Archivos diarios: 21 de mayo, 2017
Contacto FAC 28
NotiFAC (Contacto nº 28)

La Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) y Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (Ediciones FAU UCV) llaman a participar a autores de cualquier parte del mundo en el
CONCURSO DE ENSAYOS
CARACAS
1567-2017
Caracas al llegar a su 450 aniversario luce agotada, descuidada, olvidada, deteriorada, desarticulada y agredida, y a la vez preservada por su inmejorable clima, su inigualable paisaje y el calor de su gente. Por ende, ofrece la oportunidad única de mirarla sin dejar de pensarla, sentirla, mimarla, reivindicarla, desearla, soñarla, recordarla, imaginarla, proyectarla…
El concurso de ensayos Caracas 1567-2017 se convoca con la intención de dejar plasmadas las múltiples lecturas de que puede ser objeto esta ciudad que es eje de nuestros pensamientos, motivo de nuestras angustias y territorio de nuestros pesares, objeto de amor y de odio, siempre verde como la esperanza.
La convocatoria estará vigente desde el viernes 17 de febrero de 2017 hasta el viernes 30 de junio de 2017.
Se otorgarán 2 premios en efectivo y tantas menciones como el jurado considere pertinentes. Para conocer las bases completas ir a www.edicionesfau.com
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 63

La Red Hotelera Nacional y en particular los edificios que fueron gestionados directamente por la CONAHOTU brinda, como ya habíamos adelantado en otra entrega (ver Contacto FAC, nº 25, 30-04-2017), la oportunidad de apreciar el estado de la arquitectura venezolana del momento en toda su amplitud, es decir, permite palpar el conjunto de los visos que ofrece su variada identidad. De aquí que las fuentes a ser interpretadas por los proyectistas de esas obras provengan tanto de lo tradicional o lo popular como de las corrientes dominantes en el ámbito internacional. Lo interesante es que se produjo casi siempre una traducción más que un simple traslado donde la oportunidad ofrecida por la temática, en lo que de recreo y ocio contiene, hizo que la mitigación de las condiciones climáticas enfrentada desde el funcionalismo se convirtiera en excusa para incluir recursos que imprimieran carácter a la experiencia.

De entre los hoteles que se nutrieron con mayor claridad de lo que se estaba haciendo más allá de las fronteras nacionales, destacaremos en esta oportunidad el hotel Maracay (1955-57) de Luis Malaussena (Caracas,1900-Miami,1962), cuyo aviso aparecido en la contraportada del nº 1 de la revista Punto de 1961, delata que nos encontramos ante una instalación que se encontraba en pleno funcionamiento y promocionaba una de sus fortalezas: la diversidad de salones con los que contaba y su teatro ofrecidos como espacios para la celebración de reuniones, congresos, convenciones y actos sociales.
Maracay, capital del estado Aragua, durante la época de Gómez (quien, como se sabe, había fijado allí su residencia) se había convertido en el eje de la incipiente actividad turística que se comenzaba a desarrollar en el país impulsada fundamentalmente por el Estado. Allí se construyeron el primer hotel Maracay en 1919 y el Hotel Jardín en 1929. Este último, proyectado por Carlos Raúl Villanueva recién llegado de París, considerado por Ciro Caraballo como la «joya de la corona de la hotelería gomecista», lección de lo que debe ser el comportamiento de una instalación de este tipo en el trópico y del respeto por el trazado original de la ciudad, se mantuvo en funcionamiento prácticamente hasta finales de la década de los 50 del siglo XX, sufriendo en el intervalo importantes modificaciones tendientes a su modernización, que lo llevaron en 1939 a tener hasta 115 habitaciones. En 1952 se plantea para este hotel una nueva actualización y ampliación, pero al año siguiente se toma la decisión, desde la recién creada Dirección de Turismo del Ministerio de Fomento, de construir una nueva y moderna instalación adaptada a las exigencias del turismo internacional.
Es al arquitecto que proyecta el “nuevo” hotel Maracay que se inaugura en 1957, Luis Malaussena, al que también se se encargó la remodelación del Hotel Jardín para convertirlo en la sede de la Gobernación del Estado, uso que conserva hasta ahora.

Así pues, el Maracay (1955-57) pasó a ocupar el último eslabón de una cadena que le otorgaba a esa ciudad un curioso privilegio dentro del desarrollo del turismo en el país. De allí que se pensara desde el principio en un hotel en grande para el cual se destinó un enorme terreno flanqueado por colinas ubicado en el sector Las Delicias de esa ciudad y se programaran 132 habitaciones, 25 suites, una suite presidencial, 6 salones de conferencias, 2 salones ejecutivos, un teatro, área para comercios, además de las áreas de servicios, sociales y recreativas contemplando estas últimas la piscina con sus áreas de apoyo, canchas de tenis, caballeriza y un campo de golf de 18 hoyos. Es decir, un establecimiento cinco estrellas por todo lo alto.

Para la época en que realizó el proyecto, Malaussena ya había contratado como colaboradores en su oficina a tres jóvenes arquitectos alemanes: Federico Beckoff, Klaus Heufer y J.P. Jebens (quienes participaron también en el diseño del hotel Guaicamacuto -posteriormente Macuto Sheraton- en el Litoral Central y del Círculo Militar en Caracas), quienes tuvieron mucho que ver con el cambio en los patrones lingüísticos que este hotel presenta dentro de su trayectoria caracterizados, como se sabe, por la impronta de la tradición académica. En efecto, el Maracay es resuelto dentro del privilegiado lugar que se le asignó, con el atractivo de ser un hotel citadino con las ventajas suburbanas que ofrecía el poder practicar el golf y los deportes ecuestres, basado en la tipología predominante en aquellos años que se complementaba con el uso de los códigos propios del Estilo Internacional.

Así, la articulación volumétrica entre un bloque compacto claramente rematado que pareciera estar suspendido sobre una base que se extiende con libertad sobre el terreno, gobierna una composición que además denota dos caracterizaciones totalmente diferentes: por un lado las pretensiones de estar a tono con lo internacionalmente correcto del cuerpo que contiene las habitaciones, a doble crujía con pasillo central, cuyas fachadas principales (norte-sur) han sido resueltas recurriéndose al muro cortina (curtain wall) y, por el otro, la frescura con que se amarran los volúmenes que conforman la base, donde se desarrollan con generosidad y proyección futura las áreas sociales, recreacionales y de servicio, a través de un sistema de variados elementos de circulación que, además de colaborar en la definición de diversas zonas dentro del conjunto, permiten apreciar las particulares condiciones ambientales del lugar.

Mimetismo cosmopolita, contundencia, pesadez y pureza volumétrica en la imagen institucional versus tropicalidad, ligereza y movimiento en el disfrute de los niveles inferiores son categorías útiles para resumir la doble lectura que el hotel Maracay ofrece, lectura que los murales nacionalistas de Pedro Centeno Vallenilla con que se decoran las áreas sociales, aunque nos ubican también en la época, no hacen sino confirmarla.

Resumiendo, podríamos decir que la caracterización del edificio y su adecuación al programa y al sitio, dos de los aspectos que la formación academicista de Malaussena exigía, se logran a cabalidad aún así sea mediante la asunción en parte de un complaciente lenguaje contemporáneo muy próximo, por otro lado, a la imagen que el país pretendía mostrar. El hotel Maracay, como muchos otros de los que administró la CONAHOTU, sufrió con el tiempo los embates de la desidia gubernamental, la cual se tradujo en mala administración, descuido e incapacidad para mantener unas instalaciones de primera que en cualquier parte del mundo serían un negocio sustentable. Su dramático deterioro derivó en su cierre temporal hasta que el año 2015 se firma un convenio con la cadena hotelera internacional Marriot, que ha permitido acometer su remodelación y rescate, albergándose la esperanza de que el ahora llamado «Hotel Golf Maracay» pueda abrir de nuevo sus puertas próximamente. Sin entrar en detalles sobre su discutible intervención, esperamos sinceramente que así sea.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. Revista Punto, nº1, enero 1961
1. https://twitter.com/marketingmcy/status/1180453508010713088
2, 4 y 5. Lasala S.; Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna, 1990
LA NOTICIA DE LA SEMANA
Deflat Kleiburg en Ámsterdam gana el premio Mies van der Rohe 2017

Tomado de http://noticias.arq.com.mx/Detalles/22328.html
12 de mayo 2017
El edificio de viviendas Deflat Kleiburg en Ámsterdam fue anunciado hoy como ganador del premio Mies van der Rohe 2017 de arquitectura contemporánea europea, un galardón de la fundación barcelonesa respaldado por la Comisión Europea (CE).
Sus arquitectos, NL architects y XVW architectuur, revitalizaron un viejo edificio gris de viviendas construido en los años sesenta en la capital holandesa.
Es la primera vez que el premio principal se otorga a un proyecto de renovación de un edificio ya existente.

Se trata de un bloque curvado con 500 apartamentos en el barrio de Bijlmermeer que sus nuevos inquilinos pudieron diseñar a su gusto a partir de un «master plan» del equipo de arquitectos, que permitió ampliar las viviendas vertical y horizontalmente.
La renovación incluyó la dinamización de la planta baja, lo que permitió revitalizar la calle y dar nueva vida al barrio con viviendas de apenas 1.200 euros el metro cuadrado, un precio muy accesible en una ciudad como Amsterdam.

«Al visitarlo el jurado quedó convencido por la calidad de los espacios y la buena ejecución de la aparentemente poca arquitectura. Es un ejemplo de mínima intervención pero muy inteligente», ha explicado a Efe la directora de la fundación, Anna Ramos.
La gerente ha explicado que el jurado tuvo muy claro desde el principio en esta edición su intención de «buscar la arquitectura ordinaria pero heroica, la que es capaz de emocionar y mejorar la vida de la gente», ha añadido.
En ese sentido, ha aplaudido que el premio haya recaído en un edificio de viviendas, un sector «a menudo poco reconocido en la historia de los premios».


Esta era la primera vez además que el premio principal se otorgaba a un proyecto de renovación de un edificio ya existente.
El proyecto holandés se ha impuesto a otros finalistas como el Museo Memorial de Rivesaltes (Francia), el Museo de Katyn en Varsovia, el Kannikegården en Ribe (Dinamarca) y el Ely Court en Londres.
También se ha anunciado hoy en una rueda de prensa la mención al Arquitecto Emergente 2017, que se ha quedado en Bélgica y fue a parar a los estudios bruselenses MSA/V+ por la obra NAVEZ cinco unidades de vivienda social en la entrada norte de la ciudad.
El presidente de la fundación, el arquitecto y concejal de Arquitectura de Barcelona, Daniel Mòdol, ha destacado que los dos galardones «inciden en la visión y misión social de la arquitectura».
Los dos proyectos premiados han sido seleccionados de una lista de 355 obras de 36 países europeos.
Han formado parte del jurado los arquitectos Stephen Bates (Reino Unido), Gonçalo Byrne (Portugal), Peter Cachola Schmal (Alemania), Pelin Dervis (Turquía), Dominique Jakob (Francia), Juulia Kauste (Finlandia) y Malgorzata Omilanowska (Polonia).
El premio bienal, dotado con 60,000 euros para el ganador y 20.000 para la mención especial, es el más prestigioso de la arquitectura europea, y se concedió por primera vez en 1987 con la voluntad de contribuir al desarrollo de la arquitectura urbana contemporánea del viejo continente.
Tras darse a conocer el premiado, el comisario europeo de Cultura, Tibor Navracsics, ha destacado en un comunicado el «potencial creativo y de calidad de la arquitectura contemporánea europea».
Asimismo, ha señalado el respaldo de la Comisión Europea con el desarrollo sostenible urbano y los valores de la contribución de la arquitectura al bienestar de la gente».
La ceremonia de entrega de premios tendrá lugar el próximo 26 de mayo en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona.
ACA
TAL DÍA COMO HOY…
… el 21 de mayo de 1994 aparece en las páginas centrales del número 62 de Arquitectura HOY “Reseña del ‘Plan Sectorial de Habilitación Física para los Barrios del Área Metropolitana de Caracas’ ”.

La completa reseña, firmada por Federico Villanueva, quien junto a Josefina Baldó fungieron de coordinadores del Plan (denominado inicialmente “Plan Sectorial de Incorporación a la Estructura Urbana de las Zonas de los Barrios del Área Metropolitana de Caracas y de la Región Capital -Sector Panamericana y Los Teques-” y que para nuestros efectos identificaremos como PSHFB), resume lo que podría considerarse como el más importante logro proveniente de años de trabajo sostenido en pro de otorgar estatus de ciudadanía a los habitantes de los barrios populares y rango de ciudad a los lugares que habitan, condiciones ambas que habían sido desconocidas por quienes durante años estudiaban, planificaban y cartografiaban la urbe.
De hecho, el reconocimiento de los barrios en un texto legal ocurre en Venezuela por primera vez en 1987, con la aprobación de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística (LOOU) y es en el marco de ella que se inscribe el Plan Sectorial de donde toma su nomenclatura más allá de que, como veremos más adelante, desarrolle una propia.
Baldó y Villanueva, junto a Teolinda Bolívar, llevaban años trabajando académicamente sobre el tema en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV (más concretamente desde el Sector de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura), donde llevaron adelante los primeros estudios sobre los niveles y condiciones de urbanización de los barrios venezolanos, dentro de una línea institucional de investigación dedicada a los desarrollos urbanos no controlados, primer antecedente del PSHFB.
Otra importante referencia al Plan la constituye la experiencia obtenida en el “Taller Vivienda” (coordinado por Federico Villanueva), desarrollada entre 1986 y 1989 conjuntamente por los Sectores de Estudios Urbanos y de Diseño de la FAU UCV, donde se elaboraron proyectos de habilitación física de Unidades de Diseño Urbano (UDU), permitiendo determinar las características y magnitudes de las obras a realizar en los barrios. Su registro, digno de ser tomado en cuenta, está recogido en el nº 4 de la revista Tecnología y Construcción.
Un tercer elemento referencial lo constituye la realización en Caracas en octubre de 1991 del “Encuentro Internacional por la Rehabilitación de los Barrios del Tercer Mundo”, que congregó especialistas de cincuenta países sobre el tema de los asentamientos urbanos no controlados en cuya Declaración Final y conclusiones se recogen algunos de los principios de lo que posteriormente será el Plan que nos ocupa. Casi inmediatamente después de dicho evento el Estado venezolano reconoció la importancia del enfoque de habilitación de barrios a través del levantamiento integrado de información demográfica y cartográfica de las zonas de barrios de Venezuela, delimitándolas y asignándoles denominaciones técnicas propias de la metodología de habilitación: Unidades de Planificación Física (UPFs) y Unidades de Diseño Urbano (UDUs), recogidas en la publicación del III Inventario Nacional de Barrios (FUNDACOMUN-OCEI, 1993). Dicho esfuerzo que contó con la colaboración activa de Baldó y Villanueva permitió afinar la metodología a aplicar y definir los aspectos teóricos asociados a la delimitación y caracterización de las zonas de barrios.
Así, el PSHFB, encargado por el Ministerio de Desarrollo Urbano (MINDUR), realizado entre 1992 y 1994, se convierte en el eslabón que permitió unir una experiencia de origen académico con su posterior conversión en política pública a través del Programa de Habilitación Física de Barrios impulsada desde el CONAVI en 1999, liderada justamente por los dos profesores que lo gestaron, en un intento por minimizar la brecha existente entre plan y realidad.
Su ejecución, siguiendo la metodología que dictaba la experiencia teórica acumulada, implicó la conformación de un completo equipo de trabajo que incorporó profesionales de diversas disciplinas y un selecto grupo de consultores expertos algunos de los cuales ya habían participado en la experiencia del “Taller Vivienda”.
Tal y como señala Villanueva “este Plan se propone urbanizar 4.600 hectáreas de terreno durante un período de 15 años, con una inversión de Bs. 250.000 millones, para atender una población de 1.200.000 personas, es decir, el 40% de la ciudad. (…) El Plan presenta los programas de actuaciones urbanísticas para todas las zonas de barrios del área metropolitana de Caracas y de la región capital, es decir, los planes de intervención urbana anuales con discriminación de las obras a realizar y de las inversiones respectivas. Con ellos, en cuanto a conjuntos operacionales de propuestas físico-espaciales y económico-financieras, el proceso de habilitación urbana alcanza pleno sentido”.
Este ambicioso proyecto, que le valió a sus autores la obtención del Premio Nacional de Investigación en Vivienda 1995, pudo empezarse a concretar, como ya señalamos, en forma de política de Estado a través del Programa de Habilitación Física de Barrios una vez que Josefina Baldó asume la presidencia del CONAVI en 1999, alineándose con la Política Nacional de Vivienda (PNV) formulada ese mismo año (prevista para ser puesta en práctica hasta el año 2004).
La intensa actividad desplegada por Baldó entre 1999 y 2000 sirvió para poner en marcha un importante grupo de iniciativas relacionadas con los principales programas derivados de la PNV ente los cuales se debe destacar el llamado a un considerable número de Concursos Nacionales de Ideas para la Habilitación Física de las Zonas de Barrios atendidos con entusiasmo por los profesionales de la arquitectura de todo el país.
Las razones que precipitaron la salida de Baldó del CONAVI no las vamos a enumerar. Sólo señalar que ello llevó a desvirtuar y abandonar progresivamente el programa del cual, afortunadamente, ha quedado una abundante bibliografía institucional y numerosos estudios dedicados a analizar la experiencia, sus resultados, fortalezas, debilidades y posibles correctivos. También son cuantiosos los artículos, escritos y ponencias elaborados por Josefina Baldó y Federico Villanueva (conjuntamente y por separado) que dan cuenta del proceso y los resultados y, fundamentalmente, la metodología actualizada acerca de cómo actuar, quedando sentadas las bases de lo que será una de las principales puntas de lanza que deberán encabezar la cada vez más cercana y necesaria reconstrucción de nuestro desvencijado país.
ACA
