TAL DÍA COMO HOY…

… el año 1994 aparece en las páginas del nº 48 de Arquitectura HOY el artículo titulado “Caracas, el bolero de siempre” de Sergio Laxalde.

La visita que hiciera al país durante los primeros días de enero de aquel año, por iniciativa de la Alcaldía del Municipio Libertador y el Instituto de Urbanismo de la UCV, el reconocido arquitecto, urbanista y catedrático catalán Luis Calvet, comprometido en la planificación de Barcelona, dio pie a Laxalde para adelantar una crónica donde sintetizó los aspectos más relevantes de las charlas que Calvet dictó en la FAU a los que el autor del texto sumó sus propias reflexiones.
Calvet se refirió a los aspectos históricos y metodológicos que condujeron a la prefiguración de una nueva imagen urbana para la Ciudad Condal y la consecuente elaboración de su ordenanza. La explicación dada por Calvet puso de relieve la importancia de analizar la ciudad separando aspecto funcional por aspecto funcional (lo que se llama diagnóstico sectorial) con la mente puesta en una “estructura urbana” vista como forma ideal para la ciudad, a la que se someten luego todas las decisiones instrumentales y operativas. En pocas palabras, se trata de un enfoque donde prevalece lo físico que nace de observar la forma arquitectónica que va tomando la ciudad, tomar conciencia del porqué de ella y buscar mecanismos de mejora.
Por su parte Laxalde calificando el método seguido por Calvet de “clásico”, recuerda las características de la tradición urbanística venezolana y en particular de las tendencias internacionales más recientes (las que considera como “operativas”), y resalta las diferencias reconociendo que si bien “el método clásico va de la estrategia a las tácticas el operativo va de las tácticas a la estrategia”. “El método operativo utiliza la consulta pública en todas las fases de diseño, evalúa de un modo integrado todas las tácticas aplicables, concibe de manera secuencial las intervenciones (dibujando la evolución de los proyectos año por año) y, recién al final, con las intervenciones factibles a la vista, define una estrategia, la cual es un compromiso político de respaldo a los proyectos”, nos aclarará Laxalde, quien insiste en que a pesar de las dificultades, la apuesta consiste en compatibilizar ambas corrientes, mediante una consideración simultánea de aspectos que tienen que ver con tener en mente por un lado la “estructura urbana” a los que se puede sumar la consulta pública en todas las fases de diseño. Laxalde, además, nos asoma al Derecho Ambiental, la Sociología Urbana y la Ciencia Fiscal como enfoques que contribuirían a fortalecer la aproximación a temas de esta índole y los procesos de toma de decisiones.
El contenido del artículo de Laxalde a raíz de la visita de Calvet permite rescatar un debate necesario y vigente que hace 23 años permitió enriquecer la elaboración de los que se conocieron como “Planes Parroquiales” promovidos por el Municipio Libertador, iniciativa que, de haberse materializado en hechos, hubiese significado un cambio de rumbo importantísimo en el ordenamiento de nuestra adolorida Caracas, próxima a cumplir 450 años.

ACA

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