ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 265

Gracias al descubrimiento hecho por nuestro asiduo lector y amigo Lesmes Castañeda en una ya desaparecida librería de publicaciones usadas de Las Mercedes, llegó a nuestras manos, digitalizado, este número 1 (abril-mayo junio), de la revista Artes del año 1952, verdadera reliquia para curiosos.

Dirigida por Diego de Viana e impresa en el taller gráfico Cromotip, con portada sencilla en blanco donde aparece únicamente la caligrafía con que se escribe su nombre, se descubre en este ejemplar de Artes, además de su aparente periodicidad trimestral, que está integrada por siete secciones: Cultura, Teatro, Arquitectura, Pintura, Música, Letras y una especie de misceláneos que titulan como “Kaleidoscopio”. Como se ve, abarcaba, al menos de inicio, casi todo el espectro de la cultura y las bellas artes.

De los dos artículos de Cultura uno titulado “Holanda cultural” estuvo firmado por Su excelencia Hendrick Riemens, Ministro de Holanda, y el segundo, “Educación primaria”, fue escrito por Eduardo Picón Lares; los de Teatro, “Lawrence Olivier y su Hamlet” y “Hacia el porvenir”, llevaron la firma de Ernesto Estrada; la sección de Pintura conformada por los textos “Joyas de arte de Venezuela” y “Vida artística” estuvo a cargo de Gastón Diehl; el escrito sobre Música “Variaciones sobre Chopin” lo elaboró Israel Peña; la sección de Letras contó con cuatro artículos y tres firmas: “Relicario” y “Alfonso de Lamartine” de René Durand, “Las dos retretas” de Eduardo Arroyo Lameda y “Ella va a misa” de Roberto Picón Lares; y Kaleidoscopio recoge los artículos “El paisaje y su flora” de Tobías Lasser y “La televisión” de James Angus.

Lamentablemente no contamos con la totalidad de la revista para saber el sesgo e inclinaciones de los textos aparecidos. Sin embargo, entre los colaboradores se encuentran verdaderos especialistas en sus respectivas áreas lo cual habla muy bien del alto nivel que se esperaba alcanzar con la publicación.

De lo anterior puede dar fe el hecho de que el artículo sobre Arquitectura, titulado “Luz, estructura y forma”, haya sido escrito nada más y nada menos que por Carlos Raúl Villanueva siendo ello un verdadero descubrimiento ya que, según tenemos entendido, no forma parte de ninguna de las antologías publicadas sobre el Maestro. También se podría afirmar que se trata de uno de sus primeros textos breves después de la aparición del libro La Caracas de ayer y de hoy, su arquitectura colonial y la Reurbanización de “El Silencio” (1950) y un poco anterior (casi simultáneo) del muy conocido ensayo “El sentido de nuestra arquitectura colonial” incluido en la Revista Shell en junio del mismo año 1952.

En “Luz, estructura y forma”, cuya extensión es de una sola página, Villanueva establece el paralelismo existente entre la arquitectura gótica y la arquitectura contemporánea en cuanto a la utilización de las técnicas propias de cada época para lograr cubrir convenientemente los espacios y a la vez permitir que la luz los bañe y “los haga vibrar”. A pesar de contar con materiales muy distintos, a la hora de resolver el mismo problema (el de cubrir e iluminar espacios) en ambos casos se apela al mismo principio: “eliminar la estructura de muros cargantes que limitan, a causa de la estabilidad, la entrada de la luz solar y a adoptar una estructura orgánica basada en el punto de apoyo que concentra las cargas sobre ciertos elementos y permite abrir totalmente el espacio facilitando la entrada triunfal de la luz”.

Para finalizar, concluye Villanueva: “Conviene también comparar similitudes de expresión en la organización del espacio exterior, en la unidad de conjunto y, sobre todo, en la forma como expresión rigurosa y fiel de la estructura”.

Fotos y dibujos que acompañan el texto «Luz, estructura y forma» de Carlos Raúl Villanueva

Ahora bien, tanto o más interesantes que el texto son las fotos y sobre todo los dibujos que lo acompañan. Así, aparecen una imagen de Notre Dame de París (siglo XII) y otra de Notre Dame de Raincy de Auguste Perret de 1921-22 que explican por si solas el breve discurso elaborado por Villanueva. Adicionalmente se presentan una serie de pequeños bocetos que exponen la evolución histórica con relación al tema tratado en lo relativo, por un lado, al muro como elemento portante versus el punto de apoyo y, por el otro, la concordancia absoluta entre la estructura, la forma y los materiales utilizados en cada época.

Por las características del trazado y la caligrafía, los dibujos son bastante similares al muy conocido “Elementos plásticos en defensa contra los elementos” de “El sentido de nuestra arquitectura colonial”, no existiendo dudas de que se trata de la misma mano del Maestro que se muestra prácticamente en el mismo momento.

Por lo que nos ha informado Lesmes, la revista Artes, al menos llegó hasta el número 7 ya que en su poder también se encuentra un ejemplar doble (números 6-7) en el que aparecen dos artículos de arquitectura: uno de Albert Harkness quien para ese momento era el agregado cultural de la embajada de Estados Unidos en el país y otro de Villanueva dedicado a la nueva ala del Museo de Bellas Artes.

ACA

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