… el 30 de julio de 1994 se dedica por entero el número 72 de Arquitectura HOY a cubrir la realización, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, de la VI Conferencia Internacional sobre Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado Iberoamericano, que tuvo como tema central “La conservación de la arquitectura moderna”.

El importante evento organizado por el Consejo Académico Iberoamericano, que se llevó a cabo del 24 al 30 de julio de aquel año, permitió a este ente reafirmar la importancia asumida por las universidades en momentos en que se hablaba con mucha insistencia sobre el tema de la integración. Ello es resaltado por Ciro Caraballo (Coordinador Académico del encuentro) en el artículo que encabeza el semanario “El Consejo Académico Iberoamericano. Una respuesta universitaria a la integración latinoamericana”, quien señala cómo “en 1989, un grupo de investigadores de la Facultad de Construcciones de la Universidad de Camagüey, Cuba, se dio a la tarea de organizar un encuentro con arquitectos e historiadores latinoamericanos con el objeto de presentar a discusión el trabajo que habían venido desarrollando en el casco histórico de Camagüey, 300 hectáreas de ciudad con importantes monumentos coloniales y republicanos”, lo cual permitió reconocer y compartir problemas comunes a toda Latinoamérica “en lo referente a la conservación de los bienes patrimoniales y su inserción en la dinámica urbana contemporánea”, “descubrir el potencial de colaboración académica de las universidades regionales en tan actual temática” y dar pie para que un año más tarde se creara el Consejo Académico Iberoamericano “con la participación de 12 universidades de la región y de España”.
Así, cuando en 1994 Caracas acoge la VI Conferencia (actividad que se venía realizando con periodicidad anual), ya 48 centros de estudios de nivel superior habían refrendado su compromiso y se había creado el Instituto Iberoamericano de Estudios del Patrimonio Edificado y la Ciudad, claras muestras del entusiasta impulso que había tomado la iniciativa.
La escogencia de la capital de Venezuela como sede no fue casual: el tema central seleccionado y su condición de urbe moderna llena de valiosas edificaciones y lugar donde se asienta la más importante ciudad universitaria realizada durante la década de los años 50 en Latinoamérica, la señalaban como el lugar idóneo para adelantar los debates que se podían suscitar vinculados a la subvaloración, maltrato y demolición de un importantísimo patrimonio edificado “sin proceso alguno de historia y registro”, actividad para la que las universidades pasaban a ser piezas claves a través de la actividad de investigación.
Como bien señala Caraballo, para aquel entonces “el tema de la conservación de la arquitectura moderna es un gran desconocido, aún para aquellos académicos que dedicamos nuestros días a la investigación sobre patrimonio edificado” siendo “más complejo aún … el tema de la conservación de la ciudad moderna”. Con ello quería dejar sobre el tapete los impostergables asuntos que el evento debía tratar relacionados, por un lado, a lo que es esencial dentro de la arquitectura moderna a diferencia de la antigua (a la hora de enfrentarse a su preservación) en cuanto a uso de materiales, aspiración a la permanencia y valores artísticos externos a ella y, por el otro, a la imposibilidad de pensar la ciudad moderna bajo el criterio de congelamiento con que se habían tratado sectores considerados históricos y el imperativo de incorporar la propia dinámica urbana, social y ciudadana como variables, temas en los que Caracas ofrecía y ofrece un inagotable terreno para la indagación por el deterioro manifiesto de muchos de sus valiosos ejemplos.
Bajo este marco general, la convocatoria al evento se hizo buscando atender cuatro asuntos fundamentales:
1.- El objeto arquitectónico a preservar y su entorno.
Relación objeto-entorno.
La adecuación y adaptación del objeto a preservar a nuevos usos y exigencias.
2.- El deterioro de la arquitectura moderna.
Causas que intervienen en su destrucción.
Preservación de materiales contemporáneos. El cemento armado: patología y preservación.
3.- Incidencia del crecimiento urbano sobre las zonas de carácter histórico ambiental.
La nueva arquitectura en los contextos antiguos.
Las demandas por una mayor intensidad del uso de la tierra.
Aspectos económico-financieros de los Planes de Desarrollo Urbano.
4.- Concientización y capacitación profesional.
La impartición de la disciplina a nivel universitario.
La formación de Instituciones y Organismos que se avoquen a la problemática de la preservación.
El acto de apertura de la VI Conferencia Internacional sobre Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado Iberoamericano se llevó a cabo en el Aula Magna con la disertación acerca de “La arquitectura del siglo XX y su preservación”. Las 68 ponencia inscritas se presentaron en el Auditorio de la FAU y en sus diferentes Aulas Anfiteátricas así como los correspondiente paneles de discusión (mesas redondas) todo lo cual estuvo acompañado por una exposición, lo que da una clara señal del interés generado, importancia y magnitud del encuentro al que asistieron mas de 600 delegados, entre profesionales y estudiantes procedentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, México y Venezuela.
Adicionalmente se previó un programa de visitas a diferentes sitios de interés con el propósito de mostrar edificaciones relevantes y conjuntos arquitectónicos modernos en la ciudad de Caracas y sus zonas vecinas (donde podían ser evaluadas las inserciones de nueva arquitectura dentro de contextos históricos), zonas residenciales (donde se encuentran ejemplos pioneros en nuestro país de edificaciones modernas) y la misma Ciudad Universitaria de Caracas como máximo exponente de la arquitectura venezolana del siglo XX.
Las consideraciones y recomendaciones producto del debate suscitado a partir de la presentación y discusión de las conferencias magistrales, ponencias y comunicaciones incluidas en el evento en torno a los cuatro asuntos fundamentales sobre los que giró la convocatoria, recogidas en la denominada “Acta de Caracas”, pueden consultarse en número 73 de Arquitectura HOY del 6 de agosto de 1994. Allí se anuncia también la realización de la VII Conferencia en la Universidad de Camagüey Plaza de Santa Lucía, Cuba, en torno al tema “Turismo y patrimonio” y la VIII en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México, que se dedicaría a “Renovación Urbana y patrimonio edificado”.

El número del semanario que hoy nos ha servido de excusa para elaborar esta nota, además del texto ya citado de Ciro Caraballo que ocupa su carátula, incluye en las páginas centrales, como material complementario al evento, los “Fundamentos de rehabilitación, conservación y restauración y el patrimonio de Caracas”, escrito elaborado por Melín Nava desde Fundapatrimonio (organismo adscrito a la Alcaldía de Caracas); y en la página de cierre, como producto de las actividades desarrolladas en el mismo, el sondeo realizado entre los Premios Nacionales de Arquitectura asistentes acerca de las obras que podían empezar a conformar nuestro legado moderno (“El Patrimonio Moderno en Venezuela según los premios nacionales de arquitectura”), lo cual arrojó un interesante resultado digno de consulta y no exento de polémica.
Verdadero preámbulo, junto al Foro-Taller «La Ciudad Universitaria de Caracas como patrimonio cultural» celebrado en 1992 en el Museo de Bellas Artes por iniciativa de Carlos Delgado Bruzual, del trabajo que derivó en la declaratoria de la Ciudad Universitaria de Caracas como Patrimonio Mundial por la Unesco el año 2000, los asuntos tratados en esta la VI Conferencia Internacional sobre Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado Iberoamericano mantienen al día de hoy plena vigencia, más allá de que la sucesión con que se dieron las primeras convocatorias haya languidecido paulatinamente en el tiempo junto al ímpetu de la importante labor desarrollada por el Consejo Académico Iberoamericano.
ACA