LA NOTICIA DE LA SEMANA

Diébédo Francis Kéré presenta el Serpentine Pavilion 2017 en Londres

AD Editorial Team

Tomado de Plataforma Arquitectura

20 de junio 2017

Diseñado por Diébédo Francis Kéré (Kéré Architecture), la edición 2017 del Serpentine Pavilion fue presentada hoy martes 20 de junio en Londres. Concebido como un «micro cosmos», el pabellón ha sido diseñado para fusionar referentes culturales de Gando, la ciudad natal de Keré en Burkina Faso, junto con «técnicas constructivas experimentales». El arquitecto espera que el pabellón, como un condensador social, «se convierta en un faro de luz, un símbolo del relato y la unidad».

Una gran cubierta de madera, apoyada sobre un marco metálico, ha sido esculpido para imitar la copa de un árbol. Cuatro umbrales conducen a un patio central abierto, en donde el aire fresco puede circular libremente. La cubierta protege a los visitantes del calor veraniego de Londres y en caso de lluvia, «una serie de canales conducirán el agua por la cubierta para crear una espectacular cascada», antes de pasar a un sistema de drenaje en el suelo «para su posterior uso en la irrigación del parque».
“En Burkina Faso, el árbol es un lugar donde la gente se reúne, donde las actividades del diario vivir se realizan bajo la sombra de sus ramas. Mi diseño para el Serpentine Pavilion tiene un gran techo suspendido hecho de acero y una piel transparente que cubre la estructura, lo que permite que entre la luz natural y lo protege de la lluvia. Los elementos de madera alinean la parte inferior del techo para crear un efecto de sombra dinámica en los espacios interiores. Esta combinación de características promueve un sentido de libertad y comunidad, como la sombra de las ramas de los árboles, el pabellón se convierte en un lugar donde la gente puede reunirse y compartir sus experiencias diarias.


Para mí, el sentido de apertura es fundamental en la arquitectura. En el pabellón, esto se logra a través del sistema de muros, que está compuesto por bloques prefabricados de madera montados en módulos triangulares, con pequeñas aberturas entre ellos. Esto le da ligereza y transparencia al edificio. La composición de las paredes curvas se divide en cuatro elementos, creando cuatro puntos de acceso diferentes al Pabellón. Separados de la cubierta, estos elementos permiten que el aire circule libremente por todas partes.
En el centro del Pabellón se incluye una gran abertura con dosel que crea una conexión inmediata con la naturaleza. En tiempos de lluvia, el techo se convierte en un embudo que canaliza el agua en el corazón de la estructura. Esta recolección de lluvia actúa simbólicamente, destacando el agua como un recurso fundamental para la supervivencia y la prosperidad humana.

Por la noche, el dosel se convierte en una fuente de iluminación. Las perforaciones en los muros permiten vislumbrar el movimiento y la actividad al interior del pabellón. En mi pueblo natal de Gando (Burkina Faso), siempre es fácil localizar una celebración nocturna subiendo a un terreno más alto y buscando la fuente de luz en medio de la oscuridad. Esta pequeña luz se hace más grande a medida que más y más personas llegan a unirse al evento. De esta manera, el Pabellón se convertirá en un faro de luz, un símbolo de la narración y la unión”.

Nota:
El Serpentine Pavilion 2017 estará expuesto en los jardines Kensington (Hide Park, Londres), aledaños a la Serpentine Gallery, del 23 de junio al 8 de octubre de 2017.
Kéré es el 17º arquitecto en concebir un pabellón temporal para dicha galería que consiste en diseñar una estructura de 300 metros cuadrados que pueda ser utilizada como centro comunitario y café de día, y un foro para el aprendizaje, el debate y el entretenimiento por la noche.
Kéré es conocido por estar comprometido con el diseño ecológico y tiene su despacho en Berlín. Sus obras más divulgadas son la premiada escuela de primaria en Burkina Faso y la instalación en la exposición Sensing Spaces en el London’s Royal College (2014).

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

COLOREA LA ARQUITECTURA DE CARACAS

Fundación Arquitectura y Ciudad

2017

La Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC), a tono con la celebración de los 450 años de nuestra capital, ha concebido, producido y puesto a la venta la publicación del cuaderno «Colorea la arquitectura de Caracas», dirigido a todo público, pero especialmente a los niños, a quienes se busca ir involucrando en el conocimiento y los valores que tanto la ciudad como las piezas que la conforman poseen.
El contenido del cuaderno abarca 20 obras que van desde la Catedral de Caracas y la Plaza Bolívar a las Torres de Parque Central pasando por el hotel Humboldt, la Plaza Francia, el Aula Magna y el Centro Simón Bolívar, por solo citar algunas.
Cada imagen, además de estar a la espera de ser inundada de color, va acompañada de una breve descripción que también permite ubicarla en el tiempo y saber quien la proyectó.
Los 500 ejemplares impresos que conforman el tiraje se pueden adquirir en la librería de Ediciones FAU UCV, El Buscón (Paseo Las Mercedes) y Sopa de Letras (Secaderos de La Trinidad).

ACA

EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

EL PLAN ROTIVAL
La Caracas que no fue
1939/1989
Un plan urbano para Caracas

Marta Vallmitjana (coord.)


Ediciones Instituto de Urbanismo. Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Universidad Central de Venezuela
1991

“En ocasión de cumplirse 50 años del Plan Rotival (1939-1989) el Instituto de Urbanismo con el apoyo del Consejo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo; del Vicerrectorado Académico y del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela, organizó un conjunto de eventos:
Una investigación en la que participaron varios profesores de la Facultad, una Exposición y la Edición de un libro.
La Coordinación del Programa de eventos (investigación, exposición y libro) estuvo bajo la responsabilidad de la Arquitecto Urbanista Marta Vallmitjana. La Exposición es propiedad de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, fue realizada por el Arquitecto Henrique Vera H. y la Diseñadora Martha Sanabria”.
Con este texto, que aparece en la página de créditos del libro que hoy nos ocupa, se contextualiza su aparición en 1991 bajo los auspicios de Petróleos de Venezuela S.A. y se abre la oportunidad de adentrarse en su valioso contenido.
Al artículo introductorio de compromiso, denuncia y recargada añoranza, elaborado por Arturo Uslar Pietri (“La Caracas que no fue”, cuyo encabezado se aprovecha casualmente para subtitular la publicación), le sigue la “Presentación” elaborada por la arquitecto Vallmitjana y de seguidas ocho escritos de muy diferente tono que ofrecen un mosaico interpretativo diverso acerca de lo que significó para la ciudad, su historia y su desarrollo la publicación en noviembre de 1939, en la Revista Municipal del Distrito Federal (Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela), del Plan de Urbanismo de Caracas (o Plan Rector de Caracas), oficialmente llamado “Plan Monumental de Caracas” y comúnmente (e impropiamente) conocido como “Plan Rotival”, elaborado por el equipo de urbanistas franceses contratado en 1938 por la recién creada Dirección de Urbanismo de la Gobernación del Distrito Federal, conformado por Maurice Rotival, Jacques Lambert, Henry Prost y Wegenstein, que terminarán asumiendo los dos primeros.
En la “Presentación”, Vallmitjana señala, con el objeto de contextualizar la elaboración del Plan, como “a mediados de la década de los treinta, Venezuela contaba con 3.340.849 habitantes (1936) y Caracas con 203.342 (1936), 6% de la población total (…)
La Caracas del período de los años 1936-1939 es una ciudad capital de un país rural y con una sociedad con mentalidad decimonónica muy arraigada, en proceso de reacomodo.
La ciudad en ese momento presenta un área compacta en su ocupación territorial (parroquias urbanas) de baja altura, y sin zonas de ranchos como las conocemos hoy ocupando aproximadamente unas 542 hectáreas. Entre 1936 y 1941, Caracas aumenta en 65.688 habitantes y su dinámica de crecimiento se empieza a orientar hacia el Este, donde las grandes haciendas habían liberado vastas extensiones de terreno para urbanizar; al mismo tiempo, zonas del área tradicional comienzan a detectar signos de abandono y deterioro”.
Este preámbulo donde además se acota el rango que abarca la investigación (1939-89), le sirve a Valmitjana, con el acompañamiento teórico de Aldo Rossi, Carlo Aymonino y José María Ezquiaga, para aclarar: “el debate que nos proponemos iniciar con esta investigación acerca del Plan Rotival y los desarrollos que le siguieron, asume en primer lugar, la dificultad de dar respuesta o aproximaciones globales de la ciudad en su conjunto, (…) asume también la dificultad para la existencia de una teoría urbanística, (…) supone que es esencial dar importancia a lo particular dentro de lo universal…”
Como colofón en lo que se refiere a orientar la lectura de los textos que constituyen el libro, Vallmitjana precisará: “En esta investigación sobre el Plan Rotival y posteriores desarrollos, se analizan circunstancias y hechos, como son, las características culturales de la época, la formación social del período, la dimensión urbana, la opinión de los ‘actores del Plan’ en relación a la idea de ciudad que esa sociedad buscaba imponer, los enfoques urbanísticos que se manejaban, el trasfondo ideológico y las elecciones de naturaleza política y económica que influyeron en la conformación de tal intervención, así como los juicios que pueden hacerse de su representación formal y su inserción en la problemática de la morfología urbana, en el caso de Caracas”.
Con ello en mente, el simple repaso de los títulos de los textos contenidos en la publicación ilustra con claridad el variado y amplio espectro que se abrió a partir de la investigación. Así, Marco Negrón aporta “Territorio y sociedad en la formación de la Venezuela Contemporánea”; Ciro Caraballo, “Últimos días de aquella de los techos rojos, o los ‘planes’ antes del plan”; Juan José Martín Frechilla, “Rotival desde 1939 a 1959. De la ciudad como negocio a la planificación como pretexto”; María Fernanda Jaua, “Lógica y eclecticismo o los buenos modales de Maurice Rotival”; Marco Negrón, “La gestación del plan urbano de Caracas de 1939 y su incidencia en la formación de la tradición urbanista venezolana. Conversación con Leopoldo Martínez Olavarría; Silvia Hernández de Lasala, “Violaciones sucesivas: notas sobre la arquitectura de la avenida Bolívar de Caracas, después del Plan Monumental de 1939”; Max Pedemonte, “Rotival y el Metro”; y Jesús Sanoja Hernández “La utopia: medio siglo de búsqueda”.
EL PLAN ROTIVAL. La Caracas que no fue es, sin lugar a dudas, un libro referencial para quienes están interesados en seguir la huella de lo que somos como ciudadanos habitando un ambiente construido a veces incomprensible que día a día nos incomoda y nos agobia. También es una indispensable herramienta para poder armar el rompecabezas de un importante segmento de nuestra historia urbana y su evolución cuyas repercusiones han llegado hasta nuestros días.
Aunque suene reiterativo, transcurridos 28 años desde su aparición (sin necesidad de esperar que pasen otros 50), bien podría aprovecharse la oportunidad de llevar a cabo un segundo repaso para el cual ya Marco Negrón con sus reflexiones semanales vertidas en la prensa y su actuación como asesor en la Alcaldía Metropolitana, Juan José Martín Frechilla a través de su incansable labor como investigador que busca explicarse, copiosa documentación en mano, cómo y por qué ha surgido la Caracas moderna y Oscar Tenreiro desde su blog Entre lo cierto y lo verdadero, se podría decir han colocado una primera piedra que se sumaría a otros estudios y al interés demostrado por la Embajada de Francia en desempolvar (y quien sabe si ampliar y actualizar teniendo otra publicación como producto) la exposición original. Caracas, que en pocos días llega a su 450 aniversario, lo agradecería.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 71

El proceso que llevó a la construcción de Prados del Este está asociado al momento en que la familia Rodríguez Eraso (propietaria de la hacienda Las Mercedes) decide en los años 40 del siglo XX subdividir las tierras que ocupaba con la finalidad de asociarse en el desarrollo de algunas de las urbanizaciones a las que ello dio origen. El Rosal, Las Mercedes y Valle Arriba, las primeras que los Eraso emprenden en sociedad con la empresa constructora VICA del ingeniero Gustavo San Román, tuvieron la fortuna de poder resolver relativamente temprano sus problemas de comunicación con el resto de la ciudad. No así todo lo que se encontraba en lo que se conoce como “el sureste” que debió esperar unos cuanto años más y sufrir por ello para desarrollarse.
El caso que nos ocupa también ofrece la singularidad de tener involucrada la figura del reconocido arquitecto y promotor venezolano Jorge Romero Gutiérrez (1924-1997), Premio Nacional de Arquitectura 1996, miembro fundador de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (1953), emprendedor por naturaleza y realizador de sueños casi imposibles. Romero, junto a José Antonio Ron Pedrique y posteriormente con la colaboración de Dirk Bornhost y Pedro Neuberger a partir de 1953, será conocido como el urbanizador no sólo de Prados del Este sino también de Terrazas del Club Hípico, Macaracuay, La Trinidad, Charallavito y Santa Rosa. Esta importante labor de gran impacto en la ciudad normalmente es opacada por otra gran obra que se convirtió en obsesión y marcó su vida: el Helicoide de la Roca Tarpeya.
Para el momento en que Romero da los primeros pasos dirigidos a proyectar e impulsar Prados del Este (alrededor de 1948) se está a las puertas de la aprobación (1951) del Plano Regulador de Caracas, que terminó calificando como “Área de Estudios Especiales» a “toda la extensa zona del sureste de la ciudad, la margen derecha del río Guaire, desde Las Mercedes hacia Baruta y desde el aeropuerto de La Carlota hacia El Cafetal” que daba “oportunidad a que los urbanizadores privados sometiesen sus proyectos con entera libertad, sin las restricciones normativas -tipo de parcela, tipo de vivienda, área de ubicación y de construcción, retiros, etc.- sancionadas para las distintas zonas de las unidades vecinales del Plano Regulador”, como bien apunta Juan José Martín Frechilla en Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna (2004).
Para darnos una idea de las dificultades que Romero tuvo que sortear para lograr posicionar a Prados del Este como lugar atractivo para vivir, de su indoblegable optimismo y fe en el emprendimiento privado, vale la pena apelar al testimonio ofrecido en 1990 por Leopoldo Martínez Olavarría (1912-1992), primero y único presidente de la Comisión Nacional de Urbanismo entre 1946 y 1957, recogido en el libro citado: “(el sureste) a la gente no le gustaba, primero porque eso se inundaba. Además por ahí pasaba la carretera de Baruta. Un puente de madera que se metía por Las Mercedes y subía por Valle Arriba; esa era la única vía que había hasta Santa Rosa; pero el resto de la vía a Baruta era la quebrada de Baruta. Entonces el sureste era una especie de cosa perdida allá en la montaña, y nosotros honradamente no sabíamos qué hacer con eso. Cuando viene la propuesta de Prados del Este, que iba a hacer Romerito (arquitecto Jorge Romero), se hace un desarrollo muy bonito, muy bien pensado. Y nos dimos cuenta de que se puede hacer algo ahí, pero todavía lo que es Baruta-El Hatillo era el fin del mundo. Eso ni se toma en cuenta absolutamente. Entonces hay la idea de ir viendo las soluciones que se presentarán para cada oportunidad. Primero se aprueba Prados del Este, que principia a ejecutarse, y como no venden tienen que cambiar a vender con la casa construida”. Y más adelante: “Prados del Este tenía una parte llamada La Ciénaga porque era un tremendo lodazal; cuando Romerito me vio, me explicó: ‘Mira viejo, yo voy a hacer esto…’; yo le dije ‘¡No vale, esto es La Ciénaga! ¡Cómo te vas a meter a urbanizar La Ciénaga!’ y me respondió ‘ ¡no!, haciendo unos drenajes…’ ”.
En efecto, Romero a través de la empresa promotora Compañía Anónima Urbanización Prados del Este no sólo adecúa la insalubre Ciénaga e inicia los movimientos de tierra que darán origen al trazado, sino que diseña los espacios públicos que permiten llevar el registro de la evolución que sigue la propia publicidad en prensa que acompañó el desarrollo de la urbanización desde 1953 y que posteriormente se incorporó desde el segundo número de la revista Integral (1956), otra de las importantes iniciativas liderizada por este indoblegable arquitecto.
La primera propaganda donde se muestra aún un territorio a la espera de ser urbanizado aparece en Integral 2 y se repite en la 3. No será hasta Integral 5 cuando ya se empiecen mostrar los avances en el desarrollo de la urbanización y en particular de sus espacios comunes cosa que se repite en la 6. En el anuncio que acompaña la postal del día de hoy (aparecido en Integral 8) se presenta una toma abierta donde es posible observar el movimiento de tierra que derivará en el trazado de las calles y posterior parcelamiento, en la que destaca lo que podríamos llamar la puerta o espacio de entrada a la urbanización presidido por la que se denominó como la Plaza Morichal y su vistosa fuente diseño, al igual que el Parque Codazzi ubicado más al interior, del propio Romero.
Prados del Este atravesó un largo período crítico para poder alcanzar números que la hicieran económicamente viable, sólo superado gracias la construcción de la autopista homónima entre Las Mercedes y La Trinidad en 1961. A partir de entonces se convirtió en lugar atractivo para la construcción de quintas de muy buen nivel para la clase media-alta caraqueña, realizadas ya no por la empresa urbanizadora sino por reconocidos profesionales, muchas de ellas señaladas como piezas de gran valor dentro de la arquitectura caraqueña.

1. Acceso actual a la urbanización Prados del Este. Vista aérea


Hoy en día la Plaza Morichal (que ha trastocado su nombre por Parque -deportivo- Morichal) muestra las secuelas de la desfiguración de que fue objeto a raíz de la construcción del distribuidor vial que en la década de los 80 del siglo pasado buscó aligerar el paso hacia los nuevos desarrollos que se ubicaban más allá de los confines de Prados del Este, convirtiendo buena parte de la urbanización en lugar de paso y a la autopista que la conecta con Caracas en foco de congestión permanente. El origen de los efectos asociados a la merma en la capacidad de los propietarios para poder mantener las quintas que la ocupan, contar con espacios públicos seguros y calles bien asfaltadas es parte de la triste historia que se repite y arropa a toda Venezuela en la actualidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Revista Integral, nº 8, 1957

1. Colección Crono Arquitectura Venezuela