en el lugar que rinde honores al autor de “Vuelta a la patria”.

Cabrujas resume la importancia del lugar cuando transmite que para él Catia y la plaza Pérez Bonalde estaban asociadas al concepto de “comunidad”: “Y uso la palabra ‘comunidad’ con toda intención porque tiene una carga afectiva para mí y no me gusta usarla sino solo en esa instancia: lo que es común a todos, lo que les sucede a personas, la crónica y los estímulos comunes de las personas. Todo sucedía en un lugar que era capaz de autoabastecerse; si yo recuerdo esa etapa de la plaza Pérez Bonalde, lo primero que se me viene a la mente es que el resto de la ciudad no significaba para mí nada”.

13. Dos de los cines ubicados en la Nueva Caracas frecuentados por José Ignacio Cabrujas. El Catia (izquierda) y el España (derecha).

Siempre teniendo el cine como eje (en Catia en los años 50 se contaban hasta ocho salas de proyección), Cabrujas redondeará el valor de foro o ágora que daba a aquel espacio público con nombre de poeta, a partir de una anécdota asociada a la película de corte social titulada “Nosotros los pobres”, protagonizada por Pedro Infante: “Después de ver aquella película de Pedro Infante, no era posible que nos fuéramos a nuestras casas sin constatar aquel milagro y aquella emoción que habíamos experimentado. Teníamos que felicitarnos e intentar extraer conclusiones sobre lo que habíamos visto”. Y continúa: “Éramos amigotes e íbamos a la plaza a hacer bromas, a reírnos, a hacer lo que llaman los españoles gamberradas, a eso íbamos a la plaza Pérez Bonalde: a ser muchachos. Muchachos en el sentido de que teníamos que sentarnos y hablar, sin orden ni por qué. Con el tiempo, bien pasado el tiempo, descubrimos que éramos algo, que teníamos una cierta identidad, claro que a nadie se le ocurrió decir que éramos el Grupo de la plaza Pérez Bonalde, eso era simplemente un afecto; pero algunos de nosotros empezamos a pensar que era importante vernos allí, que no ir una noche significaba perder algo, perderse una experiencia o la oportunidad de lucirse, de alardear entre nosotros mismos a ver quién era más inteligente o sacaba mejores conclusiones. Las discusiones eran increíbles, y las había de todo tipo… (…) Así, la plaza fue transformándose lentamente, muy lentamente, en un sitio de discusión. En la medida en que nos íbamos haciendo grandes, o nos arriesgábamos más, o leíamos más, se convirtió en una costumbre importante discutir”.

14. Otros dos cines ubicados en la Nueva Caracas. El Bolívar (izquierda) y el Esmeralda (derecha).

A medida que pasó el tiempo la plaza se convirtió, de acuerdo con el testimonio de Cabrujas, en “el lugar donde fingíamos y a medida que pasaba el tiempo fingíamos más, nos hacíamos más teóricos, más comunistas, más estetas, más conocedores, más gastrónomos, más mujeriegos… sin que eso fuera verdad, sin que eso fuera una experiencia. Éramos unos sofistas, unos retóricos, creíamos que el verbo suplantaba la realidad y nos daba poder. No éramos honrados, pero al mismo tiempo, en nuestro descargo debe decirse, éramos muy angustiados y todo eso lo vivimos sabiendo lo que vivíamos, sabiendo que lo que nos faltaba era grave y en verdad buscábamos que nos sucediera. Eso me lo concedo y se lo concedo a la gente de la plaza Pérez Bonalde”.

Catia experimentó una urbanización rápida y profunda bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez, transformándose de un paisaje semi-rural en una bulliciosa zona industrial. Este período atrajo importantes oleadas de inmigrantes italianos, portugueses, españoles y árabes, contribuyendo a la identidad de la zona como un «volcán de trabajo». La inauguración del Mercado de Catia cerca de la Plaza Pérez Bonalde fue vista como una clara señal de progreso, equiparando el desarrollo con la construcción.

15. Izquierda: Dos tomas de la avenida España en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX. Derecha: La avenida España transformada en el Bulevar de Catia.
16. La Plaza Pérez Bonalde en la actualidad.

Por su parte, la plaza Pérez Bonalde, testigo de la transformación de la Nueva Caracas, conservó su fisonomía hasta que a finales de los años 80 comenzaron las obras del Metro, que derivarían en la construcción de la estación que lleva su nombre y la creación del Bulevar de Catia sobre la que había sido hasta entonces la avenida España, del cual la Pérez Bonalde (al sur) y la Catia (al norte, colindando con la avenida Sucre) constituyeron sus extremos. La intervención del Metro la redujo a cuatro jardines sin alterar su perímetro total, así como tampoco la ubicación central de busto del poeta el cual en años más recientes ha mostrado claros síntomas de deterioro.

17. Diversas tomas del Bulevar de Catia en la actualidad.

El Bulevar de Catia desde su inauguración en 1982 se convirtió rápidamente en una pujante zona comercial y lugar de recreo y esparcimiento. Esta vitalidad comercial y recreativa se intensificó significativamente los fines de semana, atrayendo una gran afluencia de residentes de los barrios circundantes, incluidos los superbloques del 23 de enero, las Lomas de Urdaneta y Altavista y la parte baja de Los Magallanes, intensidad que convirtió el mantenimiento y cuidado de sus espacios y equipamiento en un tema que se debía atenderse con una frecuencia que no era respetada.

18. Vistas cenitales de la Nueva Caracas y sus alrededores en la actualidad (izquierda) y de la Plaza Pérez Bonalde y sus inmediaciones.

A pesar de los desafíos y ciclos de degradación sufridos, la Plaza Pérez Bonalde y su Bulevar circundante muestran una notable resiliencia. El hecho de que se mantuviera como la «zona más dinámica y principal punto de abastecimiento» incluso durante la pandemia sugiere que las necesidades humanas fundamentales de reunión pública, comercio y recreación están profundamente arraigadas y a menudo superan los reveses temporales o incluso la negligencia sistémica, demostrando que poseen un valor y una función intrínsecos para la comunidad que trascienden su condición física o sus problemas de gestión.Esto sirve para reiterar que los espacios públicos, especialmente aquellos que cumplen funciones sociales y económicas esenciales, a menudo exhiben una poderosa capacidad de autorrenovación, adaptándose a las circunstancias cambiantes manteniendo su condición de desahogo a sus comunidades a pesar de la adversidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2 y 3. Caracas del valle al mar. Último plano de Razetti (https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/)

5 y 7. Caracas del valle al mar. Zona 2. La Nueva Caracas (https://guiaccs.com/zona-2/)

6. Caracas del valle al mar. La ciudad del caballo (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-del-caballo/)

8. Caracas del valle al mar. La ciudad moderna (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-moderna/)

9. Egresados, Ex Alumnos y Profesores del Liceo Andres Eloy Blanco Caracas (https://www.facebook.com/groups/asoaeb/posts/10161132384895679/)

10. Un vistazo a la Caracas de ayer y de hoy. Plazas y parques de la vieja Caracas (https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/08/plazas-y-parques-de-la-vieja-caracas.html)

11. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/); Estatuas de Caracas (https://estatuasdecaracas.blogspot.com/2014/04/antonio-perez-bonalde.html); y flickr (https://www.flickr.com/photos/erol70/13207061043/)

12. Venezuela, te extraño (https://www.facebook.com/photo/?fbid=3326718684007228&set=a.374588649220261)

13. CURADAS (https://curadas.com/2021/10/05/caracas-de-pelicula-salas-de-cine/); y Retrospectiva. Las Salas de Cine de Caracas (https://www.facebook.com/groups/16917138878/posts/10158533087198879/)

14. La Venezuela de ayer en fotos (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/1647199342026769/) y (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/7219715894775058/)

15. Venezuela inmortal (https://www.facebook.com/lavenezuelainmortal/photos/boulevard-de-catia-caracas-a%C3%B1os-50comparte/778165202282415/) y Caracas cuéntame (https://twitter.com/caracascuentame/status/1296491817022697475)

16. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/)

17. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

18. Capturas de Google Earth

¿SABÍA USTED…

…que en 1988 se termina la construcción del Edificio Atrium diseñado por Díquez, González y Rivas?

1. Díquez, González y Rivas. Edificio Atrium. Vista desde el sureste, cruce de la calle Sorocaima con la avenida Venezuela, El Rosal, en fechas cercanas a su puesta en servicio (1988).

Díquez, González y Rivas (DGR) fue una importante oficina conformada por Edmundo Díquez (1934-2021), Oscar González Bustillos (1933-2015) y José Alberto Rivas (1935), cuya obra ocupó un lugar relevante y protagónico en la escena arquitectónica nacional durante más de 40 años.

Díquez. González Bustillos y Rivas coincidieron durante sus estudios en el seno de la escuela de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, egresando en 1958, 1959 y 1960, respectivamente. Les correspondió, por tanto, vivir la transición entre la adscripción de la escuela a la Facultad de Ingeniería y su conversión en eje de la creación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) en 1953. También pudieron apreciar en vivo los años cruciales de la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas, ser partícipes como estudiantes de la inauguración en 1957 del flamante edificio diseñado por Villanueva para albergar a la FAU y compartir la influencia de los distinguidos profesores que formaban parte de su núcleo fundador.

Sin embargo, sería la llegada al país en 1955 procedente de los Estados Unidos de José Alberto Rivas (hijo de venezolano y puertorriqueña nacida en Mayorca e hija a su vez de inmigrantes españoles), nacido en Puerto Rico y residenciado en Nueva York desde niño, quien dejó sus estudios de arquitectura en el MIT para hacerlos en la UCV, el momento que propició el encuentro entre los tres futuros socios. Rivas, quien no conocía bien la idiosincrasia local y pasaba momentos difíciles para adaptarse a la dinámica que se llevaba en la escuela de la UCV, fue de inmediato “arropado” por los “criollos” Díquez y González ayudándolo a aclimatarse haciendo gala de la hospitalidad venezolana para así convencerse finalmente que el país de sus ancestros sería también el suyo.

Aquello constituyó, sin duda, el germen que facilitó la decisión de asociarse tras reencontrarse luego de transcurridos sus primeros años de egreso. Díquez cursaría entre 1958 y 1959 un postgrado en arquitectura tropical en la Architectural Association -AA- (Londres), y entre 1959 y 1960 realizaría un viaje de estudios por Europa para entrar a dar clases de composición y diseño interior en la FAU a su regreso. González permaneció en el país incorporándose recién graduado al cuerpo docente de la FAU, fue designado como Secretario de la gestión del decano Julián Ferris (1959-1962) y electo en 1961 como vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA). Por su parte, Rivas realizaría entre 1961 y 1962 una Maestría en Planeamiento Urbano en Harvard, trabajaría para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y sería consultor en las áreas de vivienda y planeamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) entre 1963 y 1964.

2. Edmundo Díquez y Oscar González Bustillos. Izquierda: Perspectiva de la propuesta ganadora de concurso nacional para el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York inicialmente pautada para 1962. Derecha: Foto del pabellón construido producto de la segunda propuesta realizada para la Feria, abierta finalmente entre 1964-65.

Así, fue en 1961 cuando Edmundo Díquez y Oscar González Bustillos decidieron asociarse y fundar una oficina de arquitectura desde la que realizarían su primer trabajo: la casa de Carlos Armando Figueredo en Lomas del Mirador, Caracas. Al año siguiente (1962) participarían y ganarían el primer concurso nacional de arquitectura abierto convocado en democracia: el proyecto del Pabellón de Venezuela para la Feria Mundial de Nueva York. Los elevados costos que la especulación originada a raíz del evento produjo, los cuales a su vez condujeron a postergar su apertura hasta el año 1964, obligaron a Díquez y González Bustillos a proyectar otro edificio de proporciones más modestas distinto al que los hizo ganadores del concurso, que hubo de realizarse prácticamente sobre la marcha confrontando grandes presiones de tiempo. Esta circunstancia que los obligó a establecerse en Nueva York el lapso que duró la construcción del pabellón, sirvió para que se reencontraran con José Alberto Rivas, (quien para entonces trabajaba en el BID) y decidieran allí crear la firma Díquez, González y Rivas, la cual cobró personalidad jurídica al regresar los tres a Caracas.

3. De izquierda a derecha: Edmundo Díquez, José Alberto Rivas y Oscar González Bustillos.

Según testimonio de Rivas, “Diquez, González y Rivas fue una forma de vida y no un lugar para ejercer la profesión”. El “pacto” adquirido en Nueva York también estableció que la oficina bajo cualquier circunstancia dividiría los beneficios económicos que se generaran en tres partes iguales. También que no saldría ningún proyecto en el que no participaran los tres, por lo cual crearon una metodología que les era propia y una forma de trabajo muy particular en la que lograron compartir las raíces creativas de cada uno de los integrantes: la sensibilidad artística de Díquez, el valor de lo constructivo proveniente de la experiencia de González y el énfasis en la fluidez espacial que aportaba Rivas, todo ello dentro de cánones signados por la racionalidad, el funcionalismo, las consideraciones medio-ambientales y la contundencia volumétrica. Adicionalmente, adquirieron el compromiso de controlar el tamaño y la escala de los proyectos que debían ejecutar de acuerdo a la capacidad de la oficina y de convertir el espacio de trabajo (una edificación de dos plantas ubicada en la calle La Guairita de Chuao) en lugar de formación para quienes allí participaban, amén de constituirse en punto de encuentro para arquitectos y profesionales afines.

4. Díquez, González y Rivas. Edificio Alcaraván, bulevar de El Cafetal en la entrada de la urbanización Santa Marta, 1967. Arriba: planta de ubicación y planta tipo. Centro y abajo: diversas vistas desde el exterior.

Durante los 50 años que se mantuvo Díquez, González y Rivas en funcionamiento (podría decirse que el último proyecto importante se realizó en 2004 pero que la sociedad en sí cesó al fallecer Oscar González en 2015), muchos fueron los trabajos memorables realizados teniendo todos como primer eslabón en cuanto a trascendencia y calidad el Alcaraván (1967), notable edificio de vivienda ubicado sobre el bulevar de El Cafetal en la entrada de la urbanización Santa Marta. (ver https://fundaayc.com/2021/04/18/sabia-usted-63/).

5. Cinco obras realizadas por DGR (Díquez, González y Rivas). Arriba izquierda: Monumento conmemorativo del Sesquicentenario de la Batalla de Boyacá (1971). Arriba derecha: edificio General de Seguros (1974). Centro izquierda: edificio Atrium (1988). Centro derecha: ampliación del hotel Caracas Hilton (1984). Abajo: Sede Latinoamericana de Procter & Gamble (1998).

Sin entrar a enumerar ni detallar el prolijo portafolio de Díquez, González y Rivas que tiene en la realización de edificaciones de vivienda (uni y multifamiliares), hospitalarias, hoteleras y de oficinas, junto al diseño interior, sus puntos más fuertes, destacan como íconos representativos de su trayectoria tres obras realizadas con la impronta de la institucionalidad como bandera, que conforman una clara secuencia tipológica: el edificio General de Seguros (Chuao, 1974), el edificio Atrium (El Rosal, 1988) y el edificio de la Procter & Gamble (La Trinidad, 1998).

De ellos, tal vez sea el Atrium (a quien hoy hemos decidido dedicar esta nota) el que comporta un mayor compromiso urbano, hereda el carácter y la respuesta a las condiciones ambientales exploradas en General de Seguros y sienta las bases para la exploración espacial plasmada posteriormente en el Procter & Gamble, por lo que junto al ya mencionado Alcaraván pasaría a ser otro punto de inflexión dentro del camino andado por la oficina.

6. Ubicación del edificio Atrium en la urbanización El Rosal.

Comisionado inicialmente por el Banco Hipotecario del Este y terminado de construir en 1988, el Atrium se levanta en una parcela de 3.990 m2 con frente hacia la calle Sorocaima (lindero este), y las avenidas Venezuela (lindero sur) y Tamanaco (lindero norte), El Rosal, Municipio Chacao.

7. Edificio Atrium. Izquierda: Planta de acceso. Derecha: Ubicación en el entorno inmediato. (Como complemento y para aportar mayor claridad hemos decidido en este caso alterar la orientación convencional colocando el norte apuntando hacia en borde inferior de las imágenes)

Resuelto respondiendo adecuadamente a la complejidad urbana de un terreno que posee dos esquinas, los 28.000m² de área bruta de construcción que tiene la edificación se encuentran distribuidos en tres sótanos con capacidad para 330 vehículos, dos niveles de uso comercial con acceso directo desde las calles, ocho plantas tipo destinadas a oficinas y dos niveles de remate reservados en este caso a oficinas ejecutivas con terrazas, jardines y espacios de doble altura.

8. Díquez, González y Rivas. Edificio Atrium. Vista desde el noreste, cruce de la calle Sorocaima con la avenida Tamanaco, El Rosal.
9. Dos vistas exteriores del edificio Atrium en la actualidad.

La nota firmada por William Niño Araque e Iván González Viso dedicada al Atrium publicada en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), señala lo siguiente: “De arquitectura sugerente y sobriedad de líneas, el edificio se desarrolla alrededor de un atrio o espacio central abierto a la ciudad. Los jardines colgantes insertos dentro del gran atrio, sumados el material de arcilla escogido para el recubrimiento de las columnas exteriores, y la volumetría que incorpora grandes vanos horizontales protegidos por vegetación, unidos a la luminosidad y condiciones climáticas particulares de Caracas, lo hacen un espléndido edificio adaptado al trópico. En él se evidencia la exploración del espacio intermedio, del tránsito desde la calle hacia el espacio interior que, unida al juego de luz y sombra de sus volúmenes y textura, representó en su momento un ensayo de una nueva forma de afrontar la tipología de edificios de oficinas en el sector. El volumen, de ocho plantas y dos niveles para oficinas ejecutivas con terrazas a doble altura, se adapta a la forma del terreno articulado en dos cuerpos, uno bajo al sur, y la torre que ocupa el cuadrante noreste. El valor de la sombra como recurso para acentuar la expresividad de la forma, y la búsqueda de una arquitectura del lugar que atiende a la condición del clima y del trópico, son sin duda sus grandes virtudes”.

10. Vistas del acceso y el espacio interior del edificio Atrium en la actualidad.

También conviene destacar que el Atrium, previamente a la elaboración del comentario citado, había sido incluido por Niño Araque como parte de un grupo de edificios que respondían a una de las cuatro “éticas tendenciales de actuación” que constituían la base de lo que a su juicio soportarían la existencia de una “posible” Escuela de Caracas, manifiesta en la “excelente y variada calidad de nuestra producción arquitectónica” realizada de 1970 en adelante, “que abarca las múltiples visiones enraizadas con el lugar” centrada “en la renovada visión forma-figura-lugar”.

11. Algunas de las obras que para William Niño Araque ejemplifican «La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa», segunda de las «éticas tendenciales de actuación» de una «posible» Escuela de Caracas. Izquierda arriba: Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes, Escuela de Metalurgia de la UCV (1982-1987); Izquierda abajo: Felipe Delmont, Casa La Comarca (1983); Centro arriba: Hélène de Garay,el edificio de la Fosforera Venezolana (1990); Centro abajo: Oscar Tenreiro y Francisco Sesto, una de las casas Furió (1987); Derecha arriba: Julio Maragall y Miguel Carpio, edificio residencial Villa Bermeja (1981); Derecha abajo: Jimmy Alcock, Quinta La Ribereña (1976).

La “ética tendencial de actuación” a la que se ajustaría el Atrium, sería la enunciada como: “La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa” que, dicho sea de paso, expresa la manifestación más clara de lo esencial de los planteamientos de Niño Araque y dentro de la cual, además del Atrium, son representativas obras como: La Rivereña y la casa Bottome (Jimmy Alcock); las casas Furió (Oscar Tenreiro y Francisco Sesto); la casa La Comarca (Felipe Delmont); las casas Varela Nuñez y Puppio Vegas (Federico Vegas); la Escuela de Metalurgia de la UCV (Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes); el edificio de la Fosforera Venezolana (Hélène de Garay); el Monasterio Benedictino en Güigüe (Jesús Tenreiro); y el edificio residencial Villa Bermeja (Julio Maragall y Miguel Carpio).

Teniendo lo anterior como marco vale destacar que en su momento el Atrium fue incorporado en el catálogo de la exposición «Venezuela Arquitectura y Trópico 1980-1990», el cual formó parte de la quinta muestra de arquitectura de la Bienal de Venecia y fue Mención de honor, Categoría Diseño Arquitectónico, en la VII Bienal de Arquitectura de Quito 1990.

12. Vistas de la planta de acceso del edificio Atrium en la actualidad.

También fue publicado en el Catálogo “Arquitectura venezolana en la Bienal de Quito ‘90”, editado por la Fundación Museo de Arquitectura y en el libro de la VII Bienal de Arquitectura de Quito BAQ´90, editado por el Colegio de Arquitectos del Ecuador-Pichincha.

Hoy en día, el Atrium alberga la Bolsa de Valores de Caracas, la Embajada de Italia y las oficinas administrativas de la Alcaldía del Municipio Chacao y constituye un punto de referencia dentro del variopinto paisaje urbano de la urbanización El Rosal.

Nota

Con respecto a la compacta y sólida trayectoria de Díquez, González y Rivas, vale la pena recordar que, cuando el año 1997 el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) decidió otorgar el Premio Nacional de Arquitectura a Edmundo Díquez, por estar establecido en la normativa que el galardón debía ser individual y no colectivo, el arquitecto nacido en Margarita tomó la gallarda y noble decisión de renunciar al reconocimiento argumentando que la suya no se trataba de una obra personal sino de un equipo en el que, como declaraban los mosqueteros de Alejandro Dumas, trabajaban “todos para uno y uno para todos”, clara manifestación de los ideales de amistad, honor y lealtad que los caracterizaban. Sin embargo, aún se puede encontrar en todas las páginas en las que se menciona la trayectoria de Díquez, que el mencionado premio le pertenece cuando en todo caso debe entenderse como un laurel obtenido por un inseparable grupo de tres.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Fundación Museo de Arquitectura. Catálogo “Arquitectura venezolana en la Bienal de Quito ‘90”, 1990.

2 y 11. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

3. De lo urbano y lo humano. Arq. José Alberto Rivas. Díquez González Rivas. Edif. Alcaraván (https://www.youtube.com/watch?v=4jFOEyimkLE)

4. Architectural Design, nº 8, 1969; Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani, Caracas a través de su arquitectura, 1969; Mariano Goldberg, Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1982; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/09/edif-el-alcaravan/

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela; https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/07/21/torre-general-de-seguros/; Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; http://guiaccs.com/obras/edificio-procter-gamble/

6. Capturas de Google Earth.

7. Captura de Google Earth; y @revistaentrerayas (https://www.instagram.com/p/CNWGpUUHN03/?img_index=4)

8. @arquitecturavzl (https://www.instagram.com/p/Cb-j86jOgFG/)

9, 10 y 12. @carlos_ancheta (https://www.instagram.com/p/DC60G7Nucxb/?img_index=1; 3; 10; 11; 12; 13; 14; 15; 19; 20)

¿SABÍA USTED…

…que en 1990 se termina la construcción del Edificio de oficinas para la Fosforera Venezolana diseñado por la arquitecto Hélène de Garay?

1. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). Fachada principal (noroeste).

Cuando desde mediados de la década de 1980 el arquitecto, crítico y cronista urbano William Niño Araque (1953-2010) empieza a escribir sobre arquitectura en el diario El Nacional e interviene desde la Galería de Arte Nacional en la curaduría de exposiciones que comienzan a promover la arquitectura venezolana (para las cuales elaborará los textos de los catálogos), da inicio a la construcción paulatina de un discurso que, arropado por los aires provenientes de la posmodernidad, busca alejarse de la carga ideológica que signó la crítica arquitectónica nacional en décadas anteriores, con el afán de realzar «la excelente y variada calidad de nuestra producción arquitectónica» producida de 1970 en adelante, señalando con insistencia nombres y obras que le permitirán dar cuerpo a la premisa de que los buenos arquitectos serán siempre más importantes que la buena arquitectura.

Desde los artículos de prensa y los textos de los catálogos de las exposiciones, tomados como gimnasia para estructurar una gramática acompañada de un vocabulario absolutamente personal y a la vez ecléctico, Niño Araque se da a la tarea de darle cuerpo a una disertación optimista, exagerada y seductora, difusa y ambigua, llena de redundancias poéticas, donde si algo se hace notoria es su capacidad de emocionarse ante edificios que, a su juicio, trasluzcan su «caribeñidad» y «tropicalidad», dos categorías que va puliendo poco a poco con la finalidad de demostrar la existencia de una «posible» Escuela de Caracas, labor de la que fue pionero.

2. Portadas de los catálogos de las muestras Los Signos Habitables. Tendencias de la arquitectura venezolana contemporánea (1985) y VIII Bienal Nacional de Arquitectura. La arquitectura del lugar (1987) cuyos textos principales fueron elaborados por William Niño Araque.

Con atisbos que irá asomando en sus escritos semanales, cuatro son los ensayos en los que Niño Araque plasmará sus ideas al respecto y en los va perfeccionando sus planteamientos: «La Arquitectura como arte», que encabezará el catálogo de la exposición Los Signos Habitables. Tendencias de la arquitectura venezolana contemporánea (1985); «La ciudad recobrada», preparado para el catálogo de la VIII Bienal Nacional de Arquitectura. La arquitectura del lugar (1987); «La Escuela de Caracas. Reflexiones breves para una primera aproximación a la Arquitectura Contemporánea Venezolana», publicado en la revista Estilo, año 3, nº 12 (1992); y «La Escuela de Caracas. Apuntes para un acercamiento a la arquitectura contemporánea venezolana», que aparecerá en la publicación editada por la Fundación Museo de Arquitectura para el VI Seminario de Arquitectura Latinoamericana. Nuestra arquitectura reciente: Conceptos y realizaciones (1993). En los dos últimos será que nos apoyaremos y extraeremos la mayor parte de las citas que acompañarán esta nota.

3. Portada de la revista Estilo, año 3, nº 12 (1992) y de la primera página del trabajo «La Escuela de Caracas. Reflexiones breves para una primera aproximación a la Arquitectura Contemporánea Venezolana» publicado allí por William Niño Araque.

La sugerente propuesta que acompaña la conformación a partir de los años 70 de una «posible» Escuela de Caracas surge de la asimilación y combinación por parte de Niño Araque de varias ideas y premisas: el «neovanguardismo» desarrollado por Helio Piñón a comienzos de los 80; la presencia de dos polos claros en la evolución de la arquitectura moderna venezolana: el abstracto (representado por la arquitectura internacional o desarrollista que se da en los 50) y el figurativo (representado por la arquitectura «populista» del mismo período); el rechazo a toda clase de planteamiento ideológico; la conformación de una teoría procedente del examen de soluciones concretas a problemas concretos, consecuencia del convencimiento de la autonomía disciplinar; el importante peso que lo expresivo y lo formal tienen definitivamente en la arquitectura; el rol jugado por las condiciones ambientales y paisajísticas de la ciudad de Caracas como detonante en la concreción de una determinada actitud hacia el lugar; y la convivencia bajo un mismo techo de respuestas muchas veces disímiles, es decir, la no necesaria coherencia que conlleva normalmente la conformación de una «escuela».

En tal sentido, Niño Araque, tratando de evitar posibles confusiones, afirmará en algún momento: “El término ‘Escuela de Caracas’ no está propuesto como una manera conciliada de hacer arquitectura, ni como una tendencia, ni como un manifiesto. Se propone como una intención que abarca las múltiples visiones enraizadas con el lugar».

De esta manera, la «posible» Escuela de Caracas establecería su compromiso, ya no tanto con la tradición abstracta de la arquitectura moderna, sino con una simbología más figurativa, ya no con la simple eficiencia, funcionamiento y racionalidad constructiva sino «con el novedoso sentido que hoy adquiere la lógica de la historia, interpretada esta vez desde la perspectiva de la geografía tropical y caribeña». Niño Araque parece detectar que «el enfrentamiento esencial de la experiencia arquitectónica venezolana contemporánea no parece centrarse en la antigua relación forma-función de los cincuenta, ni en la forma-eficiencia tecnológica de los años sesenta, sino en la renovada visión forma-figura-lugar».

Pues bien, dentro de ese marco, Niño Araque abre paso a lo que denomina «éticas tendenciales de actuación» en las que prácticamente todo entra, incluso su propia construcción. De tal manera, clasifica la arquitectura de los 80 y 90 venezolana en cuatro «éticas» a las que se afilian numerosos arquitectos y obras: «1) El espacio urbano y su memoria como escenario para la intervención; 2) La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa; 3) Eclecticismo, historicismo y postmodernidad (la apariencia del pasado); 4) La arquitectura como idea».

4. Algunas de las obras que para William Niño Araque ejemplifican «La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa», segunda de las «éticas tendenciales de actuación» de una «posible» Escuela de Caracas. Izquierda arriba: Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes, Escuela de Metalurgia de la UCV (1982-1987); Izquierda abajo: Felipe Delmont, Casa La Comarca (1983); Centro arriba: Edmundo y Oscar Díquez, Oscar González y José Alberto Rivas, edificio Atrium (1988); Centro abajo: Oscar Tenreiro y Francisco Sesto, una de las casas Furió (1987); Derecha arriba: Julio Maragall y Miguel Carpio, edificio residencial Villa Bermeja (1981); Derecha abajo: Jimmy Alcock, Quinta La Ribereña (1976).

Es a la segunda de dichas “éticas”, que destaca por ser la manifestación más clara de lo esencial de sus planteamientos, a la que Niño Araque adscribe los siguientes arquitectos y obras: Jimmy Alcock con La Rivereña y la casa Bottome; Oscar Tenreiro y Francisco Sesto con las casas Furió; Felipe Delmont con la casa La Comarca; Federico Vegas con las casas Varela Nuñez y Puppio Vegas; Gorka Dorronsoro y Julio Riquezes con la Escuela de Metalurgia de la UCV; Hélène de Garay con el edificio de la Fosforera Venezolana; Jesús Tenreiro con el Monasterio Benedictino en Güigüe; Edmundo y Oscar Díquez, Oscar González y José Alberto Rivas con el edificio Atrium; y Julio Maragall y Miguel Carpio con el edificio residencial Villa Bermeja.

La manera particular como el edificio sede de la Fosforera Venezolana encarna para Niño Araque “La atmósfera del espacio interno como fundamento de una estética figurativa”, puede observarse en “la distancia simbólica entre el paisaje urbano (concreto, abstracto y contaminado) y el paisaje redefinido y figurativo en el interior de sus límites”, característico de la arquitectura de Hélène de Garay quien manifiesta “a lo largo de sus edificios la idea del espacio resguardado como marca de tropicalidad”.

5. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). Espacio central.

En la Fosforera Venezolana, según Niño Araque, “el filtro, como tema, adquiere la función de demarcar una ruptura entre dos zonas o espacios de naturaleza diferente. De un lado está el mundo sensible, la naturaleza externa y tangible, la manifestación de la luz. Del otro lado está el mundo interior y trascendente, se trata de dos cosas de una misma realidad, lo profano y lo sagrado en un edificio”. Y continúa diciendo: “en su interior (el edificio) estructura una red tensional de clima y luz, debido a sus continuas visuales volcadas a su interioridad. (…) La pantalla o membrana curva es un elemento que carga de sutiles y diversas expresiones su clima interno, dejando pasar la luz de una manera selectiva y contrastada. La luz filtrada por el poderoso ‘mural de sombra’ (sin duda, uno de los episodios más sutiles y hermosos de la arquitectura contemporánea) densifica el patio de una renovada temperatura y silenciosa plasticidad, impregnando su espacio de una sedada y tranquila atmósfera de apariencia flotante”.

6. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). «El edificio juega con la transparencia conceptual y literal y con las penumbras acentuadas por las membranas caladas con las cuales se logra un juego de luces, sombras y visuales…»

De manera más clara y directa, la propia Hélène explica cómo “el contexto determinó ciertas directrices del diseño. El edificio no se integra al entorno degradado, por el contrario, toma conciencia del clima y el lugar, valorizando toda su intención arquitectónica hacia su interior, el mundo interior de la edificación donde habita el hombre, allí donde se juega con la transparencia conceptual y literal y con las penumbras acentuadas por las membranas caladas con las cuales se logra un juego de luces, sombras y visuales que contribuyen a develar los espacios y permiten vivir los cambios complejos del día a la noche, así como favorecen una perfecta ventilación natural en las áreas de usos comunes de la edificación, elementos primordiales en un clima templado”.

7. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). Geometría de la fachada principal y dibujo axonométrico.
8. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). El acceso visto desde el exterior y el interior.

Compositivamente “el edificio está constituido por un esquema absolutamente geométrico, una serie de muros conforman dos cubos perfectos, unidos por un espacio central generador de las actividades comunes. El primer cubo en la fachada principal se quiebra, se pliega y penetra hacia su interior conformando un hall de entrada a cuatro alturas, creando una visual interna que con el ritmo de los volúmenes, guía al visitante en su recorrido hasta el espacio central donde el edificio vuelca sus actividades comunes y hacia el cual viven las oficinas. Este patio se eleva a través de las cinco plantas de la edificación rematando con una cubierta transparente. Está sembrado con vegetación tropical y ventila naturalmente a través del muro de bloques huecos, a manera de piel permeable y transparente. Las fachadas están diseñadas con doble piel y están provistas de pantallas de concreto para la protección solar. Se han previsto jardines con vegetación abundante para tamizar las visuales hacia el contexto deteriorado. Es un edificio hecho para el hombre, para mejorar su calidad de vida y hacer más gratas sus largas jornadas de trabajo”.

9. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). Ubicación.
10. Hélène de Garay. Edificio sede de la Fosforera Venezolana, Antímano (1990). Fachada noreste.

Ubicado en la Calle Real de Antímano, Antímano, Municipio Libertador, proyectado en 1988 y finalizado en 1990, en el diseño del edificio sede de la Fosforera Venezolana (o Centro Fosforera) Hélène de Garay contó con la colaboración de los arquitectos Isabel Vilar, Sofia Piñeiro y David Gabay. Los cálculos estructurales fueron elaborados por el ingeniero Julio Javier Hernández, las instalaciones sanitarias estuvieron a cargo del ingeniero Andrés Amelinckx mientras que las instalaciones contra incendio fueron responsabilidad del arquitecto Miguel Sureda.

La supervisión de la obra fue realizada por la arquitecta Hélène de Garay y los ingenieros Javier Axune y Jorge Nebreda.

Reconocido por su autora como la obra que le ha traído mayores satisfacciones, el edificio ha aparecido publicado más de 7 veces en diferentes libros y revistas de arquitectura, fue presentado en la VII Bienal de Arquitectura de Quito realizada en el año 1990 obteniendo el Primer Premio Internacional (Gran Premio BAQ ’90) entre más de 300 trabajos presentados que representaron a 17 países del continente.

Actualmente el que fuera sede de la Fosforera Venezolana aloja a la Universidad Politécnica Territorial de Caracas “Mariscal Sucre” (UPTECMS).

Nota

Hélène Lluch Cebrián nació en Toulouse (Francia) durante la II Guerra. Es la hija menor de Enrique Lluch de Mons y Lucy Cebrián quienes tuvieron que huir de España en 1939. Emigra de Francia a Venezuela con su familia a comienzos de los años 1950 donde se residencia definitivamente. Casada en Caracas con el constructor vasco Mikel Garay a mediados de los años 1960 (relación que duró 29 años y de la que nacieron dos hijos varones), egresa de arquitecto en la FAU UCV en 1967.

11. Parte de la obra realizada por Hélène de Garay. Arriba. Izquierda: Centro Comercial Los Molinos, Av. San Martín (1975-1979). Centro: edificio industrial y de servicios Catabia, La Urbina (1986). Derecha: Vivienda multifamiliar La Florida (1984). Abajo. Izquierda: Torre PDVSA Sur (1994). Centro izquierda: Torre KPMG (1998). Centro derecha arriba: Palacio de Justicia de Barcelona (1998-2002). Centro derecha abajo: Centro Microempresarial San Jacinto (2007). Derecha: Residencias Oasis Mar (1986).

En el resumen curricular publicado en el libro Hélène de Garay. Vida y arquitectura de Jeannette Díaz (2009) se puede observar que tiene como primer proyecto reconocido el Centro Comercial Los Molinos, San Martín, ganado a través de un concurso privado (1975-1979). Le siguen, entre otros, el edificio industrial y de servicios Catabia, La Urbina (1986) -Mención Premio Metropolitano de Arquitectura en la VII Bienal de Arquitectura 1987-; el edificio de oficinas Fosforera Venezolana, Antímano (1990) -Primer Premio Internacional de la VII Bienal de Arquitectura de Quito, Ecuador, 1990-; el edificio de oficinas Torre KPMG, avenida Francisco de Miranda (1993); el edificio PDVSA Sur, avenida Libertador (1994); y el Palacio de Justicia de Barcelona, estado Anzoátegui (1998), a los que se suman casi treinta edificios de vivienda multifamiliar realizados entre 1976 y la actualidad ubicados casi en su totalidad en Caracas y el Litoral Central.

También destaca el haber participado como Directora fundadora en la creación de la Fundación Museo de Arquitectura en 1988.

Para Niño Araque, a lo largo de su trayectoria profesional Hélène “ha ampliado desde la actividad profesional, una investigación arquitectónica orientada al perfeccionamiento de tipologías de vivienda multifamiliar y de oficina. Su arquitectura nace de la necesidad de tropicalizar el edificio a partir del estudio del acondicionamiento de su atmósfera interna.

12. Hélène de Garay. Proyecto C’a Venier dei Leoni (Museo sobre el Gran Canal de Venecia). III Bieneal de Arquitectura de Venecia (1985). Seleccionado como motivo para uno de los afiches de presentación de la Bienal.

De esta insistencia, fundamentalmente plástica y constructiva a la vez. ha retomado para la arquitectura venezolana el tema de la membrana y el muro calado como fuente para una arquitectura del lugar. (…) Su arquitectura se debate entre el enfrentamiento de dos enfoques espaciales; el primero es producto de una concepción arquitectónica en el que los procedimientos de diseño nacen de una racionalidad constructiva, el segundo es producto de la búsqueda de un sentido de calidad estética capaz de trascender la moda, sin desligarse de la historia del contexto”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. Caracas del valle al mar (https://guiaccs.com/obras/fosforera-nacional/)

2, 3 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

5. Revista Projeto (revistaprojeto.com.br/acervo/helene-de-garay-edificio-fosforera-venezolana-caracas-venezuela/); y IX Bienal Nacional de Arquitectura La arquitectura venezolana de fin de siglo. 1987-1998. Proyectos invitados. p.17

6. arquitecturavzl. Edificio Fosforera Venezolana (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/C6Hmau-pSJE/?img_index=4) ; y entrerayas (https://entrerayas.com/helene-de-garay/)

7. arquitecturavzl. Edificio Fosforera Venezolana (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/C6Hmau-pSJE/?img_index=5) ; y Caracas del valle al mar (https://guiaccs.com/obras/fosforera-nacional/)

8. arquitecturavzl. Edificio Fosforera Venezolana (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/C6Hmau-pSJE/?img_index=2) y (https://www.instagram.com/arquitecturavzl/p/C6Hmau-pSJE/?img_index=3)

9. Capturas de Google Earth.

10 y 11. entrerayas (https://entrerayas.com/helene-de-garay/)

12. C.A.V. Revista del Colegio de Arquitectos de Venezuela, nº 49, año 2, abril 1986.

¿SABÍA USTED…

… que en 1954 se inaugura y pone en servicio el Puente Nueva República (Pagüita) que une la Av. Sucre con la Plaza O’Leary de El Silencio?

1. Vista general del puente o viaducto Nueva República.

Cuando en el año 1952 se concluye la construcción del tercer tramo de la avenida Sucre, o en otras palabras, el trecho comprendido entre Tinajitas y la antigua placita Diego de Losada, la noticia es recogida en el diario El Universal el 24 de noviembre señalando que “…las obras inauguradas ayer” son “un paso decisivo para la cómoda circulación de los vehículos desde el centro hacia Catia y demás barrios del Oeste”.

Sin embargo, la misma nota de prensa señala lo siguiente: “Para que la Avenida cumpla a cabalidad su función primordial de vialidad, es necesario proceder de inmediato a construir el empalme con la Avenida Este y con las Avenidas Bolívar y San Martín, a través de la Plaza Urdaneta, estando para esta fecha completamente terminados los estudios y proyectos correspondientes. (…) Si se realizase el proyecto aprobado por la Comisión Nacional de Urbanismo quedarían enlazadas en forma racional aquellas arterias de tránsito y tendría Caracas una entrada cónsona con su importancia. (…) Estas obras están programadas por el Gobierno para ser ejecutadas el próximo año”.

2. Ubicación y dos vistas aéreas en los dos sentidos del viaducto Nueva República una vez concluidos los trabajos finales de empalme de la avenida Sucre con la Avenida Este (Urdaneta) y con las Avenidas Bolívar y San Martín, a través de la Plaza Urdaneta (O’Leary).

El empalme al que se refiere la información no es otro que el correspondiente a la construcción de puente Nueva República, diseñado y calculado en 1951 por el ingeniero italiano Riccardo Morandi (1902-1989), cuyas obras ya se habían iniciado para ser finalizadas en 1954 por la firma venezolana Precomprimido, C.A., integrada por los ingenieros Juan F. Otaola Paván (1920-2000) y Oscar Benedetti Pietri (1926-2013).

3. Viaducto Nueva República. Sección longitudinal.
4. Viaducto Nueva República. Sección transversal.

La elegante estructura, que bien puede ser calificada de viaducto, de acuerdo a las “Generalidades” que encabezan el artículo “Puente Nueva República. Caracas” publicado por Morandi en Informes de la Construcción Vol. 10, nº 96, diciembre de 1957, “salva una rambla que colecta las aguas pluviales y, además, ha de dejar un paso inferior para una avenida; también se ha previsto un segundo paso inferior.

5. Viaducto Nueva República. Detalle sección longitudinal (arriba) y esquema de apoyos (abajo)

El texto, que consideramos ofrece una claridad meridiana para comprender a plenitud las características técnicas y constructivas de la obra, continúa así: “El puente es de hormigón armado y pretensado en parte, constituido por tres tramos, dos laterales en pórtico y uno central principal, en arco muy rebajado, de 90 m de luz y 7.65 de flecha. El eje del puente está en esviaje respecto al de la avenida del paso inferior, entre los cuales se forma un ángulo de 61º. El arco central está formado por nervios individuales, de sección celular, los cuales se extienden más allá de los estribos para tomar una forma particular.

6. La obra en plena construcción vista en los dos sentidos.

El tablero del puente, de 28 m de anchura, se ha subdividido en dos bandas de circulación de 9.25 m de anchura cada una, entre las cuales se ha dejado un macizo de 1.50 m. Los andenes para peatones tienen 3 m de ancho, y la pendiente de as calzadas es de 1.5%. Los accesos al puente se han protegido con muros de acompañamiento de hormigón armado”.

7. Vista del puente desde su parte inferior.

El artículo de Morandi, que creemos no tiene desperdicio por lo bien descrito que se encuentra todo el proceso de diseño, cálculo y posterior construcción del todo y las partes que conforman el viaducto, se pasea por la razón de ser, detalles y dimensiones de: los cimientos, los tramos laterales, el arco del tramo central, tablero, la estabilidad de la obra, los tramos laterales aporticados, los muros transversales de los tramos aporticados, el arco y la construcción, dejando claro que se trata de una trabajo de avanzada dentro de su género, equiparable, salvando las distancias, a los viaductos diseñados por Eugène Freyssinet y construidos por la empresa francesa Campenon Bernard para la autopista Caracas-La Guaira, inaugurada por todo lo alto en diciembre de 1953.

8. Dos vistas generales en fechas cercanas a la apertura del puente.

Enmarcada dentro de las 9 obras imprescindibles dentro de las 19 contempladas por el Plan Municipal de Vialidad de 1951 y, junto a las avenidas Simón Bolivar y Atlántico, parte del sistema nordeste previsto dentro del Plan Regulador de Caracas de aquel mismo año, el tercer tramo de la avenida Sucre se complementó finalmente entre 1953 y 1954 con el enlace en Catia con la autopista Caracas-La Guaira hacia la avenida San Martín, el enlace con la avenida Urdaneta, la rectificación del radio de entrada al viaducto de Pagüita y el enlace con la plaza Urdaneta (O’Leary) en El Silencio, estando estos dos últimos asuntos vinculados a la realización del puente Nueva República.

9. Riccardo Morandi. Arriba izquierda: Puente Morandi, Toscana, Italia. 1953. Arriba derecha: Puente Rafael Urdaneta sobre el Lago de Maracaibo, Venezuela. 1962. Abajo: Viaducto Polcevera, Génova. Italia. 1967 (colapsado en 2018)

Tras el exitoso resultado obtenido en el diseño y ejecución del viaducto, registrado como una de los primeros trabajos de envergadura del ingeniero italiano, la dupla Riccardo Morandi-Precomprimido C.A. seguirá trabajando en equipo. Así, junto a la empresa Julius Berger A.G. de Wiesbaden, Alemania, participaron en 1956 y 1957 en los dos concursos para el diseño del puente General Rafael Urdaneta de Maracaibo convocados por el Ministerio de Obras Públicas, de los cuales sería seleccionada la propuesta presentada por la tripleta que resultaría en la construcción de una de las obras de ingeniería más importantes en la historia del país. Ello le valió a Morandi el alcanzar fama mundial a la que se sumó un resonante descrédito post mortem luego de que, habiendo empleado en 1967 un sistema similar al utilizado en el Puente Sobre el Lago, se desplomara en agosto de 2018 el viaducto Polcevera de la autopista A10, también conocido como puente Morandi o ponte delle Condotte, que atravesaba el arroyo Polcevera, al oeste de Génova.

10. Otaola y Benedetti y su participación en la Ciudad Universitaria de Caracas.

Por su parte, Precomprimido, C.A., fundada en 1951 por Otaola y Benedetti, es recordada por su importante intervención, entre otras, en el cálculo y construcción de la Torre del Reloj (1953), las Conchas para Transformadores (1954) y los Pasillos Cubiertos (1954) de la Ciudad Universitaria de Caracas de Carlos Raúl Villanueva y, luego, del Teatro del Este, en la Plaza Venezuela (Vegas & Galia, 1955), donde colabora también Riccardo Morandi. La lista completa de sus participaciones en la construcción civil venezolana puede ser consultada en https://www.venciclopedia.org/index.php/Precomprimido_C.A.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 3, 4 y 5. Riccardo Morandi. “Puente Nueva República. Caracas”, Informes de la Construcción Vol. 10, nº 96, diciembre de 1957 (https://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/view/5634)

2. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; Juan C. Quiñones (@jcq_decovenzia) (https://www.instagram.com/jcq_decovenezia/p/CdrNiG9PH58/?img_index=6); y José E. Arnó Ortega (https://www.pinterest.com/pin/384917099385620584/)

6. Juan C. Quiñones (@jcq_decovenzia) (https://www.instagram.com/jcq_decovenezia/p/CdrNiG9PH58/?img_index=1)

7. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

8. La Caracas Inolvidable !!!! (https://www.facebook.com/groups/586879391415561/permalink/2138073582962793/?_rdr); y Víctor Hugo Rodríguez (https://www.pinterest.com/pin/211809988718544310/)

9. Puente Morandi (Toscana). Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_Morandi_(Toscana)); y Riccardo Morandi. Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Riccardo_Morandi)

10. Patrimonio CUC. La Torre del Reloj (https://patrimoniocuc.wordpress.com/2010/03/20/la-torre-del-reloj/); Nancy Dembo, La tectónica en la obra de Carlos Raúl Villanueva: Aproximación en tres tiempos, 2006; y Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura, 1969.